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A pocos días de las elecciones, el gobernador Oscar Herrera Ahuad dará su mensaje de Estado a la sociedad misionera, lo que marcará también el epílogo de su ciclo al frente del Poder Ejecutivo. Fue un ciclo atravesado por la crisis económica heredada de la gestión Cambiemos y agravada por la pandemia que paralizó el mundo. Sin embargo, en una Argentina que no logra recuperarse, Misiones logró surfear la(s) crisis y marcar un ritmo de crecimiento inaudito, que llevó a la provincia a meterse en el podio del Norte Grande, superando con creces a las economías de todo el NEA. 

Las bases sólidas están marcadas por el desendeudamiento y una firme decisión política de intervenir en la economía cuando haga falta. Son una marca registrada en Misiones en los últimos 20 años. Van de la mano. Misiones hoy tiene el nivel de deuda pública más bajo de los últimos años -a diciembre de 2022, el stock de deuda era de 21.202,4 millones, lo que equivale a apenas el 3,48 por ciento del presupuesto vigente, de 608.999 millones- y casi nada está en dólares, lo que alivia las tensiones cambiarias que aquejan a la Argentina. 

En contraste, el presupuesto fue creciendo y las inversiones públicas cuentan con más recursos propios -9 de cada diez pesos son fondos misioneros-. Eso fue vital para la contención de la pandemia: el sistema de salud estuvo a la altura para contener la crisis sanitaria a pesar de estar rodeada de Brasil y Paraguay, donde rápidamente hubo un desborde de pacientes y fallecidos.

Ese estatus sanitario permitió que la economía no pare nunca y atrajo inversiones, incluso en el turismo, que fue lo más golpeado por la pandemia y hoy exhibe un crecimiento que asombra a los más optimistas. Misiones fue la segunda provincia más elegida en el Previaje 4 y las Cataratas del Iguazú quedaron segundas -por milésimas- detrás de Bariloche, pero con un detalle: la ciudad rionegrina es el destino favorito del invierno. A la exuberancia de la selva se la vincula más con el calor, pero Misiones ya no conoce de temporadas bajas. Llegaron Hard Rock y nuevos hoteles. El Hilton espera abrir en 2024 en Posadas. Arcor anunció nuevas inversiones y Misiones atrae a grandes jugadores en energía por biomasa -ofertas por 72 millones de dólares recibió la secretaría de Energía-, mientras en paralelo, se avanza con la propia matriz energética con energía solar. La infraestructura es clave. Se puso en marcha el anhelado puerto de Posadas y el candidato a gobernador, Hugo Passalacqua ya anunció la intención de seguir con los puertos menores, en Santa Ana, Puerto Rico y Eldorado.

La respuesta también está en los niveles de empleo y consumo. Sólo con los programas Ahora se inyectaron al consumo más de 21 mil millones de pesos durante 2022, con un crecimiento de 137,87 por ciento, casi 40 puntos por encima de la inflación interanual.  

Según los datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial,  al tercer trimestre 2022 (último dato disponible), la cantidad de trabajadores en el sector privado formal misionero ascendía a 116.986 personas, el mayor volumen dentro del NEA. Misiones es la única provincia de la región en superar los 100.000 empleos formales en el sector privado y concentra el 37,7% del  total regional.  

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Esa cifra equivale a decir que Misiones tiene 91 trabajadores formales en el sector privado por cada 1.000 habitantes, el valor más alto en el NEA: en Corrientes es de 69 cada 1.000; en el Chaco de 72 cada 1.000 habitantes; y en Formosa de 48 cada 1.000 habitantes.En 2019, Misiones tenía 88 trabajadores privados formales cada 1.000 habitantes. Corrientes hizo el camino inverso: durante el segundo mandato de Gustavo Valdés, cayó de 73 trabajadores en 2019 a 69 cada 1.000 en 2022. Desde 2019, el empleo formal creció 6,3%  en Misiones, lo que equivale a 6.960 empleos. Chaco sumó 5.968 nuevos trabajos y Formosa solo 3.589 nuevos empleos. Corrientes quedó muy atrás: creció apenas 1,6%, lo que equivale a 1.295 empleos. 

Son datos esenciales para entender el contexto en el que Misiones elige nuevamente a gobernador y diputados. El presente obedece a una línea política trazada hace ya varios años, que permitió desmarcarse de los avatares de la Nación. Las encuestas revelan un fuerte respaldo a esas políticas públicas y a los candidatos de la Renovación, que mantienen la idea de continuidad. En algunos municipios, la pelea está entre los candidatos renovadores incluso hasta el tercer lugar. 

Por eso los dos principales espacios opositores pasaron el tiempo de campaña sin lograr mover demasiado el amperímetro: el Frente de Todos y Cambiemos tienen poco para mostrar y un libreto repetido que choca con la realidad. 

