Hepatitis

Ocho de cada 10 pacientes con hepatitis C no saben que la tienen

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Este 19 de mayo es el Día Mundial del Testeo de Hepatitis, una fecha para recordar que las hepatitis virales son enfermedades silenciosas, que no suelen dar síntomas, pero que afectan a millones de personas en el mundo y a cerca de 250 mil en Argentina. La Asociación Civil Buena Vida, que acompaña a personas con enfermedades hepáticas, promueve activamente la necesidad de testearse, especialmente para la hepatitis C. Esta es una infección que puede derivar en cirrosis, cáncer de hígado y requerir un trasplante, pero que se cura en pocas semanas con medicamentos que están disponibles en el país y que son cubiertos por obras sociales, prepagas y por el Estado.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 50 millones de personas viven con hepatitis C en el mundo2, pero aproximadamente el 80% desconocería su diagnóstico.1 

“La hepatitis C es un problema de salud pública, pero también una oportunidad: tiene cura al alcance de la mano, por lo que necesitamos encontrar a las personas que aún no saben que la tienen”, explicó Rubén Cantelmi , paciente curado y presidente de la Asociación Civil Buena Vida.

¿Quiénes deben testearse?

La hepatitis C se transmite principalmente por contacto con sangre infectada. Aunque desde 1992 se controla el uso de sangre segura en transfusiones y otras intervenciones, existen grupos que estuvieron expuestos antes de esa fecha y hoy tienen más riesgo de haber contraído la infección sin saberlo. Algunos de los principales factores de riesgo son:

●    Haber recibido transfusiones o hemoderivados.
●    Haberse sometido a tratamiento de diálisis.
●    Haberse realizado tratamientos odontológicos, cirugías o tatuajes.
●    Haber usado drogas inyectables o compartido elementos para el consumo de drogas.
●    Haber estado privado/a de la libertad.

Esto demuestra que prácticamente cualquier adulto pudo haberse expuesto a una situación de riesgo sin saberlo. Por lo tanto, todos deberíamos hacernos el test de la hepatitis al menos una vez y quedarnos tranquilos, o repetirlo con cierta periodicidad para mayor seguridad. El testeo es la única forma de saber si alguien tiene hepatitis C porque la infección en el hígado puede mantenerse silenciosa, sin manifestar síntomas claros, durante años o décadas.

“El test es simple, gratuito, rápido y está disponible en muchos centros de salud del país. Es un pinchazo mínimamente invasivo en el dedo, como el del control de glucemia, o puede estar incluido en análisis de sangre de rutina. Es una medida sencilla con la que puede evitarse un enorme problema de salud que pone en riesgo la vida”, agregó Cantelmi.

Microeliminación: un camino posible

En los últimos años, organismos internacionales como la OMS y la Alianza Mundial para la Hepatitis han impulsado la estrategia de microeliminación, que propone avanzar hacia la erradicación de la hepatitis C focalizando en poblaciones específicas y de alto riesgo. En lugar de esperar a que las personas se acerquen a los servicios de salud, esta estrategia propone llevar el testeo de forma proactiva a donde están quienes más lo necesitan.

En Argentina ya existen experiencias piloto en este sentido, como campañas de testeo en centros de atención primaria, cárceles, espacios de consumo y poblaciones vulnerables. También se están desarrollando dispositivos de testeo y confirmación del diagnóstico en simultáneo para simplificar los pasos y los tiempos hacia el inicio del tratamiento, acortando el camino a la cura de la hepatitis C.

“Eliminar la hepatitis C como amenaza para la salud pública es una meta alcanzable, pero requiere decisión política, financiamiento y participación de la sociedad civil. Necesitamos el compromiso de todas las partes involucradas: que la persona se acerque al centro de salud, que esa institución tenga tests disponibles, que se le haga seguimiento la paciente, que pueda realizarse los estudios que sean necesarios, que le indiquen la medicación que corresponda y que su sistema de cobertura (privado o público) le entregue el tratamiento. Desde Buena Vida, trabajamos para acompañar cualquier obstáculo que aparezca en todos esos pasos para que más personas se curen” , remarcaron.

Para mayor información, comunicarse con Buena Vida en forma gratuita al 0800-220-0288 o contactarlos en sus redes sociales: Instagram y Facebook.

