Nuevos registros muestran a dos cachorros de unos seis meses de vida. Son las primeras crías de Porã, una hembra liberada junto a su madre y su hermana en 2021, cuando todavía era una pequeña cachorra. Fueron ellas las primeras de su especie en pisar nuevamente el suelo correntino, luego de más de 70 años de extinción.
“El nacimiento de estas dos nuevas crías nos emociona y sigue afianzando el primer proyecto de reintroducción de yaguareté a nivel mundial”, señalaron desde el proyecto de Rewilding liderado por la fundación de Douglas Tompkins.
A menos de tres años de la primera liberación, ya hay al menos 20 individuos viviendo en libertad en Iberá, lo que representa aproximadamente el 10% de la población de yaguaretés de todo el país. Corrientes se posiciona como la provincia con más yaguaretés del Gran Chaco argentino y el Parque Nacional Iberá se encamina a convertirse en el parque nacional argentino con la mayor cantidad de estos felinos.
El gran tigre americano vuelve a Corrientes, recuperando la salud y funcionalidad del ecosistema, y brindando prosperidad a las comunidades locales que tienen más oportunidades de desarrollo en torno al turismo de naturaleza.
La fundación Vida Silvestre presentó el último estudio sobre el estado del yaguareté en Misiones. Estiman que hay 93 felinos en estado salvaje, tres más que en 2021, cuando había 90 registros.
A través de la cooperación entre los países que integran una de las regiones donde vive el tercer felino más grande del mundo, hoy se difunden los resultados del relevamiento que se realiza periódicamente desde hace 20 años para monitorear a la población de yaguaretés del Bosque Atlántico del Alto Paraná.
Los resultados del monitoreo indican que, en comparación con datos previos, la población se encuentra estable, con un tamaño total estimado entre 72 y 122 yaguaretés (con una media de 93). El estudio se realiza sobre el mayor remanente de Bosque Atlántico del Alto Paraná en el mundo, integrado por la selva misionera (de Argentina) y los Parques do Iguacu y do Turvo (de Brasil).
El estudio de monitoreo de la población de yaguaretés se realiza cada dos años a través del trabajo conjunto entre el equipo de científicos de Proyecto Yaguareté de Argentina (CeIBA-UNAM-CONICET), y el equipo del Proyecto Onças do Iguaçu de Brasil (ICMBio-PNI), que cuentan desde hace más de 20 años con el apoyo de la Fundación Vida Silvestre Argentina, WWF-Brasil y otras instituciones. El estudio constituyó un gran esfuerzo que abarcó más de 580.000 hectáreas de los dos países, donde se colocaron 224 estaciones de muestreo provistas con cámaras trampas.
El yaguareté: ¿por qué es importante su conservación?
El yaguareté (Panthera onca) es el felino más grande del continente americano y el tercero a nivel mundial, después del león y el tigre asiático. La especie se encuentra en peligro crítico de extinción en Argentina debido a la pérdida de hábitat, el atropellamiento en rutas y la caza ilegal del felino y sus presas.
La conservación de este felino va mucho más allá de la protección de una sola especie. La conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural. Estos esfuerzos no solo protegen toda la vida silvestre en el paisaje que representa el hábitat del yaguareté, sino que también ayudan a diversificar las oportunidades económicas para las comunidades locales y contribuyen a mitigar y adaptarse al cambio climático global.
¿Qué nos dicen estos nuevos datos?
Por un lado, nos indican que el yaguareté ha logrado salir del estado crítico en el que se encontraba hace un par de décadas atrás, cuando estuvo muy cerca de la extinción local. Este hecho debe ser reconocido y celebrado. Pero al mismo tiempo, el reciente estudio sugiere que la población de yaguaretés dejó de crecer, aun habiendo hábitat suficiente para más animales. Existen todavía obstáculos que impiden su recuperación definitiva, es decir, para que la población de yaguaretés del Bosque Atlántico logre alejarse definitivamente de la situación de amenaza en la que subsiste hoy en día.
Metodología ¿Cómo se realiza el monitoreo?
El estudio lo realizan científicos del Proyecto Yaguareté (CeIBA-UNAM-CONICET) junto a investigadores de Projeto Onças do Iguaçu (Instituto Pro-carnívoros) y es apoyado por la Fundación Vida Silvestre Argentina, y la Organización Mundial de Conservación (WWF) de Brasil, junto a instituciones gubernamentales y aliados de ambos países. La información es obtenida a partir del análisis de imágenes tomadas por cámaras trampa. Las cámaras trampa son cámaras fotográficas que se activan con un sensor que capta temperatura y movimiento, entonces cuando un animal de sangre caliente pasa delante de las mismas se toma una fotografía o filma un video. Mediante ellas es posible monitorear a la especie en sitios clave, para estimar el tamaño y la densidad de sus poblaciones.
