Día: 7 enero, 2023

RCP: Acciones que pueden salvar vidas

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Desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), en conjunto con la Fundación Cardiológica Argentina, brazo hacia la comunidad de la SAC, recordaron que en un paro cardíaco súbito el corazón se detiene, la persona se desvanece, no responde y deja de respirar. Este episodio requiere que varios factores se conjuguen para lograr una mejor supervivencia. La asociación estadounidense del corazón ha descripto estos factores a través de la metáfora de una cadena formada por 6 eslabones, compuesta por el reconocimiento del paro cardíaco, el llamado a la ambulancia, la realización de RCP, el uso del desfibrilador externo automático (DEA), la atención en la ambulancia y el tratamiento médico definitivo. De esos eslabones, los cuatro primeros tienen un rol fundamental en lograr que la persona que sufre un paro cardíaco tenga las mejores posibilidades de llegar con vida al hospital.

“Es sustancial destacar el rol de la persona más importante en el manejo de esta situación, que es a quien llamamos ‘el primer respondiente’, un individuo que es testigo de la situación y la reconoce, y decide actuar haciendo reanimación cardiopulmonar (RCP), manteniendo circulando la sangre hasta que llegue la ambulancia. También será quien se asegure de llamar al sistema de emergencias (al 107 o al número que corresponda en cada provincia), por sí mismo o pidiendo a otro que lo haga, cumpliendo con el primer paso del eslabón de la cadena”, explicó el Dr. Mario Fitz Maurice, médico cardiólogo, Director del Consejo de Arritmias y Director de Prensa y Comunicación de la Sociedad Argentina de Cardiología.

El comienzo de las compresiones en el centro pecho será el tercer eslabón. Las compresiones deben ser fuertes y rápidas. Fuertes como para hundir por lo menos 5 cm el pecho de la víctima, y rápidas, con una frecuencia de entre 100 y 120 por minuto. Esto logra que la sangre circule. El Dr. Fitz Maurice sugiere recordar la canción ‘Stayin Alive’ de los Bee Gees y mantener su ritmo, ya que coincide con el tempo requerido para las compresiones.

“El cuarto eslabón, es usar un desfibrilador (DEA), que es un dispositivo de muy fácil utilización cuya función es dar una descarga eléctrica (o las que sean necesarias) al pecho de la persona en paro cardíaco. Es de muy fácil manejo y está diseñado especialmente para que cualquier persona lo use, sin necesidad de ser médico. De estar disponible en el lugar, con solo abrirlo o encenderlo el DEA va a dar las instrucciones de uso en español y producirá una descarga eléctrica sobre el paciente solo si corrobora que hay una arritmia (llamada fibrilación ventricular) que es la que está produciendo el paro cardíaco. Cuando el corazón tiene esta alteración grave en su ritmo, deja de latir haciendo que la sangre deje de circular. La descarga eléctrica produce que el corazón deje de temblar, se resetee, y vuelva a funcionar nuevamente”, explicó el Dr. Fabián Gelpi, Secretario de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).

“Es importante señalar que en el 90% de las veces, los paros cardíacos súbitos se producen por esa alteración en el ritmo del corazón y por cada minuto que se demora la desfibrilación la supervivencia disminuye un 10%. Además, los estudios indican que el 70% de las muertes súbitas ocurren en el domicilio”, agregó.

Pero no siempre habrá desfibrilador disponible en el lugar donde ocurra el episodio: se calcula que existen 200 veces más de probabilidades de morir por muerte súbita que por un incendio, sin embargo, en casi todas partes hay extintores de fuego (y está muy bien que los haya) pero en muy pocas se cuenta con desfibriladores, y también muy poca gente está capacitada en RCP. La bibliografía y los especialistas de la SAC y de la FCA recomiendan en esos casos seguir con las compresiones hasta cumplir con el quinto eslabón de la cadena de supervivencia, que es la llegada de la ambulancia, que tendrá todo el equipamiento necesario para ocuparse de la atención del paciente para intentar llevarlo con vida hasta el hospital.

Los especialistas destacan la importancia de fomentar que los desfibriladores estén ampliamente disponibles en lugares tales como espacios públicos en donde el flujo de personas sea considerable (escuelas, centros comerciales, gimnasios, oficinas y unidades habitacionales, entre otros) o en general donde no se pueda llegar a desfibrilar a una persona por los medios habituales dentro de los tres minutos de ocurrido el paro.

