El Concejo Deliberante de Oberá aprobó la solicitud del Grupo Mate Rojo para desafectar del uso público un tramo de la calle Bélgica para construir un Centro Temático de la Yerba Mate.
El Dictamen de la Comisión de Obras Públicas, Urbanismo y Medio Ambiente, señala que el grupo Mate Rojo – Empresa Molinos La Misión S.A. presentó la solicitud de desafectación de dominio público y afectación al dominio privado de la calle Bélgica, entre Asunción y Lima de nuestra ciudad. Dicha solicitud recae en la idea de construir un Centro Temático de interpretación de la Yerba Mate, con fines recreativos y educativos, que comparta el turista y estudiante, todos los procesos necesarios para la producción de la yerba mate, los de antaño y los actuales.
La Ordenanza aprobada, autoriza a la Empresa Molinos la Misión S.A. a la construcción de un Centro Temático y realización del proyecto Mate Rojo Experience Ruta de Yerba Mate, conforme el Acta de Compromiso firmado por las partes. El Legislativo obereño y la Empresa requirente firman un Acta Acuerdo, por el cual la Empresa Molinos la Misión S.A., se compromete a construir cordón cuneta y empedrado, incluyendo la compra de los materiales necesarios a tal fin, en el Barrio Esperanza de nuestra ciudad.
El Presidente del Concejo Deliberante Santiago Marrodán, explicó que esta es una calle que actualmente no está abierta a la circulación de vehículos y que la empresa debe realizar una contraprestación, “este proyecto que presentó la Empresa, es un emprendimiento muy importante para la Ciudad en materia de turismo. Entendimos todos los Concejales que Oberá en turismo tiene mucho para hacer todavía y esto es viable. Teniendo en cuenta que no solamente se desafecta del uso público y se pasa al privado, sino que se le pide una contraprestación. No se le da solamente el terreno, a cambio de eso la Empresa Mate Rojo a través de un convenio firmado tiene que hacer obras en escuelas y en lugares donde sean necesarios”, expresó Marrodán.
En el marco de las celebraciones por el 30 aniversario de permanencia en el mercado, la empresa “Mate Rojo” presentó en sociedad el primer envase de yerba mate biodegradable y compostable, elaborado con papel Ledesma NAT. Esta propuesta de la empresa obereña, propiedad de la familia Stepaniuk, está fabricada a base de papel de caña de azúcar y almidón de maíz, con 0% de blanqueadores químicos y 0% de fibra de árbol. De esta manera, ofrece un packaging 100% biodegradable. La propuesta, revolucionaria en el mercado, es una de las que serán enviadas a Bangladesh, mercado que Argentina quiere captar con exportaciones de alimentos.
Mate Rojo Bio es la gran apuesta de la firma a una industria nacional de calidad y comprometida con el precioso entorno que les permite cultivar la materia prima. Es por eso que creó un envase amigable con el medio ambiente, fabricado a base de papel de caña de azúcar y de almidón de maíz, con 0% de blanqueadores químicos y 0% de fibra de árbol.
Está hecho bajo los más estrictos estándares de calidad certificados con Ledesma NAT papel natural y certificaciones internacionales de material compostable.
Lo novedoso de esta iniciativa es que Mate Rojo Bio se descompone naturalmente en un plazo máximo de 180 días y, además, libera valiosos nutrientes en el suelo, devolviendo algo de lo que tanto brinda a los productores. Esto se debe a que tanto el envase de papel con las tintas y su sistema de impresión, son 100% sustentables.
La empresa instó a los consumidores a realizar un desafío. El mismo, invita a tomar un rico mate y cuando se termina la yerba, se reutilice el envase usándolo como maceta.
“Plantalo y veras cómo, al poco tiempo, se hace parte de la tierra. Y disfrutá de tu plantita todos los días”, sugiere la promoción del nuevo envase, al tiempo que reflexiona que “somos las primeras generaciones en sufrir los cambios climáticos y, posiblemente las últimas que pueden hacer algo al respecto”.
