El tipo de cambio como estabilizador automático de la crisis
Históricamente los argentinos estuvimos vinculados al dólar como siameses por motivos mas que evidentes.
Como 14 de las últimas 15 crisis vinieron tras una devaluación, los argentinos agudizamos nuestros sentidos ante los movimientos del tipo de cambio.
En diciembre pasado el gobierno Nacional con un tipo de cambio estabilizado toma dos decisiones imprecisas:
1. Reglamentar el impuesto a la renta financiera en la cual se gravaria un 5% las tenencia en LEBACS.
2. Ir presionando al banco central para bajar levemente la tasa de Interés, para que los pesos en lugar de ser colocándos en LEBACS se dirijan a la economía real, cosa que no ocurrió por un único motivo: LA INFLACIÓN.
Estos dos motivos presionaron la demanda de dólares que sumado a un contexto internacional de fortalecimiento del dólar, el dolar en un año paso de $16 a $26.
Sumado a todo esto se piensa reformar la carta orgánica para que el banco central no pueda prestar dinero al tesoro nacional.
En el camino nos olvidamos que los bancos centrales constituyen una herramienta indispensable para estabilizar los mercados financieros y evitar la quiebras en cadena como la depresión económica.
Si los bancos centrales más grandes del mundo la FED y el BGE, no hubieran intervenido prestando dinero a sus gobiernos y a los bancos privados a una baja tasa, es probable que la crisis mundial del 2007 hubiera alcanzado dimensiones comparables con los años 30.
Un banco central sin gobierno genera que el tipo de cambio fluctue de acuerdo al antojo del mercado. En una situación inflacionista, es probable que el tipo de cambio tome valores mas altos.
Para ser mas claro; “un tipo de cambio flexible como amortiguador de crisis solo funciona con una economía sin inflación”
En este sentido sería coherente repensar la política monetaria dada la coyuntura argentina y el rol del banco central luego de el acuerdo con el FMI, CAF, BID y BM.
Es preciso resaltar que el problema central ha sido consecuencia del déficit fiscal, traducida en inflacion, y es por este motivo el banco central dejará de intervenir en el mercado financiero y en los prestamos al tesoro. Sin embargo, lo que no sabemos es como será el impacto que tendran los servicios de la deuda con una tasa variable en dólares.
La realidad es que el gobierno se encuentra acorralado por sus errores de diagnóstico, en una economía con enfermedad crónica (inflacion) y una sociedad fragmentada.
Los argentinos debemos saber que somos un país inconcluso, en construccion, y con un carente, desprovisto y desamparado sistema económico y productivo.
Sentar las bases de un país no basta con ir haciendo parches de acuerdo a la coyuntura, sino con un acuerdo entre empresarios, trabajadores y gobierno. Sin ese acuerdo tripartito la economía nunca podrá crecer, debido a la puja distribuida y a un acefalo plan económico.