“Distintos trabajos internacionales refieren que, si se logra cumplir los primeros 4 pasos dentro de los tres minutos de producido el paro cardíaco, el 80% de los pacientes llegan con vida al hospital. Esto significa ni más ni menos que con un primer respondiente que identifique el episodio, llame a la ambulancia, comience con la RCP y use un DEA, aumentaremos un 80% las posibilidades de que la persona afectada legue con vida al hospital, si la comparamos con la casi nula oportunidad que tendrá si no recibe ninguna atención. Por eso es tan importante involucrarse”, reflexionó el Dr. Fitz Maurice.

En números, está comprobado que la implementación comunitaria de programas de entrenamiento en RCP mejora las posibilidades de supervivencia: entre muchos otros trabajos una investigación sueca publicada recientemente, observó que la supervivencia de los paros cardíacos ocurridos fuera del hospital en el 2008 era del 5% y para el 2015 llegó al 20% luego de la implementación sistemática de estos programas.

En la Argentina la ley nacional 27.159 (Muerte súbita – sistema de prevención integral) en su artículo 11 expresamente exime de toda responsabilidad a la persona que se involucra ante un caso de muerte súbita para hacer RCP. Por ello es tan importante involucrarse aprendiendo esta técnica que sabemos que salva vidas. Señala Fabián Gelpi que “en la FCA fomentamos la formación de primeros respondientes dándoles el entrenamiento requerido. Necesitamos vecinos, familiares, compañeros de trabajo que signifiquen la oportunidad de supervivencia del otro”.

Se estima que en nuestro país se producen 45 mil muertes súbitas por año, lo que equivale a una cada 15 minutos, y representan la mitad de todas las muertes por enfermedad cardiovascular.

“Es muy difícil que por involucrarse se empeore la situación, porque no hay nada peor que estar muerto, la única manera de empeorar la situación es no involucrándose”, concluyó el Dr. Fitz Maurice.

Las causas de la muerte súbita y el nivel de incidencia varían con la edad.

De acuerdo a estudios internacionales, en menores de 35 años que están haciendo actividad física se producen una o dos muertes súbitas por cada 100.000 personas, debidas mayormente a enfermedades congénitas del corazón. Mientras que, en mayores de 40 años, en cambio, se produce una muerte súbita cada 18.000 personas que están realizando un deporte, especialmente a causa de isquemia coronaria y arritmias graves.

En cuanto a los signos a los que habría que estar alerta y que pueden estar indicando un mayor riesgo de padecer una muerte súbita, podemos citar: desmayos repetidos, palpitaciones fuertes y dolores en el pecho, entre otros.

Para mayor información, se puede consultar la charla TEDxRíodelaPlata del Dr. Mario Fitz Maurice denominada ‘Cómo ayudar ante una muerte súbita’ mediante el siguiente link

Acerca de la SAC

La Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) fue fundada el 9 de abril de 1937, y desde entonces, ha sido presidida por los más eminentes médicos de la especialidad. Desarrolló numerosos trabajos y comunicaciones brindando conocimiento científico al mundo entero.

Cuenta con más de 6.500 miembros incorporados en las siguientes categorías: titulares, activos, adherentes, adscriptos, correspondientes nacionales, correspondientes extranjeros, honorarios, vitalicios, benefactores y asistentes. Posee 25 Consejos Científicos que representan a cada una de las subespecialidades y 35 Distritos Regionales distribuidos a lo largo del país.

Lleva adelante tareas académicas, encuentros, trabajos científicos e investigaciones a fin de expandir el horizonte de la Cardiología. Edita la Revista Argentina de Cardiología, reconocida internacionalmente por la calidad de sus artículos. Desarrolla el Programa de Actualización Continua de la Sociedad Argentina de Cardiología, PROSAC, de gran aceptación como herramienta de actualización cardiológica, con su web WIKICARDIO dirigida hacia pacientes y familiares y un trabajo mancomunado junto a la Fundación Cardiológica Argentina, el brazo comunitario de la SAC.  En los últimos años se han lanzado exitosamente más de una decena de cursos virtuales a distancia para todos los profesionales (médicos, técnicos y enfermeras) del país y del exterior, dedicados a la atención de la salud cardiovascular tanto de adultos como a nivel pediátrico.

