“No seguir en la nostalgia”: Mercedes D’Alessandro, en el corazón del nuevo plan económico que discute Cristina Fernández
En su prisión domiciliaria, Cristina Fernández de Kirchner recibió a un grupo de nueve economistas. En esa mesa estuvo la misionera Mercedes D’Alessandro. Allí se cerró un trabajo de meses: la elaboración de un plan económico integral para un eventual futuro gobierno. D’Alessandro relata cómo nació ese espacio, qué discutieron y cuál fue la frase que marcó la reunión: “No se trata solo de armar un proyecto económico, sino un proyecto de país”.
La reunión desató una tormenta y obligó a una rápida reacción del Poder Judicial que le puso más límites a la interacción de la ex presidenta y a los motivos de las reuniones. Cristina reaccionó también con la retórica habitual: “Lo que molestó de verdad al bestiario mediático, a sus patrones económicos y al Gobierno de Milei… es que hablamos de un Modelo Económico Nacional de crecimiento productivo y federal para el Siglo XXI en una Argentina que, desde el 10 de diciembre del 2023 a la fecha y bajo el gobierno y las políticas de Milei, no deja de destruir empresas y puestos de trabajo”.
“Entre noviembre del 2023 y agosto de este año desaparecieron, literalmente, 19.164 empresas; a razón de casi 30 por día. En ese mismo período de tiempo se destruyeron 276.624 puestos de trabajo registrados en unidades productivas. Es decir: más de 432 hombres y mujeres perdieron su trabajo cada día durante lo que va del gobierno de Milei. Hasta el Gobierno peronista más flojo, que además fue atravesado por una pandemia sin precedentes tuvo mejores resultados que esta catástrofe de Milei”, retrucó.

La economista misionera Mercedes D’Alessandro no oculta la impresión que le generó entrar a la casa donde Cristina Fernández cumple prisión domiciliaria. Pero deja algo claro desde el principio: no fue un encuentro ceremonial ni una “visita festiva”, como quisieron instalar algunos medios. Fue, dice, una reunión de trabajo intensa y cronometrada, para la cual llevaban meses preparándose.
“El origen fue muy simple -explica-. Cristina, como presidenta del Partido Justicialista, pidió a todas las secretarías del PJ que empiecen a elaborar propuestas de cara a lo que viene. No quería que la agenda fuera solamente frenar a Milei, sino también pensar qué se le propone a una sociedad que va a quedar muy golpeada después de este gobierno”.
La primera convocatoria partió de la Secretaría de Economía y Producción del PJ, encabezada por el diputado salteño Emiliano Estrada. En mayo comenzaron los encuentros: “Participaron entre 50 y 60 economistas y especialistas. De ahí surgieron comisiones de trabajo que elaboraron distintos capítulos. Todo eso se integró en un documento extenso, con debates, consensos y propuestas. Eso fue lo que le presentamos”.
Cristina lo esperaba subrayado, con preguntas precisas y datos actualizados al detalle. “Ahí nos dimos cuenta —dice D’Alessandro— de que estaba súper enfocada, muy informada, muy atenta a los números y los acontecimientos. Tenía todo en la cabeza”.
En esa mesa, Cristina fue clara sobre los puntos que considera críticos. Uno, tal vez el más urgente, es el deterioro acelerado del tejido productivo y social:
“El Gobierno de Milei logró que cierren más empresas que durante el COVID. Eso es algo que ella viene planteando y nosotros también. El freno absoluto de la obra pública, las rutas deterioradas, que no solo afectan al empleo, sino la imposibilidad de mover producción: todo eso está generando un daño enorme”.
El otro foco es la deuda. “Este gobierno está tomando deuda a lo pavote. A la que tenía Macri con el FMI —que ya era gigantesca y venía llena de condiciones— Milei le sumó más deuda con el Fondo, más préstamos del Tesoro de Estados Unidos y más desembolsos de organismos como el Banco Mundial o el BID”.
Para D’Alessandro, Cristina fue tajante: este problema excede al peronismo. “Ella dijo que hay que lograr un consenso más amplio, porque cualquier gobierno va a enfrentar montañas de vencimientos y condicionamientos”.
Tres rumbos para salir del pozo
En la presentación aparecieron tres líneas gruesas, que serán el corazón del documento:
- Un Estado que aproveche mejor sus capacidades
“Se habló de un Estado más moderno, más territorial, que incorpore la revolución tecnológica para ser más eficiente y no tan grande. Un Estado que funcione mejor”. - Una reforma tributaria que revise privilegios
“Se discutió la unificación tributaria, la simplificación de regímenes y la revisión de los privilegios fiscales que hoy cuestan varios puntos del PBI y no tienen sentido”. - Fortalecimiento de la moneda
“No se trata del tipo de cambio solamente. Es un plan más amplio: acumular reservas, mejorar la matriz exportadora, innovar. Cristina también puso mucho el acento en las cuestiones ambientales”.
