El primer caso de hepatitis grave de origen desconocido fue detectado en Santa Fe

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Así lo confirmó el Ministerio de Salud, un niño de 8 años sería el afectado.

El Ministerio de Salud lo confirmó este miércoles, se detectó en un niño de 8 años en Rosario un cuadro de hepatitis aguda grave de origen desconocido.

El niño se encuentra internado en el Hospital de Niños de zona norte de la ciudad santafesina. Hasta el momento, la cartera no ha informado más detalles.

Este caso está vinculado a la aparición del virus en distintos países del mundo de casos pediátricos de hepatitis aguda grave de origen desconocido que, según se investiga podría estar relacionado a un virus que causa gastroenteritis e infección respiratoria.

Son por lo menos 170 los casos documentados en 12 países. Los primeros, el año pasado, se detectaron en Estados Unidos, este año en el Reino Unido, a las que siguieron otros países de Europa.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) advirtió a finales de abril, sobre el aumento de casos en menores de 10 años, se informó un fallecido y 17 trasplantes hepáticos por esta lesión.

Este síndrome clínico identificado como Hepatitis Aguda (Inflamación hepática) con un aumento elevado de enzimas hepáticas (qué indican que hay daño) consignó la OMS. Muchos casos tenían síntomas gastrointestinales, como dolor abdominal, diarrea y vómitos, niveles elevados de las enzimas (aspartato transaminasa (AST) o alanino aminotransaminasa (ALT) superiores a 500 U/L) e ictericia (Piel amarillenta). La mayoría de casos no tuvo fiebre. En ninguno detectaron virus comunes (A,B,C,D y E) causantes de las hepatitis agudas.

A su vez, se emitió una alerta desde esta organización para que los médicos atiendan a pacientes con hepatitis aguda de origen desconocido, indiquen una prueba de laboratorio para detectar el adenovirus en muestras de sangre o materia fecal. 

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Día Mundial contra la hepatitis: la importancia de prevenir

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Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra la hepatitis, con el fin de promover la educación sobre esta enfermedad.  Asimismo, es una oportunidad para analizar y reconocer el problema de salud pública que representan las hepatitis virales y para el fortalecimiento de las medidas de prevención y control en todos los países del mundo.[1]
 
La hepatitis es una inflamación del hígado causada principalmente por los virus de la hepatitis o por otras infecciones, por sustancias tóxicas (por ejemplo, el alcohol o determinadas drogas) o enfermedades autoinmunes.[2]   La enfermedad puede presentarse con o sin síntomas. Los más frecuentes son, por ejemplo, coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia), orina oscura, fatiga extrema, náuseas, vómitos y dolor abdominal. [3]
 
Existen dos complicaciones que son las más temidas en niños o adultos con hepatitis. Una es la hepatitis fulminante  que puede ocurrir en las producidas por el virus A; y la otra es la hepatitis crónica que puede ocurrir en las producidas por los virus B y C y son las que predisponen a la cirrosis y al cáncer de hígado. En la Argentina, previo a la incorporación al calendario de la vacuna contra la hepatitis A, se documentó que la primera causa de insuficiencia hepática fulminante se debía al virus de hepatitis A y que por lo tanto, el virus era la primera causa de trasplante hepático en pediatría. La incorporación de las vacunas al Calendario Nacional de Vacunación, permitió disminuir significativamente los casos de esta enfermedad, así como evitar los trasplantes de hígado asociados al virus A. Por eso, es importante mantener las coberturas de vacunación”, expresó el Dr. Roberto Debbag, Miembro del Consejo Científico de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE).
 