La SAC organiza Simposios, Jornadas, Reuniones Científicas y Encuentros nacionales, internacionales y regionales.

Asimismo, dicta la Carrera de Médico Especialista en Cardiología y de Técnico en Prácticas Cardiológicas, gracias a un convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA), y otorga la Certificación y Recertificación de Médico Especialista en Cardiología SAC y Especialista en Cardiología Pediátrica.

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Verano y uso del fuego: qué tener en cuenta

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Columna de la Cámara Misionera de Consultores Ambientales. Las temperaturas se elevan a medida que avanza la temporada estival y desde la Cámara Misionera de Consultores Ambientales nos brindan una serie de consejos para evitar ponernos en peligro o a quienes queremos al momento de utilizar el fuego. 

El fuego es utilizado para cocinar de manera extendida en nuestra provincia, pero es un elemento que puede desencadenar verdaderas tragedias ambientales de no ser manipulado correctamente. 

Los pastizales y áreas verdes en general van perdiendo humedad y se transforman en depósitos de combustible que quedan expuestos a la acción de los humanos.

En este escenario, con pastos secos y leña acumulada (combustible), uno de los tres componentes del llamado “triángulo de fuego” está a disposición y podría desatar un incendio. Si a esto se suma el viento (oxígeno) y una fuente de calor (fogata, chispa, colillas), el ciclo se completa aumentando el peligro.

RECOMENDACIONES PARA COCINAR CON FUEGO 

Hacer fuego solo en los lugares habilitados

Si estás haciendo fuego en los lugares habilitados, nunca lo pierdas de vista. El lugar debe estar despejado de pasto, ramas, árboles o elementos que puedan arder. Tené siempre a mano recipientes con abundante agua. Nunca hagas fuego debajo de los árboles. 

Controlá que el viento no arrastre chispas a los árboles y pastizales cercanos. Utilizá sólo leña seca y caída que pueda cortarse con la mano. No cortes ramas verdes. Delimitá la zona del fuego (considera arena, ladrillos, zanjas) para impedir o evitar que se propague.

Para apagar el fuego correctamente

Hacelo con abundante agua. Remové las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas. Echá agua sobre la fogata y sus alrededores. Asegurate que los restos de la fogata queden fríos.  Si vivís cerca de bosques o en el campo, mantené los alrededores de tu vivienda despejada de arbustos y desechos.No enciendas fogatas ni fuego en zonas cercanas a pastizales y bosques.

Qué hacemos en caso de incendios forestales

Evacúa inmediatamente el área del incendio. Para evacuar, procurá cubrirte boca y nariz con un paño, para no inhalar humo. Mientras evacúas, observá permanentemente el comportamiento del fuego y llamá al 911 para solicitar asistencia. 

Si la autoridad determina la evacuación, acatá las indicaciones. Procurá caminar cerca de aguas abiertas poco profundos (ríos, lagos o lagunas), que podrían servirte como vías de evacuación. No vuelvas a un área quemada. Los sitios calientes pueden reactivarse sin previo aviso.

Recordemos que el 98% de los incendios son provocados por la acción humana. Es preciso generar conciencia para cuidar nuestro bien más preciado: el ambiente. 

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México, una novela de narcos y migrantes

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Año 2023 y las fronteras entre los mexicanos y estadounidenses parecen no poder lograr dar respuestas concretas, ni de un lado ni del otro. En el medio de esa disputa, las vidas humanas se encuentran en estado de fragilidad. El grito de los cárteles y el narcotráfico es una constante, que estos días volvió a poner un apellido con historia en boca de todos: Guzmán. 

Es el hijo del Chapo quien volvió a la escena. Ovidio, más conocido como el “Ratón”, fue recapturado por la policía mexicana en Culiacán y terminó por desencadenar un conflicto de gran magnitud en el norte de México. Su arresto estuvo planificado y estudiado por el servicio de inteligencia mexicano, sin embargo, las consecuencias fueron letales. 

