Aún con elevados precios de los commodities agrícolas los productores ven incertidumbre en la rentabilidad en el mediano plazo

Moody’s Argentina espera una mayor incertidumbre en la rentabilidad de los productores agropecuarios argentinos a mediano plazo dado el elevado precio de sus insumos, que han mostrado una alta volatilidad en los últimos períodos.

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Sector agropecuario argentino: elevada incertidumbre en la rentabilidad en el mediano plazo

Precios de principales cultivos se mantendrán en niveles elevados, en relación al precio histórico. Moody’s Local Argentina espera que en el mediano plazo los ingresos de los productores agropecuarios presenten niveles altos. Los principales cultivos mantendrán precios elevados como consecuencia de la incertidumbre de la producción final a nivel global, acentuada por la guerra de Europa del Este. Estimamos que el precio de la soja se mantenga entre los USD/tn 550 y USD/tn 600, mientras que el maíz y el trigo se ubiquen en torno a USD/tn 210-250 y USD/tn 280-320, respectivamente para los próximos 12
meses.

Rentabilidad de las compañías presionada por incremento de los costos. Esperamos mayor incertidumbre en la rentabilidad de los productores dado el elevado precio de los insumos agropecuarios, que han mostrado una elevada volatilidad en los últimos periodos y que esperamos se extenderá a lo largo de las próximas dos campañas. Proyectamos que el precio de la urea, principal costo productivo, en promedio se ubique en mínimos de 600 y máximos USD 1.100.

Posibles mayores restricciones en el libre comercio de granos y derivados aumentan la incertidumbre en los márgenes de los productores. Moody’s Local Argentina considera que el riesgo regulatorio continúa siendo elevado, explicado por posibles mayores intervenciones en el mercado y subas en los derechos de exportación que podrían impactar de forma negativa el nivel de actividad sectorial en los próximos 12-18 meses.

Aumento en la demanda y precios de productos derivados mejora la rentabilidad de las empresas del complejo aceitero y de biocombustible. Esperamos que los productos derivados, como el aceite y el biocombustible, incrementen el volumen comercializado como consecuencia de la creciente demanda y en compensación de faltantes en productos sustitutos. Productos como harina y pellets, mantendrían precios moderados, que mitigarían parte de la ganancia obtenida.

Incremento del precio de la materia prima podría trasladarse a precios. La industria alimenticia podría registrar un incremento en sus costos como consecuencia de la suba de los precios de la materia prima que sería traslada a precio rápidamente, permitiendo una normalización de la rentabilidad en los niveles de similares a los históricos.

Precios de commodities se mantendrán por encima del promedio histórico

Moody’s Local Argentina espera para los próximos 12 meses que los ingresos de los productores agropecuarios aumenten como consecuencia de mayores precios de los granos. Los principales commodities agrícolas mantendrán sus precios en niveles elevados, como consecuencia de la incertidumbre de la producción final a nivel global, acentuada por la guerra de Europa del Este. Sin embargo, esperamos una volatilidad menor a la observada en los últimos meses.

Esperamos una estabilización en el precio de la soja en torno a los USD/tn 550-600 en función de un incremento de la superficie sembrada en el hemisferio norte a 36,8 millones de hectáreas desde 36,4 millones en la campaña anterior. Dicho aumento se explica por una mayor demanda de importaciones de China, así como también condiciones climáticas desfavorables para la siembra de maíz en dicha zona, forzando a productores a migrar a soja por la baja competitividad de los rendimientos de maíces de segunda y sus elevados costos.

Para maíz y trigo, Moody’s Local Argentina espera precios en línea o levemente por encima de los USD/tn 210-250 y USD/tn 280-320, respectivamente. La oferta de estos cereales se encuentra condicionada por la continuidad del enfrentamiento militar entre Rusia y Ucrania, países netamente exportadores y formadores de precios, lo que genera volatilidad en las cotizaciones ante la incertidumbre respecto a la imposibilidad para abastecer la demanda de países importadores. Desde marzo a la fecha, los valores futuros de soja, maíz y trigo reportaron una variación del 6%, 11% y 16%, respectivamente.

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Rentabilidad de las compañías presionada por incremento de los costos

Estimamos que la fuerte suba en los precios internacionales de los commodities agrícolas impactará de forma positiva en el margen operativo de los productores locales. Sin embargo, este incremento se verá mitigado por el aumento de los costos productivos, mayores precios en los contratos de arrendamiento y posibles desabastecimientos de gasoil. El precio de la urea, importante insumo en la producción de trigo y maíz, se mantiene en niveles superiores al histórico, además de presentar una volatilidad acentuada por posible faltante de producto, por lo que esperamos un precio promedio a lo largo del año en máximos en USD 1.100 y mínimos de USD 600.

Adicionalmente, la rentabilidad de los productores locales podría verse impactada por mayores precios en los contratos de arrendamientos. Moody’s Local Argentina estima que dichos precios se mantendrán por encima de la campaña 2021/22, con subas de entre uno y dos quintales por hectárea promedio.

Asimismo, consideramos que el posible desabastecimiento de gasoil en las principales zonas productivas del país puede afectar de forma negativa los márgenes de rentabilidad y las operaciones de las empresas productoras. En el segundo trimestre de 2022, la logística del sector agrícola se vio afectada negativamente como consecuencia de dicho desabastecimiento, lo cual desencadenó una crisis en la logística de transportes del sector. Esperamos que el suministro de combustibles en el país continue tensionado durante los meses de invierno, donde se presentan las mayores demandas de gas natural para consumo y combustibles fósiles para generación eléctrica.

