El norte bien marcado
San Pablo, la ciudad más poblada y más rica de Brasil y de Latinoamérica, confirmó su primera muerte por falta de atención hospitalaria en medio del colapso del país entero sumergido en una crisis sanitaria sin igual. En los hospitales brasileños están eligiendo a quien atender y a quien dejar morir.
El Paraguay del envidiable crecimiento económico tuvo que apelar a la fidelidad colorada para salvar del juicio político a su presidente, Mario Abdo, acorralado por la crisis sanitaria y la inacción ante el crecimiento de los contagios. Parece chiste pero no: a un año del inicio de la pandemia, Paraguay no tiene vacunas porque giró los pagos dos veces a cuentas erróneas y por eso no cuenta con los lotes para atender a su población y se quedó atrás en las negociaciones por el reparto de dosis.
La Argentina de la impagable deuda externa heredada y la inflación récord de la que el mundo se compadecía, ayudará a Paraguay a conseguir vacunas e insumos hospitalarios.
La Argentina de las crisis recurrentes es hoy el único país de la región que transita, a un año de la pandemia, en relativa calma. ¿Cuál fue la diferencia? Mientras en la región se arengaba con “defender la economía”; en Argentina desoyó los cantos de sirena y priorizó la salud. Se ganó tiempo para evitar tener los hospitales atestados, que son, en este escenario, un motivo más de muertes evitables. A la economía no le fue mucho peor que a los vecinos y la salud, cuando la región ya vive la segunda ola, no sufrió nunca el estrés asfixiante que abruma a Brasil o Paraguay.
Dentro de la Argentina, Misiones también fue estricta con las medidas de protección sanitaria, lo que permitió evitar los contagios iniciales y poder diagramar un plan de acción de largo plazo, que tenga a la economía siempre activa. Rodeada por 2,5 millones de contagios, la tierra colorada está entre las provincias con menor cantidad de casos y es, gracias a las fronteras cerradas, una de las pocas que puede exhibir un crecimiento económico al haber sacado de la ecuación la presión de las baratijas paraguayas o las ofertas brasileñas.
“Estamos monitoreando la situación minuto a minuto. Misiones es una provincia de extremo riesgo por la circulación en los otros países y el alto índice de saturación de las unidades de cuidados críticos. Nosotros hoy estamos en un promedio de un 60 a 65% de ocupación de camas de terapia intensiva”, enfatizó el gobernador Oscar Herrera Ahuad antes de anunciar que en 10 o 15 estarán habilitadas diez camas de la Unidad Crítica en el hospital de Apóstoles, y más de 40 camas de terapia intensiva en Oberá.
Pero es vital seguir anticipando movimientos. Alguna vez se volverán a abrir las fronteras y Misiones debe estar preparada. El viernes se consiguió una -una de las tantas-, demandas que tiene la Provincia integrada al postergado Norte Grande, que lentamente va cobrando sentido político, de pertenencia y de foco de presión. Los gobernadores entendieron que juntos son más fuertes, más allá de las diferencias que separan a cada territorio. Por eso Alberto Fernández nuevamente se hizo presente, esta vez en Catamarca, con un anuncio concreto, “para que no se vaya el tiempo en conversaciones”: la reducción de los Aportes Patronales para todo el norte argentino, como herramienta para estimular la recuperación del empleo perdido desde 2018. No es el objetivo de máxima, pero las provincias del Norte tendrán un beneficio exclusivo que abaratará los costos de contratación de nuevo personal, con un porcentaje más alto si son mujeres o disidentes. La rebaja es inicialmente del 70 por ciento para los hombres y llega al 80 en el caso de otros géneros.
Es un buen primer paso para recuperar un beneficio que se había perdido durante la gestión de Mauricio Macri. Domingo Cavallo, había entendido en 2001 que las provincias más alejadas del centro del país debían contar con algún estímulo para tener competitividad. Así nació el decreto 814, que fue derogado en uno de los pactos fiscales impuestos por Cambiemos, que pretendía que regiones, provincias y empresas de distinto tamaño, paguen exactamente lo mismo. En la actualidad las contribuciones patronales quedaron fijadas en 20,4% para las grandes empresas de servicios y comercio y de 18 por ciento para las del sector industrial y las pyme. La rebaja conseguida alcanzará inicialmente a los nuevos empleados del sector industrial y, a pedido de Misiones, al turismo y la gastronomía. Ese beneficio se sumará a la suba del piso de Ganancias para trabajadores, lo que debería inyectar recursos al consumo interno.
