A través de un escrito, referentes de la Nación Guaraní expresaron respaldo al candidato a presidente de la Nación, Sergio Massa, expusieron que atraviesan una situación de vulnerabilidad ante el retroceso de la selva en Misiones (con el avance del monocultivo de pino elliottis, la pérdida de alimentos, agua y otros recursos de su cultura), y en ese marco solicitaron que, en caso de ganar las elecciones, sean incluidos en su gestión y convocados para el desarrollo de un programa integral orientado a garantizar la supervivencia del pueblo originario.
El escrito fue entregado a Massa en manos por el cacique de Peruti y coordinador de Pueblos Originarios en Lucha, Cristian Cabrera, el jueves 9 de noviembre, al realizarse en Posadas un acto de cara a las elecciones presidenciales del próximo domingo.
“Nos quedamos sin monte, ya no hay bichos ni frutas ni peces en nuestros arroyos y ríos como antes. Nuestros niños tienen hambre. Nos vemos obligados a buscar otras formas para traer el sustento”, dijo Cabrera. “Necesitamos que otorguen títulos de propiedad a todas las comunidades, ya que de 136 solo 30 tienen regularizada la tenencia de la tierra; necesitamos que nos garanticen el agua potable y la energía en todas las comunidades y necesitamos que nos den herramientas, semillas y técnicos para que nos acompañen en la producción de alimentos”, resumió al referirse a los ejes más importantes que deben atenderse, al tiempo que reclamó que “se respete nuestra costumbre y cultura y nuestra justicia”.
En el escrito se ratifica la decisión tomada durante el Encuentro Nacional de Pueblos y Naciones Originarias, realizado los días 19, 20 y 21 de agosto en Posadas, de apoyar la candidatura de Massa “convencidos de que es la única opción para la defensa de nuestros derechos”.
Se detalla además que “la Nación Guaraní en Misiones se encuentra constituida por 137 comunidades, abarcando una población que ronda las 50.000 personas que habitan cada vez más escasos territorios, con grandes dificultades para continuar recolectando la riqueza de una selva que ha retrocedido ante el avance de un frente extractivista, que ha impuesto el monocultivo de especies exóticas (pinos y eucaliptus) apropiándose de nuestros territorios ancestrales”.
En ese marco, se expresa que, no obstante, “la Nación Guaraní se encuentra de pie y sigue aferrada a sus costumbres y cultura”, y se reclama “al próximo gobierno de unidad nacional que nos incluya en sus decisiones y políticas y nos convoque al desarrollo de una política integral de recuperación de la selva, desarrollo productivo, recuperación de los bienes comunes cómo el suelo y cursos de agua”.
El documento concluye invitando a Massa “a visitar nuestras comunidades para conocer nuestra realidad e iniciar un diálogo necesario entre la Nación Guaraní de Misiones y el Estado Argentino”.
El escrito fue firmado por Cabrera, por el cacique de Renacer, Claiton Duarte y por los técnicos territoriales Orlando Cabrera y Juan Duarte.
El Vaticano afirmó hoy que la “Doctrina del descubrimiento”, como se conoce a la serie de bulas papales que en el siglo XV dieron la bendición de la Iglesia a la ocupación de tierras indígenas en América y África, nunca fue católica, al tiempo que lamentó los “actos malvados” que cometieron los cristianos contra estas poblaciones y oficializó su pedido de “perdón”.
“La Doctrina del descubrimiento no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica”, plantearon en una nota conjunta los Dicasterios para la Cultura y el Desarrollo Humano Integral, en la que los organismos sostienen que “muchos cristianos han cometido actos malvados contra los pueblos indígenas”.
“Gracias a la ayuda de los pueblos indígenas, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras”, y “las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas”, agregó el escrito oficial.
Según algunos estudiosos, esta “doctrina” encontró su fundamento en diversos documentos papales, en particular las Bulas de Nicolás V “Dum Diversas” (1452) y “Romanus Pontifex” (1455), y en la de Alejandro VI “Inter Caetera” (1493).
Se trata de actos con los cuales estos dos Pontífices autorizaban a los soberanos portugués y español a apoderarse de las propiedades en las tierras colonizadas sometiendo a las poblaciones originarias.
“La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica”, agregó la misiva.
En 2015, durante su visita a Bolivia, el Papa ya había pedido perdón por el comportamiento de la Iglesia en la denominada conquista.
“Alguno podrá decir, con derecho, que cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, sostuvo entonces Jorge Bergoglio.
El reclamo de una revisión de las bulas de la época de la conquista había sido uno de los ejes de los reclamos, entre otros, del Gobierno canadiense al pontífice durante la visita de julio pasado.
En ese marco, la nota conjunta agregó que, “al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas”.
“La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas”, se informó.
“Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón”, añadió la nota.