La represalia del cártel de Sinaloa significó una serie de enfrentamientos con el ejército, donde un número cercano a 30 personas, por el momento, perdieron su vida. Aparejado a eso, el concepto más fuerte a la hora de hablar de esta batahola, es el terror sembrado en la población. En la localidad de Culiacán, y en gran parte del estado de Sinaloa, las alarmas se encendieron, pidiendo a la población que evite salir de su casa si no es por extrema necesidad. Esto es para evitar que los civiles sean alcanzados por el fuego cruzado entre los narcotraficantes y el ejército mexicano. 

Tema no menor es la psicosis masiva que esto generó. Comercios en todo Sinaloa fueron saqueados en este contexto caótico. Asimismo, casi toda actividad social se interrumpió, como el fútbol profesional, las clases y los vuelos en avión. Las rutas están acorraladas por cortes masivos, que no permiten una circulación ni por asomo normal. Esta situación da lugar al pánico en el que se encuentra sumida esta sociedad. 

Por lo pronto, este golpe de López Obrador al narcotráfico, pareciera ser, incluso moderado. Esto se asevera al ver la logística y la planificación con la cual se llevó adelante el arresto de Ovidio Guzmán. Su rápido traslado al penal de Altiplano y la seguridad llevada a un nivel extremo, son premisas que dan a entender este as bajo la manga que tenía guardado el presidente mexicano. 

Por el lado del cártel, todo indica que el “Ratón”, sería juzgado en su país y no en Estados Unidos. Misma suerte no corrió su papá, quien  mediante el mecanismo de la extradición fue privado de su libertad en ADX Florence. Asimismo, esto ocurrió a días de la visita de Joe Biden y una reunión clave con AMLO, donde el narcotráfico es uno de los temas de debate.

Otra de las cuestiones a tratar en esta cumbre Estados Unidos-México, en suelo latinoamericano, es la crisis migratoria. Este tema, particularmente, desvela al líder de la Casa Blanca, en cierta manera. Uno de los ejes del discurso preelectoral del mandatario demócrata fue una cercanía mayor con los migrantes, legales e ilegales, que se encuentran en suelo estadounidense, en busca del desvencijado “sueño americano”. 

Biden dio unas definiciones por demás polémicas acerca del futuro de los migrantes en su país. En este 2023, podrán arribar un total de 30.000 personas en carácter migratorio a Estados Unidos. Tal y como indica la lógica del “White trash millonaire”, estos deben estar en regla y arribar a suelo estadounidense con todos los requisitos previamente exigidos. Esto deja afuera de la discusión a los “mojados”. Excluye y exime a aquellos quienes no tienen dinero para moverse por vía aérea o que no cuentan con la documentación exigida por la “migra”. Y es justamente este grupo, el que mayor movilidad de personas genera en la caliente frontera del norte de México. No solamente se habla de mexicanos, sino de distintas naciones de Centroamérica, incluyendo a los cubanos quienes deciden desplazarse por tierra, en lugar de la ya histórica práctica de los balseros que arriban a Florida. A ellos se les suman los venezolanos, quienes alentados por la brutal crisis económica que los azota, se ven en condiciones de encomendarse a la migración hacia el norte. 

La desesperación por llegar a Estados Unidos con el afán de tener un mejor pasar económico es tan abrumadora, que las cifras expuestas desde Washington son abismales. Tan solo en diciembre, la media de migrantes detenidos y expulsados es de 8.000 por día. Lo que supone un número cercano a 250.000 personas que intentaron cruzar de manera ilegal desde México a Estados Unidos en el último mes. Esta cifra, lejos de la frivolidad de las matemáticas, expone la fragilidad social y la necesidad hecha carne por vivir mínimamente mejor, aún cuando ese sueño sea una construcción propagandística o que no se cumple en todos los casos. 

México es el patio trasero de Estados Unidos cuando de migrantes se habla. Esta es una de las aristas que discutirán Biden y López Obrador próximamente. Esto se afirma, ya que los migrantes que son expulsados de Estados Unidos., terminan consiguiendo asilo en México, y allí radica la importancia del manejo de la integración social en diversas localidades para evitar que se profundice esa crisis social. Los antecedentes y la actualidad no son prometedores. Solo basta con ver los convoyes de migrantes que acampan y viven el día a día en tierras cercanas a la frontera con Estados Unidos.

