Reflejos de la medianoche

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La llegada de la medianoche del jueves permitió obtener una radiografía precisa del momento político de Misiones, aunque para entenderla no alcanza una fotografía. Es una descripción. Entenderla requiere desandar la línea de tiempo y revisar las distintas variantes. Muestra sí, datos fuertes. Un espacio sólido. La Renovación, con más de 30 partidos presentes. Una oposición atomizada y dos ausencias de peso: el Partido Justicialista, por primera vez desde la provincialización, excepto en los años de proscripción por dictaduras, no participará de las elecciones provinciales. Tampoco lo hará Pedro Puerta, el hijo del ex gobernador de los 90, que había armado su propio espacio, Activar, con el que entró a la alianza Cambiemos y después se puso al servicio de la Libertad Avanza. El escándalo de pedofilia protagonizado por Germán Kiczka, socio político y amigo, lo mandó a los cuarteles de invierno. Dicen los que lo conocen que prefirió preservarse ante el inminente inicio del juicio a los hermanos Kiczka, con temor de que alguna revelación lo deje aún más expuesto. Es joven. Confía en que tendrá otra oportunidad en dos años. No avisó a nadie. Hasta el jueves se lo esperaba o por lo menos a sus recursos. El “Juntos por el Futuro” que quedó en pie no tiene tantas figuras dispuestas a poner los propios. Ni tantas figuras. 

El PRO no puede frenar su diáspora, con la renuncia en las últimas horas de dos nombres de peso: Alfredo Schiavoni, uno de los hermanos fundadores del partido amarillo en Misiones y hermano de Humberto, mano derecha de Mauricio Macri.  “El partido se está cerrando en la obsecuencia”, explicó como el motivo principal de su alejamiento del partido al que ve en riesgo de “perder relevancia”. 

Natalia Dörper, ex candidata a vicegobernadora también pegó el portazo al mismo momento. “Espacio cerrado” donde “la cúpula no representa a nadie”, se despidió la montecarlense. 

La sociedad con el radicalismo se sostiene de un hilo muy delgado y estuvo en riesgo hasta cerca de la medianoche del jueves. En las negociaciones, la UCR se “garantizó” dos lugares de los primeros tres y tres de los primeros cinco en la lista de diputados provinciales, que será encabezada -casualmente- por una persona que “sea representativa de un sector de la comunidad que necesita hacerse escuchar”, que sería escogida entre productores, docentes o policías rebeldes, aunque no necesariamente tenga trayectoria política. 

En el radicalismo también hubo renuncias varias, pero para pasarse a la Libertad Avanza. El primero fue Martín Arjol, el “héroe” que votó en contra del aumento a los jubilados para después celebrar con un asado con el presidente Javier Milei. Le siguió el flamante presidente del partido, Rodrigo De Arrechea para asumir como consejero de Yacyretá. “Convencido del rumbo”, dijo una vez que lo confirmaron en el cargo. 

No tan convencido parece estar Ricardo Barrios Arrechea. En medio de la discusión por la yerba mate, deslizó una crítica al modelo nacional y también -en forma velada- al ansia de pertenecer que muestran sus correligionarios, a un Gobierno que según su visión, tiene fecha de vencimiento. “Este gobierno tiene cuatro años, pero creo que en el cuarto año se terminó”, afirmó Barrios Arrechea. “Es un Gobierno que está haciendo algunas cosas buenas, que hay que reconocerle, pero en general está dañando mucho al sector productivo. Sobre todo, a las economías regionales que no tienen nada que ver con la Pampa Húmeda”, agregó.

En el contexto de la crisis yerbatera, el exmandatario misionero señaló que la política de desregulación aplicada por el Ejecutivo nacional ha sido un golpe letal para los pequeños productores. “Lo que está ocurriendo no es un problema meramente económico, sino también social. Estamos hablando de 25.000 familias que dependen directamente de la yerba mate. No se puede pretender reconvertir la actividad como si se tratara de cualquier otro negocio. ¿Qué va a hacer un yerbatero? ¿Topar el yerbal y plantar soja?”.

Barrios Arrechea también cuestionó la actitud del Gobierno frente a la protesta yerbatera, afirmando que la postura intransigente de la administración Milei profundiza el conflicto en lugar de resolverlo. “Hay una terquedad de no querer escuchar, de no querer atender la demanda de la zona productiva. Este es un mercado absolutamente desigual, una competencia imperfecta, y lo que está ocurriendo con los precios es un abuso de posición dominante de los molinos”, señaló.

En el estado de ebullición de la yerba mate puede encontrarse una explicación para la radiografía política del momento. El único espacio que tomó posición formal ante la desregulación ha sido la Renovación, con reclamos a Milei y denuncias en la Justicia para recuperar las facultades cercenadas al Instituto Nacional de la Yerba Mate por el DNU 70/23. Desde hace varios años sostiene que el precio de la hoja verde no puede ser menor a cincuenta centavos de dólar para garantizar rentabilidad al productor. Hoy serían unos 600 pesos. La industria está pagando 260 pesos. Tímidamente, a instancias de las negociaciones en la Mesa Yerbatera que convocó la Provincia, algunos molinos y cooperativas ofrecen entre 301 y 305 para iniciar la cosecha gruesa. 

¿Dónde está el resto de los espacios políticos? La alianza Cambiemos, rebautizada –otra vez– en Juntos por el Futuro, instó la desregulación con proyectos en el Congreso, firmados por el ahora ex PRO Alfredo Schiavoni. En definitiva, Milei no hizo más que cumplir el deseo de Mauricio Macri, expresado en 2018. El radicalismo, que fue protagonista en la génesis del INYM allá por 2001 y 2002, en sus ansias de pertenecer, no se animó a quejarse en queja ni en la época de Macri ni ahora, cuando aplaude el modelo motosierra. 

Paradójicamente, los productores yerbateros responsabilizan también a la Renovación por las consecuencias de la desregulación. Pero tiene lógica. Las decisiones “nacionales” tienen impacto local. Desde siempre. Se le reclama al que está más cercano, al visible. Milei, que consiguió muchos votos en Misiones, está lejos, es abstracto. Siquiera tuvo que venir nunca a la tierra colorada. No conoce un yerbal. Pero la política económica afecta a la yerba al igual que otras economías regionales. El algodón, el arroz, la mandioca, la papa, el vino y mosto también están en luz roja, según el último semáforo de Coninagro. Decisiones nacionales, impactos locales. El primer año de Milei, aún con sus éxitos como la contención de la inflación, exhibe otros datos no tan positivos: el número de desocupados aumentó a 937.000, contra 822.000 del último trimestre de 2023, lo que implica que hay 115.000 desempleados más. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos, otro dato relevante es la caída del peso relativo de las personas asalariadas del 1,4 punto porcentual. Su contraparte fue el aumento de 1,2 puntos porcentuales del grupo de cuentapropistas, que pierde un enorme número de derechos laborales: del 22,6% aumentó a 23,8%. Aumenta la precarización laboral. Y el nuevo acuerdo con el FMI no solucionará ese desbalance

Pero la responsabilidad es generalmente atribuida a los “caciques” provinciales y sus desmanejos, nunca a los endeudamientos ni ajustes cíclicos. “El problema de la Argentina es que está poblada por argentinos”, dijo, comprensivo, el asesor presidencial Demian Reidel.

