El día que Thor conoció a la Su

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La tarde en la que Thor conoció a Susana -Susana es Giménez- quedará en la memoria como el día en el que se conoció el primer dato fuerte de la era Milei: en el primer semestre de 2024 la pobreza alcanzó al 52 por ciento de la población, con un aumento de 11,2 puntos desde diciembre pasado. Equivale a 5,3 millones de nuevos pobres nuevos pobres en la Argentina. 

A las cuatro de la tarde, exactamente a la misma hora que el Indec daba a conocer el explosivo dato que conjuga inflación, tarifazos, pérdida de empleo y las consecuencias de un Estado en retirada de la mínima contención social, Karina Milei posteaba una foto con el perro del Presidente y una Susana sonriente. 

Minutos antes, el propio Milei posaba en uno de los balcones de la Casa Rosada con la blonda conductora, que lo entrevistó en el palacio presidencial. El reportaje se verá este domingo. 

Los datos de la pobreza marcan un récord, muy por encima de la pandemia y más cerca del pos estallido de 2001, cuando se llegó al 65,6% por ciento de pobreza -el último pico había sido tras el gobierno de Cambiemos, con 42 por ciento de pobres-. Hoy el 52,9 por ciento de la población es pobre.

Hay 4,3 millones de hogares en la pobreza. Son 15,7 millones de personas. Hay 1,4 millones de hogares en la indigencia. Son 5,4 millones de personas que no cubren la canasta básica alimentaria. El 66,1 de los chicos de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza.

Por regiones, el NEA es la más castigada, seguida por el NOA. 

En el NEA, las personas en situación de pobreza representaron el 62,9%, récord para la  nueva serie de medición. Dentro de la  región, Posadas, con 55,9% de las personas y el 45,6% de hogares, tiene la segunda menor tasa del NEA, aunque el peor registro desde 2016. En Resistencia, la capital de Chaco, donde gobierna el radical Leandro César Zdero, la pobreza llegó al 76,2 por ciento, la peor marca del país.   

Los datos de la pobreza, aunque dramáticos, no deben generar sorpresa. Es consecuencia directa de un modelo económico que privilegia el “déficit cero” por encima de cualquier otra variable. Esa es la promesa que reiteró el presidente Javier Milei al bajar el martillo en la Bolsa de Nueva York. La paradoja fue que ese mismo día, los títulos de deuda y bonos argentinos terminaron todos en rojo. ¿El mercado no la ve? O quizás ve demasiado.

El Presidente firmó un nuevo DNU que le permite recrear un nuevo Megacanje sin necesidad de pasar por el Congreso y aunque las condiciones de refinanciación sean desventajosas para el país. Ese DNU obliga a repasar los capítulos finales de la alianza, cuando Fernando De la Rúa sobreendeudó al país para salvar su gobierno. Se hizo un canje de títulos públicos para posponer por tres años vencimientos de capital e intereses, con el detalle de que la tasa subía al 7% anual en dólares y los rendimientos, a alrededor del 15%. El stock de deuda que ya era impagable, creció en más de 2.200 millones de dólares. Con el “blindaje”, la deuda pasó de 80.000 millones a 102.000 millones.

Federico Sturzenegger fue uno de los negociadores y terminó procesado, aunque luego sobreseído cuando era presidente del Banco Central de Mauricio Macri. Hoy está de nuevo en el Gobierno y es el encargado de avanzar en toda desregulación posible. La otra lectura es que el Gobierno de Milei anticipa que no podrá cumplir con las obligaciones de deuda que tiene en el corto plazo -mucha generada por Luis Caputo, pero como ministro de Finanzas de Mauricio Macri- y que por eso está dispuesto a priorizar el pago de la deuda por sobre cualquier otra variable social.

La recesión forzada por el plan económico de Milei, provocó que entre diciembre de 2023 y junio de 2024, en el país casi 12.500 empresas empleadores bajaran sus persianas, lo que equivale a una caída del 2,4%. En Misiones la merma fue del 2,7%, con el cierre de 235 empresas. En todas las provincias se verifica una situación similar y ninguna escapó de la tendencia general de baja. CABA, Tucumán y Río Negro son las únicas jurisdicciones con descensos menores al 2%. En el otro extremo, Catamarca, Chaco y La Rioja presentan los descensos más marcados (por encima de -6%). Misiones se ubica entre las diez provincias con los descensos más leves. En  valores absolutos, en Chaco cerraron 580 empresas, en Corrientes 413, en Misiones 235 empresas y en Formosa 109.

Para Misiones, se trata del peor inicio de una presidencia en este aspecto, después de cerrar los últimos dos años con récord de empleo privado.