Allí está México, en una novela sin fin, entre narcos y migrantes. Lejos de todo libreto, aquí la realidad supera a la ficción. Demuestra el estado de descomposición del pueblo latinoamericano que lleva a la desesperada decisión de arriesgar su vida y la de los suyos por unos cuantos dólares más. En la vorágine del día a día puede pasar desapercibido, pero las verdaderas culpables de dicha movilización masiva son, en gran parte, las decisiones de Estados Unidos. Sus medidas de influencia política y económica tuvieron efectos devastadores en una Centroamérica bastardeada por el imperialismo europeo en el siglo XIX. El avance de modelos económicos que profundizan la división entre ricos y pobres, las pésimas gestiones locales y los bloqueos son grandes responsables de la ya histórica virulencia social en estas latitudes. Guerrillas, cárteles de drogas, pandillas y migraciones humanas tienen algo en común: todas parten como respuesta a la miseria en la que han ahogado a esta zona del mundo, y de la cual nunca dieron cuenta los “vencedores”, ni aún cuando los “vencidos” piden auxilio a gritos. 

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Sin agroecología ya no habrá ni pan

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No son muchos los argumentos que aún les quedan a las multinacionales del agro para defender su posición dominante en materia de producción de alimentos. Sostienen, entre sus banderas más preciadas, que solo es a través de sus nocivas prácticas que puede lograrse garantías de abastecimiento para la seguridad alimentaria de la humanidad.

Las experiencias, que a lo largo y ancho del planeta se vienen haciendo con metodologías alternativas, no tienen aún la capacidad de constituir la unidad ideológica capaz de hacerle frente a los poderosos intereses económicos en juego, y la propaganda en sus múltiples expresiones, no permite tampoco se infiltren en los productores más que aquello que hace a la defensa de sus intereses corporativos y monopólicos.

Hablamos de empresas con dimensiones difíciles de imaginar. Archer Daniel Midland (ADM), BUNGE, CARGILL y Louis Dreyfus son las mayores multinacionales para la producción, procesamiento y manufactura del mundo. Gigantes que controlan el 80 por ciento del volumen comercial mundial de alimentos, y de los cuales los primeros tres son de Estados Unidos y la última de Francia. Las cuatro firmas mostraron en 2021 ingresos de casi 330 mil millones de dólares en total solo para ese año.

Pequeños, medianos y grandes productores agrícolas dependen directa o indirectamente de estas empresas multinacionales para el crédito, las semillas, la maquinaria, los fertilizantes, los pesticidas y la comercialización. Lo controlan todo y de esta manera se aseguran que, a pesar de que han destruido ya casi el 90 por ciento de los mejores suelos del mundo, que han sido responsables significativamente de la destrucción del clima, que tienen en sus espaldas la demanda de millones de personas hoy con serias afecciones de salud fruto de consumir sus mercancías; a pesar de todo esto y muchas otras atrocidades contra la humanidad que aún se investigan, siguen ostentando su cómodo privilegio de ser en quienes depositamos la confianza de garantizar el sustento de nuestras familias. 

Garantías ya inexistentes en absoluto, no solo por el cambio climático, sino fundamentalmente a partir de las recientes coyunturas geopolíticas globales, de crisis energética y guerra, que dejan incapaz al mercado de abastecer con los insumos básicos para el campo, en especial lo concerniente a los fertilizantes de síntesis química.

Los precios de la urea por ejemplo, se han triplicado así, en los últimos 12 meses haciendo que las cotizaciones nominales de los precios en el Mar Negro, pasaran de 245 USD por tonelada en noviembre de 2020 a 901 en noviembre de 2021. 

Hoy se vive un serio riesgo de hambruna planetaria y la agroecología cobra así una relevancia inédita para cualquiera, ya que independientemente del lobby feroz existente los números ya no cierran para nadie.

¿No hay realmente más opciones en materia de producción de alimentos?

¿Hay algún país que esté acaso intentando hacer las cosas de otra manera?

En abril del año pasado, se publicó en la Revista Cuba Debate, un artículo muy completo acerca de la situación de ese país en relación a los avances logrados en materia de agroecología. Lamentablemente pasó desapercibido para muchos, en especial para aquellos empeñados en negar el potencial que tienen las metodologías orientadas a sustituir los dañinos insumos y prácticas culturales del agronegocio.