Una reacción lógica es la balcanización de la política. Los provincialismos deben hacerse fuertes ante un Estado “nacional” que más que nunca es unitario, pero no muy diferente a otros, en definitiva. Si hablamos de la yerba, en los últimos años ningún gobierno entendió cabalmente a la cadena productiva, desde Guillermo Moreno hasta Federico Sturzenegger. 

Por eso cobra relevancia la posición sostenida por la Renovación: “La yerba debe valer 50 centavos de dólar”. “Por debajo de eso, es sufrimiento”, dijo Carlos Rovira, allá por 2006.

 Es una declaración de principios que trasciende los gobiernos de turno. 

Esa coherencia explica el volumen político que tiene el “misionerismo”. Más de 30 partidos en una coalición que piensa primero en Misiones y que desde ahí establece las relaciones con la Nación, basadas en un respeto a la gobernabilidad sin arriar banderas. Nació de una simbiosis entre peronistas, radicales e independientes que querían desmarcarse de los “mandatos nacionales”. Ese mandato es el que ha dejado ahora fuera de carrera al Partido Justicialista, aunque mucho del músculo militante y dirigencial está enrolado ya en la Renovación. 

El PJ intervenido por Cristina Fernández no competirá en las elecciones provinciales, aunque los que están de acuerdo con la injerencia externa y el camporismo prometen estar en las nacionales de octubre en una lista “purista”. Habrá que esperar para ver el resultado de esa estrategia, pero la legitimidad de la interna ya se disputó hace años en Misiones: en 2003 Carlos Rovira se impuso a Ramón Puerta y se quedó con el liderazgo simbólico del peronismo, aunque desde afuera del edificio. Que el PJ no participe de las elecciones del 8 no necesariamente implica que el peronismo no esté representado en su diversidad ni en la propuesta renovadora. También habrá dirigentes peronistas en el frente Confluencia Popular Por La Patria, con Instrumento Electoral por la Unidad Popular, Partido de los Trabajadores y del Pueblo, Nuevo Encuentro por la Democracia y la Equidad y el Partido de la Victoria.

Las elecciones de junio marcarán el debut oficial de la Libertad Avanza en Misiones. El partido del Presidente consiguió su legalidad, pero deberá demostrar legitimidad y absorber la adhesión que todavía concita la figura de Milei. Por ahora hay severas disputas internas, con cuestionamientos hacia el “elegido” por Karina Milei, el abogado Adrián Nuñez, a quien le cuestionan manejos poco claros y ninguneo a los demás dirigentes. Hay también un resquemor ante la posibilidad de que la Jefa designe para los primeros lugares de la lista a recién venidos de otros partidos. Los más probables son los ex Cambiemos, pese a que para la Fundación Pensar, el Presidente no cumplió con su premisa de campaña y “el ajuste no lo pagó la casta”. El think tank del PRO también sentenció que en Milei hay un “riesgo latente de personalismo”.

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Operativo Guazaratí

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Ahora vamos a ir al plan Guazaratí”, prometió convencida la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 

No busque la palabra en el diccionario ni en el traductor. No existe ese vocablo en guaraní. La ministra confundió Guazaratí con Guazurarí o Guaçurarí, el apellido del indio misionero, ascendido a general del Ejército Argentino por decreto nacional del 1 de abril de 2014. No fue el único desliz. La ministra estaba anunciando un “nuevo plan” de seguridad, apuntado a militarizar Bernardo de Irigoyen, que comparte frontera con Brasil y por donde circulan diariamente miles de personas en un tráfico vecinal comercial, turístico y familiar.

La ministra equiparó a la frontera misionera con Piedras Blancas, el municipio de Salta que comenzará a construir un alambrado de 200 metros para “evitar” el ingreso de migrantes y de cocaína boliviana, en una frontera que se extiende por 742 kilómetros. Como en el municipio salteño, donde hasta los concejales libertarios salieron a protestar por no haber sido consultados y a advertir que el alambrado tendrá un impacto comercial, pero nulo en la seguridad, en Misiones también los comerciantes de Bernardo de Irigoyen señalaron que el tráfico vecinal en esa ciudad es cultural y ajeno a grandes problemas de seguridad. Cuando les conviene, vienen los brasileños y cuando no, cruzan los argentinos, como sucede ahora. No es una zona de grandes conflictos y, a pesar de los anuncios, ya tiene una fuerte presencia militar, con el Ejército y de seguridad, con Gendarmería y Policías, que trabajan en forma coordinada. 

¿Cuál es el trasfondo de la confusión y la descoordinación? Hace unos días vino a Misiones una funcionaria de la cartera de Seguridad a “conocer el terreno”. Estuvo en Iguazú y se quedó sorprendida cuando la llevaron a conocer la frontera seca de Bernardo de Irigoyen y Dionisio Cerqueira. Con un poco de sentido común, en la Provincia le hicieron notar que la frontera noreste no es la más problemática, sino la frontera oeste, desde Puerto Libertad hacia abajo, por donde ingresa la marihuana de Paraguay y donde las fuerzas federales compiten entre sí con escasa eficiencia. No hubo forma de convencerla de que lo que había visto no era ciudad de Juarez. Así se pergeñó el “plan” que inicialmente iba a ser bautizado simplemente Bernardo de Irigoyen, pero que, nuevamente la Provincia, sugirió que sea denominado Guaçurarí, para al menos equipararlo con el héroe salteño Juan Manuel de Güemes. La ministra lo rebautizó Guazaratí

¿Sabés qué va a pasar?”, preguntó un veterano oficial de una fuerza de seguridad que opera en la Triple Frontera -zona estigmatizada si las hay-. “Nada”, se respondió. Para el especialista el “plan” Güemes, Guazaratí o Guaçurarí, no son más que un poco de ruido para tapar una realidad que está a la vista en el Conurbano bonaerense, que en algunas zonas parece tierra de nadie, y particularmente en Rosario, donde la propia Bullrich desembarcó con toda la pompa con la promesa de bajar la inseguridad, pero los muertos se siguen contando de a varios por día. Claramente, tanto en Buenos Aires como en Santa Fe, la seguridad es un problema mal atendido y que no ha mejorado con la militarización, como sucedió en Rosario. Los funcionarios nacionales, como en otras gestiones -Bullrich no es siquiera original-, pretenden imponer recetas, muchas veces parecidas o iguales, para zonas con problemáticas distintas y sin escuchar a los actores locales. Un problema del unitarismo histórico de la Argentina, que cíclicamente parece agigantarse. 

