“El país aún no entró en el proceso de transición política, pero estamos en plena transición económica. Esta situación se ha originado por la existencia de un gobierno en extrema debilidad que no ha podido o no ha sabido resolver la crisis que heredó sino, más bien, la agravó, pero, también por las medidas coyunturales que adopta que cada vez tienen menos éxito si es que tienen alguno. Es decir, tenemos un gobierno que ya no despierta expectativas para la superación de la crisis”, aseguró el economista Pablo Challú.

Challú explicó que: “las expectativas se centran cada vez en mayor medida en lo que los principales candidatos de las fuerzas políticas manifiesten lo que planean hacer y, aquí, se observa un gran déficit que contribuye a la inestabilidad de la economía”.

“Milei, continúo, ha anunciado sus planes al proponer la dolarización, pero no ha ayudado a la estabilidad económica ya que tal proyecto despierta la cuestión de cuál sería la tasa de cambio necesaria para cambiar los pesos en dólares, tasa que podría llegar a un nivel cercano a los 8.000 pesos. claramente un valor insoportable para la economía argentina, lo que agrega incertidumbre e inestabilidad a una situación que requiere exactamente lo contrario.”

El referente económico comentó que “el partido Principios y Valores ha presentado un plan económico que consta de un conjunto de medidas y políticas englobadas en un plan integral donde se destaca el tratamiento dado a distintos sectores rentísticos de la sociedad. Pero, el resto de las fuerzas políticas, a través de sus principales dirigentes, se mantienen en enunciados vagos y generales, lo que contribuye a aumentar la incertidumbre y a agravar la situación coyuntural.”

“Dichas definiciones –agregó el ex secretario de Comercio-, se hacen cada vez más imperativas, teniendo en cuenta los cambios fundamentales por los que atraviesa la economía internacional, desde la crisis de la globalización neoliberal, iniciada en el 2008 con la crisis de los derivados financieros en los EE UU y el cambio de la política comercial iniciada por Trump en los EEUU, pero continuada por la actual administración de Biden. Se ha iniciado una etapa signada por distintos tipos de nacionalismos, lo que alcanza obviamente a la política económica pero que llega a la cuestión militar, tal como se observa en Europa y el sudeste asiático”

En este sentido, Challú manifestó que “así surgen interrogantes de vital importancia: la principal oposición y el frente gobernante, que sustentan y sustentaron políticas neoliberales, ¿continuarán ligados al neoliberalismo globalizador? que ya no existe, o ¿ensayarán políticas de protección y fomento de la producción y el empleo nacional? y, si este fuera el caso, ¿qué clase de intervención propugnarán y en qué doctrina apoyarán sus políticas?

“Se requiere una clara definición de los principales dirigentes de estas fuerzas, no sólo para la clarificación de las opciones electorales que se le ofrecen a nuestro pueblo sino, también, para asegurar un tránsito ordenado y pacífico hasta las elecciones”, finalizó.

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