En lo referido a la producción agrícola en el país, esperamos menores niveles de producción de trigo y un mayor aumento en la producción de maíz en comparación con la soja. Moody’s Local Argentina espera que el área de siembra de trigo se reduzca en torno a las 300.000 hectáreas, por debajo de la campaña anterior, como consecuencia de una migración hacia otros cultivos con menor dependencia de fertilizantes, como la cebada. Los rindes de trigo se podrían ver perjudicados por una menor aplicación de insumos, sumado a una disminución en el área de siembra como consecuencia de las condiciones climáticas desfavorables al momento de la siembra.

Hacia adelante, en lo que respecta a cultivos de verano, esperamos menores hectáreas destinadas a la siembra de soja, previendo una posible baja en las importaciones a nivel mundial y un incremento en el área de siembra en el hemisferio norte, lo cual incrementará el área de siembra de maíz. Sin embargo, esperamos un incremento en la producción producto de mayores rindes sobre todo el territorio nacional, favorecidos por las posibles buenas condiciones climáticas a lo largo de la campaña gruesa en comparación con la campaña previa.

Elevado nivel de incertidumbre macroeconómica incrementa el riesgo regulatorio del sector

Moody’s Local Argentina considera que el riesgo regulatorio argentino continúa siendo elevado, especialmente ante la incertidumbre por posibles mayores intervenciones y presión fiscal sobre la estructura exportadora por parte del Estado.

Desde 2021, Argentina mantiene una política de “volúmenes de equilibrio” que limita las cantidades exportables de trigo y maíz, lo cual presiona la generación de ingresos de las empresas en el corto plazo. En el caso del trigo específicamente, la posibilidad de mayores regulaciones genera en los productores un interés adicional hacia la rotación a otros cultivos en los planes de siembra, como la cebada, lo que podría generar una disminución en el volumen producido para la campaña 2022/23.

Los elevados niveles de liquidez en el sector, sumado al alto nivel de inflación y el limitado acceso a la moneda extranjera plantea un escenario favorable para que productores locales destinen los excesos de liquidez en la inversión de bienes de capital como cobertura de los flujos provenientes de la producción. En este sentido, durante el primer semestre de 2022, la venta de maquinarias agrícolas evidenció un salto con respecto al mismo periodo del ejercicio pasado en 25% aproximadamente.

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Aumento en la demanda de productos derivados, eleva los precios, mejorando la rentabilidad de las empresas del complejo aceitero y de biocombustible

Moody’s Local Argentina estima una mejora en la rentabilidad de las empresas de productos derivados, como el aceite y el biocombustible, a raíz de un incremento en los volúmenes comercializados y precios en niveles superiores al histórico, mitigado por una leve caída en el precio de subproductos de la soja, como harina y pellets. La demanda de estos productos se ha visto impulsada a raíz de cambios en los hábitos de consumo alimenticio, principalmente de China, así como también de una tendencia generalizada hacia energías sustentables, como el biocombustible.

A nivel nacional el complejo aceitero ha presentado un incremento en su capacidad productiva a lo largo de las últimas dos décadas, lo que le permite tener una participación en el mercado mundial del 19%, compitiendo con China, Estados Unidos y Brasil. El principal comprador de aceite nacional es India con el 47% de las exportaciones. Moody’s Local Argentina estima que el incremento en el volumen comercializado es consecuencia de posibles faltantes producidos en otros destinos, tanto de soja como de productos sustitutos como girasol.

El mercado del biocombustible atraviesa un contexto mundial favorable, ya que países como Estados Unidos y China incrementaron el uso de los mismos y los precios se mantuvieron en niveles elevados. Argentina cuenta con una capacidad ociosa significativa que podría ser una potencial fuente de ingresos en la medida en que se habiliten nuevos destinos de exportación. En cuanto al mercado interno, el incremento temporal del corte en la mezcla del combustible permite aumentar la producción local de gasolina y diésel, con el fin de mitigar los faltantes generales a nivel local.

Incremento del precio de la materia prima para la industria alimenticia podría trasladarse a precios

El incremento internacional del precio de los granos derivó en un aumento en los costos de producción, por la alta correlación con los commodities agrícolas, especialmente para empresas procesadoras de productos lácteos y las enfocadas en producción ganadera, porcina o avícola. Moody’s Local Argentina estima una normalización al promedio histórico de los márgenes en el mediano plazo debido a la capacidad de los actores del sector para trasladar los mayores precios de los commodities, que representan uno de los principales de los costos en su matriz productiva y en el precio de sus bienes finales.

Este impacto plantea un escenario más favorable para las empresas con una elevada integración vertical en sus operaciones, y que presentan una mayor ventaja competitiva y cobertura frente al incremento de los insumos. En contraparte, las empresas mantienen el desafío de sostener el nivel de ventas ante la inestabilidad económica local.

Esperamos que los elevados niveles de inflación impacten negativamente en el poder adquisitivo de los consumidores locales, generando una disminución en el consumo o el traslado del mismo hacia segundas marcas o productos sustitutos de menor valor. Consideramos que las empresas con capacidad exportadora se verán mayormente favorecidas por el hecho de poder canalizar parte de su producción al mercado externo, en un contexto donde el precio internacional de la leche entera en polvo se mantiene en niveles elevados, en torno a los USD 4.300 por tonelada.

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