La frase que quedó rebotando en la sala
D’Alessandro cuenta que hubo un momento que condensó el espíritu de la reunión.
“Cristina dijo algo que quedó resonando: “No se trata solo de armar un proyecto económico, sino de armar un proyecto de país”.
“Es pensar un proyecto económico que sea un proyecto de país, que integre a trabajadores, que integre las familias, que integre las provincias, que podamos pensar en una dimensión más amplia”, sintetiza la economista.
¿Eso implica una autocrítica?
“Es un reconocimiento de que por lo menos en el último gobierno que tuvo el peronismo, que es el de Alberto Fernández, eso no funcionó”.
“También se habló de una unificación tributaria. En las provincias, muchas veces quien tiene una empresa o hace una actividad económica, tiene que tributar al municipio, a la Provincia y a la Nación. Debemos buscar maneras de simplificar esos regímenes para que no sea tan difícil para los privados, con una mirada de modernización también de las agencias de recaudación”.
La economista agrega que Cristina estaba “entusiasmada” con que el PJ trabajara de manera proactiva, con equipos amplios, “viniendo de experiencias de gestión nacional y de muchos gobiernos locales”.
La reunión también incluyó una mirada sobre los debates que vienen en el Congreso: reforma laboral y previsional.
Esas reformas que propone Milei tienen casi un carácter irreversible… ¿qué plantean en ese debate?
“Son discusiones profundas, tal como lo decís. En el PJ hay un grupo trabajando en contrapropuestas, encabezado por Vanesa Siley, con Recalde, Palazzo y otros diputados que vienen del mundo laboral. Sabemos que va a ser difícil porque el Congreso está más inclinado hacia Javier Milei, pero el partido hay que jugarlo hasta el último minuto”.
Se compara el modelo actual con los 90 ¿lo ves similar?.
“Por momentos veo cosas idénticas, pero con mucha más velocidad. Aunque también pienso que hoy el mundo vive transformaciones gigantes: la irrupción de la inteligencia artificial, los cambios en el trabajo, la disputa tecnológica de Estados Unidos con China”.
La mención la lleva a otro punto: el rol de Donald Trump. “Nadie veía venir estos favores tan abiertos de Trump y Bessent Scott a Milei. Trump dice públicamente que ayuda a Milei y no a la Argentina. Es un apoyo explícito y político, porque lo ve como un jugador aliado en su proyecto conservador”.
En el cierre, D’Alessandro deja una conclusión que marca el tono de la entrevista:
“El peronismo tiene un gran capital: experiencias de gestión, gobiernos provinciales y locales. Pero eso no se puede usar con nostalgia. No podemos querer volver a un espejo del pasado. Hay que actualizar el pensamiento, modernizarse, sumarse a la ola tecnológica y construir un proyecto político que le dé respuestas a una sociedad que va a quedar muy golpeada después de este Gobierno”.
Y remata con una enumeración que grafica la profundidad de la crisis: “Cada uno tiene un jubilado que compra los remedios día por medio, un amigo que busca trabajo y no consigue, alguien endeudado, alguien que se largó a hacer changas. Todo eso forma parte del debate económico”.
El encuentro con Cristina Fernández reunió a un grupo diverso de economistas, sociólogos y especialistas que desde mayo trabajan en el documento presentado al PJ. Jorge Carrera, licenciado en Economía y contador por la UNLP, doctorado en la Università di Pavia, ex vicepresidente del Banco Central e investigador del Conicet, aportó su experiencia en macroeconomía y sistemas financieros. Mercedes D’Alessandro, economista y doctora por la UBA, ex directora Nacional de Economía, Igualdad y Género, especialista en desigualdad y autora de Economía Feminista y Motosierra y Confusión, es una de las voces que articulan el enfoque social del plan. Valentina Castro, socióloga de la UNLP, docente y columnista en AM 530, integra el equipo desde una perspectiva de economía política. También participó Emiliano Estrada, economista de la UBA, diputado nacional y ex ministro de Economía de Salta, quien coordina la Secretaría de Economía y Producción del PJ. A él se sumó Martín Pollera, economista de la UNLP, ex secretario de Comercio Interior y ex director del Banco Nación. Desde el campo académico intervino Pablo Manzanelli, sociólogo, doctor en Ciencias Sociales, investigador del Conicet y coordinador del CIFRA-CTA. Completan el grupo Anastasia Daicich, economista de la UBA con especializaciones internacionales, ex funcionaria del Ministerio de Economía y directora de la consultora Qualy; Fernando Ausas, economista y coordinador del área de Análisis Económico de Analogías; y Juan Pablo Futten, contador público, especialista en impuestos y asesor del Senado en materia tributaria.