Para el presidente Javier Milei, los gobernadores son unos “gastadores compulsivos” y administradores ineficientes que “despilfarran” los recursos que generosamente les gira “la Nación”. 

Sin entrar en discusiones abstractas sobre el concepto ni sobre la preexistencia de las provincias, lo cierto es que no todas las situaciones son iguales ni todas las provincias están administradas de la misma manera. 

Ahora la discusión es sobre la carga fiscal de las provincias en la economía. Misiones desde hace décadas tiene a la producción primaria libre de impuestos, pero es rigurosa con los demás eslabones de la cadena, lo que generó una inédita autonomía económica y recursos propios para sostener políticas aún en tiempos de contracción como los actuales. 

Los unicornios como Mercado Libre y los pooles sojeros, claman por baja de impuestos para aumentar ganancias, pero se desentienden de las demandas que deben ser atendidas localmente. 

En Santa Fe, Marcos Galperín se quejó por una suba de Ingresos Brutos a las operaciones de Mercado Libre, pero se llamó a silencio cuando el gobierno de esa provincia reveló que sólo en diciembre del año pasado hubo más de 40 mil operaciones en negro a través de la aplicación. Doble moral que le dicen. 

Los números oficiales también revelan una profunda asimetría en el reparto de los recursos federales, que, una vez más, no pertenecen a “la Nación”, sino que son generados por las provincias. En 2024 Misiones nuevamente fue la que más aportó al Tesoro Nacional, en el NEA, en materia de recaudación de impuestos nacionales, pero fue la que menos recibió por esos conceptos. Si se suma la recaudación de IVA, impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, Impuestos Internos y Monotributo impositivo (todos coparticipables) el NEA recaudó, 762.828 millones. De ese total, Misiones aportó el 35,4%, un valor superior a Corrientes, que  sumó el 26,6%, Chaco el 25,3% y Formosa el 12,7%. 

Pero Misiones apenas recibió apenas el 21,3% de los fondos que llegaron al NEA, el valor más bajo en la región, ya que Chaco captó el 31,8%, Corrientes el 23,9% y Formosa el 23%.

En el Gobierno señalan que la asimetría es incluso más profunda, ya que los datos de la Afip contemplan las empresas por jurisdicción y muchas compañías que operan en Misiones tienen domicilio fiscal en Capital Federal y por ende tributan allí. Si se evaluara por lugar de operación, el municipio ahora gobernado por Jorge Macri no sería el más productivo, como se jacta con desdén el primo del ex presidente.

Sin embargo, esa idea de “Nación responsable” y provincias nadando en la abundancia del despilfarro, se impone en la discusión política y alimenta la centralidad del discurso presidencial. Pocos se animan a contradecirlo en tiempos en que las encuestas le son favorables. 

El gobernador Hugo Passalacqua marcó distancia al señalar que Misiones no sube alícuotas y desde hace años tiene a toda la producción primaria exenta del impuesto a los Ingresos Brutos. Ese modelo se mantiene firme, mientras que el alivio fiscal llega a través de la suba del piso, como en el caso de los sujetos obligados a la percepción y retención de Ingresos Brutos o los beneficios anunciados para el pago del Impuesto al Parque Automotor, un tributo que aumentó por debajo de la inflación. La economía se puede incentivar por distintas vías. Bajar impuestos no es el único camino. Durante los 90 Misiones tenía impuestos cero para la industria. El resultado no fue positivo: Estado desfinanciado y endeudado, IETE, desempleo en alza y pobreza récord. No pasó hace tanto, aunque algunos parezcan tener memoria de corto plazo. 

El intendente de Concepción de la Sierra, Hugo Humeniuk, un miembro del partido Activar, que lidera Pedro Puerta, el hijo del ex gobernador de los 90, aplicó una inédita suba de las tasas por Carnaval. Para aprovechar los días de celebración popular, el alcalde decidió cobrarles -por anticipado- hasta 185 mil pesos por día a los comercios locales que abran en los lugares de desfile. Puerta, quien por estas horas intenta eludir los coletazos del escándalo de su amigo y socio político Germán Kiczka, en sus discursos suele prometer una rebaja de impuestos para “impulsar una provincia productiva”. Haz lo que digo…

Los impuestos no definen resultados económicos. La producción yerbatera, que tiene impuestos cero, atraviesa ahora una profunda crisis con un desplome de los precios de la materia prima producto de la desregulación que impuso el presidente Javier Milei en diciembre de 2023. En paralelo, el consumo interno cayó durante el año pasado 9,33 por ciento, en lo que fue el peor año desde 2017. La industria cerró un año en rojo, con costos operativos que se dispararon y ventas en baja. Apenas las exportadoras “salvaron el año” con un récord de envíos al exterior. 

Paradójicamente, el radicalismo que tuvo mucho que ver con el diseño del Instituto Nacional de la Yerba Mate, se dedicó en los últimos años a minar la confianza en esa institución -salvo durante la gestión Cambiemos- ahora insta a los productores a “autorregular” la cosecha para presionar por mejores precios. “Cosecha por goteo”, sugirió un veterano boina blanca. 

Pero con la cosecha del año pasado, que llegó a los 986.737.613 kilos, con un alza de 27,35 por ciento en relación con 2023, la industria tiene suficiente stock para también “autorregular” los precios. El factor externo que significó la desregulación, golpeó de lleno a todo el sector. Habrá que ver quienes sobreviven en el mediano plazo. 

En el sector forestal también se siente pleno el cambio de época económica. Por la caída del mercado interno y externo, en Corrientes y Entre Ríos los aserraderos están de remate. Acon Timber, el aserradero más grande del país, recién instalado en la vecina provincia vecina, dejó de exportar por el dólar bajo y la escasa rentabilidad. En Misiones, donde desde hace unos años se regula el precio de la materia prima, las empresas se mantienen en funcionamiento, aunque también sufren por las bajas ventas. Las quejas empresariales por los impuestos aquí no encuentran eco: en Corrientes no hay precio mínimo de la materia prima. El factor externo, el plan “guazaratí” económico, influye mucho más de lo esperado, aunque la economía de Misiones se mantiene por encima de las demás provincias de la región, con algunas señales claras de reactivación. En enero se patentaron 861 cero kilómetro, lo que significa un aumento del 92,6% en comparación con el mismo mes del año pasado. En términos mensuales, el crecimiento fue del 209,7% respecto a diciembre de 2024. 