En la actualidad, Mate Rojo es sinónimo de excelente calidad y el abrirse a las nuevas tecnologías permitió llegar a consumidores de todo el país, que hoy entienden que la yerba mate requiere de un cuidadoso proceso de elaboración, de un tiempo de estacionamiento importante y un tipo de molienda, detalles que, en definitiva, serán los que permiten que su sabor sea suave y duradero.
Mate Rojo “Suave”, con su novedoso envase, y todos los productos de esta empresa obereña, se pueden adquirir a través de su tienda on line www.grupomaterojo.com.ar, comprando desde la comodidad de una pantalla y la tranquilidad de un envío seguro.
La empresa yerbatera Mate Rojo acaba de poner en funcionamiento un moderno sensor para controlar el nivel de humedad de la yerba canchada, clave para obtener un producto de calidad.
El sensor funciona en forma online y cuenta con una terminal de datos que arroja información sobre el nivel de humedad que tiene la yerba canchada, de manera que permite -en caso de ser necesario-, redirigir el producto para completar su secado. Luego con el bajo nivel de humedad garantizado, el producto se guarda en las bolsas de 35/40 kilos o los enormes bolsones Big-Bag (500 kilos).
“La yerba canchada debe tener baja humedad para ser de calidad, pero hasta ahora asegurar este requisito en un 100 por ciento era muy difícil”, señaló a Economis, Pepe Stepaniuk, hijo de Juan, el fundador de la firma en los años 70.
Se trata del primer sensor de humedad online que tiene una empresa yerbatera en la provincia y el segundo del país, ya que la firma Las Marías también trabaja con esta moderna tecnología.
Para desarrollarlo, Mate Rojo contrató a la firma brasileña Marrari Automatización, de la ciudad de Curitiba. Esta empresa de soluciones informáticas para la industria realizó varias visitas a la planta en Oberá. A partir de ahí empezó el desarrollo de este dispositivo que se puso en marcha hace un mes en el secadero.
El sensor trabaja junto a una placa diseñada para que la yerba canchada pase por encima cuando viene por la cinta. Ahí registra los valores de humedad y en forma simultánea, la pantalla de una PC emite registros y gráficos de los valores. Se pueden obtener para el análisis todo tipo de gráficos. La 18° yerbatera del mercado
Molino La Misión S.A. sacó su marca Mate Rojo a mediados de los 90. Es la yerbatera número 18° del mercado y en el período enero-junio de 2018 vendió casi 1 millón de kilos, principalmente a tres provincias (Misiones, Chaco y Santa Fe) donde concentra su estrategia comercial, con un crecimiento de 6% respecto al mismo período del año pasado.
Como parte de su apuesta por la calidad, recientemente, Mate Rojo recibió la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) en su secadero por parte de IRAM. Esta certificación significa otro sello de calidad, ya que para obtener este acreditación, un secadero tiene que pasar una rigurosa auditoría y con frecuencia realizar modificaciones estructurales e inversiones.
El sello de BPM garantiza calidad e inocuidad en los alimentos. En Misiones menos de una decena de yerbateras cuentan con esta distinción. Al menos 10 empresas más se están capacitando y realizando el proceso para acceder al mismo, en un programa impulsado por el INYM.
“Nosotros tuvimos que incorporar el registro de algunos procesos que antes hacíamos de manera más informal. Cuánta yerba secamos, en que días, y otras variables que no acostumbrábamos a tener por escrito, la certificación es un buen proceso para alinear a todos los recursos humanos en la búsqueda de la calidad, la gran clave del futuro de este negocio”, dijo Stepaniuk.
Mas informacion de esta tecnologia en https://www.facebook.com/yerbamaterojo/
La industria de la yerba mate sigue avanzando con su profunda transformación silenciosa, de ser productora de un commodity que no se diferenciaba mucho entre una marca y otra, a elaborar un producto que incorpora cada vez más calidad. El mercado está demostrando que premia aspectos como el sabor, el estacionamiento, la mezcla y el cuidado en la elaboración. Así se gana cuota de mercado y se puede cobrar más por el producto.
