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Ese modelo fracasó, mirá cómo estamos hoy. Es lo que intentó Mauricio Macri”. Lo que quiso ser una chicana a su enemiga íntima, terminó siendo una confesión que impacta por quien la hace, Horacio Rodríguez Larreta, el delfín despechado que ahora intenta desmarcarse de su jefe político para mostrarse como un “moderado”. Pero el apogeo de su carrera política, que empezó con la alianza de De la Rúa, llegó con el ex Presidente y fue durante su mandato, fue uno de sus más fieles laderos.

La respuesta de su rival en la interna de la alianza Cambiemos, Patricia Bullrich no fue menos destemplada: “Ventajero total y oportunista que hace cualquier cosa por un voto”, le endilgó, por “decir algo así de quien fue su jefe político durante tanto tiempo”.

Aunque el intendente porteño intentó después apaciguar la guerra verbal, lo cierto es que está sometido por el espiral ascendente de posiciones radicales. Larreta quiere dejar de ser visto como “moderado” para sacarle votos a Bullrich, competencia feroz en la que Javier Milei les saca una melena de ventaja. Apenas unas horas antes el alcalde porteño había llamado a votarlo para “terminar con el kirchnerismo para siempre”. Su compañero de fórmula, el jujeño Gerardo Morales, quien estuvo este viernes en Posadas, no fue menos amenazante: “Yo metí presa a Milagro Sala, y vamos a meter presos a todos los kirchneristas”. La división de poderes, tema menor. 

Bullrich dio otra muestra de su visión de país: “Las universidades argentinas están vacías de alumnos argentinos porque casi la mitad de la matrícula la ocupan alumnos extranjeros que vienen y toman esos lugares. Los argentinos quedan en un cementerio en el colegio secundario porque se ha desarmado y destruido la educación en el país”, describió en una falacia que fue repudiada por toda la comunidad educativa. No solo es que la Universidad pública es una distinción argentina, sino que el total de los estudiantes extranjeros de grado, pregrado y posgrado es del 4 por ciento en las universidades públicas y del 5,5 por ciento en las privadas. Tampoco está “vacía” ya que hay 2.476.915 universitarios y más del 80 por ciento van a la pública. Que la candidata haya firmado un compromiso ético digital  para “combatir la desinformación” durante la campaña electoral, es apenas un detalle. 

Esa escalada agresiva en la alianza Cambiemos contrasta con la calma de los últimos días en Unión por la Patria. La candidatura de Sergio Massa tranquilizó las aguas, encolumnó a los díscolos como Daniel Scioli e incluso logró que el más crítico, Juan Grabois, admitiera lo obvio: “El que gana, gana y el que pierde acompaña”. Impensado hasta hace una semana. Pero es la política argentina. Qué sorpresa. Hace una semana parecía que Cambiemos tenía el camino allanado. Ahora, la primera encuesta pos candidatura de Massa, muestra al ministro de Economía como el más votado por encima de Bullrich y Larreta -en el NEA alcanza su respaldo más alto, con 28,9%-. La incógnita de saber si los votos amarillos se sumarán en una segunda vuelta o habrá heridas de gravedad. ¿Cómo pedir el voto para alguien que promueve un modelo que ya fracasó? ¿Cómo hacer campaña por un ventajero y oportunista? Para colmo, las elecciones en las provincias no vienen siendo favorables a Cambiemos. Formosa era obvio, aunque Gildo Insfrán fue reelecto por un contundente 70 por ciento. Córdoba fue un golpe duro, especialmente para Bullrich, quien rechazó la alianza con Juan Schiaretti y fue a celebrar anticipadamente un triunfo que el eterno derrotado Luis Juez no le pudo ofrendar. 

La unión que lidera Massa tiene el desafío de transformar esos votos provinciales en volumen nacional. El primer paso fue ordenar la cuestión interna. El siguiente, y no menos importante, será mostrar alivios con la inflación, que hasta ahora fueron esquivos. El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional puede ser vital para las aspiraciones presidenciales, siempre y cuando mejore las condiciones de pago y permita que la Argentina cubra los vencimientos con crecimiento, una fórmula ya utilizada por Néstor Kirchner. Por lo pronto, se está haciendo buena letra con los pagos, en modo heterodoxo para las rabietas del establishment financiero. 

Massa tiene a su favor que no es responsable directo de la inflación recibida, como hizo notar el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira el miércoles al presentar oficialmente a los candidatos de Innovación Federal, que, con “mandato misionero”, acompañarán la fórmula Massa-Rossi.  