De todos modos, el presidente Javier Milei goza de una imagen positiva que se mantiene -la última encuesta de CEOP arroja quizás una luz amarilla, con un empate técnico entre quienes lo desaprueban (48,7 contra 48 de imagen positiva) y una proyección negativa- y que le permite tallar en las negociaciones políticas de cara a las elecciones. El Cambiemos residual se debate entre encolumnarse en silencio o jugar en soledad y mantener identidad. De cualquier modo, el partido encabezado por Macri ha perdido centralidad y ya no es una “opción ganadora” ante un mileísmo que tiene una base electoral similar. El desbande en la alianza es inevitable: los dirigentes quieren salvar la ropa, aunque en las fuerzas del cielo no son del todo bienvenidos. En Misiones, la relación con la Renovación es más fiable que cualquier acuerdo con lo que queda de Cambiemos. En definitiva, el modelo de gestión económica exhibe resultados que se parecen mucho a los objetivos trazados por Milei.

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Los debates que imponen las nuevas agendas

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El sobreactuado desprecio del presidente Javier Milei por la agenda “woke” forma parte de una estrategia deliberada de consolidar referencias. Su puesta en escena en el foro de Davos apuntó a magnificar un mensaje en medio de una corriente política que excede largamente a la Argentina y que tiene a Donald Trump como máximo referente. 

La asunción del presidente de Estados Unidos fue un decálogo de anuncios y medidas antiinmigrantes, de ajuste económico y proteccionismo industrial, en una épica individualista cuyos gestos y símbolos no tienen nada de inocentes. El multimillonario tecnológico Elon Musk protagonizó uno de los momentos más polémicos al cerrar su discurso con un saludo con reminiscencias nazi-fascistas. No fueron las únicas. Los discursos, tanto de Trump como de sus seguidores más relevantes, coincidieron en tópicos con el yo-supremo y el peligro de la otredad. Aunque parezca una contradicción, es un metamensaje que domina la nueva agenda global. 

El término woke («despierto» en inglés)  nació en los Estados Unidos para referirse a quienes se enfrentan o se mantienen alerta frente al racismo. Posteriormente, llegó a abarcar una conciencia de otras cuestiones de desigualdad social, de género y orientación sexual.

Desde finales de la década de 2010, también se ha utilizado como un término general para los movimientos políticos progresistas o de izquierda y perspectivas que alegan enfatizar la política identitaria de las personas LGBT, de las personas negras y de las mujeres. Como todo movimiento, generó su propia contracorriente. 

Un contrapeso que ahora está en auge, en la cresta de la ola, nada menos que con Donald Trump al frente de los Estados Unidos y escuderos como Elon Musk y otros magnates tecnológicos. 

En la Argentina el movimiento “woke” puede identificarse con las políticas sociales creadas y expandidas durante el kirchnerismo y particularmente los mandatos de Cristina Fernández. Bases sociales que atendían necesidades y carencias específicas. Pero que se volvieron un fin en sí mismo, sin producir transformaciones sólidas y sin atender demandas de otros sectores sociales supuestamente mejor parados en la escala social. La Asignación Universal por Hijo, el matrimonio igualitario y los subsidios energéticos fueron buenas herramientas y respuestas para un momento particular, pero con el tiempo perdieron efectividad. Y peor, dejaron a una enorme franja de la sociedad, la clase media, soportando una enorme carga casi sin red de contención. Brasil, que sacó a millones de la pobreza durante el primer mandato de Lula, sufrió el desplante de millones de trabajadores en una protesta histórica contra Dilma Rousseff por el aumento del boleto del transporte público. Fue la simiente de su propia caída y el ascenso de Jair Bolsonaro. 

Los beneficios eran para los de abajo y hasta para los de arriba. Esa clase media es ahora la base política anti woke, de la que se nutren Milei y Trump. Unidos por el espanto, no esperan reivindicaciones.  

Milei goza por eso de una enorme aceptación social. Cumplió con su palabra al contener la inflación y por ahora esa es su única arma. No hay promesa de contención social ni plan de crecimiento económico. La relativa estabilidad en los precios alcanza -habrá que ver por cuánto tiempo- para comience a palpitar una elección de medio término en la que no tendrá rivales sólidos: “Si las elecciones fueran hoy sacaríamos el 50% de los votos”, dijo el Presidente en una entrevista con la agencia Bloomberg

En la misma entrevista, Milei aseguró que bajó la pobreza 21 puntos -algo difícil de sostener- y cuestionó -sin pruebas que lo validen- que la homosexualidad “en sus versiones más extremas, la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil”.

También dijo que “el salario básico promedio creció de US$ 300 a US$ 1.100”, como prueba suficiente de su “éxito económico”. Nada dijo del poder de compra de esos dólares. La Argentina contradice el discurso oficial: está más cara que hace un año a pesar de la inflación a la baja. 

El lamento del campo tenía que ver con eso: los costos de producción se dispararon con un dólar planchado. Por eso se anunció la rebaja de retenciones para la soja y otros productos, por lo menos hasta junio de este año y una eliminación permanente para las economías regionales. En el caso de Misiones, la forestoindustria y el tabaco son los productos beneficiados, ya que la yerba y el té ya tenían retenciones cero, aunque sus industrias -y producciones- atraviesan crisis particulares. 

El ex presidente de Amayadap recordó que la eliminación de las retenciones fue un pedido sostenido durante años tanto por los empresarios del sector como por el Gobierno de Misiones. “En algunos casos, llegamos a solicitarlo casi por favor. Seguramente el Estado Nacional necesitaba esos ingresos en su momento. Ahora, con un equilibrio fiscal, se pudo tomar esta decisión que consideramos muy positiva”, comentó Abel Gauto Fechner.

No obstante, el empresario advirtió que la medida, aunque relevante, no es suficiente para resolver las dificultades estructurales que enfrenta el sector. Según explicó, la principal preocupación radica en el tipo de cambio, que permanece rezagado frente a la inflación. “Hoy la crisis de la forestoindustria no está vinculada tanto a las retenciones, sino al atraso cambiario. La inflación corre a un ritmo mucho más alto que el tipo de cambio, lo que genera una pérdida de rentabilidad”, detalló.

