“Carvallo estaba absolutamente acorralado, hacía meses sabíamos sus movimientos”
Marcelo Boykens, coordinador del Registro Único por la Verdad de la provincia de Entre Ríos, habló del trabajo que permitió dar con el paradero de Carlos Carvallo, detenido recientemente por delitos de Lesa Humidad.
Privación ilegal de la libertad y torturas. Estos delitos pesan sobre el otrora periodista de Posadas, oficio que lo camufló durante años y lo llevó a ser reconocido en los medios. Una profesión en la que se mostraba con hidalguía moral para cuestionar y que le permitió ser incluso candidato a intendente en la localidad de Garupá.
Carlos Carvallo no era ese periodista respetado. Era en realidad un torturador de los que abundaban en los años más negros de la historia Argentina, y que gracias a un trabajo de muchos años por recuperar la memoria y hacer justicia, será juzgado.
Mucha gente lo conocía en Misiones. Pero en Entre Ríos alguien lo reconoció como quien realmente fue, como quien realmente es.
El dirigente de ATE Entre Ríos, Manuel Ramat señaló varias veces a Carvallo como integrante del grupo de tareas que lo secuestró y torturó.
Relató que en junio de 1976, fue asesinado su hermano, Raúl, en Campana. A los dos o tres días allanaron su casa en Paraná, en presencia de su familia, incluida su hija de 4 meses. Uno de los miembros de la patota era un oficial de la Policía de Entre Ríos de apellido Carvallo, quien luego lo torturaría y que ahora –había dicho – vive en Formosa o Misiones y trabaja de locutor.
Marcelo Boykens, coordinador del Registro Único por la Verdad de esa provincia, contó que desde hacía cuatro años estaban en permanente contacto con la justicia de Misiones.
“Sabemos que estaba absolutamente acorralado, hacía varios meses se sabía de sus movimientos, sus vinculaciones, ya no podía sustentarse, se requiere de mucha logística para estar tanto tiempo fuera de la vida social. Se lo estaba cerrando, no podía usar tarjeta, no podía sacar dinero de los bancos, lo mismo su familia”.
Precisó que Carvallo operaba dentro de la patota de la policía de Entre Ríos, “una patota que nos está costando mucho reconstruir y creemos que Carvallo es una de las piedras angulares de esa patota. Manuel Ramat, lo reconoció como su torturador”.
Sobre su situación y posible condena en una causa que recién comienza, explicó en el programa TDM de Canal 12, que la prisión domiciliaria le corresponde a los 70 años y una enfermedad que sea terminal o de agravamiento dentro de una unidad penal común. Carvallo rondará los 65 años.
“En lo que sí lo perjudica el haber estado prófugo es en la excarcelación porque estará con prisión preventiva hasta el juicio”.