En el día de hoy se dio un nuevo paso en ese sentido con seis secaderos medianos y pequeños que obtuvieron su certificado IRAM, que acredita que cumplen con las llamadas Buenas Prácticas de Manufactura (BPM). Estos seis secaderos se suman a Rosamonte y son los 7 primeros que alcanzan esta acreditación dentro de un programa que lanzó el INYM en 2015.
Los secaderos de las yerbateras Piporé, Mate Rojo (J.S. S.A.), Buen Día (Imhof SRL) y Jardinera (de la firma Valois SACIFIA, que también es fuerte en fécula de mandioca) recibieron este certificado esta mañana en un acto que se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNAM.
También recibieron certificados los secaderos de Ernesto Klingbeil y Anra SRL. Esta última firma, propiedad de Antonio Kazimirow, acaba de lanzar su marca de yerba “Encanto” que se está comercializando en Córdoba y Santa Fe.
Las BPM son normas estrictas por las cuales, los secaderos deben cumplimentar con una serie de procedimientos productivos que garantizan la inocuidad de los alimentos. Es decir, que se cumplen ciertas normas de orden y limpieza en la manipulación de la materia prima.
Por ejemplo, se revisa y se modifican -de ser necesario- la forma de recibir la hoja verde, el lugar donde se almacena antes y después de la secanza, etc.
“Es muy exigente, se controlan los cerramientos, se pide a veces que coloquen mallas mosquiteras o entoscar accesos a la planta que son terrados”, dijo a Economis, Cecilia Rodríguez, auditora de IRAM y la profesional que acompañó a las empresas en la tarea de evaluación y certificación.
Como muestra de la exigencia del proceso, cabe mencionar que algunas firmas que participaron del programa de capacitación impulsado por el INYM decidieron, por ahora, no ir por la certificación. Son las empresas Unizony (Campo Grande), Agro Moreno SRL y Secadero Colonial. Incluso Imhof y Piporé certificaron solo uno de los dos secaderos con los que cuenta cada una de estas yerbateras. En el proceso, bajaron una de sus instalaciones del programa final.
En cambio, Rosamonte, que fue la primera en obtener la acreditación bajo este programa del INYM, decidió desde el arranque certificar su instalación de Apóstoles y dejó para el año que viene a su secadero de Concepción de la Sierra. Otra muestra más de la exigencia que implica el proceso.
Cabe aclarar que por afuera del programa impulsado por el INYM, las yerbateras Las Marías y Romance (Gerula), ya cuentan con certificación IRAM en BPM en sus secaderos. En tanto, Amanda (La Cachuera) tiene la IRAM en BPM para su molino y el año que viene buscará certificar sus cuatro secaderos bajo el programa del INYM. El mercado paga más por la calidad
“Si queremos cobrar más por la yerba, cobrar más por nuestro producto y ganar mercados, tenemos que apostar a la calidad”, dijo Alberto Re, el titular del INYM.
“Es muy lindo ver como a través del proceso de certificación, va cambiando la mentalidad sobre la forma de hacer las cosas, se puede mejorar mucho”, dijo Pepe Stepaniuk, cara visible de Mate Rojo (JS S.A.) cuando recibió su diploma.
Una parte del proceso es documental. Hay que tener registrados, documentados y acreditados los distintos pasos en el proceso de secado de la yerba. Esto, para una industria donde la repetición de las tradiciones es fuerte y los conocimientos se transmiten de generación en generación, implica todo un cambio profundo.