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La OMS dijo que el mundo enfrenta brote de hepatitis “de origen desconocido” que afecta a los niños

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió hoy que el mundo se enfrenta a un brote de hepatitis “de origen desconocido” que afecta a los niños y que no parece coincidir con ninguno de los cinco tipos conocidos hasta ahora.

El anuncio de la agencia sanitaria, que coincide con el Día Mundial de la Hepatitis, destaca que el actual repunte pone de relieve “las miles de infecciones víricas agudas de la enfermedad que se producen anualmente entre niños, adolescentes y adultos”.

La OMS dijo hoy en una publicación oficial que “trabaja codo a codo con los científicos y los responsables políticos de los países afectados para tratar de comprender la causa de esta infección, que no parece coincidir con ninguno de los cinco tipos conocidos de hepatitis: la A, la B, la C, la D y la E”.

Pese a disponer de una amplia información y herramientas necesarias para diagnosticar, tratar y prevenir las hepatitis víricas crónicas a nivel global, estos servicios suelen estar fuera del alcance de las comunidades y a veces sólo están disponibles en hospitales centrales o especializados, indicó la OMS.

El máximo responsable de la agencia sanitaria, Tedros Adhanom Gebreyesus, advirtió en su mensaje por la efeméride que “para lograr la máxima eficacia, la vigilancia de las hepatitis debe prestarse a nivel comunitario mediante un sistema de atención primaria de salud eficaz e integrado con otros servicios de salud que aborden toda la gama de necesidades sanitarias”.

A modo de ejemplo, las complicaciones por infecciones agudas de las hepatitis A a la E causaron en 2019 unas 78.000 muertes en todo el mundo.

En paralelo, las iniciativas mundiales de combate a la enfermedad priorizan la eliminación de las infecciones por hepatitis B, C y D.

A diferencia de las hepatitis virales agudas, estas tres últimas variedades causan hepatitis crónicas que duran varias décadas y que provocan más de un millón de muertes al año por cirrosis y cáncer de hígado. Además, son responsables de más del 95% de las muertes por hepatitis.

“Cada 30 segundos, muere una persona por causas relacionadas con la hepatitis, como la insuficiencia hepática, la cirrosis y el cáncer”, afirmó Tedros, que recordó que cerca del 80% de las personas que viven con la enfermedad no tienen acceso a atención médica o no pueden pagar su tratamiento.

Para eliminar la hepatitis en el año 2030, la agencia sanitaria de la ONU pidió a los países que alcancen cuatro objetivos específicos: reducir en un 90% las nuevas infecciones por las hepatitis B y C, disminuir en un 65% las muertes por cirrosis y cáncer de hígado, diagnosticar al menos el 90% de los casos de hepatitis B y C y tratar al menos al 80% de las personas que reúnen los requisitos para ello.

“La baja cobertura de pruebas y tratamientos es la carencia más importante que hay que resolver para alcanzar los objetivos mundiales de erradicación para 2030”, según la OMS.

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Día Mundial de la Hepatitis: qué es, cómo detectarla, prevenirla y tratarla

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La hepatitis es la inflamación del hígado, un órgano vital ubicado en la parte superior derecha del área del estómago que procesa los nutrientes y ejerce una función desintoxicante. Cuando el hígado está inflamado o dañado, su función puede verse afectada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 12 personas en el mundo viven con hepatitis B o hepatitis C. 

La hepatitis vírica es una infección que produce una inflamación aguda en el hígado. Existen 5 virus diferentes de la hepatitis, cada uno catalogado con una letra del alfabeto diferente (A, B, C, D y E). Puede comenzar y mejorar rápidamente, aunque también puede volverse una enfermedad prolongada. En algunos casos, puede llevar a daño hepático, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado.

La mayoría de las veces las hepatitis no producen síntomas y la enfermedad pasa inadvertida por lo que sólo puede ser diagnosticada por medio de un análisis de sangre.

Por otro lado, si bien existen vacunas para prevenir hepatitis A y B, que forman parte del Calendario Nacional de Vacunación, hay que recordar que no existe la vacuna contra la hepatitis C.