Casi al mismo tiempo que se daban a conocer los números de la pobreza, el Presidente estaba grabando una entrevista farandulera con la diva de los teléfonos. Un timing particular. Desaprensivo. Indolente. Desconectado. No parece ser un simple error de cálculo, sino un modo de ser. Es el mismo Presidente que hace unos días celebró con un asado con los 87 valientes diputados que le ayudaron a frenar un aumento a los jubilados. También hubo una foto simbólica y un inusual reproche del Papa Francisco: “En vez de pagar la justicia pagó el gas pimienta”, cuestionó el pontífice sobre la represión a jubilados que resonó en la Rosada. La crisis social en primer plano, nada menos que de la mano del Papa.  

El miércoles el Presidente había estado en Córdoba, donde miles de hectáreas arden bajo el fuego. Tocó tierra ataviado con una campera camuflada de combate. No saludó a los bomberos. No hizo ningún anuncio de ayuda especial para los afectados. Recibió un poncho de regalo de parte del gobernador Martín Llaryora y volvió a Buenos Aires. Ningún contacto con las familias que perdieron todo. Ni con los brigadistas. Apenas una fake news en la que acusaba a “militantes de la Cámpora” de ser responsables de los incendios. Hasta dijo que había 17 detenidos de esa agrupación política. No era cierto. Salieron a desmentirlo la Justicia cordobesa y el ministro de Gobierno.

Palabra devaluada la del Presidente, que se evidencia en las encuestas. Su popularidad está en pleno descenso.

El índice de Confianza en el Gobierno que elabora la Universidad Torcuato Di Tella, fue de 2,16 puntos, con un decrecimiento de 14,8% respecto de agosto. Otro trabajo, de la Universidad San Andrés, revela que el 65 por ciento de los consultados está insatisfecho con la marcha del país y apenas un 35 se muestra satisfecho. 

El 51 por ciento desaprueba la gestión presidencial. Para colmo, según CB Consultora, Milei también cayó en otra encuesta clave: la que mide la popularidad de los presidentes latinoamericanos. El argentino cayó al sexto lugar del ranking y se posicionó entre los cinco peores presidentes de Latinoamérica, en una lista que tiene como líder al “enemigo comunista”, Lula Da Silva, con una valoración positiva del 51,8 por ciento. Milei tiene una aprobación del 46,4 por ciento, pero una imagen negativa del 50,4 por ciento, dos décimas más baja que el mes anterior. Milei fue quien más cayó (-4,2%) comparado al mes anterior.

Sin embargo, hay confianza en las fuerzas del cielo… porque enfrente, todavía no aparece nada que lo amenace. El peronismo no termina de hacer su duelo y se desangra en una interna que no hace más que alimentar las razones de Milei. Los cánticos de La Cámpora contra el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, muestran que sus dirigentes no aprendieron la lección. No sin Axel, responden los moderados. No sin Cristina, responden los fanáticos, que parecen no haberla escuchado ni entendido cuando ella misma dijo que había que poner en práctica nuevas formas de hacer política e incluso de pensar las relaciones económicas y laborales. 

Ese escenario de confrontación no soluciona los problemas reales. Las provincias están a la buena de Dios y tienen que arreglarse con lo que tengan a mano. Misiones entendió a la perfección el nuevo momento. Más allá de los reclamos puntuales que se sostienen y las intensas negociaciones por recursos, lo concreto es que la Nación dejó de ser un partner. El presupuesto para la ley de Bosques es el mejor ejemplo de cómo el gobierno de Milei se desentiende de los temas estructurales -en coherencia desprecia la agenda 2030-: apenas le asigna el 2,5 por ciento de lo que corresponde. Nueve mil millones para todo el país, cuando deberían ser 352 mil millones. Misiones solo recibirá 290 millones, lo que equivale a 180 pesos para custodiar una hectárea de bosque por un año, un aproximado de 15 pesos por mes por hectárea

Sin contención nacional, Misiones está inyectando todo lo posible a la economía. El gobernador Hugo Passalacqua anunció esta semana una nueva línea de créditos por 1.500 millones, que se suma a los 103 mil millones ya en el mercado. También entregó asistencia a los municipios por casi 400 millones, lo que completa un fondeo de más de mil millones. 

También se confirmó un estímulo al consumo, con nuevos límites financiables de los programas Ahora y un alivio fiscal con quitas de hasta el cien por ciento de intereses en una moratoria de la Agencia Tributaria. Todo pensado para sostener la actividad que, aunque sufre los coletazos del ajuste nacional, es la menos golpeada de la región. 

El gran desafío es la yerba mate. Recuperar el precio de la materia prima será una lucha titánica y en soledad. Federico Sturzenegger celebra a sonrisa ancha los efectos del DNU desregulador y usa a la yerba como ejemplo. “Si hubiéramos seguido con el mismo procedimiento de fijación de precios del Instituto de Yerba Mate que lo teníamos hasta el año pasado, el precio de la yerba sería 500 y hoy se está vendiendo a 125, el precio de la yerba mate ya ha bajado en términos generales 25, 30% en estos meses“, detalló. Lo cierto es que sólo bajó el precio de la materia prima, lo que afecta la rentabilidad de unas 13 mil familias de productores en Misiones, mientras que el precio en góndola no sólo no se redujo, sino que aumentó 13,14 por ciento, según los datos del mismo Indec.

