Glasgow

Paraguay en la cumbre de Glasgow: compromisos laxos y defensa del agronegocio

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Por Julieta H. Heduvan, Licenciada en Relaciones Internacionales. En el marco de esta convención, Paraguay envió una comisión que generó bastante polémica a nivel social. Para el evento, Paraguay contó con una delegación conformada por 29 representantes: 10 representantes del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), 3 del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), 1 del Instituto Forestal Nacional, 3 de Itaipú, 2 de Yacyretá, 1 de ANDE, 2 de la Unión de Gremios de la Producción, 1 de la Cámara Paraguaya de Exportadores y del gremio de Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO), 2 de la Asociación de ONGS del Paraguay – POJOAJU, 3 del MRE que incluye al Embajador en Londres, y 1 representante de la Presidencia. En resumen, funcionarios del área de ambiente, relaciones exteriores, presidencia y energía, en conjunto con representantes de los sectores de producción agro ganadera y miembros de ONGs.

La delegación fue conformada por las representaciones que participan actualmente en la Comisión de Cambio Climático, la cual, de acuerdo con lo establecido por la Ley paraguaya de Cambio Climático 5875/17, se encuentra bajo la tutela del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), y es coordinado por el MADES en la presidencia y el MRE en la vicepresidencia.

La decisión de formar parte de la delegación devino de una convocatoria abierta, pero existe un factor muy relevante: para poder asistir a la COP26 cada sector debía poder solventar los costos de su participación. El autofinanciamiento, por supuesto, limita la asistencia de los sectores con menos recursos, como los activistas sociales y representantes de comunidades indígenas y campesinos, y beneficia a los acaudalados como los sectores de la producción.

Además, la conformación de la delegación nacional estuvo marcada por las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno británico, que imponía cuarentenas obligatorias a países en la lista roja como Paraguay, y que recién fueron levantadas el 11 de octubre pasado, a días del inicio de las reuniones presenciales en Escocia. Por lo tanto, las cuestiones operativas, sumadas a las complicaciones financieras (teniendo en cuenta que organizar un viaje con poca anticipación no es para todos), limitaron considerablemente la asistencia plural a la conferencia e incluso también tuvo su repercusión a nivel estatal, obligando a las representantes del MRE a realizar el seguimiento a distancia, quedando la coordinación por parte de cancillería a cargo del embajador en Londres.

La posición de Paraguay en la COP26

La posición de Paraguay se encuentra en un documento de 19 páginas abiertas al público que pueden leer en este link en la página de MADES. Como resumen, el informe hace una contextualización de los instrumentos nacionales y de la situación de vulnerabilidad de Paraguay frente al impacto del cambio climático, en donde se lo expone como un país con baja relevancia de emisiones comparado con los países más grandes y con mayor influencia en la problemática.

“En un contraste de emisiones a nivel global, el Paraguay apenas emite lo que representa el 0,09% del total de las emisiones globales, estando como país 100% alineado con los compromisos internacionales establecidos en el Acuerdo de París. (…) Paraguay insta que las responsabilidades principales de reducción deben recaer sobre los mayores emisores globales, en concordancia con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, y reconociendo las realidades y prioridades nacionales.”

Además, el informe pone énfasis en que el eje prioritario de Paraguay es el de Adaptación (en cuanto a los efectos y el impacto social, económico y ambiental del cambio climático) y no el de Mitigación (las causas del cambio climático es decir, las emisiones de gases de efecto invernadero).

Por su parte, en el documento también ocupa un lugar central la defensa del rol del sector productivo agro ganadero y forestal como dinamizador de la economía paraguaya y como proveedor de alimentos, pero desestima el impacto de los grandes productores en la problemática ambiental.

“Los agricultores deben tener libertad para elegir el sistema de producción que mejor se adapte a sus condiciones, recursos y mercado, teniendo en cuenta los costos de producción y la rentabilidad. La producción orgánica es más cara, por lo tanto, aumenta los costos de los alimentos aumentando la desigualdad entre los consumidores, pero es una opción. Los sistemas productivos con bajos rendimientos y bajos ingresos aumentan la pobreza. Necesitamos producir más y mejores alimentos, al tiempo que generamos mecanismos que aseguren el acceso físico, social y económico a estos. No hay competencia entre los sistemas de producción orgánicos y otros. Ambos pueden crecer e incluso pueden ser complementarios.”