En detalle, en la hepatitis A el virus abandona el organismo a través de las evacuaciones. Si las personas infectadas no se lavan las manos después de usar el baño pueden transportar el virus en las manos y contaminar cualquier cosa que toquen (alimentos, agua y otras personas). La hepatitis A generalmente es de corta duración y no conduce a problemas hepáticos crónicos.

“Los síntomas que pueden mencionarse son sensación de cansancio, náuseas o vómitos, falta de apetito, fiebre superior a 38°, dolor debajo de las costillas, del lado derecho del área del estómago”, detalla la Dra. Paola Caro, directora médica de vittal; y agrega que “más adelante, pueden aparecer otros síntomas como orina de color oscuro, evacuaciones de color claro, ictericia, es decir, cuando la piel o la parte blanca de los ojos se vuelve de color amarillo, comezón en la piel”.

Como medidas de prevención pueden mencionarse el lavado de manos después de ir al baño, cambiar pañales y tocar basura o ropa sucia; y antes de preparar alimentos y comer; vacunarse contra la hepatitis A, no beber leche no pasteurizada ni consumir alimentos hechos con leche no pasteurizada; lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas; cocinar bien la carne y los mariscos; cocinar los huevos hasta que la yema quede firme; lavarse las manos y utensilios y tablas de cortar si estuvieron en contacto con alimentos crudos.

En la mayoría de los casos de este tipo de hepatitis, la infección desaparece por sí sola y las siguientes medidas pueden hacer que el hígado sane:

-Descansar mucho. Se recomienda que la personas no se reincorpore a las tareas hasta que la fiebre haya desaparecido, haya recuperado el apetito, y la piel y ojos ya no estén amarillos.

-Evitar beber alcohol.

-Evitar medicamentos, según las recomendaciones del médico.

En tanto, la hepatitis B es causada por un virus transmitido por medio de los fluidos corporales de las personas. Esto puede suceder de varias maneras, por ejemplo, al tener relaciones sexuales sin protección, compartir agujas, máquinas de afeitar con filo u otros objetos personales con una persona infectada. También puede ser transmitida de madre a bebé durante el embarazo. La hepatitis B no se transmite por medio del agua o la comida, ni tampoco por estornudar, abrazar, toser.

“La primera vez que una persona se enferma de hepatitis B (esto se denomina hepatitis B aguda), puede sentirse como una gripe. Los ojos o la piel de algunas personas se ponen de color amarillento. La mayoría de las personas que tienen hepatitis B mejoran en un plazo aproximado de 6 meses, pero 1 de cada 20 adultos que se enferman de hepatitis B termina sufriendo la enfermedad durante un largo período, esto se denomina hepatitis B crónica”, señala la Dra. Caro. No obstante, aclara que las personas con hepatitis B crónica pueden llevar una vida normal.

“Con el paso del tiempo la infección puede provocar un padecimiento del hígado llamado cirrosis, pudiendo encontrarse inflamación en el estómago y las piernas, y acumulación de líquido en los pulmones, tendencia a la aparición de moretones o sangrado, dificultad para respirar, sensación de llenura, confusión repentina y hasta coma”, advierte la Directora médica de vittal.

Según los datos más recientes, cada año hay 10.000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B, y 23.000 muertes.

Solo en 18% de las personas con hepatitis B la infección llega a diagnosticarse; de ellas, apenas 3% reciben tratamiento.

Asimismo, en la mayoría de este tipo de infecciones, no es necesario un tratamiento y si se tiene hepatitis crónica, es decir que el virus no desaparece al cabo de 6 meses, el médico podría recetar medicamentos.

Existe una vacuna para la Hepatitis B, que es la principal herramienta de prevención, tanto para niños y adultos.

En el caso de la hepatitis C, el virus se transmite principalmente a través del contacto de sangre con sangre y, de manera similar a la hepatitis B, con frecuencia no hay síntomas pero si están presentes también son parecidos. Para la hepatitis C no hay vacuna y las personas pueden llevar una vida normal con los controles médicos necesarios.

Según las estimaciones más recientes de la OMS, en toda la Región de las Américas se producen cada año 67 000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C, y 84 000 muertes.

Solo en 22% de las personas con hepatitis C crónica la infección llega a diagnosticarse; de ellas, solo 18% reciben tratamiento.