O sea, Sturzenegger, el de aquel megacanje y ahora ministro de Desregulación, lo que está celebrando es la transferencia de recursos a costa de la producción. Con el derrumbe de los precios, el porcentaje de rentabilidad del productor cayó de 29 a 7 por ciento. Si el precio de la hoja verde fuera de 430 pesos, los ingresos para el productor representarían unos 32 mil millones de pesos. Hoy apenas superan los ocho mil millones. “Alguien en el eslabón se quedó con 24 mil millones”, destacó el diputado Cristian Castro, uno de los oradores de una cumbre del Gobierno con productores, en Salto Encantado. La premisa es clara: encontrar un mecanismo para aumentar el precio. La mayoría de productores votó por una regulación misionera. 

Será una batalla casi en soledad. La oposición, más interesada en conseguir la gracia de Milei, está lejos de aportar alguna solución. Es llamativo como no se corren de su agenda, incluso exhibiendo orgullosos un desconocimiento de leyes y resoluciones. El martes, en la comisión de presupuesto de la Legislatura, los diputados de Cambiemos mostraron su obcecación sin disimulo en defensa del glifosato y en contra de una producción sustentable. Horacio Loreiro y Miguel Núñez, cuestionaron el uso de bioinsumos “no autorizados” por el Senasa. La réplica fue del diputado renovador Juan José Szychowski, quien dio los datos en público, para evitar cualquier suspicacia. “Los bioinsumos están autorizados por el Senasa en modo de prueba y así se están utilizando”, explicó. 

No fue la única vez que los diputados de la oposición deslizaron inconsistencias en sus inquietudes. La radical Rosa Kurtz cuestionó al ministro Facundo Sartori “por el tiempo que estuvo prohibido el uso del glifosato” y qué se usó en reemplazo. Sartori replicó que el glifosato nunca estuvo prohibido, ya que la ley que impedía su uso recién entraba en vigencia en 2025, pero cuya aplicación fue postergada por cinco años, para aquellos que acrediten exigencias de estándares específicos en el proceso de comercialización de su producción.

 Son raras las nuevas banderas que enarbolan en la alianza macrista radical. Defensores acérrimos del glifosato -hasta el ridículo de desconocer leyes y resoluciones- y ahora también de trolls y difusores de fake news. En fila salieron a cuestionar la creación de una Fiscalía Especializada en Ciberdelitos, un avance en materia judicial, que tiene a Misiones como protagonista, después de Mendoza -la ley fue enviada por el ex gobernador Rodolfo Suárez, radical y del PRO- y Salta, con textos normativos muy similares. Pero aquí los radicales calificaron a la nueva norma de “ley mordaza”, porque permite -con la orden de un juez- secuestrar dispositivos en los que se identifique al autor de un posible delito, sea de grooming, acoso, estafa virtual, lavado de dinero o una fake news. La ley tiene un texto muy parecido a la de Mendoza, de 2020 y de Salta, aprobada el año pasado. Los radicales nunca se expresaron con tanto ahínco cuando uno de los integrantes de su lista fue procesado por tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil.

La libertad de expresión no se ve afectada. Se incorporaron herramientas para la investigación en entornos digitales. Y las acciones se tienen que dar dentro del proceso judicial con todas las garantías. Y un dato más: desde julio estaban en tratamiento los proyectos. Ni los radicales ni los del PRO hicieron modificaciones en la comisión. Tampoco presentaron un dictamen en minoría. Sólo se opusieron. 

Las noticias falsas son un tema de debate en el mundo. Pero aquí la alianza opositora se pone del lado de sus difusores. ¿Será que sin granjas de trolls no encuentran plataformas para sus mensajes? ¿Será que temen aparecer en algunas agendas? 

Gracias a una fiscalía especializada -de la Justicia federal- pudo identificarse los IP de las computadores de Germán Kiczka, el amigo y socio político de Pedro Puerta, cuyos aberrantes gustos sexuales incluían abuso sexual infantil, zoofilia e incesto. El mismísimo Elon Musk tuvo que rendirse ante la Justicia brasileña y dejar de proteger a los trolls que jugaron fuerte en la campaña a Jair Bolsonaro. El aliado de Milei pagó la multa impuesta por el Tribunal Supremo, reabrió oficinas y así X volvió a estar en línea en el gigante vecino. Business are business. El país gobernado por el “comunista” Lula Da Silva, es el presidente mejor valorado de Latinoamérica, es el quinto mercado mundial para la red social.

