¿Y por Brasil como andamos?
El artículo es casi obligado por dos cuestiones : la primera es haber hecho una breve reseña de Paraguay aquí https://economis.com.ar/y-por-paraguay-como-andamos/ y la segunda es analizar el impacto que de por si tiene el gigante de Latinoamérica en nuestra economía y como puede influir su actual desarrollo electoral.
Ubicación:
Brasil no solo es grande geográficamente, también lo es económicamente ya que se trata de la octava economía del mundo, el modelo de gravedad del comercio internacional demuestra que el mayor volumen de negocios internacionales (exportaciones e importaciones ) se realiza entre países en una combinación que comprende la proximidad geográfica y el tamaño de la economía. Por ello la importancia de Brasil, no solo para no mirarnos el ombligo, sino porque efectivamente Brasil es muy clave para nuestro crecimiento porque compra mucho y vende mucho al mundo, solo basta mirar las exportaciones argentinas a los países limítrofes del 2017 para dimensionar esto:
Del total que exportamos a nuestros países limítrofes, el 76 % va al Brasil. Y si miramos más allá de las fronteras, Brasil representó en 2017 casi el 16 por ciento de nuestras exportaciones totales al mundo, y si tomamos el promedio de los últimos 20 años las exportaciones a Brasil fueron el 20 por ciento del total.
Para tener una dimensión, a Paraguay van el 2 por ciento de nuestras exportaciones; o sea que si no contáramos con Brasil para colocar nuestros productos necesitaríamos diez Paraguay para poder reemplazarlo.
Entonces:
Brasil está en un proceso electoral donde un candidato de la ultraderecha (Bolsonaro) posiblemente sea el próximo presidente; en realidad el pragmatismo político de estas épocas hace que uno no pueda proyectar el modelo de gestión desde la ideología del candidato. Sin ir más lejos, cuando todos esperábamos de Mauricio Macri un ordenamiento de las cuentas públicas dado su perfil liberal y empresario, nos termina sorprendiendo con un populismo financiado con deuda que nos llevó a la actual crisis (sin dejar de mencionar la herencia claro, pero al menos yo esperaba otra cosa ).
Ahora, si tomamos en cuenta a su probable superministro de economía (como él lo está presentando) Paulo Guedes y si es coherente con su formación, podría ser algo positivo para el sombrío panorama de la Argentina del 2019. Guedes es liberal, formado en Chicago y en lo que nos interesa es un partidario del libre comercio, con lo que eso podría significar menos trabas a los productos argentinos, aunque no hay que olvidar también que fue durante el gobierno de Lula cuando más vendimos a Brasil; claro que eran otras épocas, el precio de la soja y el resto de los comoditties estaba por las nubes y la abundancia invadía a Latinoamérica.
El informe de perspectiva económicas de la Cepal pronostica un crecimiento del 2,6 por ciento del PBI para Brasil en el 2019. Si no tenemos sorpresas, esto puede ayudar a generar un incremento importante en las exportaciones argentinas. Veamos el siguiente gráfico:
En las columnas están las exportaciones Argentinas a Brasil en millones de dólares (escala izquierda), en la línea la tasa de crecimiento del PBI de Brasil (escala derecha), lo que se observa es que cuando Brasil crece, sus compras a la Argentina rondan los 16.000 millones de dólares. Comparado con los últimos dos años estamos hablando de 7.000 millones de incremento, es más del 1 por ciento de nuestro PBI, solo en incremento de ventas al exterior y en los dólares que tanto nos faltan.
Pero esto está en modo potencial, el año que viene Brasil puede crecer 10 puntos y aquí no pasar nada. Desde el comienzo de la década que el Mercosur no se mueve, a esta altura ya deberíamos tener una zona aduanera común oficinas de negocios más activas entre los dos países, etc. etc.
Los años 2016 y 2017 fueron los de menores ventas desde Argentina a Brasil de la última década. La grave crisis que atraviesa nuestro país nos dejo algo positivo, con la devaluación recuperamos competitividad a niveles del 2009, ahora que tengamos los productos baratos no implica que van a venir a comprarnos mientras esperamos sentados.
Conclusión:
Simple, si Brasil crece podemos venderle con la competitividad ganada por la devaluación y salvar un montón de empresas de la quiebra segura.
Funcionarios de Economía del Gobierno, dejen de quitar Lebacs y colocar Leliqs y empiecen a ver como empezamos a hacer andar nuestro aparato productivo que es lo único que nos va a salvar, nuestro vecino gigante con su economía andando le compra al mundo mercaderías por encima de los 200.000 millones de dólares. Podemos tener una porción más importante de eso. Hay otras formas de conseguir los dólares que nos faltan que no sea colocando deuda.