Ucrania reivindicó el atentado contra el alto cargo militar ruso, Igor Kirillov, que murió en una explosión en Moscú.

El servicio de inteligencia de Ucrania (SBU) se atribuyó el asesinato de alto general Igor Kirillov, jefe de las fuerzas nucleares de Rusia, y su ayudante, Ilya Polikarpov, cerca de un edificio residencial en Ryazansky Prospekt, Moscú.

“La eliminación del jefe de las tropas de protección radiológica y química de la Federación Rusa es obra del SBU”, afirmó una fuente a Reuters.

El teniente general Igor Kirillov, quien era jefe de las Tropas de Protección Nuclear, Biológica y Química de Rusia (RKhBZ), murió cuando una bomba oculta en su monopatín eléctrico o scooter explotó.

Las RKhBZ son fuerzas especiales que operan en condiciones de contaminación radioactiva, química y biológica y cuya tarea es proteger a las fuerzas terrestres que operan en condiciones extremas.

El cuerpo de Igor Kirillov tras la explosión.

Este martes (17/12) el comité de investigación ruso confirmó la muerte del general: “El 17 de diciembre por la mañana explotó un artefacto explosivo colocado en un monopatín cerca de la entrada de un edificio residencial en la avenida Ryazansky de Moscú. Como resultado del incidente murieron Ígor Kirillov, jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, y su ayudante”, se lee en el comunicado.

La explosión dañó los cristales del primer al tercer piso y también rompió cristales en la casa de enfrente, según supo Ria Novosti.

En relación con la muerte de dos militares, se ha abierto una causa penal en virtud de los artículos “Asesinato”, “Atentado terrorista”, “Tráfico ilegal de armas y municiones”.Asesinato de alto perfil

Kirillov, de 54 años, es el oficial militar ruso de mayor rango asesinado dentro de Rusia por Ucrania y su asesinato probablemente impulsará a las autoridades rusas a encontrar una forma de vengar su asesinato.

De hecho, Dmitri Medvedev, amenazó con que el gobierno ucraniano se enfrentará a una venganza inminente: “Conscientes de la inevitabilidad de su derrota militar, lanzan ataques cobardes y despreciables en ciudades pacíficas”, afirmó.

Según el SBU, el general ruso había ordenado el uso de armas químicas contra las fuerzas de defensa de Ucrania. En el informe se menciona específicamente al teniente general Igor Kirillov. “Bajo las órdenes de Kirillov, desde el comienzo de la guerra a gran escala se han registrado más de 4.800 casos de uso de municiones químicas por parte del enemigo”.

En concreto, se trata de las granadas de combate K-1, que están cargadas con sustancias irritantes y venenosas CS y CN. Su uso está prohibido por la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción, de 13 de enero de 1993, según Ukrainska pravda.

“Más de 2.000 militares de las fuerzas de defensa de Ucrania han sido enviados a hospitales militares y otras instituciones médicas con diversos grados de intoxicación química durante la invasión a gran escala de Rusia”.

Rusia niega las acusaciones ucranianas de que utiliza armas químicas en el campo de batalla. Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, rindió homenaje a Kirillov, diciendo que había trabajado “sin miedo” por “la Madre Patria” para exponer “crímenes relacionados con armas químicas” y otros crímenes de Occidente y lo que Moscú dice que fueron encubrimientos en Siria y otros lugares.

Rusia reconoció que Ucrania ha llevado a cabo una serie de asesinatos selectivos en su territorio desde el inicio de la guerra a gran escala de Moscú contra Ucrania en febrero de 2022.

Los casos más destacados incluyen el asesinato en 2022 de Darya Dugina, la hija del ideólogo nacionalista ruso Alexander Dugin, en un ataque con coche bomba, el asesinato del bloguero pro guerra Vladlen Tatarsky en un atentado con bomba en un café en 2023 y el tiroteo el año pasado de un comandante de submarino ruso acusado de crímenes de guerra por Kiev.

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