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Las razones detrás del alza de la pobreza

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Los datos de pobreza difundidos por el INDEC correspondientes al primer semestre del año no sorprendieron a muchos, pero no dejan de marcar un escenario realmente problemático que pareciera no tener mejoras sustanciales en el corto plazo. A nivel país, la pobreza tocó un máximo en 20 años y no hubo aglomerado urbano, salvo CABA, donde la pobreza no haya superado el 40%. Cuando se analizan las evoluciones, más allá del número final, se observa con mucha precisión el durísimo impacto de las condiciones económicas sobre las condiciones de vida de los argentinos. Hubo rincones del país donde la pobreza saltó 20 puntos de un semestre a otro y también lugares donde saltó más de 30 puntos contra el año anterior. 

Recordemos en primer lugar que la nueva serie de medición de pobreza se inició en 2016, una vez “normalizado” el INDEC tras la intervención política del organismo durante el segundo mandato de Cristina Fernández. Cuando se reinició esta medición, hubo un ajuste metodológico clave: se la hizo más “exigente”, traducido esto en que se cambió la forma de contrastar ingresos respecto a la canasta básica. Si bien la manera de relevar ingresos se mantuvo constante, se realizó un ajuste sobre la composición de las canastas, haciéndola más abarcativa al incluir más bienes y servicios. ¿Qué significa esto? Pongámoslo en un ejemplo gráfico. Previo al 2016, la canasta utilizada para determinar el valor de la línea de pobreza era, supongamos, equivalente a un carrito lleno de supermercados. Tras el cambio en 2016, a ese carrito se le sumó otro: se le agregaron bienes y servicios a la valorización de la canasta, encareciendo su costo. Nobleza obliga, esta analogía la mencionó el reconocido sociólogo Daniel Schteingart, actual miembro de Fundar. 

¿A qué viene esta mención? Si queremos comparar los datos actuales contra los de, por ejemplo, los años 2001 y 2022, hay que hacer un ajuste metodológico. En palabras simples: hay que recalcular la pobreza de aquel entonces midiéndose según los parámetros de hoy. Según los datos históricos de INDEC, la pobreza a finales del 2002 (post salida del uno a uno, impacto del 2001 y todo lo que ya conocemos sobre ese período) era del 57,5%, apenas superior a la que tenemos hoy. Pero si ese dato lo recalculamos con la metodología actual, llegamos a la conclusión de que la pobreza en 2022 llegaba al 65,5% de la población. 

Lejos de pretender “minimizar” el número actual, esta aclaración sirve para poner en contexto el escenario que atravesamos: más allá de lo escandaloso que es el dato de este 2024, es muy útil ver qué tan lejos (o tan cerca, en este caso) estamos de los períodos sociales más críticos de nuestro país. 

Este mismo ejercicio debemos hacer para los resultados regionales y locales. Siguiendo la metodología de ajuste y midiendo con la vara actual, a finales de 2002 la pobreza en el NEA era del 79,5% mientras que en Posadas alcanzaba el 77,9%, considerablemente mayores a los niveles actuales, aunque no tan alejado como los años anteriores. 

Para Posadas en particular, el dato actual del 55,9% de personas pobres es el más alto desde el primer semestre del 2016, cuando fue (ajustada) del 57,5%. El proceso que vivió el aglomerado misionero es muy similar al nacional, obviamente marcado por los ciclos económicos: fuerte aceleración entre la segunda mitad de 2001 y primera del 2003 (pasó del 61,1% al 79,1%), sostenido descenso de la pobreza entre finales de 2003 hasta el primer semestre del 2008 (cuando llegó al 49,4%) y en la segunda mitad de ese año, principalmente por el fuerte impacto de la crisis internacional (y otros de tono político nacional) provocaron un alza al 51,4%. Entre 2009 y 2013, se vieron momentos volátiles, con semestres de alzas y de bajas. El último dato que puede ser considerado representativo corresponde al primer semestre del 2013, cuando la pobreza en Posadas marcó 31,4%. 

El apagón estadístico entre 2014 y 2015 no nos permite ver que pasó en esos años, más allá de algunas reflexiones y proyecciones que se puedan realizar sobre la base de un escenario nacional. Al momento de reanudar la medición, en el segundo semestre 2016, la pobreza en Posadas fue del 28,0% y desde allí llegó al 41,2% a finales del 2019. Otra vez, los ciclos económicos determinaron la variación de este indicador. 

En 2020, principalmente a partir de la rápida recuperación posadeña tras la pandemia y por efectos también de diferentes medidas de contención social que se aplicaron en ese momento, la pobreza fue descendiendo y entre 2021 y 2022 hubo, otra vez, volatilidades. Lo relevante de este período es que a principios del 2022, la pobreza en Posadas marcó 28,7%, un nivel parecido a los de 2016-2017 que, en comparación con lo que fueron los años 2018 y 2019, marcaron un descenso significativo.  

