
Consejos para una nutrición que ayude a fortalecer el sistema inmunológico
Si bien no existe una dieta ni alimentación única o ideal para mejorar el sistema inmune, sí se puede seguir unaalimentación adecuada, sana y equilibrada para mantenerlo y fortalecerlo.
Si bien no existe una dieta ni alimentación única o ideal para mejorar el sistema inmune, sí se puede seguir unaalimentación adecuada, sana y equilibrada para mantenerlo y fortalecerlo.
En tal sentido, una alimentación saludable consiste en comer de forma variada, basando nuestras elecciones en alimentos reales (frutas, verduras, legumbres, granos integrales, semillas, frutos secos, carnes y lácteos magros aquellos que los consuman) y disminuyendo el consumo de ultra procesados. Justamente, este tipo de productos contienen, entre sus ingredientes, más de cinco de estos componentes: azúcares, jmaf (Jarabe de maíz de alta fructosa), grasas, sodio, colorantes, conservantes, entre otros.
Poder incorporar variedad de alimentos es fundamental para poder cubrir los macro y micronutrientes. De esta forma, nos aseguramos de que no nos falte ningún nutriente. También es importante mantener un peso saludable porque se ha visto que el aporte excesivo de energía puede afectar a la capacidad del sistema inmunológico de combatir infecciones, por lo que la obesidad está ligada a una mayor incidencia de enfermedades infecciosas.Además, las personas que presentan sobrepeso u obesidad, presentan más riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, dislipemias, que pueden afectar el correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune.
A continuación, la profesional nos brinda algunos tips para mejorar nuestra alimentación y nuestras defensas:
- Incorporar 5 porciones de frutas y verduras por día. Procurar en el almuerzo y cena tener tres colores de verduras en el plato para asegurarnos la variedad.
- Incorporar granos integrales y legumbres. Nos aportan proteínas, hierro, fibra, selenio y zinc.
- Reforzar el consumo de vitamina C (tomate, brócoli, morrón, cítricos, etc.), vitamina A (zanahoria, batata, calabaza, morrón, etc.) y chequear los valores de vitamina D.
- Cuidar la hidratación. Más allá de las infusiones que se suelen tomar más en invierno, intentar incorporar al menos entre 1,5 y 2 litros de agua.
- Realizar actividad física por lo menos 30 minutos por día.
- Disminuir el consumo de sodio y azúcar.
- Incorporar pre y probióticos (yogur, kefir, kombucha, miso, frutas, verduras, etc.) nos ayuda a mantener nuestra microbiota saludable.