El ex presidente de Amayadap también destacó el papel del Gobierno de Misiones en las gestiones para la eliminación de las retenciones. “No solo el sector privado insistió en este reclamo, sino también el Gobierno provincial. Es un logro que se haya concretado esta medida y que beneficie a las economías regionales”, concluyó. La insistencia de la Provincia fue fundamental. En cada reunión, el tema estaba en agenda. 

Tiene razón Milei al proyectar un triunfo de medio término. No hay oposición en el peronismo y lo que queda en pie, lo quiere enfrentar con consignas que no se ajustan al presente. No parecen entender el proceso. Lo que queda de la alianza Cambiemos se conformará con integrar alguna lista. Por eso, el libro de pases está abierto. Del macrismo duro ya no queda nada. El radicalismo ensaya una tímida  reconstrucción, pero muchos de sus dirigentes se conformarán con algún cargo o puesto en una lista. Ya algunos se prueban el traje de candidatos en Misiones.  

Las verdaderas elecciones se darán en las provincias. No en todas hay referencias competitivas de la Libertad Avanza. En Misiones, el Presidente se encuentra más cómodo en una convivencia pacífica con la Renovación, que garantiza gobernabilidad y es ejemplo de muchos de los objetivos del propio gobierno nacional. El déficit fiscal Misiones hace años que lo tiene a raya y ni los momentos de contracción económica modifican ese rumbo: entre enero y septiembre del 2024, Misiones registró ingresos totales por $1.818.657 millones y gastos totales por $1.749.712 millones. De ese modo, la Provincia cerró el tercer trimestre del año con un superávit primario de $ 72.400 millones y un superávit financiero por $ 68.945 millones, mejorando fuertemente sus resultados fiscales respecto a igual período de 2023. 

En relación con los ingresos totales, Misiones vio una merma interanual del 14,6% en términos reales. Hacia dentro de estos, se observan bajas en la mayoría de sus componentes como ser tributos de origen nacional (-12,4%), tributarios de origen provincial (-9,9%), seguridad social (-5,6%), transferencias corrientes (-52,3%) y  transferencias de capital (-96,6%).

Por el lado de las erogaciones, el gasto total sufrió una caída del 17,7%. Aquí se destacan  componentes con importantes bajas como el Gasto de Consumo (-25,0%), Seguridad Social (-23,1%) y Gasto de Capital (-67,5%), mientras que las transferencias corrientes crecieron 17,6% impulsadas por envíos a organismos del sector público y a municipios.  

La deuda pública es otro ítem que Misiones tiene controlado desde hace dos décadas, cuando se inició el proceso de desendeudamiento de la mano del entonces gobernador Carlos Rovira. Al tercer trimestre del 2024, de acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda de Misiones, el stock de deuda pública totalizó $ 80.330 millones, cifra que al medirla en moneda constante, equivale a una reducción del 32,2% respecto a igual período  del año anterior. De este modo, Misiones lleva ya 27 trimestres consecutivos con bajas de su deuda pública, un proceso inverso al de la Nación y otras provincias vecinas.

La reducción real de la deuda pública misionera se evidencia, también, en su impacto en la estructura de ingresos de la provincia. El stock de deuda pública al tercer trimestre 2024 equivale apenas al 4,4% de los ingresos totales que tuvo la provincia en el período, el valor más bajo para un tercer trimestre en, por lo menos, una década. 

Al tercer trimestre del 2014, la deuda representó el 25,3% de los ingresos de ese período, descendió sistemáticamente hasta perforar el piso del 10% en 2021 y continúo  descendiendo hasta tocar el punto más bajo en este 2024. 

Por otro lado, el stock de deuda pública per cápita de Misiones equivale a unos 62.813 pesos por habitante, el quinto más bajo de todo el país y muy por debajo de la media del consolidado de provincias y CABA que marcó un stock per cápita de $ 480.752 millones por habitante.  

Esos sólidos resultados tienen como base a una política tributaria que garantiza autonomía y recursos propios. Esa autonomía permite tomar decisiones que estimulen la actividad económica: la Agencia Tributaria Misiones emitió una resolución que introduce modificaciones significativas al Régimen de Retención y Percepción del Impuesto sobre los Ingresos Brutos. Esta resolución, ratificada por el Ministerio de Hacienda, actualiza los montos y requisitos para los agentes de retención y percepción, adaptándolos a la realidad económica actual. Se trata de un beneficio fiscal para unas dos mil empresas de Misiones.

El beneficio alcanzará a los contribuyentes de alto interés fiscal y los contribuyentes cuya sumatoria de bases imponibles, declaradas o determinadas por la Dirección en el último ejercicio fiscal anterior, atribuibles a la totalidad de actividades desarrolladas -incluidas las que corresponderían a las exentas y/o no gravadas-, cualquiera sea la jurisdicción en que se lleven a cabo las mismas, superen la suma de 1.300 millones anuales de facturación bruta. Una vez superado ese límite, deberán actuar como Agentes de Retención del Impuesto sobre los Ingresos Brutos por toda adquisición de bienes o servicios que realicen. Se elevó el límite de facturación anual para ser considerado agente de retención y/o percepción de $650.000.000 a $1.300.000.000, lo que representa un aumento del 100% y el monto mínimo de Retención/Percepción de $4.500 a $10.000, un aumento del 122%. También hubo beneficios por el impuesto inmobiliario y se espera uno sobre el Parque Automotor.

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Los números que hay que mirar

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Los datos económicos marcan que Misiones cerró el año 2024 con una proyección positiva, después de un primer semestre con pérdida de empleo y parálisis de inversiones. El dato más fuerte es el de la construcción, que tiene a la provincia como protagonista: Posadas es la quinta capital del país donde más crecieron los permisos de construcción.  Hasta octubre, la capital misionera otorgó se 282 permisos de construcción, con una variación interanual de de 12,8 por ciento, por debajo de Neuquén, que lidera con 68,7 por ciento -atado al desarrollo de Vaca Muerta-, San Miguel de Tucumán, con 41, pero solo 55 permisos nuevos, San Juan, con 28,4 por ciento y 86 permisos y Ushuaia, con el mismo porcentaje y 344 permisos otorgados. Posadas está por encima de Capital Federal, que sólo registró un crecimiento de 12,5 por ciento. 

En Posadas el 12,8 por ciento de crecimiento interanual de permisos de edificación, fue acompañado por una expansión en superficie del 36,1 por ciento. En Corrientes los permisos cayeron 9,5 por ciento y la superficie 8,8 por ciento. En Resistencia los permisos bajaron 48,6 por ciento y la superficie 47,2 por ciento. En Formosa la caída fue de 30,8 y 8,4 por ciento, respectivamente.