Más allá de la defensa a uno de los sectores más influyentes y también muy bien representado en el congreso, hay un punto subyacente que es verdad. Existe una tendencia cada vez más marcada a nivel mundial de volcar la responsabilidad del impacto ambiental en los sectores productivos rurales en contraposición al enorme peso que tienen las industrias de combustibles fósiles en el cambio climático. Aumentar la presión en torno a las emisiones de metano (producción primaria agrícola ganadera) y sacar el foco en las emisiones de CO2 de las industrias incrementa la responsabilidad en los países en desarrollo, cuyas economías están más ligadas a estos sistemas productivos.

En consecuencia, existe una posición común coordinada por este grupo de países que busca promover el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”, evidenciando la necesidad de compartir la carga de manera más justa y equitativa. 

A su vez, también se enfoca en alentar a la generación de mecanismos de financiamiento internacional para solventar la transformación hacia formas más sustentables de producción, las cuales obviamente son más costosas.

 La Cumbre de Glasglow (COP 26) es un espacio fundamental para poner nuevamente sobre la mesa el compromiso, asumido en el Acuerdo de París y que rige desde este año, de los países desarrollados de conformar un fondo de USD 100 mil millones anuales con el objetivo de que los países en desarrollo puedan llegar a su meta.

Previamente, Paraguay se comprometió a una reducción del 20% de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), pero un 10% de ese compromiso se encuentra condicionado al apoyo de la comunidad internacional. Sin apoyo económico de los países más ricos difícilmente una política ambiental exitosa pueda llevarse a cabo en países con menos recursos.

El rol del Ministerio de Relaciones Exteriores en la agenda climática

El Ministerio de Relaciones Exteriores cumple el rol de ejecutor y mediador de los intereses nacionales en el sistema internacional pero en este caso, la Comisión de Cambio Climático y la delegación en Glasgow estuvo presidida por el Ministro del Medio Ambiente, Ariel Oviedo, y por el Ministro de Agricultura y Ganadería, Moisés Bertoni. 

Por lo tanto, la función principal de cancillería fue la de facilitar y coordinar de forma híbrida (presencial y virtual) el desenvolvimiento de la delegación, pero sin establecer lineamientos en los objetivos de la misión ya que los posicionamientos fueron construidos previamente en el espacio multisectorial de la Comisión.

Según lo conversado, el Ministerio de Relaciones Exteriores asume el rol de generar consensos entre los diferentes espacios de representación, buscando acercar las posturas de los sectores antagónicos que la conforman. Además, el seguimiento de las propuestas y decisiones que son tomadas en el marco de la COP26 resulta fundamental ya que allí se manifiestan los potenciales ejes que serán discutidos en otros ámbitos multilaterales (como la OMC) y que finalmente son establecidos en carácter vinculante como normativas internacionales transversales a los Estados.

Adhesión de Paraguay a declaraciones en la COP26

Las adhesiones a las declaraciones en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático son voluntarias y no vinculantes. Esto implica que la firma de las mismas no genera un compromiso “real”, aunque por supuesto sí moral e ideal. Dentro de las más relevantes, Paraguay hasta el momento se suscribió a dos:

  1. Declaración de Glasglow sobre Bosques y Uso de la Tierra, enfocado en la conservación y restauración de bosques enfatizando la interdependencia entre éstos, la biodiversidad, los ecosistemas y el uso de los suelos para un Desarrollo Sostenible.
  2. Aceleración de la transición hacia automóviles y camionetas 100% cero emisiones, que busca el fomento hacia la electromovilidad como importante vector para la transición energética y la reducción de las emisiones globales producto del uso de combustibles fósiles.

Por su parte, el sector productivo manifestó la necesidad de agotar previamente todas las instancias de consultas internas antes de acompañar la Declaración sobre Financiamiento Público para la Transición a Energías Limpias, y evidenció una postura firme de rechazo frente a la iniciativa FACT Dialogue “Bosques, Agricultura y Comercio de Commodities”, que busca acelerar la transición del uso y prácticas sostenibles en la agricultura, la protección de los bosques y el comercio internacional agrícola-ganadero, vinculado a mecanismos de transparencia y trazabilidad.