Lamentablemente, allí terminó el proceso a la baja. A finales del 2022 y sobre todo en 2023, las condiciones económicas fueron altamente desfavorables en el plano macro, la inflación volvió a aparecer con mucha más fuerza y el Gobierno nacional de ese entonces quedó atrapado entre la inacción, la ausencia de ideas y el calendario electoral. Esto, sumado al golpe feroz de la devaluación como primera medida del nuevo gobierno nacional, provocaron que el 2023 cierre con un alza en la pobreza. 

Pero lo verdaderamente impactante en términos estadísticos es justamente lo que pasó en estos primeros seis meses del año. La pobreza en Posadas llegó al 55,9%, el valor más alto desde 2006 como se dijo antes. Además, creció 20 puntos contra igual semestre del año anterior y 17,5 puntos contra el semestre anterior. Pongamos en contexto estos crecimientos. La pobreza en el primer semestre del 2002, luego del estallido de diciembre 2001 y con la enorme crisis económica, política y social que existió en este momento, creció en 15,1 puntos contra el semestre anterior y lo hizo en 12,1 contra igual semestre del 2001. En el segundo semestre del 2002, ya con los impactos más duros de la salida de la convertibilidad, la pobreza saltó, interanual, 16,8 puntos. 

Podemos ver entonces de manera clara la situación actual: más allá de la cifra final lo que realmente asusta es la evolución: el salto de la pobreza en este primer semestre 2024 es más fuerte que el observado tras la crisis del 2001. 

Dejamos atrás la comparación histórica y vamos particularmente a ver que pasó en este 2024. Como ya dijimos, la pobreza alcanzó al 55,9% de las personas en Posadas y afecta a 217.204 personas. Si la evolución la vemos en cantidad de personas, hay 79 mil pobres más que hace un año atrás y casi 69 mil nuevos pobres que seis meses antes. En este marco, el salto de los pobres indigentes fue todavía más fuerte: la tasa pasó de 9,6% a 18,3%: en un semestre casi se duplicó. A fines de 2023 había 36.970 indigentes, mientras que en la primera mitad de 2024 eran 71.339: un crecimiento absoluto de 34.369 nuevos indigentes. 

La base sobre la que se inició este nuevo Gobierno nacional estaba debilitada, nadie podría dudar de eso. La herencia recibida era muy problemática, pero lejos de brindar una solución efectiva, el Gobierno de Milei (muy convencido en su programa) profundizó esa situación crítica: disparada inflacionaria (luego contenida), estancamiento en los ingresos, recesión económica al filo de convertirse en depresión, y un mercado laboral que quedó altamente vulnerable

En estas mismas columnas, una semana atrás, advertíamos esto. En ella, comentábamos que la tasa de empleo se había contraído en 2,8 puntos y marcó su menor nivel desde el tercer trimestre del 2021, mientras que la tasa de desocupación fue del 6,3%, la más alta desde el cuarto trimestre de 2020, y creció 2,3 puntos. Sobre ello, decíamos que “el hecho de que el mercado de trabajo se haya achicado no es un dato menor y puede impactar directamente en las condiciones de pobreza de los hogares, sumado por supuesto a la caída real del poder de compra de los trabajadores”. 

Podemos agregar el análisis del porqué creció la pobreza. La respuesta parece (y lo es) muy obvia: porque los ingresos no crecen al mismo ritmo que el costo de vida. Pero veamos a qué velocidad se movió esto. El INDEC afirma que el valor (promedio del semestre) de la Canasta Básica Alimentaria en el NEA, para un adulto equivalente, fue de $ 101.565. A su vez, el valor medio de la Canasta Básica Total de la región fue de $ 206.782, también para un adulto equivalente. ¿Qué es un adulto equivalente? Es como llama el INDEC a la referencia de medición, consistente en las necesidades calóricas y proteicas para varón de entre 30 y 60 años. A partir de la determinación de ese adulto equivalente (que se le asigna el valor de 1) se puede calcular las necesidades para el resto de los componentes de un hogar: Por ejemplo, una mujer de entre 30 y 60 años representa entre 0,76 y 0,77 de un adulto equivalente. 

Volvamos a la evaluación de las canastas. Se mencionó ya su valorización, ahora resta saber su variación. Contra igual semestre del 2023, la canasta alimentaria del NEA creció 290,9%; contra el semestre anterior, 113,9%. Por su parte, la canasta total creció en 285,4% interanual y 117,9% semestral. Dicho esto, cabe determinar cuando crecieron los ingresos para ver de qué manera acompañaron a la suba de las canastas, que son las determinantes de las líneas de pobreza e indigencia. 

Para ver la evolución de los ingresos, si bien hay un par de variables al respecto, se toma como mejor indicador el ingreso medio per cápita familiar, esto es, el resultado que se obtiene dividiendo el ingreso total familiar por la totalidad de los componentes del hogar. Si en un hogar hubo ingresos por $ 100.000 y hay 4 integrantes (sin importar cuantos de ellos aportan), el ingreso per cápita familiar es de $ 25.000. 

