Alejandro Pegoraro: “El acuerdo con el FMI dará más certidumbre al Gobierno, una condición necesaria para avanzar en una agenda de desarrollo”
El acuerdo que anunció el presidente Alberto Fernández en horas de la mañana contó con el apoyo de diferentes sectores tanto empresariales, como de especialistas en materia económica y política. Tal es el caso del consultor político, Alejandro Pegoraro, que señaló en diálogo con Open 101.7, que era lo necesario para “poder proyectar o por lo menos pensar en lo que va a ser el desarrollo económico del país durante este año”.
“Era una condición necesaria para poder avanzar hacia una agenda de desarrollo, sobre todo, porque no hay que estar condicionado, por un eventual default (que no se va a dar) y también por los condicionamientos que tiene el pago de la deuda y lo que implica justamente, que es la fuga de dólares, algo que la Argentina hoy no tiene y que lo poco que existe debería estar orientado a la matriz productiva”, reflexionó.
Pegoraro confía en que este acuerdo dará un poco de certidumbre, no solamente a la gestión presupuestaria del Gobierno Nacional y a su gestión de gobierno, sino que también es trascendente políticamente. “Si bien falta conocer detalles muy importantes, pareciera ser un acuerdo bastante razonable y bastante conveniente para el país y para la mirada de los mercados hacia la Argentina, algo que se traduce en la posibilidad de poder contar con financiamiento externo”.
Además aseguró que es parte de la agenda que quiere marcar el Gobierno para este año y que es para eso es necesario el apoyo financiero de identidades y del mercado en general.
Por otra parte, remarcó que todo lo que implica una obligación, un compromiso del Estado Nacional, en términos de deuda y lo que implica tener que desembolsar dólares en cantidades de millones y de miles de millones de dólares, impacta necesariamente en el día a día de la sociedad, debido a que limita cualquier posibilidad de desarrollo.
Es por eso que consideró que factor clave, en este caso de haber llegado un acuerdo, tiene que ver justamente con dar previsibilidad, es decir encarar un nuevo esquema de pago de deuda, con nuevas condiciones que no limiten justamente al país y que no ponga como prioridad el pago de una deuda, sino priorizar el desarrollo.
“Ante menos dólares que tienen que salir, por lo menos en este tiempo por este acuerdo, son más dólares que eventualmente la Argentina puede volcar al sistema productivo, al financiamiento de Pymes y también a controlar algunas variables de la economía, que a veces son conceptos muy alejados en el ciudadano de a pie, que quizás no tiene la formación o no tiene conocimientos específicos a esta materia, que suelen medio complicados”, explicó.
Esto también da un margen de estabilidad en términos de no esperar un salto de devaluatorio, es decir no esperar un salto fuerte del tipo de cambio que impacta en los precios internos, en el consumo. “Naturalmente también implica la posibilidad de que las Pymes puedan acceder a programas de financiamiento que estén avalado por el Estado Nacional, que va a poder volcar una masa de recursos al desarrollo de éstas, sin tener que pagar deuda”.
También valoró que se corrió de la escena, el ajuste que tanto se hablaba hace unos días atrás, como condicionamiento del FMI. “El acuerdo al que se llega hoy no pone el foco en un fuerte ajuste del gasto, por lo que no va a implicar tener que hacer recortes en la jubilación, no tener que implicarse recortes en la obra pública y la inversión pública o en cualquier tipo de gasto de lo que tiene que la asistencia social”, reflexionó.
“Justamente en el detalle de cuánto se pretende a ajustar o cuánto se pretendía reducir el déficit, es donde estaba un poco el eje de la cuestión y el acuerdo que se llega hoy marca un poco ese gradualismo que se va a implementar y que no es tan fuerte como quizás uno podía prever anteriormente”, continuó.
En esa línea advirtió que, si bien el Estado Nacional no tendrá que realizar un ajuste demasiado importante en el gasto, hay un objetivo de reducir el déficit año a año hasta poder llegar a un a un 2026 con un déficit cercano a cero. “Pero eso te da un margen de acción mucho más grande y las partidas presupuestarias, el objeto del gasto más sensible del Estado nacional hacia la sociedad que son, por ejemplo, las jubilaciones, la inversión pública, los proyectos de obra etcétera, no están hoy condicionados por el acuerdo”, insistió.
Es por esto que confía que este nuevo acuerdo le da un panorama un más alentador a la Argentina de cara a este año, donde podrá contar con un programa nuevo, en términos de deuda, poder contar con una disponibilidad de dólares que ingresan al país y que estarán disponibles para la inversión y para fortalecer el sistema productivo.
No obstante, advierte que eso también obliga al Gobierno Nacional, o al que este de turno eventualmente, a hacer las cosas bien también en términos de gasto, no dilapidar recursos (que a veces justamente el gasto público, si bien es necesario también a veces, en su mala aplicación, genera justamente un despilfarro) y tener como una política económica que permita, a medida que se vaya creciendo económicamente, el país ir contando con una acumulación de reservas en dólares, para poder dentro de unos años también afrontar los pagos de deudas sin que comprometa a la economía nacional en su conjunto.
Por último, resaltó que hay un montón de variables económicas que estaban ahí en la mira, como por ejemplo el tipo de cambio, el salto del valor del dólar, que con este acuerdo tendrán cierta estabilidad y, por lo tanto, no habrá una fuerte devaluación del peso, que es lo que más le impacta la gente, lo que más la perjudica, en un país donde ya hay una fuerte inflación.
“Por lo menos ese tipo de puntos están, de alguna manera, garantizados o contemplados en este acuerdo nuevo, que es lo que lo que podría ser lo más importante hoy por hoy para para el ciudadano a pie”, finalizó.