El anuncio de Fernández en Catamarca, aunque bienvenido, lejos está de ser suficiente. Los gobernadores pretendían que haya alguna medida también para el empleo actual, ya que la desigualdad no se corrige. Pero en tiempo de esfuerzos fiscales, habrá que seguir teniendo paciencia. Los demás planteos, como rebaja de los costos energéticos y de combustible y la ansiada reglamentación del artículo 10 de la ley Pymes, que Misiones tiene como emblema, deberán esperar hasta la próxima cumbre, esta vez en Puerto Iguazú, el próximo 30 de abril.
Mientras tanto, las negociaciones seguirán en modo constante para maximizar los resultados. Misiones necesita mejorar logística y bajar costos de producción, especialmente de bienes y servicios que se ofrecen del otro lado de las fronteras.
El planteo de Misiones coincide con la mirada de Alberto Fernández: que el desarrollo alcance a cada rincón y que cada uno pueda desarrollarse en su lugar. La inauguración de la ruta 17, en la frontera nororiental de Misiones, tiene que ver con eso. Años de postergaciones quedaron atrás para una porción del territorio misionero donde todavía la ruta era de tierra, pese a ser vía de tránsito de mercaderías de todo el Mercosur.
Misiones reclamó por años por la concreción de esa ruta, lo mismo que la culminación de la ruta nacional 14 en toda su extensión.
Ese andar en cada rincón de lo profundo de Misiones es una característica propia de la Renovación desde su nacimiento. Y es un valor político. El gobernador Oscar Herrera Ahuad apenas llegó de Catamarca estuvo este sábado en Concepción de la Sierra entregando insumos y planificando nuevas obras.
Ese activo es el “misionerismo”, que impuso la Renovación como elemento central del debate político en la provincia. Por eso hoy importan más las elecciones legislativas locales que el destino del oficialismo en octubre. Esa es una marca registrada y reconocida por los demás espacios políticos.
No es casual que la oferta electoral de la Renovación esté compuesta por 30 partidos políticos, incluidos el Justicialismo o Kolina, que han integrado el Frente de Todos y ahora decidieron acompañar la propuesta local. En agosto se verá. También sumó a Unión Popular Federal, un desprendimiento desencantado de Unión Popular, espacio comandado por Ramón Puerta.
La inclusión de 30 partidos es inédita en Misiones y debe ser uno de los pocos registros en el pasado cercano. Responde a la propuesta de participación y de discusión de los temas locales con propuestas propias.
El peronismo local tiene clara su pertenencia a los lineamientos nacionales, pero no está dispuesto a tolerar la intromisión ni mandatos externos para resolver cuestiones internas. La diáspora apunta a La Cámpora, pero también a otros sectores del oficialismo nacional que digitan órdenes desde alguna oficina porteña. La Renovación estuvo desde el minuto cero al lado de Néstor Kirchner sin tener que abdicar de sus propios intereses que no siempre fueron bien atendidos. Eso es reconocido por el peronismo misionero.
El contraste de los 30 partidos en la Renovación, se da en las alianzas de la oposición.
El frente liderado por el partido Agrario, socio del oficialismo nacional, se quedó casi en soledad y según sus propios dirigentes, con escasa ayuda del Gobierno nacional: solo lo integran el partido Agrario, el partido de la Victoria, el Socialismo y el partido Solidario. También se anotaron espacios pequeños como Encuentro por la Democracia y la Equidad, Instrumento Electoral por la Unidad Popular, el partido de los Trabajadores y del Pueblo y Vanguardia Popular.
En Cambiemos la situación no es demasiado distinta. En el llano, solo quedaron en la alianza Movimiento Positivo, el PRO y la Unión Cívica Radical. No hay siquiera atisbos de buena convivencia entre los representantes del macrismo local. A sabiendas de que los espacios a repartir serán escasos, todos pugnan por uno de los primeros lugares en las listas. Será obra de la alquimia poder conformar a todos los sectores.
Nadie sabe muy bien como lidiar con la reaparición de Ramón Puerta. Mientras Macri repite hasta el cansancio los males del peronismo, el apostoleño asegura que el fracaso de su amigo obedeció a que “no peronizó” su Gobierno. También desafía a la sucesión de Cambiemos y postula como presidenciable para el segundo tiempo al peronista Miguel Ángel Pichetto.La Renovación toma distancia de los avatares de la oposición y se concentra en la gestión, que es su mejor bandera. “Misiones gestionó la pandemia mejor que el resto”, definió el ex gobernador Hugo Passalacqua, en una de sus permanentes recorridas por la provincia. El norte está marcado y la clave está en la permanente proyección hacia adelante. El flamante ministro de Industria, Nicolás Trevisán, describió ante Economis el inminente debate económico en Misiones: un modelo de progresividad fiscal para el emprendedor, que empiece de cero hasta que genere ingresos adecuados. En paralelo, un sistema de premios a la agregación de valor y que castigue la exportación de materia prima sin elaborar.