El ingreso medio per cápita familiar en Posadas fue de $ 203.273: creció 175,6% interanual (115 puntos menos que la CBA y 110 menos que la CBT), mientras que en la comparación semestral se expandió 64,6% (49 puntos menos que la CBA y 53 puntos menos que la CBT). ¿Por qué existe tanta diferencia en las variaciones de ingresos y canastas y por qué los ingresos crecen tan lento? Acá empezamos a ver las consecuencias del escenario económico general. 

En primer lugar, el costo de vida creció de manera fenomenal, principalmente, entre septiembre de 2023 y marzo 2024 provocando altas muy fuertes sobre todo de la canasta alimentaria; hacia el segundo trimestre 2024, con la corrección de precios relativos en servicios, la canasta de alimentos creció a un ritmo menor que la canasta total porque empezaron a sentirse más los aumentos en servicios públicos y en tarifas. Es decir, en el primer trimestre 2024 nos mataron con el precio de la comida, pero en el segundo trimestre, cuando se calmó la suba en alimentos, nos mataron con el precio de la luz, el transporte público, la telefonía e internet, etc. 

Estas subas se dieron en el marco de un alza -nominal- muy lenta (casi estancada) de los ingresos en el sector registrado (más aun en el público) y con la pulverización de ingresos de los informales, sobre todo en el primer trimestre. A la par de esto, y como ya lo dijimos, el achicamiento del mercado de trabajo provocó que desaparezcan ingresos en los hogares, empujándolos hacia debajo de la línea de pobreza. Es decir, hay una combinación de retraso de ingresos con desempleo. Un escenario difícil. 

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Espejitos de colores: entre la acumulación de millas de cero gestión y la pobreza

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Buena amigos lectores. Tanto tiempo.

Me acordaba la otra noche, cuando era un adolescente, de un encuentro en las playas de Camboriú. Conocí a un hippie que vendía espejitos de colores y artesanías -malas por cierto- y, por supuesto, fumaba marihuana como si fuera parte de un uniforme. Aunque yo no me drogaba -ni lo hago ahora- lo escuché atentamente mientras me contaba que iba a cambiar el mundo. Me mostró con orgullo su colección de libros, que al parecer eran el manual del revolucionario aficionado. Creo que se llamaba José, pero su nombre realmente no importa.

El asunto es que, en mi juventud ingenua, le creí. José hablaba de Marx, Engels, la lucha armada y las revoluciones del proletariado con la convicción de quien ya se ve a sí mismo esculpido en bronce. Hoy, con algunos años más (y quizás algo de sentido común), me atrevería a decir que, si José sigue vivo y aun deambulando por ahí, no ha cambiado el mundo ni un milímetro. Pero bueno, siempre nos quedarán las malas artesanías y sus espejitos de colores. 

Pasando a lo de hoy, al aquí y al ahora, parece que Javier Milei va camino a ser recordado, pero no como “el presidente libertario” que algunos imaginaban. De hecho, a este ritmo, quizás ni siquiera como presidente, sino más bien como una especie de Marco Polo versión sudaca. Desde que asumió, más que en la Casa Rosada, se lo ha visto con más frecuencia en el aeropuerto de Ezeiza. A este paso, no va a necesitar ni visa para Estados Unidos; probablemente lo terminen nombrando “ciudadano frecuente” o algo por el estilo.

Los mal pensados dicen que su interés en vender Aerolíneas Argentinas es para poder disponer de vuelos privados sin tener que andar lidiando con los incomodísimos jets de 300 mil dólares por viaje. Y si te lo estás preguntando, sí, me lo contó el hermano del ex panelista Adorno, quien ahora es “casta” pero nadie sabe exactamente de qué trabaja.

Por cierto, me dijo que Javi ya está escribiendo un libro titulado: “Cómo gobernar un país desde un avión”. 

Parece que Javi está probando una nueva forma de gobernar: en lugar de quedarse atado a un escritorio como cualquier mortal, prefiere dirigir los destinos de la nación desde las alturas, literalmente. A 10 mil pies de distancia, sobrevuela el país de vez en cuando, porque, claro, nada dice “cercanía con el pueblo” como gobernar desde un avión. Libertad, innovación, evasión… y cero gestión, eso sí.

Ahora, la pregunta del millón (o mejor dicho, de los millones que se gastan en estos vuelos): ¿alguno de esos viajes tendrá algo que ver con hacer algo por el país? Porque mientras la inflación baja a fuerza de un ajuste que solo duele a los de siempre, y la pobreza sigue trepando como si fuera su deporte favorito, Javi anda por el mundo enseñando sobre las fuerzas del cielo y otros grandes misterios.

Digo yo, si la economía está en crisis, ¿no sería buena idea que Milei se quedara un ratito en casa, viendo cómo arreglamos este desastre en lugar de andar sacándose selfies en Wall Street? Pero claro, las selfies siempre salen mejor con un fondo internacional.