Al día de hoy, existen cinco tipos de virus de hepatitis identificados: A, B, C, D y E. Todos ellos son causa de enfermedad, discapacidad crónica, muerte, brotes y una propagación epidémica potencial.[4] Entre los distintos tipos de hepatitis, la A y la E suelen ser causadas por la ingesta de agua o alimentos contaminados. La B, C y D se transmiten por el contacto con sangre y fluidos corporales infectados con el virus. Las formas de trasmisión más comunes son la transfusión de sangre o productos sanguíneos contaminados, procedimientos médicos en los cuales se utiliza un equipo contaminado y, en el caso de la hepatitis B, la transmisión de la madre al recién nacido y el contacto sexual no protegido.[5]
 
En nuestro país, tanto la vacuna contra la hepatitis A como contra la hepatitis B se encuentran en el Calendario Nacional de Vacunación. En la Argentina, la hepatitis A llegó a constituir el 90% de las hepatitis agudas que afectaban a los niños. Desde 2007 no han tenido que realizarse más trasplantes de hígado como consecuencia de la enfermedad, resultado de la inclusión de la vacuna en el calendario en 2005.[6]
 
La vacunación es también la mejor manera de reducir el riesgo de infectarse por hepatitis B. Desde el año 2003 la vacunación contra hepatitis B es obligatoria para niños y niñas de 11 años que no recibieron la vacuna al momento de nacer ni a los 2, 4 y 6 meses de vida. Desde 2012  tiene recomendación universal, es decir, para toda la población. [7]
 
En mayo de 2016, la Asamblea Mundial de la Salud refrendó la Estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas, 2016-2021, en la que se hace un llamado a la eliminación de las hepatitis víricas como amenaza de salud pública de aquí a 2030 (reduciendo las nuevas infecciones en un 90% y la mortalidad en un 65%).[8] La meta para 2030 es reducir los casos de infección de los 6 a 10 millones en 2016 a menos de 1 millón y reducir los 1.4 millones de muertes a menos de 500.000. La mortalidad por infección aguda y por cáncer hepático y cirrosis asociados a las hepatitis, es comparable con la del VIH y la tuberculosis.[9]
 
En relación a la hepatitis B, Sanofi Pasteur cuenta con una Planta en Argentina que produce ese antígeno a granel para su vacuna pediátrica hexavalente, el cual es 100% exportado hacia Francia para la combinación con otros cinco antígenos, el posterior llenado y el empaque. Una vez obtenido el producto final, la vacuna hexavalente (que protege contra hepatitis B, difteria, tétanos, pertussis, Haemophilus influenzae tipo b y poliomielitis), es distribuida a varios países del mundo, incluida la Argentina.
 
Acerca de Sanofi y Sanofi Pasteur
Sanofi, líder mundial de la industria farmacéutica, es una empresa dedicada al descubrimiento, desarrollo y distribución de soluciones terapéuticas orientadas a las necesidades de los pacientes. Sanofi tiene fortalezas claras en el campo de la salud organizada en cinco unidades de negocio: Diabetes y Cardiovascular, General Medicines y Mercados Emergentes, Sanofi Genzyme, Sanofi Pasteur y Consumer Health Care. Sanofi cotiza en la bolsa de París (EURONEXT: SAN) y en la de Nueva York (NYSE: SNY).
Sanofi Pasteur, la división de vacunas de Sanofi, provee más de 1.000 millones de dosis de vacunas cada año, haciendo posible la inmunización de más de 500 millones de personas alrededor del mundo. Líder mundial en la industria de las vacunas, Sanofi Pasteur tiene un portafolio de vacunas de alta calidad que ponen de manifiesto su experiencia dando respuesta a la demanda de salud pública. El legado de la compañía, crear vacunas que protegen la vida, data de más de un siglo. Sanofi Pasteur es la empresa más grande dedicada específicamente a las vacunas. Todos los días, la compañía invierte más de 1 millón de Euros en Investigación y Desarrollo. Para más información consultar la web: www.sanofipasteur.com
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Preocupan en Argentina los nuevos casos de Hepatitis A y B y la falta de diagnóstico de Hepatitis C

