De la subsistencia al mercado global: Paraguay impulsa su agricultura familiar
Paraguay impulsa la agricultura familiar: exportaciones récord y tecnología para un sector competitivo
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) de Paraguay, bajo la conducción de Carlos Giménez, ha iniciado un proceso de transformación enfocado en tecnificar y hacer más competitiva la agricultura familiar campesina. Este esfuerzo ya muestra resultados concretos: en octubre, el país logró exportar hortalizas a Argentina por primera vez en décadas, incluyendo tomates, cebollas, zanahorias y locotes, gracias a un sistema fitosanitario armonizado entre ambos países.
“Estamos cambiando la dinámica de la asistencia técnica con un monitoreo constante y datos precisos. Esto nos permite evitar problemas como la escasez o sobreproducción que históricamente afectaron a los pequeños productores”, explicó Giménez.
Exportaciones récord y alivio al mercado interno
El ministro destacó que, tras la escasez de tomate a inicios del año, que llevó el precio a valores de hasta G. 30.000 por kilogramo, el MAG implementó medidas que fomentaron una sobreproducción en el segundo semestre. Esta situación permitió garantizar la demanda interna —estimada en 6 millones de kilogramos mensuales— y abrir mercados externos, alcanzando una exportación total de 10 millones de kilogramos.
“Estamos enviando tomates a Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, mientras exploramos nuevas oportunidades en el Mercosur”, añadió. Además, se realizaron envíos de cebolla y zanahoria, mientras que el locote debutó como producto exportable en esta nueva etapa del comercio bilateral con Argentina.
La clave: tecnología y datos en el campo
El MAG implementó un sistema informático para registrar el proceso de asistencia técnica a los pequeños productores. Este cambio busca evitar el histórico desbalance entre oferta y demanda en el mercado interno. Giménez subrayó que “este enfoque permite proyectar con datos reales y gestionar recursos de manera eficiente”.
En términos macroeconómicos, las exportaciones agrícolas de Paraguay crecieron un 28% en 2024, mientras que las ganaderas, como carnes y lácteos, aumentaron un 15%.
Un cambio cultural y productivo
Más allá de los números, el ministro destacó la necesidad de cambiar la mentalidad de los pequeños agricultores para que adopten prácticas modernas y abandonen la agricultura de subsistencia. “Queremos una agricultura tecnificada que llegue incluso a los sectores más vulnerables, y estamos capacitando a jóvenes en escuelas agrícolas para que vuelvan a apostar por el campo”, afirmó Giménez.
El objetivo a largo plazo es convertir a la agricultura familiar en una unidad productiva eficiente, capaz de competir en mercados nacionales e internacionales. Paraguay tiene ventajas comparativas como abundantes recursos hídricos y tierras fértiles, pero debe superar retos como la informalidad para que los productores accedan a créditos y nuevas tecnologías.
Argentina, un socio estratégico
Giménez resaltó la importancia del mercado argentino y su potencial para absorber excedentes de producción, pero advirtió que el objetivo es construir relaciones comerciales sostenibles, no meramente coyunturales. “Estamos conquistando mercados con productos como algodón y dátiles, pero necesitamos inversiones estratégicas para consolidar el crecimiento”, señaló.
El ministro también hizo una distinción importante entre la agricultura empresarial y la familiar: mientras que la primera genera menos empleo directo, la segunda tiene un impacto social significativo, involucrando a muchas familias en procesos productivos clave.