Para Rovira no hay que achacarle a Massa problemas como la inflación, porque “no es el Presidente de la Nación” y desde hace pocos meses es ministro. “La inflación no es de ahora, sino que viene desde hace tiempo. No existe varita mágica para resolver los problemas, pero no puede haber solución económica sin solución política. Cuando sea Presidente vamos a exigirle lo que haya que exigirle. Pero también hay que destacar que hoy Misiones es la que más crece en el país y le saca provecho a la situación económica por los miles de millones que entran en inversiones y del turismo de brasileños y paraguayos. Ingresa más que la coparticipación en el comercio con Brasil y Paraguay. Y en eso tenemos que enfocarnos, en crear riqueza”, argumentó Rovira.  

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Rovira formalizó la decisión de acompañar a Massa con un plan “misionerista” que debe obedecer al “70 por ciento” de la sociedad que votó por la Renovación en mayo. 

Desde acá para allá”. Ese es el mandato que llevarán los candidatos del lema Innovación Federal. “Mandato misionero”, insistió Rovira, al presentar a los candidatos al Congreso y el Parlamento del Mercosur. 

Innovación Federal no forma parte del frente nacional, pero sí aportará a la Unión por la Patria, como instancia superior a la “unidad” necesaria para ordenar la política. “Unión que es más que la unidad circunstancial, es unión por algo, por la patria, que demanda salir de la mezquindad para ir a un objetivo mayor. Pero que quede claro que no formamos parte del espacio nacional”, remarcó Rovira. 

El conductor político destacó que la unión en la Renovación contrasta con las disputas internas de los otros espacios políticos. Consideró que lo NEO tiene que ver con una “vocación e inspiración misionera”. “Se discute y se plantea desde acá para allá”, indicó acompañado por el gobernador Oscar Herrera Ahuad, la fórmula vencedora de los comicios de mayo: Hugo Passalacqua y Lucas Romero Spinelli, al igual que el intendente de Posadas Leonardo Stelatto. “Es un vector que va a contramano de los partidos nacionales, en los que las órdenes llegan desde el país central”, comparó. 

El presidente de la Cámara de Diputados recordó que la relación de Massa con Misiones viene desde hace largo tiempo y que el hoy ministro de Economía fue uno que “tendió la mano” a las demandas misioneras. Por eso, “boleta larga con convicción y con el modelo misionero”.

“La unión provincial se suma a la unión nacional. Massa ya es el candidato a presidente más optado por la gente y va a ser el más votado en las PASO”, opinó. 

Como contraste, remarcó que la interna “exacerbada” que hoy vive la alianza Cambiemos, “no termina en suma” y “el que no puede resolver su interna, no puede arreglar el país”, argumentó. 

La fragmentación de Cambiemos es tal que tuvo serios problemas para el cierre de las listas, en las que aparecieron nombres más vinculados a la rosca que al merecimiento. Hay un candidato a diputado nacional al que prácticamente nadie conoce más que por ser apoderado del PRO. Recién hubo humo blanco cerca de la medianoche del sábado anterior, al límite del vencimiento de plazos para integrar las fórmulas. Tampoco hay propuestas para Misiones, sino un seguimiento de las agendas que marcan tanto Larreta como Bullrich. Esa dependencia provocó el alejamiento de dirigentes claves en el armado de Cambiemos, como Jorge Rattier, que sobre la hora,  terminó siendo candidato de Javier Milei, en disconformidad con el reparto de puestos en la alianza amarilla. 

La falta de representatividad es tal que los dirigentes de Cambiemos pasaron calores en un escenario que en otro momento hubiera sido complaciente: en la sede de la Sociedad Rural se reunió un grupo de dirigentes, nucleados en la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones que salió a protestar en contra de la ley de promoción de bioinsumos y sustitución de los agrotóxicos, particularmente el glifosato. Los ruralistas le espetaron, particularmente al radicalismo, haber votado a favor de la ley, a lo que Ariel Pianesi -candidato a senador- tuvo que excusarse diciendo que votaron en contra del artículo 7, que le pone límite temporal al uso del glifosato. 

El momento más álgido de la reunión fue cuando el productor yerbatero Cacho Ozeñuk tomó la palabra y aunque coincidió con una necesidad de hacer una transición hacia productos más orgánicos, se mostró a favor de esta ley. Recordó que cuando fue parte del Consejo Consultivo del INYM, hace tres años ya se planteó la necesidad de prohibir los productos químicos en la producción yerbatera, volcándose hacía una producción agroecológica.