Mauricio Macri dejó al país en un pozo de deuda, inflación y pobreza. El Gobierno de Alberto Fernández no logró cambiar demasiado el escenario, pese a que algunas variables económicas comenzaron a mejorar. Pero la inflación, la madre de todas las batallas, no deja de ser un problema central. La eterna interna de ambos espacios satura y daña la política. Tanto que alimentaron la emergencia de Javier Milei, el diputado nacional cuya promesa es romper todo, incluso la educación obligatoria y gratuita.

Milei logró poner nerviosos al Gobierno y la principal fuerza de la oposición, pero al mismo tiempo, su escalada parece ser autodestructiva. Cuanto más habla, menos parece tener ganas de ser presidente. Es llamativo cómo dejó desprotegidos a sus propios candidatos en varias provincias. En Misiones no tiene candidatos para las elecciones del próximo domingo y sus (pocos) dirigentes apuestan a un octubre salvador. 

No son los únicos. En la alianza Cambiemos son más los que se guardaron que los que se exponen ahora. La visita de Horacio Rodríguez Larreta pasó casi desapercibida el último viernes. Estuvo en Oberá unas pocas horas, donde repitió promesas de que si gana las elecciones, “ahora sí”, habrá federalismo, llegará el gasoducto y una reforma de la coparticipación. “Los que tienen que construir el plan de infraestructura en la provincia son los misioneros”, advirtió. Pero el alcalde porteño no escapa de los males de otros candidatos del país central: repite discursos que no necesariamente se ajustan a la realidad. De la inversión pública en la provincia, nueve de cada diez pesos son recursos propios. 

Larreta asegura que tiene un plan, aunque no lo dio a conocer en su paso por Misiones. “Vamos a bajar la inflación, pero no hay nada que podamos resolver en una línea, o en 30 segundos de explicación por la televisión”, dijo en Oberá. 

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En una reunión con empresarios en Bariloche dio mayores pistas de su plan: una reforma laboral “sin medias tintas” y una “brutal desregulación de la economía, como hizo (Domingo) Cavallo en 1991”. Misiones ya tiene experiencias con desregulaciones como la de 1991. En el paquete de desregulación, el ministro de Economía disolvió la Comisión Reguladora de la Yerba Mate. Los precios de la materia prima se desplomaron y se produjo un enorme éxodo de las chacras, pobreza y desempleo. La economía yerbatera se concentró como nunca en pocas manos. Pero el que avisa no traiciona. Cambiemos ya tiene un proyecto de ley en esa línea, esperando su momento en el Congreso de la Nación. Incluso lleva la firma del diputado misionero Alfredo Schiavoni, sentado el viernes al lado del candidato a gobernador, Martín Arjol. Milei también es alumno aplicado de Cavallo, que a su vez asesora a Patricia Bullrich. Mismas ideas, distintos representantes. No es casualidad. La foto de “unidad” de Cambiemos dice mucho: “Juntos, como hace 20 años cuando empezamos con el sueño de cambiar la Argentina para siempre. Este tiempo terrible, de miedo y angustia que estamos viviendo, es el final de una etapa que se va. Lo que viene es mucho mejor”, reza la postal de compromiso que posteó Larreta para disipar la tormenta interna. En realidad, la unidad viene de un poco más de hace 20 años, como recordó la ex presidenta Cristina Fernández: Larreta y Bullrich fueron funcionarios de la alianza -el intendente porteño a cargo del PAMI, acompañado por María Eugenia Vidal y Bullrich en la cartera laboral donde no le tembló el pulso para aplicar el recordado ajuste del 13% en los salarios públicos-. En esa alianza también estuvieron Ricardo López Murphy, eyectado por la propia Franja Morada y hoy reciclado en candidato a intendente porteño de Cambiemos y, obviamente, Cavallo, el salvador que echó nafta al incendio. Veinte años no es nada. 

Cristina reapareció con sus mordaces comentarios, pero sin dar señales sobre su futuro político. Calmó a los ultra que pedían definiciones y a esperar. Un poco de sensatez en un Gobierno que no mostró demasiado. Hay que dejar que el ministro de Economía, Sergio Massa, trabaje con un poco de tranquilidad. El tigrense es la única carta de esperanza que tiene el Gobierno. Domar el dólar y alinear la economía es una tarea titánica que necesita de acuerdos mucho más profundos de los que la política está dispuesta a ofrecer en tiempos de campaña. 

Massa es el único interlocutor con lapicera en un Gobierno de salida. Es quien mantiene línea directa con los gobernadores para agilizar agendas. El viernes Herrera Ahuad cerró acuerdos por 9,3 millones de dólares y garantizó la continuidad de los programas Ahora Misiones +21 y Ahora Canasta. Siguen las negociaciones por la Zona Aduanera Especial y la inclusión de la yerba mate en el dólar agro. “Está al salir, pero el dólar blue distrae el trabajo del ministro”, confesó un funcionario que sigue de cerca las negociaciones. Seguramente Herrera Ahuad dará más detalles en su mensaje de este lunes.

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