Las fotografías de yaguaretés obtenidas son separadas e individualizadas mediante un análisis del patrón de manchas del pelaje, únicos e irrepetibles en cada animal. Posteriormente, mediante modelos matemáticos se estima el número de individuos presentes en el área relevada, que por lo general es mayor al número de individuos registrados en las cámaras. En base a ese análisis, se logra obtener una estimación poblacional y un rango posible asociado, que indican la cantidad mínima y máxima de individuos que podría tener la población, ya que por cuestiones metodológicas no es posible obtener un dato exacto.
“Los datos del monitoreo demuestran que los esfuerzos de conservación del yaguareté están brindando resultados ya que dan cuenta de una población estable, pero sigue siendo imprescindible hacer más para que el felino y sus presas sobrevivan. Es por eso que el trabajo conjunto y el compromiso de organizaciones ambientales, la comunidad y el gobierno tiene que incrementarse. El yaguareté es considerado un indicador de la salud de la biodiversidad, y de los servicios ecosistémicos y la calidad de vida de las personas. Si el felino más grande de nuestro continente está en riesgo, nosotros también” indicó Fernando Miñarro, director de conservación de Fundación Vida Silvestre Argentina. “Además, tenemos el marco del nuevo acuerdo del Convenio de Diversidad Biológica que se alcanzó en diciembre de 2022 para que el incremento de los esfuerzos se haga realidad por el yaguareté y toda la biodiversidad. Es momento que los gobiernos nacionales y subnacionales transformen con fuerza los compromisos asumidos en acciones concretas, tangibles y medibles para encaminar la recuperación a 2030 de esta emblemática especie”.
“En este relevamiento se obtuvieron fotografías de 55 yaguaretés diferentes, y los modelos poblacionales nos indicaron que viven en la región algo más de 90 animales. El tamaño poblacional se ha mantenido estable durante los últimos 6 años, y si consideramos que en el año 2005 teníamos solamente alrededor de 40 animales, podemos considerar que las medidas para conservar la especie han dado buenos resultados. Sin embargo, las presiones que amenazan a la especie siguen latentes y en algunos casos creciendo, por lo que debemos redoblar los esfuerzos para mantener a la especie lejos de la extinción” indicó Agustín Paviolo, investigador del CONICET y Coordinador del Proyecto Yaguareté.
“El yaguareté estaba casi extinto en el Corredor Verde Brasil-Argentina a principios de este siglo. Es por eso que es muy alentador ver que la población de este felino se ha estado recuperando durante más de una década, habiéndose duplicado entre 2005 y 2016, y ahora estabilizada. El resultado muestra la importancia de mantener este proyecto de monitoreo de manera constante y bien estructurado, y reducir las amenazas que afectan la supervivencia de la especie”, Felipe Feliciani, Analista de Conservación WWF-Brasil.
Los resultados del monitoreo poblacional de yaguaretés para la selva misionera fueron presentados hoy durante una conferencia de prensa realizada en Posadas, con la participación del director regional de la Dirección Regional NEA de la Administración de Parques Nacionales, Daniel Crosta, el Ministro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de Misiones, Víctor Kreimer, el responsable de Proyecto Yaguareté, Agustín Paviolo, Fernando Miñarro, director de conservación de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Yara Barros de Onças do Iguaçu.
En Corrientes, como en Chaco, se está llevando a cabo un proyecto de reintroducción del mayor felino de América: el yaguareté.
En Corrientes se encontraba extinto y en Chaco en situación crítica. En ambos proyectos se cuenta con recintos que albergan hembras y machos para reproducirlos y donde aquellos individuos liberables puedan, en un futuro, caminar en libertad tanto por los Esteros del Iberá como por el monte chaqueño.
En esta ocasión, trasladamos a Tania y su segunda camada de cachorros, Quiyoc y Overo, desde El Impenetrable hasta Iberá. Allí los cachorros se criarán junto a su madre en los inmensos corrales del Centro de Reintroducción del Yaguareté ubicado en la Isla San Alonso. Una vez que los cachorros alcancen la adultez podrán ser liberados y pasar a formar parte de la población silvestre.
Gracias al trabajo conjunto de ambos proyectos, las dos provincias, los dos parques nacionales, Iberá y El Impenetrable, acciones de manejo activo y a la toma de decisiones audaces, los ecosistemas de ambos parques están comenzando a recuperar a su depredador tope y, con él, su salud y funcionalidad.