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Misiones selló en Glasgow el acuerdo para emitir bonos de carbono

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Misiones cerró en la cumbre de Cambio Climático en Glasgow, Escocia, el acuerdo con la firma Mercuria para empezar a emitir bonos de carbono y generar recursos para custodiar la selva misionera. La oficialización del acuerdo se hizo a través de una teleconferencia desde Escocia, encabezada por el gobernador Oscar Herrera Ahuad -en Misiones- y el ministro de Cambio Climático, Patricio Lombardi, representante misionero en la cumbre global, quien estuvo acompañado por la subsecretaria Silvia Kloster y Maximiliano Galli, representando al ministerio de Hacienda. También estuvo Andrés Huby, de Mercuria y Angelo Sartori, de Verra, la ONG que certificará el estado de conservación de la selva y la retención de carbono para ponerle valor a la emisión de los bonos.

Se estima que Misiones puede recibir como mínimo 200 millones de dólares con la colocación de los bonos que serán comercializados por Mercuria, un trader especialista en commodities energéticos.

Desde diciembre del año pasado Misiones viene negociando el acuerdo que se selló hoy en Glasgow y que permitirá a la provincia ingresar al mercado global de carbono. Se trata del único caso de un estado subnacional que comienza a emitir en soledad por fuera de los acuerdos nacionales.

“Es un avance fundamental para las políticas públicas de Misiones y que servirá para reparar los derechos que les corresponden a nuestro pueblo y todos los misioneros”, dijo Herrera Ahuad antes de agradecer la confianza de la firma Mercuria para concretar este acuerdo histórico.

“Este programa facilitará la obtención de recursos en línea con lo establecido en el Acuerdo de París para reducir emisiones, evitar la deforestación y promover el desarrollo sostenible, para el Estado misionero, el sector privado, las comunidades locales y los pueblos originarios”, destacó Lombardi.

“Este acuerdo corona 20 años de políticas públicas de conservación. Misiones le demuestra al mundo que existe un camino en armonía con la naturaleza y el desarrollo. Todo esto requiere de una firme voluntad política, convicciones, compromiso con el futuro, responsabilidad, profesionalismo y acciones concretas”, completó el ministro misionero. 

Huby señaló que “para proteger o parar la acción climática, debe haber combinación de actores y tratar de incorporar a distintos sectores”. Al mismo tiempo, destacó “la historia de cuidado ambiental” que tiene Misiones. 

El representante de Verra, Angelo Sartori coincidió en que “el acuerdo es un ejemplo para Argentina y otros países” y servirá también para implementar programas que puedan ir ampliando la superficie de bosques y detener la deforestación.

“Es una alianza fundamental. El primero de cien pasos”, completó.  

Maximiliano Galli remarcó que Misiones es un ejemplo por el manejo de las finanzas, haberse desendeudado y pensar en el medioambiente como reaseguro para el futuro. “Es una provincia que cuida la selva y no siembra soja, por lo que resigna una renta anual de millones de dólares, con un presupuesto que es de 2.200 millones de dólares”, explicó. 

Para el especialista, el acuerdo sellado en Glasgow servirá también para posicionar a Misiones en los foros climáticos del mundo y al mismo tiempo, para potenciar la demanda de compensación ambiental por 114 mil millones de pesos que le pide la Provincia a la Nación por los servicios ecosistémicos de los que se benefician las provincias más ricas que se aprovechan de la rentabilidad sojera. “Pero sin selva, no hay ríos y no hay soja”, remarcó.

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Misiones selló alianzas clave en la cumbre de Glasgow

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En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebra en Glasgow, Misiones mantiene una intensa agenda que se coronará el viernes con la presentación del acuerdo para la emisión de bonos de carbono que fue firmado con la firma Mercuria. En las reuniones previas, el ministro de Cambio Climático, Patricio Lombardi mantuvo encuentros clave para fortalecer la protección de la biodiversidad misionera: Misiones firmó un acuerdo con una decena de países para “conseguir un precio justo” por el carbono y al mismo tiempo, interesó al Banco Interamericano de Desarrollo en acciones para custodiar la biodiversidad.

Lombardi se reunió con Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, quien quedó impactado con el “Caso Misiones” y pidió una reunión en Washington para evaluar posibles acciones conjuntas. El dato es que el BID es el principal banco del mundo en otorgar fondos no reembolsables para desarrollo, infraestructura o cuidado del medioambiente.