Cuándo consultar

Como se mencionó anteriormente, para detectar hepatitis es necesario un examen de laboratorio. Una persona debe evaluar solicitar el análisis para detectar la infección por hepatitis B-C si estuvo expuesta a alguna de estas situaciones:

– Si tuvo relaciones sexuales sin preservativo.

-Si vive con alguna persona que tiene hepatitis B o C, dado que es más frecuente o probable compartir objetos cortopunzantes que pueden aumentar las posibilidades de infección.

-Si tuvo o tiene alguna infección de transmisión sexual.

-Si se realizó alguna vez hemodiálisis.

-Si alguna vez compartió elementos en el consumo de drogas inyectables e inhalatorias.

-Si recibió donación de sangre u órganos antes de 1994.

-Si tiene VIH, para evaluar una posible coinfección.

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Más de la mitad de las personas que tienen hepatitis C no lo saben

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Se calcula que más de 350 millones de personas tienen hepatitis virales en el mundo y que 1 muere cada 30 segundos por esta causa[1]. En nuestro país, se calcula que entre 6 y 7 de cada 10 lo ignoran. En línea con la propuesta de la Alianza Mundial contra las Hepatitis, en el marco del Día Mundial contra las Hepatitis Virales, que se conmemora este jueves 28 de julio, la Coordinación de Hepatitis Virales del Ministerio de la Salud, la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), la Coordinación de Salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el Programa de Inmunizaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los servicios de Inmunizaciones, Hepatología y Virología del Hospital de Clínicas, el ANLIS-Malbrán y la Asociación Buena Vida y Fundación HCV Sin Fronteras organizan una jornada de sensibilización y testo de hepatitis virales y vacunación para personas adultas en el Hospital de Clínicas ese mismo jueves, de 8 a 12, en el hall del hospital, ingresando por Avenida Córdoba 2351. Más información sobre hepatitis y el Día Mundial en Instagram @HepatologíaOnline.

Las distintas organizaciones involucradas reconocen que deben multiplicarse los esfuerzos desde el Sistema de Salud, la comunidad médica y el público general para incrementar la detección de pacientes, porque no se los está encontrando o, lo que es más probable, no se los está buscando lo suficiente, aunque hoy todos pueden acceder a los medicamentos para curarse.

“Cientos de miles de argentinos vienen cargando durante años con una bomba de tiempo en su organismo, sin saber que va generando daños irreversibles y que pone en riesgo su vida”, explicó Rubén Cantelmi, paciente curado y presidente de Buena Vida.

Por su parte, la Dra. Soledad Alonso, Coordinadora de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de la Nación, describió que “muchos países del mundo enfrentan inequidades en el acceso a los medicamentos que curan la enfermedad en pocas semanas. En cambio, en Argentina, las obras sociales, prepagas y el Ministerio de Salud cubren al 100% la medicación, independientemente del nivel o grado de avance en el que se encuentre la enfermedad, por lo que es importante destacar que, desde la Coordinación, abogamos por el testeo a mayores de 18 años, al menos una vez en la vida, y en todas las personas gestantes de cualquier edad. También es relevante lograr que aquellos que ya tienen diagnóstico vuelvan al sistema de salud y se curen, y así puedan evitar graves consecuencias hepáticas a futuro”.

Se está trabajando para encontrar pacientes y lograr que se aprovechen los medicamentos que están a disposición, por lo que llevan adelante múltiples propuestas de detección en todo el país y bajo diferentes estrategias. La iniciativa que está demostrando ser uno de los caminos más directos para curar a personas de su hepatitis, y que está alineada con lo que mencionó la Dra. Alonso, se enmarca dentro de lo que es la estrategia de ‘revinculación’.

La propuesta consiste en que los distintos servicios de hepatología, gastroenterología o infectología revisen entre sus archivos aquellas historias clínicas de pacientes que recibieron el diagnóstico, pero no volvieron a la consulta para tratarse y curarse. Si requieren asesoramiento sobre cómo dar los primeros pasos para hacerlo, la organización se pone a disposición para acompañar ese proceso.