El león viaja. Y cuando, por algún milagro, está en el país, no recibe a nadie que no forme parte de su exclusiva “mesita chica”. Eso sí, se da algún que otro asadito para celebrar que los jubilados, una vez más, no verán un aumento en sus haberes. Porque, claro, siempre hay algo que festejar. Mientras tanto, Javi no habla con gobernadores, no da audiencias y, ni por asomo, viaja al interior. Sus funcionarios, bueno, tampoco. Los pocos que sí se dignan a hablar con algún gobernador, lo hacen para no decidir absolutamente nada. Todo muy cambiante en esta nueva forma de no gobernar.

Ahora, lo que no cambia, es cómo muchos en Buenos Aires parecen creer que lo que sucede en la ciudad es una representación fiel de toda la Argentina. Para algunos, el país termina en la General Paz, y todo lo que queda más allá es poco menos que una leyenda urbana. Se quejan del tráfico en la 9 de Julio o discuten sobre el sentido de circulación de la Av. Pueyrredón, creyendo que esa es la realidad de todo el país: asfaltada, iluminada, veloz, ruidosa, llena de oportunidades. 

Quizás, solo quizás, a un gobierno nacional le vendría bien equilibrar la “unidad nacional” con la diversidad regional, permitiendo que las provincias gestionen según sus necesidades locales. Capaz, ¿no?

Pero bueno, todos sabemos (menos los funcionarios nacionales, por supuesto) que la realidad del interior es otra. En muchas provincias, la vida transcurre a otro ritmo, enfrentando desafíos y carencias que en la ciudad son inimaginables. Allí, los servicios públicos no llegan con la misma rapidez, los trabajos escasean, y la conexión con la tierra es algo mucho más literal. La desigualdad regional es palpable. 

Quienes gobiernan encerrados en Buenos Aires, viven en una burbuja. Y salir de ella para conocer el verdadero país no es solo recomendable, es fundamental. Porque sin esa perspectiva, seguirán pensando soluciones para una pequeña parte de la población, mientras el resto del país sigue esperando que alguien lo vea.

La noticia más relevante de la semana, además de la supuesta separación de Pampita, es que “Argentina alcanza el 53%”. Y no, no es el descuento de un CyberMonday; es el porcentaje de pobreza. ¡Sí, señores! Parece que nos convertimos en campeones de los récords de la libertad… pero de los malos.

Así es, mi gente. Por si a alguien le interesa, pasamos de un 40,1% al 53% en un año. ¡Todo un logro! Vamos tan rápido que, si la pobreza fuera una competencia, estaríamos en la Fórmula 1 con Colapinto y directo a la pole position. Y la indigencia, que no quiso quedarse atrás, decidió duplicarse para no perder protagonismo, subiendo del 9,3% al 18,1%. Si fuera un partido de fútbol, ya nos habrían sacado la tarjeta roja.

Lo más preocupante es que, si seguimos así, vamos a necesitar un nuevo índice que mida cuántos de nosotros estamos “pobres pero felices”, porque parece que lo único que nos queda es el humor. Al final del día, como buenos argentinos, sobrevivimos con un chiste bajo el brazo y un mate en la mano… aunque, siendo sinceros, la yerba también nos está mirando de reojo, preguntándose si no la vamos a tener que compartir con el vecino, que ya no puede comprarla.

Volviendo a los viajes del León, desde esta humilde columna, lo que sí le pedimos al Javi, es que en su próxima gira vuelva con algo más que souvenirs y un bronceado diplomático. Porque a este paso, lo único que nos está dejando es en la cuenta regresiva para que se nos terminen las millas… pero de paciencia. A este ritmo, no queda margen ni para la ironía. O ajustamos el rumbo, o nos vamos a reír… para no llorar.

Amigo, como siempre, de un lado de la reja esta la realidad, del otro lado también hay una realidad. Lo único irreal es la reja.

Hasta la próxima.

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Posadas: la pobreza saltó 20 puntos y alcanza a 217 mil personas

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Al primer semestre del año 2024, de acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares del  INDEC, la pobreza en el aglomerado urbano de Posadas alcanzó al 55,9% de las personas,  marcando un récord desde la nueva medición del organismo nacional. La combinación de  fenómenos como alta inflación, recesión económica y achicamiento del mercado laboral  generó que esta tasa muestre una suba de 20 puntos porcentuales (p.p) en relación con igual semestre de año anterior(1° del 2023); además, en la comparación contra el semestre  anterior, se observa un alza de las personas pobres en 17,5 p.p., destaca un informe de la  consultora Politikon Chaco basado en datos del INDEC. 

Evolución de la pobreza e indigencia en Posadas 

En el aglomerado misionero se registraron al segundo semestre de 2023 unas 217.204 personas en situación de pobreza, que viven en 63.407 hogares. Así, la incidencia de la  pobreza llega al 55,9% de las personas y al 45,6% de hogares. Además, se registraron  71.337 personas en situación de indigencia que viven en 17.809 hogares, por lo que la  incidencia de la indigencia alcanzó al 18,3% de las personas y al 12,8% de los hogares. 