Después, el funcionario misionero compartió un panel con Iván Duque, el presidente de Colombia, que es el segundo país con mayor biodiversidad del mundo, detrás de Brasil. Misiones se sumó a la ‘Declaración de Precios Justos para las emisiones de carbono”, firmada por los estados de Colombia, Costa Rica, Ecuador y diez naciones africanas, que son los que más bosques tienen en el planeta. “Firmamos un acuerdo poniéndonos de acuerdo en exigir que nos paguen más”, coincidió Lombardi.

Duque pidió crear una gran coalición para establecer precios justos en los mercados de carbono, porque “la única manera de financiar la acción climática es estableciendo mecanismos para obtener recursos tanto del sector privado como de los mercados y eso requiere que este debate se traduzca en acciones positivas”.

Durante el evento ‘Declaración de Precios Justos para las emisiones de carbono’, el Jefe de Estado estuvo acompañado por el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Correa, y por el Viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Nicolás Galarza, así como por los 13 Ministros de Ambiente de los países firmantes de esta declaración.

La Declaración tiene como propósito la promoción de esquemas justos de precio al carbono, como herramienta para reducir las emisiones de gases efecto invernadero de forma costo-efectiva y equitativa para todos los países.

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En Glasgow, Fernández pidió “mayor flexibilidad en plazos y tasas” para honrar la deuda externa

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Por Daniel Scarímbolo, desde Glasgow – El presidente Alberto Fernández sostuvo hoy que la Argentina necesita de la “atención y sensibilidad” de la comunidad internacional para “superar el obstáculo” en materia “de endeudamiento externo con el Fondo Monetario Internacional” y reiteró que el país está “dispuesto a vincular parte del pago a las imprescindibles inversiones en infraestructura verde”.

Al participar en Glasgow del evento de alto nivel “Lanzamiento del Compromiso Global de Metano” que impulsa el presidente estadounidense, Joe Biden, el Jefe de Estado volvió sobre las ideas de sustentabilidad ecológica y crecimiento económico, con foco en las dificultades adicionales que tiene la Argentina por el peso de la deuda externa.

Luego de subrayar la contribución nacional a la “reducción de todos los gases de efecto invernadero, incluyendo el metano”, explicó que en ese camino, si bien hay “responsabilidades comunes”, no debe haber “modelos únicos” para alcanzar metas.

“En el caso de la Argentina, el aporte de nuestra agro-bio-industria a la seguridad alimentaria mundial, no debe ser excluido de las negociaciones climáticas, para no generar nuevas formas de proteccionismo. Reconocemos los pilares de un desarrollo sostenible en lo social, económico y ambiental”, afirmó.

Luego, Fernández agradeció “el esfuerzo de la comunidad internacional por la histórica emisión de Derechos Especiales de Giro desde el Fondo Monetario Internacional con el propósito de superar los efectos de la pandemia” y sostuvo que se necesita “también de la atención y sensibilidad de esa misma comunidad para superar el obstáculo que Argentina tiene en materia de endeudamiento externo con el FMI”.

“Estamos renegociando un préstamo que se le concedió a mi país por 57.000 millones de dólares. Una suma mayor a la que el FMI destinó para todos los países del mundo para combatir la pandemia y que significa la mitad del presupuesto que el mundo comprometió para atender al cambio climático y que aún permanece incumplido”, graficó el jefe de Estado.

Fue allí cuando pidió “mayor flexibilidad para honrar esa deuda, en plazos y tasas” y suscribió la propuesta de “vincular parte de su pago a las imprescindibles inversiones en infraestructura verde”.

Luego, señaló que el país “vuelve a crecer en la pospandemia” a un ritmo del 9 por ciento y que el futuro de la Nación “está en el desarrollo de una economía con conocimiento y capacidades tecnológicas, adaptando su matriz productiva con el hidrogeno –entre otras fuentes de energía renovable-, y apostando a la electro movilidad”.

“La sustentabilidad ambiental va de la mano de la sustentabilidad social. Es necesario que las deudas a pagar sean sostenibles para garantizar una recuperación económica sólida y con inclusión social”, dijo Alberto Fernández y concluyó citando al Papa Francisco: “Construyamos juntos la globalización de la solidaridad, para que no triunfe la globalización de la indiferencia”.

