La aprobación al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da SIlva subió al 56% al promediar el primer año de su tercer mandato, apoyado por expectativas positivas de la población sobre el crecimiento económico, el empleo y la inflación, según la encuesta del instituto demoscópico Quaest para el Banco Genial divulgada hoy.

El sondeo detectó incluso, un aumento de la aprobación hacia el líder del Partido de los Trabajadores por parte de los votantes del ultraderechista expresidente Jair Bolsonaro, que subió del 14% en abril al 22% en junio.

La encuesta de Quaest de junio indica que desde abril la aprobación de la forma de trabajar de Lula aumentó del 51% al 56%, mientras que la desaprobación bajó del 42% al 40%.

Las medidas de incentivo al consumo popular y los subsidios del Gobierno para permitir la renegociación de créditos de las familias endeudadas fueron los principales disparadores de la popularidad de Lula en las últimas semanas.

El 76% de los encuestados dice que está a favor de los subsidios otorgados a las automotrices para bajar casi 1.800 dólares el precio de los automóviles populares.

En tanto que la renegociación de las pequeñas deudas que tienen muchas familias y que les impide tomar nuevos créditos, es apoyada por el 73%.

En el extremo opuesto, el tema que menos apoyo obtuvo de los encuestados es la reanudación de las relaciones diplomáticas con Venezuela: el 64% está en contra y el 22% a favor, según Quaest.

El apoyo de quien ve la acción del Gobierno como bueno o excelente subió del 36% al 37%, los que califican la gestión del gabinete regular subió de 29% a 32% y cayó del 29% al 27 los que sostienen que el Gobierno es malo.

Según Felipe Nunes, director de Quaest, entre las noticias positivas que las personas escucharon desde abril a junio se destacaron el programa económico del Gobierno (16%), la reducción del precio de los combustibles desvinculando el precio local del dólar (8%) y el aumento del piso salarial para los docentes (6%).

El aumento de la percepción positiva de la obra de Lula captada por la encuesta de Quaest fue mayor en las regiones Norte y Medio Oeste, reductos bolsonaristas: pasó del 46% al 56% entre abril y junio.

En el Sudeste, la región más poblada del país (San Pablo, Rio de Janeiro y Minas Gerais), la tasa de aprobación a la labor del presidente pasó del 45% al ​​51%, mientras que la tasa de desaprobación pasó del 45% al ​​42%.

Según Nunes, la polarización del país persiste en la forma de informarse.

Los electores de Lula en su mayoría usan a la televisión como su principal fuente de información mientras que entre los bolsonaristas las redes sociales son el principal acceso a noticias.

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