El servicio de Extensión yerbatero del INYM: un aporte significativo para el productor
Escribe Eugenia Galarza – En noviembre de 2020 se conformó el equipo técnico, con profesionales que recorren las chacras de la cuenca yerbatera de Misiones y Corrientes.
Se cumplió un año del Servicio de Extensión Yerbatero del Inym, que cuenta con un equipo de profesionales que se dedican exclusivamente a trabajar con los productores en las chacras de la Cueca yerbatera de Misiones y Corrientes. El servicio técnico es integral y permite trabajar con pequeños y medianos productores instalados en la actividad.
Durante estos doce meses se creó un vínculo directo con más de 500 colonos, con el objetivo de contribuir a mejorar su capacidad productiva y su calidad de vida. Se realizaron 170 jornadas de capacitación, con la asistencia de 2852 productores.
Matías Bazila, jefe del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM, explicó en radio Open 101.7 que el productor sabe trabajar y diseñar adonde quieren llegar. Poder diseñar un plan estratégico a futuro, para el rendimiento de la producción. El trabajo técnico es indispensable, según plantea el ingeniero agrónomo, para que los pequeños y medianos productores puedan ordenarse y tener en claro cuales son sus objetivos a la hora de planificar su producción.
Bazila sostuvo, que el técnico está para ayudar y acompañar al pequeño productor; diseñar un plan de trabajo a futuro. “Los técnicos no venimos a imponer nada, sino que pretendemos asesorar, para dar respuestas a las inquietudes de los productores en cualquier duda que surja,” expresó. Además el técnico explicó que también se diseña todo lo que es el cronograma de jornadas, para llegar en tiempo y forma. Muchas veces se hace una jornada en agosto o septiembre, cuando ya está terminando la cosecha. “Si vamos a hablar de cosecha nos tenemos que anticipar a la actividad que va a venir; entonces así, el productor puede mediar los recursos o ver con que cuenta para poder atender en la cosecha, en el momento justo; y con la práctica no perder esos conceptos,” dijo .
Además sostuvo que “lo principal es que el productor identifique cual es el problema que tiene. Si el productor no identifica el problema o no lo toma y si es un problema prioritario es difícil que lleve adelante las medidas de mitigación o corrección”.
Los mismos productores transmiten sus experiencias a otros productores y de esta manera el trabajo es más fácil, más allá del acompañamiento del profesional.
La puesta en marcha del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM, se enmarco en los lineamientos del Plan Estratégico el Sector Yerbatero 2013-2018, que entre otros objetivos, se propone aumentar la productividad de los yerbales de los pequeños y medianos productores, en forma sustentable; a través de la implementación de buenas prácticas, de manejo y tecnologías apropiadas, mediante asistencia técnica, financiera y capacitación .
“Por primera vez en la historia del INYM contamos con un equipo de profesionales que se dedican exclusivamente a trabajar con los productores, en las chacras. Quiero destacar la tarea de los técnicos porque nos permiten estar cerca de los productores para satisfacer sus demandas de asistencia técnica, capacitación y provisión de insumos”, señaló el presidente del INYM, Juan José Szychowski.
El servicio técnico es integral, ya que no solamente abarca los temas vinculados a la fertilidad del suelo y a la mejora de las cosechas, sino que también brinda asistencia para la gestión de los programas de apoyo que instrumenta el INYM, y otras necesidades que demanden los productores.
Durante estos doce meses se creó un vínculo directo con más de 500 productores, con el objetivo primordial de contribuir a mejorar su capacidad productiva y su calidad de vida.
“Todo el extensionismo se hace trabajando en grupo. Cada técnico está con 50 o 60 pequeños yerbateros, y se reúnen en jornadas de capacitación, donde comparten las prácticas que vienen realizando”, subrayó Nelson Dalcolmo, director por la Producción en el INYM, para luego destacar que el Servicio de Extensión promueve el intercambio de información y experiencias entre los productores, aportando datos que permiten mejorar las labores en cada yerbal.
Además de las visitas a las chacras, los técnicos del INYM organizan jornadas de capacitación a productores y estudiantes en forma conjunta con los profesionales de otras instituciones como el Ministerio del Agro y la Producción de Misiones, el INTA, la Universidad del Alto Uruguay, la Escuela de la Familia Agrícola, Universidad Nacional de Misiones, el Instituto de Educación Agropecuaria y las cooperativas.
Desde noviembre de 2020 a la fecha se realizaron 170 jornadas de capacitación, con la asistencia de 2.852 productores. También se sistematizaron 14.313 metros lineales de caminos vecinales e internos con lomos y pozos de decantación para el agua de lluvia; además de 246 hectáreas de suelo con curvas de nivel y formación de terrazas en yerbales de pequeña extensión.
Cómo mejorar el corte de la planta de yerba mate y la sistematización de suelos y caminos para evitar la erosión y retener el agua de lluvia, son los temas más requeridos y compartidos entre los técnicos y productores. Al mismo tiempo que se atienden estas demandas, desde el Servicio de Extensión Yerbatero se llega a los productores con insumos como plantines, fertilizantes y semillas de cubiertas verdes. Otro tema importante es el análisis de suelo, ya que se han tomado muestras prácticamente en todas las zonas donde se cultiva yerba mate.
El manejo y monitoreo de plagas y enfermedades y la presencia de árboles nativos en la plantación de yerba mate, también son parte de la agenda. “En todo sistema debe haber un equilibrio, químico, físico, microbiano por debajo del suelo y por encima también, para mantener la producción en el tiempo”, sintetizó el ingeniero agrónomo Matías Bazila, jefe del Servicio de Extensión Yerbatero. Recordó que la yerba mate es una planta originaria de esta zona del país y que “si en el yerbal tenemos otras plantas nativas, lo que vamos a ir logrando es restablecer el ambiente natural, con efectos como la disminución de productos químicos, la presencia de aves e insectos que controlan plagas y la mitigación de lluvias y vientos intensos, y de las altas temperaturas en verano”.