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Más de 100 países firmarán en la COP26 un gran acuerdo para frenar la deforestación

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Líderes o representantes de más de 100 países firmarán hoy un compromiso para frenar y revertir la deforestación durante la conferencia de la ONU sobre clima COP26, en el primer logro concreto del encuentro internacional en el Reino Unido.

Brasil, donde se han deforestado cientos de miles de kilómetros cuadrados de la selva amazónica, la selva tropical más grande del mundo, estará entre los firmantes del compromiso, anunciado anoche por el Gobierno británico, anfitrión de la conferencia.

El acuerdo se firmará en el tercer día de la COP26 y segundo y último día de la cumbre parte de la conferencia, cuando decenas de líderes mundiales, entre ellos el presidente Alberto Fernández, detallarán sus compromisos con la lucha contra el cambio climático.

En la jornada inaugural de la cumbre, jefes de Estado y de Gobierno lanzaron ayer dramáticos llamados a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero para “salvar a la humanidad” de los devastadores efectos del cambio climático.

También hoy, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) tenían previsto lanzar una iniciativa que busca liderar los esfuerzos internacionales para recortar las emisiones de metano, otro potente gas que explica el calentamiento global.

Al hablar hoy ante la conferencia, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que el acuerdo que se firmará compromete a más de 100 países a detener la deforestación en 2030 gracias a 19.200 millones de dólares de fondos públicos y privados.

“Estos grandes ecosistemas abundantes, son los pulmones de nuestro planeta y esenciales para nuestra propia supervivencia”, señaló Johnson, que habló de un “acuerdo histórico” y una “oportunidad sin comparación para crear puestos de trabajo”.

“Con las promesas sin precedentes de hoy, tendremos la oportunidad de poner fin a la larga historia de la humanidad como conquistadora de la naturaleza y, en cambio, convertirnos en su custodio”, agregó.

Los expertos tuvieron reacciones diversas respecto al anuncio.

Algunos de ellos que lo consideraron positivo, aunque advirtieron que un acuerdo previo de 2014 no logró detener la deforestación en absoluto y que es imperiosos cumplir con los compromisos.

Otros, en cambio, denunciaron el anuncio como una “luz verde para otra década de destrucción forestal”.

Bosques y selvas absorben casi un tercio del CO2 global emitido por la quema de combustibles fósiles, pero cada minuto se pierde una superficie forestal equivalente a 27 campos de fútbol, según la presidencia de la COP26.

Por otra parte, el 23% de las emisiones mundiales de CO2 proceden de actividades como la tala, la deforestación y la agricultura y 1.600 millones de personas -casi 25% de la población mundial- dependen de los bosques para su subsistencia.

Los países que firmarán el acuerdo contienen el 85% de los bosques del mundo, y entre ellos destacan Rusia, Canadá, Brasil, Rusia, Colombia, Indonesia y la República Democrática del Congo.

Todos ellos se comprometerán con 12.000 millones de dólares de fondos públicos para proteger y restaurar los bosques, junto con 7.200 millones de dólares de inversión privada.

El Reino Unido destinará más de 2.000 millones de dólares a lo largo de cinco años para apoyar la promesa de los bosques.

Ese dinero incluirá casi 500 millones de dólares para los bosques tropicales de Indonesia y más de 270 millones de dólares para la Coalición LEAF, organismo que que facilita que los países con bosques tropicales y subtropicales avancen más rápido hacia el fin de la deforestación.

Los gobiernos que representan el 75% del comercio mundial de productos básicos clave que pueden amenazar los bosques, como el aceite de palma, el cacao y la soja, también suscribirán una nueva Declaración de Bosques, Agricultura y Comercio de Productos Básicos (FACT).

El ministro de Medio Ambiente británico, George Eustice, describió hoy el acuerdo de deforestación como un “avance realmente significativo”.

En declaraciones a Sky News, resaltó también que Brasil esté entre los firmantes, considerando que se trata de un compromiso que el país sudamericano no había asumido antes.

“Creo que las cosas están empezando a cambiar en términos de su enfoque. Siempre con estos acuerdos multilaterales, tenemos que trabajar con los países. Necesitamos que todo el mundo se una y haga estos compromisos. Creo que es produjo cierto éxito”, dijo.

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