“Es como jugar en primera”, nos dice Carlos García Coni luego de presentar su último libro en el stand de Misiones en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Y tiene razón. La presencia de la provincia estuvo a la altura del mayor evento del mercado editorial en Latinoamérica, con una interesante síntesis de la enorme diversidad de las letras misioneras y un espacio que no desentonó ante el despliegue monumental de provincias con mayores recursos o frente a los gigantes del mercado: Planeta y Penguin, que tradicionalmente ocupan las dos manzanas centrales de la feria.
Por sobre todas las cosas sobresalió la presencia del pueblo originario mbyá guaraní como autores de sus propios libros. Del mismo modo estuvo presente la comunidad de afrodescendientes, una minoría invisibilizada en la historia misionera.
Economis recorrió la feria, dialogó con escritores, organizadores y autoridades provinciales y la conclusión es contundente: Misiones jugó otra vez en primera.
El stand misionero
El stand de Misiones se encuentra en el pabellón Ocre, que reúne a las provincias y otras instituciones. Como una muestra de cierta presencia forzada, el pabellón de las provincias se encuentra separado del resto de los pabellones por un largo pasillo de más de 200 metros. Si bien el ingreso principal de la feria, que es por Plaza Italia, desemboca en el sector Ocre, la mayoría del público pasa raudo hacia el núcleo de la feria.
Luego de tres años desde la anterior edición se notó cierta merma en la cantidad de provincias presentes. Algo similar se registró en el resto de los pabellones, que mostraron una imagen raleada en comparación a la era pre pandémica. En cuanto a Misiones, el espacio fue gestionado por el Parque del Conocimiento, en alianza con el ministerio de Cultura.
Misiones tiene una presencia ya consolidada en la feria, pese a que años anteriores, por problemas de presupuesto y organización, faltó en alguna oportunidad. En esta ocasión, el foco estuvo puesto en la figura de Horacio Quiroga, con el montaje de un espacio específico dedicado a él y la posibilidad de acceder a sus cuentos a través de códigos QR.
En cuanto al material expuesto, el Parque del Conocimiento entregó minilibros a los visitantes del stand. También expuso los manuales escolares que realiza junto a Misiones Tiene Historia, un programa inédito en la Argentina, consistente en la elaboración de manuales para 4° grado sobre la historia y la geografía de los municipios. Además, colocó en exposición y a la venta los libros editados por la Editorial de las Misiones.
Este año se intensificó la presencia de la Editorial Universitaria en el stand de la provincia. Anteriormente, la editora de la UNaM formaba parte de la Red de Editoriales de las Universidades Nacionales, en donde sus obras quedaban diluidas ante la cantidad de títulos.
Desde 2019, comenta la directora de la editorial, Nélida González, “participamos con mucho éxito con la Biblioteca Pública de las Misiones, el Parque del Conocimiento y Cultura de la provincia. Este año, luego de la pandemia, repetimos el trabajo colaborativo”. Edunam llevó libros de varias de sus colecciones y sus autores pudieron exponerlos en el stand de la provincia. González es enfática al resaltar que “ver nuestros libros en una feria internacional es un orgullo. Y nos desafía a hacer más y mejores ediciones”.
Durante la primera semana de la feria, el gobernador Oscar Herrera Ahuad visitó el stand y manifestó su satisfacción por la presencia misionera. En diálogo con Economis, destacó “la diversidad y variedad de nuestras letras, en este gran evento”. Asimismo, planteó el desafío para el futuro, en especial en torno a la necesidad “de potenciar aún más la presencia de escritores de Misiones, pero también para que nuestro stand reciba a los grandes escritores nacionales que visitan la feria”.
La idea del Gobernador es, a partir del año que viene, contar con algo así como visitantes ilustres en el espacio misionero.
Durante toda la feria expondrán sus obras unos 25 autores, ya que el Parque del Conocimiento abrió una convocatoria para todas y todos aquellos que quisieran presentar sus libros.
Bajo esta modalidad el periodista Carlos García Coni presentó “Profesión y pasión”, editado por Edunam. El colega, de vastísima trayectoria, reconoció que “inesperadamente se presentó la oportunidad y allí estuvimos, con una linda convocatoria. Fue como jugar en primera y me sentí feliz, contento, sigo siendo un aprendiz de escritor y el hecho de haber estado en la gran fiesta del libro argentino fue como que se abrieran las puertas a una gran ilusión”.
La presentación de su libro fue acompañada por la presidenta del Parque, Claudia Gauto, el ministro de Cultura, Joselo Schuap y varias glorias deportivas, como Francisco “Pancho” Sá y Antonio Vidal González.
También se presentó Marco Magaz, con “Como en la cancha: la radiofonía en el fútbol de Posadas”, quién comentó que “me pone muy contento poder presentar el libro en la feria. Está bueno que la provincia tenga su espacio ahí y que se pueda valorizar a los autores de Misiones”.
Magaz aportó una mirada interesante al explicar que “está buenísimo traer las historias de las transmisiones radiales del fútbol de Misiones a una ciudad tan importante como Buenos Aires. Nosotros siempre consumimos su fútbol y sus transmisiones y esto fue hacer el camino al revés. Contarles a ellos cómo se transmite fútbol en Misiones, como viven los clubes, como afrontan los torneos”. La presentación fue acompañada, entre otros, por el vicepresidente del club Platense, de la primera división de AFA.