Posadas es también, por lejos, la capital con crecimiento acumulado mayor en la región. Registra 282 permisos de construcción hasta octubre, con 173.691 metros cuadrados de superficie a construir. Corrientes tiene solo 143, con 70.592 metros cuadrados, Resistencia 188 y 43.610 metros cuadrados y Formosa 213, con 51.815 metros cuadrados. El último dato disponible también marca que hay 6.316 empleos registrados en la construcción. 

Esa recuperación va de la mano del otro dato, también de octubre, que marca un crecimiento del empleo registrado en el sector privado. Aunque el acumulado del año sigue en rojo, Misiones registra 103.646 asalariados formales en el sector privado, cifra que representa una suba en el orden mensual del 0,2%. Ese incremento generó la recuperación de 169 empleos en octubre. De este modo, en los últimos dos meses Misiones logró recuperar 734 empleos. 

Misiones es la única del NEA en superar los cien mil puestos de trabajo registrados en el sector privado. Corrientes tiene solo 78.596, Chaco 73.592 y Formosa sólo 38.886 empleos en el sector privado. En el Norte Grande, Misiones está tercera, detrás de Tucumán, con 160.214 empleos y Salta, con 127.110. En el ranking nacional, Misiones se ubica en el puesto once entre las provincias con más empleo por debajo del big five -Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Córdoba y Mendoza-, Salta, Tucumán, Entre Ríos y Neuquén, apalancada sobre el atractivo de inversiones que es Vaca Muerta.

El saldo cobra mayor dimensión si se tienen en cuenta los factores externos que enfrentó Misiones durante todo 2024. La devaluación de diciembre de 2023 con la que se presentó en sociedad el presidente Javier Milei, trajo nuevamente consigo las asimetrías externas y agigantó las internas -los combustibles están, en promedio, cien pesos más caros que en Buenos Aires-. El desbalance económico convivió con la parálisis de la inversión pública nacional en infraestructura y un ajuste inédito en transferencias a las provincias, además de recortes en programas sociales y en áreas críticas como salud y educación. Misiones absorbió el impacto mucho mejor que otras provincias y pudo pasar la etapa crítica sin demasiados sobresaltos. 

De todos modos, hay situaciones que no dependen de lo que pueda hacer la Provincia. El desfinanciamiento en infraestructura comienza a hacerse insoportable. Tanto que la Confederación Económica de Misiones, complaciente hasta aquí con las políticas de ajuste, tuvo que salir a reclamar que Nación parche los baches que surgieron en las rutas nacionales 12 y 14 tras un año de desinversión, pese a que en diez meses los peajes aumentaron un acumulado de 379,8 por ciento. El mismo año en el que los combustibles aumentaron 262 por ciento y con ello la recaudación del impuesto destinado a financiar el mantenimiento de caminos, rutas y obras de infraestructura como accesos y puentes. El altar del déficit cero devoró todos los recursos. En Misiones, en cambio, la Provincia asiste a los municipios para la compra de maquinaria pesada para mejorar caminos, accesos y rutas productivas. El viernes el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, entregó máquinas a estrenar a diez municipios. Desde julio de 2024, 23 municipios han sido beneficiados por este programa, que movilizó más de 5 millones de dólares. En diciembre se entregaron 12 máquinas con una inversión de 2.208.065.591 de pesos, y se prevé sumar otros 6 créditos equivalentes a 1.264.885.201. Los créditos del programa tienen condiciones diferenciadas. Los municipios de primera categoría disponen de 24 meses para la devolución con una bonificación del 38% de la tasa Badlar, mientras que los de segunda categoría cuentan con 36 meses y una bonificación del 69%.

El otro sector que sintió de lleno el cambio de época fue el yerbatero, con un sector productivo hundido en la desregulación y una industria que enfrentó una inesperada caída en la demanda interna. Aunque parezca un detalle menor, los paquetes de medio kilo ganan paulatinamente terreno ante los de un kilo, lo que evidencia que no se perdió la costumbre del mate, sino que flaquea el bolsillo. Los precios en las góndolas, mal que le pese a Federico Sturzenegger, el ministro desregulador, no bajaron: aumentaron 91,9 por ciento desde diciembre pasado. La rentabilidad yerbatera no se quedó en Misiones. 

La producción se plantó en un precio mínimo de 450 pesos para iniciar la cosecha gruesa y se recuesta en el acompañamiento del Gobierno provincial. Es un valor que respalda la administración de Hugo Passalacqua, aunque legalmente no tenga cómo hacerlo tangible tras la pérdida de facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate, con el DNU de la desregulación de la economía. La apuesta es la trazabilidad, para monitorear costos de producción, stocks y premiar a las industrias y cooperativas que paguen precios acorde. 

La Provincia también atiende el frente del consumo, pilar clave del empleo y la actividad. Los Ahora tienen garantía asegurada en los primeros meses del año y fueron pilar del consumo durante todo 2024 en un contexto de caída del consumo en el país y asimetrías cambiarias con Brasil y Paraguay. 

Según la Cámara de Comercio de Posadas, estos programas permitieron sostener e incluso aumentar el nivel de ventas en diversos rubros, evitando así una caída más pronunciada.

Desde el Gobierno provincial se trabaja en la incorporación de nuevos medios de pago, promociones y beneficios. También se analizan posibles ajustes en las condiciones de los programas para mejorar la competitividad del comercio misionero frente a las ofertas en países vecinos. Entre las opciones evaluadas se encuentran cambios en la estructura de cuotas y reintegros, teniendo en cuenta el impacto financiero que cada alternativa conlleva.

El respaldo financiero de la Provincia a través de esos programas sirvió sin dudas para soportar el vendaval. Y la confianza del sector empresario en una pronta recuperación se refleja no sólo en las palabras de los muchos entrevistados por Economis, sino por los datos duros: el número de empleadores en Misiones creció 1,6% mensual en octubre, aunque todavía está 3,8% debajo de los niveles previos al cambio del gobierno nacional. 

¿Por qué todo este escenario cobra relevancia? Porque sirve para evaluar la situación en el contexto nacional. El contraste es fuerte y marca que como nunca, la estabilidad y recuperación económica dependerán mucho más de las gestiones locales que de la “macro”.

Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, en la Argentina se perdieron 11.931 empleadores, señala el último estudio del Centro de Economía Política Argentina. En términos absolutos, “Comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos automotores y motocicletas” es el sector más afectado, con una pérdida de 2.515 empleadores. En términos relativos, el sector más afectado es la construcción, que ha registrado una pérdida del 6,5% en el total de empleadores. En el mismo período, se perdieron 215.981 puestos de trabajo registrados en unidades productivas (-2,19%).

El sector de la Construcción es el más afectado en términos de pérdida de puestos de trabajo, con una disminución de 85.233 trabajadores. También es el más afectado en términos relativos (-17,9%).

Si se analiza la reducción de casos de empleadores, se observa que los principales afectados, en estos primeros diez meses de la gestión de Milei, son las empresas de hasta 500 trabajadores/as: 99,5% del total de los casos (11.870 empresas menos). Por el contrario, la cantidad de empleadores de más de 500 trabajadores/as explican sólo el 0,5% (61 casos). En un año marcado por la recesión, el empleo registrado experimentó un fuerte retroceso, en una economía donde más del 30% de la actividad está en negro.

Pese a que en octubre último mejoró el empleo asalariado privado en 5.600 personas, la cantidad de personas con trabajo registrado retrocedió 0,2%, con unos 25.600 trabajadores menos. Durante el año, el trabajo independiente creció 3% (+90,800 trabajadores) impulsado por el monotributo social (+11,7%). 

Esa es la radiografía económica del año de Milei en el poder. La política es otra. El Presidente sigue gozando de buena imagen con números mucho más positivos en las encuestas. 

Con esos datos en mano, se envalentona para armar una nueva alianza con el Cambiemos residual, encabezado por un Mauricio Macri obligado a ir al pie. ¿El objetivo conjunto? “Derrotar al kirchnerismo”. Pobre plan de Gobierno, sobre todo si se tiene en cuenta que del kirchnerismo queda poco y nada, con un partido Justicialista atontado bajo la conducción de la Jefa que como nunca encuentra resistencias internas. ¿Derrotar al kirchnerismo y después qué? No hay una hoja de ruta clara aún en la incipiente nueva alianza, aunque los modelos económicos y los protagonistas se repiten. En definitiva, el programa económico está condicionado por el impagable préstamo que la Argentina gobernada por Macri tomó del FMI. El organismo ahora elogia las reformas de Milei y desliza críticas -no autocríticas- al acuerdo con el ex presidente: un estudio reciente señala que Argentina no logró recuperar la sostenibilidad financiera tras el fallido acuerdo Stand-By de 2018 y se vio forzada a pagar vencimientos por USD 35.000 millones entre 2022 y 2023, con una inflación elevada, déficit fiscal, escasez de reservas y una deuda pública considerable.

El informe concluyó que el programa no contempló un ajuste proporcional a la magnitud de los desequilibrios fiscales y de balanza de pagos del país. La estrategia gradual de reformas, sumada a los shocks económicos y a una ejecución deficiente, derivó en resultados muy inferiores a los previstos. El ministro que acordó ese plan era Luis Caputo. El mismo de ahora. 

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Los juegos de la paciencia

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El presidente Javier Milei enfrentará su primer desafío electoral decidido a no sacar el pie del acelerador. Tras el primer año de gestión con récord de ajuste y reformas, anunció proyectos igual de controversiales, como la profundización de la reforma laboral y previsional. Lo acompañan datos económicos favorables, como el achatamiento del índice de inflación y achique del Estado, que gozan de la aprobación mayoritaria. También otros indicadores, como tarifazos permanentes, pobreza en alza y problemas laborales complejos: desempleo en torno al 7 por ciento y ocupados demandantes que pasaron del 16% al 17,6%, una cifra más del doble que la desocupación.

Milei no parece preocuparse por esas minucias. “Estamos frente al proceso de transformación más ambicioso de la historia argentina y que, complementado con nuestras reformas en materia de salud, educación, trabajo y legales, en un contexto de mayor seguridad interna y externa, hizo que 2024 no sólo haya sido el año bisagra de nuestra historia, sino que además, simplemente manteniendo lo ya realizado, 2025 será el inicio de la reconstrucción de Argentina para que luego de 40 años volvamos a estar al tope del mundo”, prometió el Presidente en una carta publicada en las últimas horas.

Señala que el sólo hecho de alcanzar el equilibrio fiscal asegura una tasa de crecimiento anual del 4,5% per cápita, esto es, “en 15,6 años duplicaríamos nuestro PIB/c”.

El mandatario marca que “sólo considerando el DNU 70/23 y la Ley Bases se implementó una reforma estructural ocho veces más grande que la de Menem, lo cual ha implicado que Argentina suba 70 puestos en términos de libertad económica”

Los daños colaterales son un detalle. El objetivo está siendo cumplido y, como en un deja vú de los 90, la clave electoral estará en la paciencia que tengan los argentinos para sostener el rumbo. 

Los contrastes están a la vista. Mientras avanza la “transformación”, se cierran empresas y se pierde empleo. Un estudio del Centro de Economía Política Argentina detalla que la cantidad de empleadores se redujo en 11.931 casos, pasando de 512.357 en noviembre de 2023 a 500.426 en septiembre de 2024. Los sectores más impactados en términos absolutos fueron el comercio al por mayor y menor, que perdió 2.515 empleadores, seguido por el transporte y almacenamiento (-2.187) y la construcción (-1.417). En términos relativos, la construcción encabezó las pérdidas con una reducción del 6,5%, evidenciando una contracción significativa en su base empresarial.

La cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas cayó un 2,19% durante el mismo período, lo que equivale a 215.981 empleos menos. La construcción volvió a ser el sector más afectado, con una disminución de 85.233 trabajadores (-17,9%). Le siguieron el transporte y almacenamiento (-55.316) y la industria manufacturera (-37.530). 

El último dato, que involucra a Misiones, fue el cierre de la planta industrial de Dass en Coronel Suárez. La fábrica de zapatillas de capitales brasileños anunció el despido de 300 empleados y la concentración de sus operaciones en Eldorado, donde tienen una segunda planta. El argumento de la firma es que la mudanza “se enmarca en la necesidad de adaptar las operaciones a la nueva dinámica del mercado en la Argentina, que plantea un cambio de ciclo económico, caracterizado por nuevas condiciones comerciales”. Nuevas dinámicas puede leerse como sinónimo de la apertura de importaciones y mayores costos de producción. 

Otro tanto ocurre con las fronteras. Los centros turísticos argentinos están ante una temporada mínima. La costa argentina tiene una ocupación de poco más del 60 por ciento. Las rutas a las playas de Brasil están repletas. Punta del Este también. 