“Es una cuestión de superación, mi padre me decía ‘hasta acá’, pero hay un cambio generacional y nosotros superamos expectativas que antes ni siquiera teníamos”, dijo Pablo Klingbeil, de la zona de Oberá cuando fue a recibir el diploma, ante la atenta mirada de su padre, Ernesto. El INYM impulsa la transformación de la industria
El organismo yerbatero es el gran impulsor de esta iniciativa por la cual, cada vez más secaderos, certifican las BPM. El INYM provee de capacitación a las empresas y luego IRAM realiza la evaluación a través de una auditora externa. Si pasan la evaluación y cumplen las exigencias de inocuidad, obtienen la certificación.
Certificar implica modificar procedimientos, incorporar ciertos recursos. A veces se puede realizar con lo que ya tiene un secadero y sólo se trata de reordenar todo. Pero a veces, implica invertir para mejorar las instalaciones. “Es una inversión que tiene un retorno, porque el mercado hoy pide calidad”, dijo Ré.
A Rosamonte le llevó nueve meses alcanzar la certificación. “La limpieza en toda la instalación, todo lo que tenga que ver con el cuidado del producto, lo cual implica una inversión de la empresa para modificar lo que sea necesario y capacitaciones con el personal para lograr ese resultado, fueron necesarias”, dijo José Maria Zanek, encargado de producción de Rosamonte, en una publicación del INYM.
Otras empresas que ya se anotaron para el próximo programa de capacitación de BPM del INYM son Colonia Yapeyú, Cooperativa de Productores y Te de Guaraní, Yerba Mate Kraus, Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo (Picada Indumar), Cooperativa Agrícola Mixta Montecarlo (Aguantadora), San Miguel S.A., Empresa Fontana S.A., Empresa EMPRO, Anibal Mondini, Don Leandro SRL y nada más y nada menos que Cooperativa Liebig.
Liebig, elaboradora de Playadito, es la yerbatera que está liderando este cambio de la industria hacia la calidad. El mercado le respondió en los últimos años como a ninguna otra. Desde hace tres años, Playadito se consolida como la segunda yerbatera del país, detrás de Las Marías (Taragüí) y se transformó en un factor muy influyente en esta industria. Un negocio donde la última palabra, igual, siempre la tiene el consumidor.
Rotary Club Oberá y la Fundación Mate Rojo ofrecen una edición limitada de envases de yerba mate, con la cual quieren colaborar con la construcción de Centro de Nutrición Infantil para la zona centro. Una acción solidaria que realizan los socios obereños en el centenario de la Fundación Rotaria.
Con motivo del Centenario de la creación de La Fundación Rotaria, el Rotary Club Oberá, la Fundación Mate Rojo y la Ruta de la Yerba Mate (RYM-Argentina) elaboraron un proyecto con el doble propósito de difundir en la comunidad y en el mundo la obra que viene desarrollando La Fundación Rotaria (LFR) hace 100 años, y la par generar de un canal de comunicación que invite a la comunidad a colaborar con la obra que se eligió en este año especial: la construcción del primer Centro de Nutrición Infantil de la región en la Comunidad San Patricio de Oberá.
Para alcanzar el objetivo se diseñó y elaboro una edición limitada de paquetes de yerba Mate Rojo RYM Argentina de 250 gramos selección especial que lleva el logo del Rotary Club Oberá con los 100 años de LFR.
La yerba es un presente que se entrega a todos quienes quieran colaborar con la construcción del Centro de Nutrición.
El producto es una yerba mate selección especial con estacionamiento natural de 2 años. Cuenta con un envase especialmente diseñado que cuenta los objetivos de la acción como quienes son parte del proyecto.
Desde el club Rotario ofrecen a los misioneros “la posibilidad de recibir estos envases conmemorativos, disfrutar de este gran producto de la RYM a cambio de una colaboración de $50 que será destinada al fondo de LFR para completar la construcción del comedor del centro de nutrición infantil que la región necesita” explican en su fanpage de Facebook.
Quienes estén interesados en colaborar en la construcción del Centro de Nutrición infantil pueden contactar al Rotary Club Oberá, a su presidente Sergio A. Campaya. O también a través del Facebook del club FB/RotaryclubObera.