El día de Misiones
Es tradición en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que las provincias participantes tenga su día, en el cual presentan una selección de las mejores obras editadas en su territorio durante el año anterior. Este año la presentación de la “selección misionera de las letras” fue el sábado 7, en la sala Ernesto Sábato. Se trató de la exposición de 10 libros seleccionados por un jurado de especialistas coordinado por el ministerio de Cultura. El conjunto de las obras evidencia la riqueza y diversidad de las letras misioneras, con libros que abarcan todos los géneros, los colectivos y las franjas etarias. Una presentación de primer nivel.
El mayor destaque fue el Diccionario mbyá guaraní/español realizado por el director de escuela intercultural bilingüe Javier Rodas y el Kuaray Patí Carlos Benítez. Por el aporte de la obra y, principalmente, por la presencia de un miembro del pueblo mbyá guaraní como autor del libro, se trató de un hecho histórico para Misiones en la feria. Luego de la presentación, Benítez nos comentó su alegría por “estar presentando esta obra” que recupera los saberes ancestrales de su pueblo. “Nuestros verdaderos sabios fueron nuestros abuelos, nuestros antepasados”, explicó. “Ellos mantuvieron esos saberes durante siglos y, hoy por hoy, nosotros, que somos más jóvenes, podemos dejarlo plasmado en un papel. No fue nada fácil y gracias a todo lo que pudimos recolectar con cada integrante de las comunidades logramos hacer el trabajo”. Para Carlos es muy importante “visibilizar y ser escuchadas esas voces que teníamos ocultas por varias cuestiones”.
Algo similar ocurrió con el libro de Nélia Wisneke, “No te olvides de los que quedamos acá”, que recorre la historia de los afrodescendientes que llegaron a Misiones escapando de la esclavitud en Brasil. Para la autora, es “fuerte el orgullo porque estamos ocupando los espacios que siempre nos correspondieron y nunca nos dejaron ocupar. Se siente como una reivindicación de la historia, de la vida misma”. El libro “retrata la historia de la continua migración de esclavizados afrobrasileños que, en busca de libertad, huían de Brasil, cruzaban el Uruguay y se asentaban en la selva misionera, en pequeños quilombos, de los que nadie quiere hablar. La historiografía oficial no investiga esos casos y somos la sexta generación de descendientes de esos esclavizados, que eran 36”. Un aspecto central de la presencia de Nélida en la feria, es que “cuando hablamos de diversidad debemos hablar de los espacios que cada grupo ocupa en los diversos sitios. Lo importante es que el 90% de los libros escritos sobre afrodescendientes no fueron escritos por nosotros. Por eso este libro es trascendental porque son nuestras voces, nuestras experiencias como hijos, nietos, bisnietos de afrodescendientes los que estamos contando nuestra historia”.
Los jóvenes autores de Misiones también tuvieron su presencia entre los diez escritores seleccionados. Dalila Goralewski es una joven autora de poemas que presentó “Encontrarme fue poesía” y manifestó que “es un orgullo enorme representar a las letras y que se tome en serio nuestro trabajo como jóvenes. Siento que tiene mucho que ver con lo que uno siente y tiene adentro y quiere expresar a través de la literatura. Rompo un poco con las estructuras existentes por estudiar letras y soy de cruzar esas fronteras para buscar nuevos caminos. En mi libro hay muchas emociones, sentimientos y cualquier joven que lee podrá identificarse porque alguna vez sintió estas emociones, como el amor, el dolor”.
Otro tema central en esta feria son los 40 años de Malvinas, que tampoco quedaron afuera de la representación misionera. Samuel Giménez presentó su trabajo dedicado a Pablo Areguatí, el comandante guaraní que fue la primera autoridad argentina designada en las islas Malvinas, en la década de 1820. Samuel explicó que, “como escritor, es una satisfacción que nuestra producción se lea, ya que nuestros interlocutores son los lectores. Esto de estar en la feria fue un plus a la vida, una alegría inmensa representar a la provincia. Mi libro es un granito de arena que aporto al proceso de malvinización, que durante muchos años estuvo escondido”.
Quizás el único aspecto negativo haya sido la escasa presencia de la Sadem como institución que nuclea a las y los escritores de la provincia. No estuvo a la altura de las circunstancias y privó a sus socios de tener una presencia activa en la principal feria del libro de Latinoamérica. Tan es así que los autores pertenecientes a este nucleamiento ni siquiera pudieron vender sus obras en el stand de Misiones. Desde hace años que la Sadem es prisionera del ego de sus autoridades, siempre predispuestas a la auto adulación pero nunca preparadas para poner a las letras misioneras por encima de sus ambiciones e intereses personales. Para ellas y ellos, fue otra oportunidad perdida o, siguiendo con la metáfora de García Coni, podemos decir que Sadem se fue al descenso.