Sin embargo, de acuerdo con un estudio realizado por las consultoras Taquion y REF, el 87% de los empresarios encuestados anticipa un crecimiento económico para 2025. En detalle, el 58% estima avances en el rango del 3% al 5%, mientras que un 22% espera incrementos de entre el 5% y el 10%. Cabe destacar que los empresarios mayores de 60 años se muestran como los más optimistas.

Puntualmente, sobre la política económica del Gobierno, el 88% las evalúa favorablemente para el desarrollo empresario del país. Entre los factores que contribuyen al desarrollo positivo, el 73% destaca la estabilidad macroeconómica, el 58% las políticas gubernamentales pro mercado; un 50% el acceso al crédito y financiamiento; el 39%, acceso a mercados internacionales; el 38% la cultura empresarial; el 38%, la educación y formación de capital humano; el 33% la estabilidad política y el 29% el desarrollo y la innovación.

Sergio Doval, CEO del Grupo Taquion, aseguró que los empresarios destacan la baja de la inflación y confían en que el Gobierno resolverá el resto de los problemas, que de todos modos ya estaban previamente.

Doval también indicó que “en Argentina se modificó muy rápidamente en un año la forma en que los empresarios encaran el negocio. Antes, lo principal era la búsqueda de rentabilidad y ahora se está cambiando el foco a controlar gastos, ser más eficientes y obtener la rentabilidad a través de un mejor desarrollo de la operación. En Inglaterra, por ejemplo, un negocio que deja 6% de rentabilidad anual es algo extraordinario, y en Argentina nadie ponía un negocio por menos del 20% anual”.

Ese optimismo cauteloso puede observarse en las entrevistas que realizó Economis a los líderes empresarios de Misiones. Muchos coinciden en que hay que revisar proyecciones, pero que están las bases para un mejor año. Las principales empresas misioneras sostuvieron el empleo y proyectan inversiones para superar el tiempo de crisis. Los datos económicos de Misiones son mejores que en la región. Las exportaciones de las Pymes misioneras son las cuartas de mayor crecimiento en el país, con 41,9 por ciento -en el país la variación fue 27,3 por ciento- y ventas por 134,5 millones de dólares. Hay con qué, aunque el dólar planchado afecte la rentabilidad y las empresas misioneras deban soportar mayores costos que en el resto del país. La nueva suba del combustible agrandó la brecha entre los precios misioneros y los de Capital Federal: la nafta súper cuesta 1.226 pesos, (+$98 respecto a CABA), mientras que la Infinia Diesel vale 1.531, 139 pesos más que en CABA. En promedio, cien pesos más por litro.
 

Las reglas cambiaron. La paciencia también. No entenderlo implica proyectar sin rumbo. Eso le está sucediendo a la oposición. Primero creían que Milei se caía solo. Después que los tarifazos iban a despertar la ira ciudadana. Ahora que no tendrá armados sencillos para las legislativas. 

El peronismo sigue actuando como si en cualquier momento el país corriera a abrazarlo con urgencia. El Cambiemos residual, como si Milei necesitara un respaldo que a todas luces no busca ni requiere. Milei es su propia carta ganadora y seduce al votante amarillo con las transformaciones que Mauricio Macri prometió pero no cumplió. El radicalismo sostiene su papel de partenaire. Donde le dejan estar, estará cómodo. Sus dirigentes no asumen la identidad opositora y tienen pruritos con la posibilidad que los confundan con oficialistas.

La disputa real de la política estará en las provincias. Por eso se descarta que muchos imitarán al intendente porteño, Jorge Macri, el primero en desdoblar los comicios. Los gobiernos locales deberán revalidar los pergaminos en un escenario distinto. La Renovación entendió eso a la perfección y trabaja en consecuencia. Desde hace 20 años, desde el gobierno de Carlos Rovira, tiene los números en orden y autonomía para sostener el rumbo. Al mismo tiempo, garantiza gobernabilidad en el Congreso, por lo que las huestes de la Libertad Avanza, no encuentran necesidad de confrontación directa. Adrián Núñez, su referente local, se nutrió políticamente en la Renovación. 

Esa situación desconcierta a la oposición misionera, con diputados y senadores que se desviven por una foto y sobreactúan un mileísmo tardío. Su máxima aspiración es un lugarcito en alguna lista. 

La Renovación se prepara para su propio juego electoral, con un dato a favor: muchas de las políticas nacionales se aplican en Misiones desde hace años, sin resignar contención social. 

“El equilibrio fiscal es un emblema de la Renovación. Esto nos permite financiar programas como los Ahora, obras públicas y líneas de crédito, garantizando el desarrollo de la provincia. Mientras otras jurisdicciones enfrentan déficits, Misiones cierra el año con cuentas ordenadas y sin tomar deuda. Este modelo es una muestra clara de cómo un Estado presente puede ser un motor de desarrollo económico y social”, definió el secretario de Hacienda, Adolfo Safrán.

El equilibrio fiscal y la recaudación propia dan sustento a políticas propias que pueden sobrevivir pese al ajuste. Misiones, por el ajuste nacional, perdió unos $254.678 millones durante 2024. El consolidado de las provincias y CABA, a su vez, perdieron unos $ 8,6 billones. 

Sin lamentos, Misiones se acomodó en el escenario y se mantiene en acción, aunque no resigna reclamos. El gobernador Hugo Passalacqua anunció “la primera buena noticia del año”, con la continuidad de los programas Ahora hasta el 31 de marzo. Programas clave para sostener el consumo, rinden en modo superlativo en momentos de ajuste. En los últimos meses, estos programas han mostrado resultados positivos. Según datos oficiales, “Ahora Misiones” incrementó las ventas minoristas en un 15% durante el último trimestre de 2024. Entre enero y agosto de 2024, las ventas generadas por los diferentes planes alcanzaron un total de 32.725 millones de pesos, lo que representó un incremento del 10% respecto al mismo período del año anterior, a pesar de la crisis económica nacional.

En octubre, tras una mejora en las condiciones de financiamiento y los topes de ventas, el uso de los programas “Ahora” experimentó un salto significativo, con un crecimiento del 31%. Este incremento generó ventas por más de 42.870 millones de pesos, un monto comparable con todo lo registrado en 2023.

Esa ingeniería financiera que Misiones puso en marcha en 2018, con un iniciático Ahora Pan, permite ahora disputar ventas con competidores asimétricos como Encarnación o las múltiples ciudades de frontera de Brasil. Argentina es más cara para los argentinos y muy barata cruzando de vereda. Por eso los reintegros y las cuotas son herramientas saludables para los comercios y para la propia recaudación, siempre que el dinero quede circulando en la provincia.

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