Tras dos fracasos en el “altar”, el Gobierno ya no le buscará “novia” al Puerto de Posadas
Tras el fracaso de dos licitaciones públicas que quedaron desiertas, el Gobierno de Misiones decidió que se hará cargo directamente del Puerto de Posadas y ya no insistirá en licitarlo a un operador portuario de experiencia, como viene intentando desde hace dos años. Ahora buscará contratar en forma directa a un operador.
¿Cuál es la diferencia? Básicamente que ahora el Gobierno deberá conseguir a una empresa que sepa de operación portuaria y deberá pagarle para que haga el trabajo. Es decir, atraer la carga, despacharla y atraer a las empresas navieras a la terminal posadeña.
Además, el Tesoro provincial deberá afrontar las inversiones en grúas, depósitos, oficinas y demás infraestructura que necesita el puerto. Estas inversiones se calculaban en torno a los $60 millones (u$s 3 millones de dólares) cuando se lanzó la segunda licitación en marzo pasado. Hoy el monto podría ser, como mínimo, el doble de esa cifra.
Sin la licitación
Con la licitación, la idea era que un concesionario se hiciera cargo de todas esas inversiones y, principalmente, de desarrollar el negocio. A cambio, incluso, se preveía que pagara un modesto cánon a la provincia. Pero esa idea -de máxima- ya no se ve viable. Cabe destacar que el actual contexto económico también atenta contra una nueva licitación.
Si ya era cada vez más difícil conseguir interesados en invertir a principios de año, con la crisis financiera y la incertidumbre reinantes esas dificultades se multiplican.
En la última semana, dos altas fuentes oficiales confirmaron a Economis que este será el camino que elegirá el Gobierno. Incluso, ayer en la Casa Rosada se tocó el tema ante el presidente Mauricio Macri. Sucede que la reactivación del puerto de Posadas es un tema recurrente cuyos avances figuran en el temario de la Mesa Forestal por ser este sector el primer usuario natural de la futura terminal.
Pero crisis financiera al margen, el principal motivo por el cual se decidió cortar por lo sano y elegir este camino es la enorme dificultad que encontró la provincia en conseguir operadores interesados. O “candidatas” casaderas dispuestas a dar el sí a un puerto que no es precisamente “el soltero más codiciado”.
A eso, encima, hay que sumarle los borrosos motivos por los cuales la flamante Administración Provincial del Puerto de Posadas decidió interrumpir los dos procesos licitatorios a pesar de que contaba con dos candidatos que parecían más que potables en el primer intento. Y con uno solo en el segundo.
En la primera licitación hubo dos oferentes, el Grupo Argenmar y el paraguayo Grupo Fénix, de experiencia en el vecino país, pero que aquí no convenció a las autoridades. La Administración Provincial del Puerto de Posadas y Santa Anta (APPSA), conducida por Luis Lichowski, decidió declarar desierta la licitación aquella vez por considerar que ambos no cumplían los requisitos técnicos.
Este año volvió a intentar con una segunda licitación, invitando nuevamente a Argenmar y Grupo Fénix y haciendo esfuerzos para convocar a nuevos participantes. El proceso fue lanzado en el Palacio San Martín en marzo pasado con la presencia de Luis Etchevehere.
Peor la búsqueda fue infructuosa. Se presentó apenas un oferente cuando abrieron los sobres: nuevamente el paraguayo Grupo Fénix.
Parecia que el camino estaba allanado para que los paraguayos pusieran por fin en marcha la terminal de Nemesio Parma. Sin embargo, APPSA volvió a negarle la posibilidad de avanzar con el proceso de licitación en la etapa del sobre 1, sin aclarar nunca los motivos para esa nueva descalificación. Es decir, el Grupo Fénix no logró pasar la etapa de análisis de antecedentes.
Surgieron versiones que hablaban de ciertas reservas del Ministerio de Seguridad, conducido por Patricia Bullrich, respecto de los antecedentes de Fénix. Sin embargo, nunca se dijo nada oficialmente. Lichowski declaró que el grupo paraguayo no cumplía los requisitos mínimos pero no dio mayores precisiones.
Hace diez días vino el gerente del Grupo Fénix, Ruben Alamo, a pedir explicaciones sobre los motivos de la nueva descalificación. “Nos discriminan por ser paraguayos”, dijo Alamo, en una conferencia de prensa informal que dio en la puerta de la Casa de Gobierno. “No somos narcos y no tenemos nada que ocultar, de hecho, estamos dando la cara”, le dijo a los periodistas.
El nuevo rechazo no fue gratuito para Misiones. Grupo Fénix es uno de los operadores portuarios y de barcazas más grandes y prestigiosos de Paraguay, que, como se sabe es una potencia que multiplica por diez a la Argentina cuando se trata de desarrollo fluvial. Desairar dos veces a Fénix no es gratis para la flamante e inexperta APPSA, en el ambiente portuario la entidad que conduce Lichowski quedó muy desprestigiada.
Por todo eso, intentar una nueva licitación aparece como un imposible. En la primera hubo 2. En la segunda hubo 1 sola empresa, que quedó muy enojada con APPSA. No hay que hacer muchas cuentas para concluir que no habrá una próxima oportunidad de licitar el puerto.
Sin mayores alternativas y con la necesidad de cumplir con las expectativas que generaron con la reactivación del puerto de Posadas, ahora el Gobierno de la provincia decidió tomar el toro por las astas y dejar de buscarle “novia” a la terminal.
No era para menos, entre las altas exigencias del “novio” y la falta de candidatas interesadas, el final no podía ser muy distinto.