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Hepatólogos y gastroenterólogos alertaron sobre nuevos casos de hepatitis A y B, al tiempo que reconocieron que quizás sean condiciones algo ‘desatendidas’, puesto que no se han logrado las tasas de vacunación necesarias y se han ‘relajado’ las campañas masivas de concientización. En el marco del Día Mundial de la Salud Digestiva, que este año se centra en las hepatitis virales, la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) y la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH) se reunieron para concientizar sobre este problema de salud pública.
“Las hepatitis virales son una verdadera preocupación a nivel internacional. Por eso, este año la Organización Mundial de Gastroenterología las eligió como tema central para nuestro Día Mundial de la Salud Digestiva, que es una oportunidad inmejorable para concientizar”, refirió el Dr. Ubaldo Gualdrini, médico gastroenterólogo, actual presidente de la SAGE.
El caso de la hepatitis C es paradigmático y se viene hablando mucho al respecto en los últimos años. Pocas veces en la historia de la humanidad se contó con la posibilidad de eliminar una enfermedad así de grave y prevalente. Cualquiera pudo haber estado expuesto al virus sin sospecharlo porque se contagia fundamentalmente por el contacto con sangre contaminada o con instrumental médico, odontológico o cosmético que estuviera en contacto con el virus y fuera mal esterilizado.
“Se ha identificado que las personas nacidas entre 1945 y 1975 tienen mayor prevalencia de infección por virus C. Se recomienda que todas las personas se realicen el test para hepatitis C al menos una vez en la vida”, refirió la Dra. Nora Fernández, médica hepatóloga, miembro de SAGE y de la AAEEH. De los cerca de 400 mil infectados que se estima que hay en Argentina, 6 ó 7 de cada 10 no saben que lo están.
El Dr. Ezequiel Ridruejo, expresidente de la AAEEH, subrayó que la actualización 2018 de las guías de tratamiento, “ya incluye contemplar ahora a los individuos con manifestaciones leves, con estadios de fibrosis hepática leve a moderada, y que el objetivo es tratar a todos los pacientes portadores del virus C, independientemente del estadio de la fibrosis hepática que presenten.
Respecto de la hepatitis B, en Argentina, el 45% de los casos de hepatitis fulminante y que requieren trasplante hepático son por este virus[1]. No contamos con datos poblacionales, pero se estima que hay unas 150 mil personas que portan el virus y 3 de cada 10 requerirán trasplante de hígado si no se las detecta y trata a tiempo. Es grave, pero lo que sorprende es estar viendo nuevos casos de una enfermedad evitable a través de vacunas y medidas sencillas de prevención. Desde 2012, la vacuna está disponible de forma gratuita para toda la población en los vacunatorios de todo el país[2].
No obstante, las tasas de vacunación son subóptimas. “Quienes no tengan claro si se dieron las tres dosis indicadas, pueden realizarse un sencillo análisis que mide la presencia de anticuerpos y así sacarse la duda. Vacunados no contraemos el virus y no lo contagiamos. Es una responsabilidad de todos cumplir con el calendario de vacunación obligatorio”, remarcó el Dr. Ezequiel Ridruejo.
Las vías de contagio son muy concretas y similares a las del VIH. Es posible que dos factores hayan influido en los nuevos casos de hepatitis B: “por un lado, la mejora de los tratamientos contra el VIH, que lograron cronificar una enfermedad que había sido muy difícil de tratar décadas atrás. Por otro lado, se hicieron más esporádicas las campañas masivas de concientización, entonces como sociedad nos hemos relajado y si no se toman medidas para prevenir el VIH, tampoco se está previniendo la hepatitis B”, sostuvo la Dra. Beatriz Ameigeiras, médica hepatóloga, presidente de la AAEEH.