Analizando la evolución de las tasas de pobreza e indigencia para el aglomerado misionero  durante el período 2016-2024 (a partir de la nueva serie de medición iniciada en dicho año)  se observa que los datos de este primer semestre 2024 son los más alto para toda la serie  en Posadas. 

Si se compara los datos de Posadas respecto al NEA, el aglomerado misionero registró tasas  de pobreza e indigencia menores al promedio regional (fue de 62,9% y 23,2%  respectivamente para la región) y tiene a su vez la segunda menor tasa entre los  aglomerados de la región tanto para pobreza como para indigencia.

Sin embargo, en términos de desempeños, la pobreza en Posadas fue la de segundo mayor  crecimiento interanual en la región: esos 20 puntos porcentuales de alza fueron solo inferior  a los de Formosa (+37,9 p.p.) pero queda por encima de la evolución de Corrientes (+15,9  p.p.) y Gran Resistencia (+15,9 p.p.)

En el aglomerado de Posadas, el ingreso medio per cápita familiar creció 64,6% semestral,  mientras que, en ese mismo período, el valor de la canasta básica alimentaria creció en  113,9% y la canasta básica total en 117,9%. A nivel interanual, el ingreso medio per cápita  familiar creció en Posadas 175,6% contra 290,9% de la canasta básica alimentaria y +285,4% de la canasta básica total. Esta situación explica por sí misma la muy fuerte suba  en las tasas de pobreza e indigencia. 

En términos de población, la evolución observada en Posadas implica que, en los últimos  seis meses, hay 68.800 nuevas personas consideradas pobres; si la comparación se hace  a nivel interanual, hay 79.048 nuevos pobres en el aglomerado.

En el NEA, las personas en situación de pobreza representaron el 62,9%, récord para la  nueva serie de medición y es la región con la mayor pobreza en todo el país. Dentro de la  región, Posadas tiene el segundo menor registro de pobreza del NEA, solo por encima de  Corrientes (52,3%) y por debajo de Formosa (67,6%) y el Gran Resistencia (76,2%).  

Respecto a la indigencia en la región, se observa el mismo fenómeno: el registro de 18,3%  de Posadas la posiciona como el aglomerado con la segunda menor tasa en el NEA,  quedando detrás de Corrientes (13,4%) mientras que Gran Resistencia vuelve a registrar  los mayores niveles en este indicador (38,6%) seguida de Formosa (19,8%). El promedio  regional fue del 23,2%. 

En el plano nacional, Posadas exhibe la 9° tasa de pobreza más alta del país. Dicho ranking, que agrupa a los aglomerados urbanos medidos por el INDEC, está encabezado por el Gran  Resistencia (76,2%) y lo cierra CABA (23,1%). 

Además, a nivel nacional, Posadas tiene la 7° mayor tasa de indigencia de todo el país. Dicho ranking también lo encabeza Gran Resistencia (38,6%) y lo cierra nuevamente CABA  (7,5%)

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Los datos de condición de vida que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos, indican que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 42,5% y en ellos reside el 52,9% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 13,6% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 18,1% de las personas. Esto implica que, para el universo de los 31
aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la LP se encuentran 4.319.760 hogares, que incluyen a 15.685.603 personas; y, dentro de ese conjunto, 1.378.142 hogares se encuentran por debajo de la LI, lo que representa 5.379.588 personas indigentes.

Con respecto al segundo semestre de 2023, la incidencia de la pobreza registró un aumento tanto en los hogares como en las personas, de 10,7 y 11,2 puntos porcentuales (p.p.) respectivamente. En el caso de la indigencia, mostró un aumento de 4,9 p.p. en los hogares y de 6,2 p.p. en las personas. Sin embargo, los datos se agravan si se comparan con el primer semestre del año pasado. El porcentaje de personas en la pobreza aumentó 31,92 por ciento y el número de hogares creció 43,58 por ciento. En el caso de la indigencia, el número de personas en esa condición aumentó 94,62 por ciento y el número de hogares creció cien por ciento.

A nivel regional se observó un aumento de la pobreza y la indigencia en todas las regiones.

En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que dos tercios (66,1%) de las personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza. El porcentaje total de personas bajo la línea de pobreza para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 60,7% y 48,6%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 29,7% de las personas se ubicó en hogares bajo la línea de pobreza.

En el caso de Posadas, hay 63.407 hogares bajo la línea de la pobreza y 217.204 personas. En la indigencia están 17.809 hogares y 71.339 personas. El porcentaje de hogares pobres en el primer semestre del año pasado era de 26,8 y creció al 45,6, con un salto de casi 20 puntos. En paralelo, en la pobreza estaba el 35,9 por ciento de la población, condición que ahora alcanza al 55,9 por ciento, con un salto de 55,71 por ciento.

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