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Ante la postura de Ozeñuk se levantaron varias voces en contra. A lo cual el productor yerbatero redobló su apuesta, recordándoles que “no todo se trata de rentabilidad, sino que se juega el futuro de nuestros hijos, así como la garantía de no perder mercados, que cada vez más demandan alimentos sanos”.

El uso del glifosato está prohibido en Austria y en distintas regiones de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Escocia, España, Australia, Nueva Zelanda, Malta, Eslovenia y Suiza. Además, su uso está limitado en una veintena de países de todo el mundo, entre ellos Francia, Bélgica, Dinamarca, Portugal o los Países Bajos. Alemania lo prohibirá a partir de este año. Y el mercado paga más por productos sanos. 

Además, Ozeñuk recordó que “cuando llegó el Glifosato a nuestras chacras, dejamos de lado al trabajador de la chacra, a ese que macheteaba y carpía, todo por ganar rentabilidad. Hoy nos quejamos de que no tenemos trabajadores para levantar las cosechas, que viven de planes pero nosotros los alejamos de las chacras, cambiándolos por el glifosato. Y ahora todo eso se junta en este momento y estamos ante una crisis que no podemos resolver”.

En ese momento, el productor Ricardo Ranger -el que se queja de no poder levantar la cosecha de naranjas por falta de mano de obra- se molestó con el comentario de Ozeñuk, diciéndole que no era esa la razón de la falta de mano de obra. Ante lo que el yerbatero le dijo que su planteo era su visión de lo que ha pasado en las chacras misioneras.

La reunión perdió un poco su rumbo cuando tomaron la palabra los diputados de Juntos por el Cambio, Germán Kiska y Ariel Pianesi. Kiska fue aplaudido por los productores, porque el legislador del partido Activar de Pedro Puerta fue el único que votó en contra de la ley de bioinsumos. En tanto Pianesi y los otros legisladores del frente Juntos por el Cambio votaron a favor de la ley, pero el radical intentó explicar que “técnicamente” votaron en contra del artículo 7, argumento que no convenció a los productores.

El mitin culminó con el pedido de declarar “inconstitucional” la ley por la prohibición del uso del agrotóxico, un argumento difícil de sostener, como explica el abogado especialista en temas ambientales, Leonardo Villafañe: “El principio precautorio, ante una eventual obra o actividad con posibles impactos negativos en el medio ambiente, permite que la decisión política que no da lugar a su realización, se base exclusivamente en indicios del posible daño sin necesidad de requerir la certeza científica absoluta”. Este principio, cuyos orígenes se remontan al primer tercio del siglo XX, fue consolidándose en los temas de directa relevancia para la salud humana como el efecto del uso de productos químicos.

Pero el revuelo por la ley de promoción de los bioinsumos no debería ser tal. Nadie debería mostrarse “sorprendido” por el avance hacia una chacra más sustentable, que no es otra cosa que volver a las raíces. Desde hace ocho años que había proyectos en la Legislatura sobre el uso del glifosato, que se fueron fusionando hasta llegar a la ley sancionada. Son históricas y mucho más antiguas, las investigaciones del especialista Hugo Gómez Demaio y Antonia Husulak -dirigente y ex diputada radical- sobre los efectos del glifosato y otros agrotóxicos en la salud de los misioneros. 

Hace un año el propio Rovira había anticipado que se iba a avanzar sobre la sustitución del glifosato y ese proyecto político fue ratificado con solvencia en las urnas hace menos de dos meses. Pero quizás el mejor argumento para entender el impacto de la ley es escuchar el relato de quienes están haciendo ya una agricultura sustentable. En un reportaje publicado por la agencia Tierra Viva, Miriam Samudio, referente de Productores Independientes de Piray (PIP-UTT), contó la transformación en las tierras del Alto Paraná que fueron expropiadas por el Estado donde desde hace más de seis años no se utilizan agroquímicos. “El cambio alrededor de nuestra zona no es sólo del suelo, sino del paisaje, de las vertientes, los pozos de agua, algunos arroyos volvieron a brotar y los humedales empezaron a recuperarse. Desde que no se usó más glifosato, el ecosistema volvió a vivir. Empiezan a aparecer los animalitos, las mariposas, las ranas, las tortugas, los conejos silvestres, es otro el aire que respiramos alrededor en estas 166 hectáreas recuperadas”.

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