Los principales factores de riesgo para contraer hepatitis B son tener madre y hermanos VHB-positivos, uso inadecuado de procedimientos médicos, comportamiento sexual de riesgo, uso de drogas inyectables, hemodiálisis, transfusiones sin el control adecuado (actualmente, es obligatoria su detección), piercings y tatuajes sin la esterilización necesaria, y ser VIH-positivo, entre otros.
“Es necesario agotar todas las oportunidades como esta que se nos presenta, para difundir la magnitud del problema que representan las hepatitis virales tanto para las personas afectadas como para el sistema de salud, y para educar acerca de las medidas de prevención, las oportunidades de diagnóstico y las posibilidades de curación”, puntualizó la Dra. Nora Fernández.
Hepatitis A en edad escolar
Argentina fue modelo en la implementación de un programa de vacunación contra la hepatitis A con una sola dosis, que luego fue replicado a nivel internacional. Lamentablemente, hoy estamos ante nuevos casos de hepatitis A en edad escolar, algo que parecía parte de un pasado dejado atrás. Ya reportó casos de este tipo en niños que no estaban vacunados el Dr. Guillermo Tsartiksian, Jefe de Hepatología del Hospital ‘Cosme Argerich’.
“Éramos un ejemplo en la lucha contra este virus, que además representaba la primera causa de trasplante hepático en edad pediátrica, pero habíamos logrado que desapareciera. Seguramente, también por tasas de vacunación por debajo de las deseables, estamos volviendo a ver casos”, explicó el Dra. Ameigeiras.
Los pediatras son muy conscientes y están convencidos de la necesidad de que los niños tengan al día el calendario de vacunas. Son unos verdaderos aliados en este tema, por eso es importante que en la consulta médica siempre consulten a los padres al respecto. El estado debe reforzar el control sanitario del alumnado.
Los síntomas de la hepatitis A pueden ser fiebre, malestar general, falta de apetito, náuseas, dolor abdominal, color amarillo de la piel y mucosas, e hígado agrandado[3].
“No deberíamos estar frente a este retroceso, pero nos da la pauta de que las campañas de concientización deben ser constantes, tanto en lo que respecta a prevención a través de vacunación, como con medidas concretas que debe tomar cada persona para evitar un contagio. “Ciertamente, el daño que pueden ocasionar estas enfermedades es severo, pero contamos con armas muy contundentes para evitarlo”, remarcaron desde la SAGE.
La Dra. Fernandez refirió que esto debe representarnos como sociedad “una alarma respecto del cumplimiento de las recomendaciones de vacunación y a la probable falla en el conocimiento o en la aplicación de las medidas de prevención de estas infecciones tales como el lavado de manos o las relaciones sexuales protegidas”.
Campaña Nacional de Detección de Hepatitis C
Durante la primera quincena de junio, se llevará adelante la edición 2018 de la campaña de detección de hepatitis C en Argentina, a cargo del Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del Instituto ‘Dr. Carlos Malbrán’, en conjunto con la AAEEH.
Se realizarán 3.600 pruebas rápidas en forma gratuita y se compartirá información escrita de concientización sobre hepatitis virales en más de 29 hospitales de 18 de provincias del país. En particular, esta vez la estrategia consistirá en lo que los epidemiólogos conocen como ‘microeliminación’, que consiste en que implica concentrar los esfuerzos de detección en determinados grupos que presentan estadísticamente mayor vulnerabilidad a la infección por el virus de hepatitis C.
“De esta manera, se apuntará a grupos como pacientes con HIV, hemofilia o que han recibido un trasplante, veteranos de guerra o personas con cirrosis descompensada y quienes hayan sido usuarios de drogas inyectables”, explicó el Dr. Jorge Enrique González, Jefe del Servicio de Hepatitis y Gastroenteritis del Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del Instituto ‘Carlos G. Malbrán’.
Quienes estén interesados en participar de esta campaña, podrán conocer qué centro de salud cercano a su hogar participa de la iniciativa en www.anlis.gov.ar y en www.hepatitisviral.com.ar.