Allí se detalla que “…ante la contundente carencia de recursos de importación como los fertilizantes químicos que no llegan, quienes soportan la tremenda responsabilidad de sacarle mayor provecho a la tierra para producir alimentos han de buscar alternativas, con la mirada puesta en los saberes ancestrales y la ciencia del momento”. 

Los problemas de abastecimiento de insumos en un país que padece el bloqueo económico más largo de la historia hacen de Cuba el ejemplo perfecto para mostrar cómo, fruto de la carestía y a pesar de ella, es posible propiciar formas sustentables de producción. “El año anterior -continúa el citado artículo- fue muy crítico: se recibió apenas un 10% del volumen de fertilizantes (químicos) previsto. Y en 2022 no hemos recibido un solo gramo para las más de 1.780 hectáreas que sembramos de diferentes cultivos… Se trazó una estrategia para proteger la mayor cantidad de tierra con sustancias orgánicas, a partir de prácticas que nunca debieron descuidarse”.

El precio que este país debió pagar por adherir hace décadas al Agronegocio no difiere en nada al que se suscitó también en toda la región. “Erosión, cambio de carbono orgánico, salinización y sodificación, desequilibrio de nutrientes, pérdida de biodiversidad del suelo, compactación, anegamientos, acidificación y contaminación son algunas de las amenazas en Latinoamérica y la región caribeña. Ante esa realidad insistimos en la agroecología, como alternativa centrada en el ser humano y no en el capital”. Para los ingenieros cubanos se trata de sensatez, “la agroecología no puede ser nuestro plan B frente a una contingencia, sino convertirse en el plan A, para desarrollarnos y ser cada vez más soberanos económicamente. Si un producto orgánico me garantiza un rendimiento igual al del químico, el sentido común indica que debería preferirlo”. Perfecta síntesis de la odisea que se vive hoy en la mayor de las Antillas.

La pregunta inmediata que a todos nos surge tiene que ver con que, más allá de las buenas intenciones, ¿es realmente posible en términos de rendimiento productivo apelar a la agroecología?

Veamos los números que se muestran como evidencia: “…Uno de los agricultores implicados en esta iniciativa, en 2022 obtendrá unas 20 ton de papa por ha, luego de aplicar materia orgánica, caldo sulfocálcico, microorganismos eficientes y biochar (carbón vegetal impregnado de microorganismos), una práctica ancestral que tiene su origen en la Amazonía”.

“Hemos estudiado los niveles de sustitución del producto orgánico sobre el químico, en condiciones de riego y de secano. En nuestro país, obtener 20 ton de yuca (mandioca) por ha hoy se considera una buena producción. Con químicos se pueden cosechar 25, si se atiende bien, y con el fertilizante orgánico logramos 35.

“…en los bancos de semilla de caña, estamos empleando el lixiviado de lombriz con asperjadoras, y ha dado una respuesta positiva: el año pasado le echamos a un campo; lo estimamos a 300 toneladas, y el real fueron 1800. Si pudiéramos aplicar este producto a toda la caña, sería magnífico; el problema es cómo extender la producción del lixiviado, para darle al menos dos pases al cultivo.”

Puede que para usted los números precedentes no tengan mayor relevancia, pero créame que se tratan de datos muy significativos, ya que se trata de una verdadera política de Estado con verdadera aspiración de soberanía. 

Aquí, al sur del continente, en estas tierras con amplias extensiones de cultivos commodities nos quieren hacer creer que el campo, es incapaz de adoptar la Agroecología dado ante todo su inmensidad de extensión, y claro está que, al haberse convertido las prácticas sustentables en fenómenos insignificantes de muy pequeña escala, estos no pueden competir como oferta real de alimentos más que en un reducido segmento del mercado.

Pero, ¿hasta cuándo se supone que podremos seguir así?

Hoy en Argentina, la cosecha de maíz ya se considera totalmente perdida, tal y como sucedió con la campaña de trigo precedente. Se espera que al menos algunas precipitaciones den aliento para la siembra de soja pero dado la falta de fertilizantes químicos nadie puede asegurar que los rindes dejen algo más que solo perdidas. 