Otra estrategia sumamente efectiva se denomina microeliminación en población priorizada y tiene que ver con testear específicamente a poblaciones de riesgo, aquellos con más chances de haber entrado en contacto con sangre contaminada, incluso en muchos casos de forma involuntaria. Sin la intención de estigmatizar en absoluto, lo cierto es que se ha comprobado que la prevalencia de hepatitis C es mayor entre veteranos de guerra, personas privadas de su libertad, aquellos en tratamiento de diálisis y quienes recibieron frecuentes transfusiones de sangre y derivados, tales como los pacientes con hemofilia, por ejemplo.

El Dr. Esteban González Ballerga, Jefe de la División de Gastroenterología del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’, explicó que existen otras estrategias de detección orientadas en paralelo generar conciencia en toda la comunidad: “por ejemplo, testear a todos los mayores de 18 años al menos una vez en la vida, porque lo cierto es que todos pudimos haber estado expuestos al virus sin saberlo, dado que hasta mediados de los años 90, el virus circulaba, pero no se lo conocía y tampoco eran tan habituales las prácticas de esterilización del instrumental utilizado en quirófanos, bancos de sangre, centros de diálisis, consultorios odontológicos o al realizarse tatuajes, piercings y algunos tratamientos de belleza”.

Dejarse estar es lo peor que uno puede hacer, porque el virus va avanzando sin avisar hasta que puede causar cirrosis (no alcohólica), falla hepática, cáncer de hígado o requerir trasplante, por eso es importante no darle un metro de ventaja al virus.

Ley de respuesta integral

Respecto de la sanción reciente de ley nacional de respuesta integral al VIH, las hepatitis virales, otras infecciones de transmisión sexual y la tuberculosis, María Eugenia de Feo, presidente de la Fundación HCV Sin Fronteras, remarcó que representa “un antes y un después en la era de las hepatitis virales en Argentina y es una medida que refuerza la voluntad de ir en camino hacia la eliminación de la hepatitis C para 2030, tal como propuso la Organización Mundial de la Salud”

Que la ley sea de ‘respuesta integral’ establece el marco para garantizar la cobertura y el acceso al diagnóstico (previendo la obligatoriedad de ofrecer proactivamente testeos contra las hepatitis B y C) y a la asistencia interdisciplinaria (social, legal, psicológica, médica y farmacológica, contemplando rehabilitación y hasta cuidados paliativos), no solo para la enfermedad hepática sino para las comorbilidades asociadas. Prevé inclusive el acceso a derechos sociales, como a una jubilación anticipada o pensión en los casos en que corresponda. Fue un proyecto impulsado fuertemente por la sociedad civil desde 2009, modificado en 2013 y que aguardaba su tratamiento desde 2016. Hoy es una realidad y se espera que beneficie a miles de argentinos.

Más información sobre hepatitis y el Día Mundial en Instagram @HepatologíaOnline.

La Hepatitis C NO PUEDE ESPERAR

Este año, la Alianza Mundial contra la Hepatitis continúa con su campaña haciendo hincapié en el concepto de que ‘no se puede esperar’. El tiempo es oro al hablar del diagnóstico de hepatitis porque muchos pacientes llevan décadas con la enfermedad sin saberlo, porque no da síntomas y no es habitual que un médico generalista pida el testeo de hepatitis C entre sus controles de rutina.

La campaña propone que “no se puede esperar” para trabajar por un mundo sin hepatitis. Distintas variantes de este lema general proponen en distintas piezas gráficas para medios, redes sociales y afiches, que no se debe perder tiempo y que no hay que esperar para testearse, ni tampoco se puede esperar a que esté disponible el tratamiento. Por último, subrayan también que no se puede esperar para construir un mundo sin discriminación y prejuicios hacia las enfermedades hepáticas.

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Rosario: Todo está listo para trasplantar al chiquito de 8 años que sufre de hepatitis grave

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El menor que fue internado con una hepatitis de origen desconocido, cuyo estado se agravó en las últimas horas, estaría listo para recibir el órgano de un paciente fallecido en la Pampa.

En las últimas horas apareció un donante compatible y comenzó el operativo para iniciar el trasplante de hígado.

El doctor Alejandro Costaguta, jefe de la Unidad de Hígado y Trasplante del Sanatorio de Niños de Rosario, donde está internado el pequeño, confirmó que ya comenzó la espera del órgano extraído en la Pampa. “El niño llega bien a la operación, pero es una cirugía que puede tener múltiples complicaciones”, advirtió.