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En el LACMI están realizando pruebas de hepatitis C e informan a la comunidad sobre dicha patología

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El Laboratorio de Alta Complejidad de Misiones LACMI se suma a la campaña nacional de detección gratuita de hepatitis C, por lo que están ofreciendo a la comunidad, información y testeos gratuitos. La campaña será del 12 al 22 de septiembre de 2017.

En este sentido, el responsable de LACMI, Bioquímico Oscar Lezcano (MP. 221), invitó a la población mayor de 18 años, a acercarse al mencionado laboratorio (sito en Consultorios externos (primer piso), Avenida López Torres 1177), para concretar la prueba, de lunes a viernes de 6:30 a 10:30 horas, no es necesario tener turno previo, ni estar en ayuna. Los interesados deberán presentarse con Documento Nacional de Identidad.

Además el profesional mencionó que la prueba es muy sencilla, se toma la muestra en el dedo y los resultados se entregan en media hora. También durante esta campaña informarán sobre hepatitis C a los interesados “se trata de una Unidad Centinela que se encarga de detectar, informar, testear y concientizar sobre casos de hepatitis C”.

Finalmente explicó que la hepatitis C causa infección aguda y crónica. Por lo general, la infección es asintomática. Se trata de una patología que tiene cura, por lo que es fundamental la detección temprana.

Transmisión

El virus de la hepatitis C se transmite por la sangre. Generalmente se transmite:

– Al consumir drogas inyectables y compartir el material de inyección;

– En entornos sanitarios, debido a la reutilización o la esterilización inadecuada de equipo médico, especialmente jeringas y agujas;

– A través de transfusiones de sangre y productos sanguíneos sin analizar.

– También se puede transmitir por vía sexual y pasar de la madre infectada a su hijo, aunque estas formas de transmisión son menos frecuentes.

La hepatitis C no se transmite a través de la leche materna, los alimentos o el agua, ni por contacto ocasional, por ejemplo, abrazos, besos y comidas o bebidas compartidas con una persona infectada.

La campaña es organizada por el Ministerio de Salud Pública de la Nación, Laboratorio LACMI, Parque de la Salud de la Provincia de Misiones Dr. Ramón Madariaga. 

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Al menos 6 de cada 10 argentinos con hepatitis C no están diagnosticados

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En el marco del Día Mundial de Lucha contra las Hepatitis Virales, que se conmemora el viernes 28 de julio, la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado (AAEEH) remarca la necesidad de trabajar sobre la concientización y detección de la hepatitis C, una enfermedad que padecen 400 mil argentinos pero que entre 6 y 7 de cada 10 de ellos todavía lo ignoran.

“Estamos hablando del equivalente a 4 ó 5 estadios de fútbol repletos, cientos de miles de personas que no saben que tienen una enfermedad grave que va ocasionándoles daño irreversible en su hígado y puede desencadenar cirrosis, falla hepática, cáncer, otras afecciones no hepáticas y necesidad de trasplante”, explicó el Dr. Ezequiel Ridruejo, médico hepatólogo, actual presidente de la AAEEH.

La hepatitis C representa un problema de salud pública de tal dimensión que la Organización Mundial de la Salud asumió el tema como prioritario y estableció como objetivo lograr su erradicación para 2030. Hoy es una enfermedad curable y nuestro país cuenta con los medicamentos que pueden curar a más del 95% de los casos, algo prácticamente sin precedentes en la historia de la medicina moderna.

Tal como refirió el Dr. Ridruejo, esta enfermedad se puede curar, pero tenemos como sociedad dos desafíos muy grandes por delante. El primero tiene que ver con la detección: “es una enfermedad que no da síntomas, entonces es necesario salir a buscar a los portadores del virus y encontrarlos. Para ello, necesitamos del apoyo de todo el sistema de salud. Los médicos deben solicitar dentro de los análisis de rutina el test de la hepatitis. Y debe haber disponibilidad de los reactivos para efectuar el test en los hospitales y centros de salud de todo el país. Sólo así podremos ir combatiendo con más éxito esta enfermedad”.

Los grupos de pacientes deben continuar trabajando juntos como aliados para darle visibilidad al tema, ponerlo sobre la mesa y hacer valer su derecho a la salud. El Estado debe contribuir con campañas de concientización y detección y trabajar junto con todos los actores necesarios para garantizar el acceso a la cura.

El segundo desafío es lograr tratar a los pacientes más rápido, es decir, antes de que la enfermedad progrese. Hoy se está tratando a los pacientes con grados avanzados y descompensados de cirrosis y daño hepático, pero es fundamental poder anticiparnos y curar el virus antes de que ocasione daño irreversible. “Muchos países ya están tratando y curando a pacientes que no presentan todavía un compromiso severo y de esa manera tendrán mucha mejor calidad de vida y mínimos riesgos de progresión luego de la cura”, agregó la Dra. María Virginia Reggiardo, médica hepatóloga y gastroenteróloga, tesorera de la Comisión Directiva de la AAEEH.

En la misma línea, el Dr. Ridruejo recordó que la actualización 2017 de las guías de tratamiento[1]“ya incluye contemplar ahora a los individuos sin manifestaciones más que una fibrosis en el hígado en un estadio leve a moderado, y que el objetivo en un futuro próximo es tratar a todos los pacientes portadores del virus C, independientemente del estadio de la fibrosis hepática”.