Más allá de la experiencia cubana, podemos ver que las experiencias en materia de agroecología en nuestro país son aún dispersas y carentes de difusión. Los Estados provinciales, que a excepción de Misiones, se negaron durante décadas a prever este conflictivo escenario, no atinan más que a permanecer expectantes y temerosos de un muy posible estallido social fruto del hambre. 

Nuestro país no es capaz de garantizar de ninguna manera hoy ni siquiera el pan en la mesa de los argentinos y esto se debe sencillamente a que no se han propiciado experiencias de cultivo a escala de trigo con prácticas e insumos agroecológicos, aun cuando estas experiencias ya existan como emprendimientos aislados y pequeños de aventureros amigos del ambiente y de la tierra, experiencias sin acompañamiento oficial de casi nadie y obviamente sin capital más que el escaso propio. 

La reciente incorporación de un ex Ceo de Syngenta como asesor presidencial no hace más que poner en evidencia la absoluta complicidad del Estado Nacional con la mafia agro industrial genocida, que a su vez ve con expectativa e interés las inminentes góndolas vacías, en pos de sacarle provecho como oportunidad para el impulso de sus nuevos paquetes tecnológicos hiper contaminantes y venenosos como lo son el glufosinato de amonio y los transgénicos del tipo HB4.

Uno puede tener los juicios que crea conveniente para con la historia de un pueblo como el de Cuba, pero aún así no debemos olvidar que para los expertos internacionales, este país es hace mucho un verdadero faro para el movimiento agroecológico y su experiencia como pueblo nos muestra con claridad senderos firmes en un camino difícil pero inevitable. 

Podemos enfrentar y salir victoriosos de la miseria a la que nos somete el capital monopólico, en tanto y en cuanto seamos capaces de reconocer al fin que este modelo que hoy colapsa nos obliga a todos a madurar como sociedad. El paternal contrato social que hemos firmado con quienes han convertido a la alimentación en un negocio debe ser rápidamente sustituido por una humanidad verdaderamente soberana, es decir involucrada y empoderada de por lo menos, su propia alimentación.  

La absoluta entrega de nuestra soberanía alimentaria a empresas multinacionales del agronegocio es una realidad muy triste que debemos aceptar. No valen aquí las declaraciones de interés ni las maquinaciones político partidarias. Deben los Estados tomar posición y acción práctica inmediata en pos de erradicar de una vez y para siempre toda conciliación con intereses en hacer del sufrimiento y la escasez la nueva normalidad.  La agroecología no es una opción en Argentina para que las clases medias puedan darse el lujo de comprar un tomate sin veneno, en este particular siglo naciente, de lo que hablamos es de que sin la agroecología como paradigma dominante, la inanición y sus secuelas sanitarias vendrán a constituirse como la nueva realidad a la que deberás acostumbrarte. 

Si un país en extrema pobreza como Cuba pudo hacer los avances que hizo, cuánto más podría esperarse de un país como Argentina? Por su historia, tradición, infraestructura, capital humano y tecnología, ¿a qué temer?

Hay un solo impedimento hoy para emprender un verdadero camino de soberanía y es el de reconocer como enemigo público al agronegocio criminal. Hagamos que la tierra vuelva a ser de quien la respeta y ama de verdad. Hagamos que la Agroecología crezca en todo el país.

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Misiones, una de las provincias más pujantes de la Argentina

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Escribe Alejandro Pegoraro, director de la Consultora Politikon Chaco, exclusivo para Economis. Más de 600 empleos nuevos en octubre, 5.948 en el acumulado del 2022 y 11.261 más respecto a la prepandemia. Además, solo faltan 253 nuevos empleos para superar el techo histórico que tiene la provincia, observado en 2015. 

Este significativo crecimiento del empleo de calidad en Misiones no es otra cosa que el resultado de un proceso expansivo de la economía local que muestra su mejor cara en los últimos tres años, periodo que haya sido quizás uno de los más difícil de la última década, que combinó arrastres de una importante recesión, una pandemia y una guerra con impactos locales. 