El Incucai nos propone un donante, nosotros lo aceptamos y una parte del equipo fue a la Pampa a buscar el hígado, operando al donante. Al mismo tiempo, otra parte del equipo hace la cirugía al paciente receptor, sacando el hígado enfermo del niño”, amplió el médico ante el medio Radiópolis.

Después de varios días internados, ante una desmejoría de su estado en las últimas horas, los especialistas de la Unidad de Hígado y Trasplante Hepático del Sanatorio de Niños de Rosario (único centro autorizado para este tipo de intervenciones en la zona) definieron que el tratamiento más adecuado era el trasplante y que se debía hacer de la manera más rápida posible.

Según confirmaron desde el Incucai, en la actualidad hay 7318 pacientes que esperan un trasplante de órganos en nuestro país. De este total, 5188 necesitan un trasplante renal, 1500 uno hepático, 285 uno pulmonar, 150 uno renopancreático, 139 un trasplante cardíaco, 28 uno hepatorrenal, 10 un trasplante intestinal, 6 uno pancreático, 5 un trasplante cardiopulmonar, 4 uno hepatointestinal y 3 un trasplante cardiorrenal.

Del total de pacientes que esperan un trasplante de hígago, el 60% son pediátricos (menores de 18 años). Es importante aclarar que los que esperan un trasplante no solo es por hepatitis, sino por todas las patologías, mencionaron las autoridades.

El niño, habría ingresado a la lista de emergencia del Incucai. Sonia Martorano, titular de la cartera sanitaria de Santa Fe, señaló que el niño estaba “muy delicado”, pero a su vez trató de llevar tranquilidad a los vecinos y consignó que en la provincia no se reportaron otros casos, por lo que sería un hecho aislado.

Por su parte, el Ministerio de Salud señaló que hasta el momento existen 8 casos sospechosos de hepatitis graves de origen desconocido en el país, que se originaron en diferentes puntos, por lo que no tienen conexión entre sí. Remarcan que no se trata de un brote, sino de hechos aislados. Los síntomas ante una hepatitis son: piel y ojos amarillos, cansancio o fatiga, orina oscura.

Este caso que se conoció hace una semana cuando el Ministerio de Salud de la Nación confirmó que se trataba de una hepatitis grave de origen desconocido. El niño, oriundo de la ciudad de Funes de Santa Fe, estuvo en el Hospital de Zona Norte con complicaciones orgánicas a causa de una hepatitis aguda.

Los familiares del niño aseguraron que no realizó ningún viaje reciente, como para pensar en el contagio en otra localidad del país. Incluso los padres habrían confirmado que tenía las vacunas contra la hepatitis A y B. Pero al haber otras variantes como la C, D y E, los médicos analizan si puede tratarse de estás últimas que no son tan frecuentes.

Los especialistas confirmaron que el caso del pequeño compartía aspectos similares a los denunciados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en Europa y Asia. Por ello el viernes pasado se tomó la decisión del trasplante de hígado ante el complejo estado en el que se encontraba. A la vez, que se definió avanzar de manera “urgente”, como la única alternativa para mejorar la salud del pequeño.

A nivel mundial

La OMS, emitió una alerta mundial ante los más de 230 casos en Europa y países asiáticos. Cuatro chicos fallecieron del total y aún se investiga sobre cómo surge la enfermedad y si tienen relación entre sí.

Aún se desconoce la causa, pero advierten que la patología tiene múltiples factores. En el Reino Unido, los funcionarios de salud señalaron que no tienen relación con la vacunación ante el Covid 19, ya que ninguno de los niños habría recibido la vacunación por la corta de edad de los pacientes.

La OMS, aseguró que el aumento de casos de esta enfermedad que se considera aguda infantil de origen desconocido es un tema “urgente” al que están dando “prioridad absoluta”.

El único dato y una de las teorías es que un adenovirus (F41) sería el causal, aunque no se confirmó que sea el origen del brote europeo. En países de América, el Pacífico Occidental y el Sudeste Asiático también identificaron algunos. Al ser originada por causas aún desconocidas, los científicos advirtieron que ninguno de los niños dio positivo a los virus que normalmente causan hepatitis.

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