Muchos creen que no estuvieron expuestos a ninguna situación de riesgo de contraer hepatitis, pero la gran mayoría de los diagnósticos sorprenden a la persona y le cuesta identificar cómo sucedió. Las vías de contagio son a través de sangre infectada, fundamentalmente por transfusiones de sangre y hemoderivados antes de 1992, el uso de instrumental médico y odontológico mal esterilizado, por compartir cepillo de dientes, afeitadoras, jeringas u otros elementos cortantes, a través de la realización de tatuajes y piercings sin los cuidados necesarios, relaciones sexuales sin protección y de madre a hijo durante el embarazo

Si bien hoy nadie está exento de riesgos, existe mucha mayor conciencia en el manejo de instrumental médico, esterilización de elementos para tratamientos de belleza, etc., pero 30 años atrás no era así. Por lo tanto, muchos adultos que se creen sanos podrían ser portadores y, si no se hacen el test, se enterarán en un futuro cuando su hígado ya se encentre en una etapa mucho más delicada.

Campaña #DetectarParaCurar

Por segundo año consecutivo, la AAEEH lanzó durante julio su campaña de concientización para detectar y curar la hepatitis C. Tuvo una fuerte impronta en redes sociales, con una estrategia de presencia e interacción sistemática en Facebook y Twitter, promoviendo los hashtags #DetectarParaCurar y #HaCetelTest. Además, se difundió un sport por radio para invitar a los adultos a informarse, hablar con su médico y hacerse el análisis para descartar la portación del virus.

A fines de agosto, tendrá lugar una segunda etapa, que consistirá en acompañar con difusión en medios y centros de salud una iniciativa que representa un hito inédito para la especialidad, que consistirá en la campaña de detección de la hepatitis C en simultáneo en alrededor de 50 hospitales de todo el país.

¿Qué sucede con las otras hepatitis?

Generalmente, las hepatitis A y E se contraen por la ingesta o exposición a agua, alimentos o utensilios contaminados con estos virus, mientras que las hepatitis B, C y D se adquieren, principalmente, por entrar en contacto con sangre contaminada y relaciones sexuales sin protección con alguien que porta el virus.

Tal como subrayó el Dr. Claudio R. Estepo, médico gastroenterólogo y hepatólogo, Secretario de la AAEEH, “los casos de hepatitis A disminuyeron más de un 95% desde que la vacuna que la previene fue incluida en el calendario. La hepatitis B también tiene vacuna para niños, pero hay adultos que no se han vacunado y pueden contraer el virus, además de todos aquellos que ya lo portaban antes de la disponibilidad de la vacuna y evolucionaron a cronicidad. Por eso, en el caso de la hepatitis B es importante también hacerse el test para diagnosticarla a tiempo y poder tratarla adecuadamente”.

Jornada gratuita de prevención y detección de hepatitis en Constitución

Este viernes 28 de julio, de 10 a 14 horas, tendrá lugar una jornada de concientización, vacunación y testeo gratuitos de las hepatitis virales en la intersección de Brasil y Lima, frente a la Estación Constitución. La actividad está organizada por el Laboratorio Nacional de Referencia para Hepatitis Virales del Instituto ‘Dr. Carlos Malbrán’, con la participación del Gobierno de la Ciudad y el apoyo de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado.

Allí se vacunará contra la hepatitis B y se realizarán testeos gratuitos para las hepatitis B y C. Agrupaciones de pacientes como la Federación Argentina de Lucha contra las Hepatitis Virales (F.A.L.Hep.Vir) y la Fundación HCV Sin Fronteras contribuirán a la concientización distribuyendo información y contando sus iniciativas.

“Es una excelente oportunidad para que las personas conozcan más sobre estas enfermedades, distingan las vías de contagio para ayudar a prevenirlas, y se realicen los chequeos adecuados para descartar que porten el virus”, detallaron desde la Asociación.

La detección de hepatitis C se llevará a cabo con ‘test rápidos’, que brindan resultados en 30 minutos, y que fueron donados por el Rotary Club de Brasil en el marco de la campaña internacional Hepatitis Zero.

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