En esta nota de Economis poníamos números a algo que sabíamos que ocurría, pero no estaba todavía del todo cuantificado. El análisis integral de las principales variables de la economía en las provincias argentinas nos mostró que Misiones estaba entre las que tuvo un proceso de recuperación primero y crecimiento después, luego del fuerte golpe que produjo la pandemia. Sin embargo, no había medida alguna que nos permita ponerle una cifra exacta a ese crecimiento, por falta de actualización de datos vinculados a los productos geográficos provinciales, una falencia del sistema estadístico argentino desde hace varios años. 

Pero a partir de un muy buen trabajo realizado en conjunto por el Ministerio de Economía nacional junto a CEPAL, se logra corroborar con datos precisos lo que era casi una obviedad en el sentir analítico: Misiones es la provincia con el segundo mayor crecimiento de su economía tras la pandemia sólo por debajo de Neuquén, que apoyó su crecimiento en Vaca Muerta y todo lo que moviliza ese sector. Misiones, en cambio, no tuvo un sector o actividad que explique por sí sola el crecimiento de su producto, pero sostuvo su expansión en una serie de sectores que son fundamentales para la economía local y en algunas otras que empiezan a ser actores cada día más protagonistas. 

Un dato que no debe dejarse pasar por alto está en lo relativo a la industria manufacturera y al comercio: ambos sectores muestran alzas por encima del nivel general provincial, situación que evidencia dos aspectos fundamentales. Por un lado, el incremento en la capacidad productiva de la industria local (tanto en aquellas consolidadas como en las emergentes); por otro, el fortalecimiento del consumo a partir de una mejora integral de la actividad que produce los mecanismos necesarios para que la ciudadanía acceda a una canasta de bienes más amplia. 

La industria y el comercio no son solo los dos sectores con mayor participación en el producto misionero (concentran casi el 33%) sino que además son los dos sectores más empleadores en el mercado privado formal (explican el 40% de los asalariados misioneros de ese segmento). La expansión de la actividad impacta en la creación de empleo. Simple, pero determinante. 

En el NEA, el comportamiento misionero tuvo una alta diferenciación respecto a las provincias vecinas. En el 2020, año de fuertes contracciones producto de la pandemia, la economía misionera fue la que mejor logró sostenerse: si bien su producto cayó 4,4% respecto 2019, fue la menor baja no solo del NEA, sino del todo el país. Todo lo que en aquella oportunidad evaluábamos (política sanitaria adelantada, sostenimiento de una buena parte de la actividad económica y restricciones menores de acuerdo a una menor tasa de casos positivos de Covid, sumado a un cierre de fronteras beneficioso para una buena parte de la provincia) se verifica ahora con este dato puntual. 

Pero además, Misiones ya entraba a un inesperado 2020 menos golpeada que el resto: la fuerte recesión del 2019 impactó a todas las provincias, pero en la tierra colorada la caída del producto de ese año fue de 2,4%, nuevamente la menor en el NEA, a partir de sostenidos esfuerzos locales que intentaban paliar las pálidas del escenario nacional. 

De esa forma, Misiones entonces llegó al año 2021 con un nivel de sostenimiento de su actividad mucho más marcado que las provincias de la región: aun habiendo observado caídas, fueron menores y eso le permitió a la provincia posicionarse de una manera más fuerte de cara al 2021. Haber tenido un punto de partida distinto no fue en vano: en 2021, el crecimiento del producto misionero fue del 11,8%, el más alto de la región y muy por encima del promedio del NEA (9,2%).

Así, Misiones consolida tres años siendo la provincia más relevante del NEA en cuanto a su desempeño

Falta mucho para que conozcamos las conclusiones respecto al 2022 (podremos tener esos datos recién entre noviembre y diciembre de este 2023), pero así como todo el análisis realizado entre 2019 y 2021 respecto a la expansión de la economía misionera fue luego verificada con estos datos, podemos entonces esperar que la senda continúe por ese nivel. 

Si bien en 2022 no veremos un crecimiento de doble dígito como fue en 2021, producto de un importante cambio en la base comparativa y considerando las dificultades que hubo ese año producto sobre todo de un enfriamiento de la economía sobre la segunda mitad del año y el avance de la inflación, el producto misionero seguirá su tendencia alcista y ratificará seguramente el perfil mostrado en los últimos años: es una de las provincias más pujantes de la Argentina.

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