Equilibrio fiscal, un camino que Misiones comenzó a recorrer hace dos décadas

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La llegada al gobierno de Javier Milei y las ideas libertarias trajo, entre otras muchas cosas, la apertura de un debate más agresivo (aunque no necesariamente más serio) respecto a la situación fiscal del país y de las provincias. En esta línea, el oficialismo estableció como eje de su plan de Gobierno el equilibrio fiscal, a partir de la premisa de que “de los últimos 122 años, la Argentina tuvo déficit durante 112”. 

El paradigma conceptual del gobierno afirma que no hay desarrollo posible del país si no se elimina la cultura deficitaria, argumento que tiene un fuerte consenso entre los analistas económicos al mismo tiempo que muchos peros. La situación actual es justamente la prueba de ello: superávit en enero y en febrero, según celebró este viernes el ministro de Economía, Luis Caputo en relación con los resultados fiscales del segundo mes del año. La pregunta que surge de fondo es cómo se llegó a esos resultados y si son sostenibles en el tiempo. La respuesta también tiene bastante consenso (salvo en el Gobierno): si recortaste los gastos en niveles casi históricos, incluyendo jubilaciones, salarios públicos, inversión pública y sostenimiento de programas sociales, entre otras cosas, el superávit no es sano. Por el contrario, lo alcanzaste a partir de un fuerte ajuste a la población. 

En paralelo a este debate se dio la disputa (hoy algo más tranquila) con los gobernadores. “Ellos (por los gobernadores) tienen que hacer un ajuste de un punto del PBI; yo estoy haciendo 15“, dijo el presidente en una entrevista televisiva. 

A la par, también la ex presidenta Cristina Fernández metió su bocadito: ante la afirmación de algunos medios de comunicación de que “Milei es igual a Cristina, que actuaba con los gobernadores con la chequera y el látigo”, la ex presidenta mostró datos que referían al desendeudamiento provincial durante sus dos gestiones de gobierno. 

Ante tantos datos, y también tanta desinformación respecto a la cuestión fiscal, cabe hacer un breve repaso de la historia fiscal de Misiones para entender la posición de la provincia en estas cuestiones y qué tanto se aproxima, o no, a las diferentes conclusiones que se fueron dando a lo largo de los últimos meses. 

Empecemos por la cuestión del endeudamiento, entendiendo que es un proceso de acumulación de deuda. Difícilmente la cuestión fiscal tenga equilibrio; por el contrario, en un proceso de desendeudamiento, las cuentas públicas gozan de una mejor salud en términos generales. 

Para esto, no sirve mirar solo los últimos cinco o diez años: hay que ir un poco más a fondo porque los procesos, tanto de suba como de baja, son largos

Para analizar el stock de deuda pública provincial, el dato más alejado que tenemos para empezar a armar una serie histórica comparativa es del año 1996, período de plena vigencia de la Convertibilidad y luego de haber ya atravesado la última hiperinflación y con Carlos Menem transitando su segundo mandato en la presidencia de la Nación y con Ramón Puerta haciendo lo propio en Misiones. 

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Entre 1996 y 1999, la situación de deuda pública mostró muy fuertes deterioros: su peso en relación con los ingresos de la Provincia iba en aumento. En 1996, la deuda pública misionera equivalía al 67,4% de sus ingresos totales, creció al 79,6% en 1997, al 87,3% en 1998 y llegó al 117,8% en 1999. 

Es decir, la deuda superaba de manera considerable a la totalidad de los ingresos de todo ese año. Además, por supuesto, era deuda dolarizada: con plena vigencia de la Convertibilidad, el stock en 1.999 era por USD 913 millones, con el agravante de que el 75% era con acreedores poco amigables: bonistas y bancos

Este arrastre trajo complicaciones para los años 2000 y 2011, sumado a la grave situación económica y social que vivió el país en esos años. La deuda creció al 126,5% y 148,1% de los ingresos, respectivamente, pero con una particularidad: no creció su participación por aumento de deuda, sino por caída de ingresos. Ya en 2002, la salida de la Convertibilidad con la consecuente devaluación del peso elevó los niveles de deuda: pasó a representar el 294% de los ingresos provinciales. Se puede verificar entonces cómo entre 1996 y 2002 la situación de deuda pública misionera mostró, a la par de la crisis nacional, una importante desmejora. 

Sin embargo, en 2003 comenzaría a trazarse un fuerte sendero de desendeudamiento

En ese año, la deuda se expandió 5,8% pero los ingresos lo hicieron al 34%: esto generó que el peso de la deuda sobre los ingresos pase del 294,2% del 2002 al 232,6% del 2003. En 2004, la deuda bajó al 181,7% de los ingresos, luego al 160,2% en 2005, al 137,1% en 2006, 110,5% en 2007 y finalmente, en 2008, bajó del 100% (fue del 91,6%)

De ese modo, por primera vez en nueve años, la deuda misionera era menor al conjunto de los ingresos de la provincia. A este logro se llegó por dos vías (ya observada en 2023): un bajo incremento del stock de deuda (7,6% anual promedio entre 2004 y 2008) y un alto crecimiento de los ingresos provinciales (29,8% anual promedio en igual período).

Este camino continuó hasta 2015 e incluso a un ritmo mucho más acelerado: en 2009 la deuda representaba el 82,3% de los ingresos y siguió bajando en los años siguientes: 55,8% en 2010, 47,2% en 2011, 37,0% en 2012, 29,4% en 2013, 19,9% en 2014 y 14,5% en 2015. En ese período de siete años, la deuda mostró un alza promedio del 2% anual, cuando los ingresos se expandieron en un 33,0%. 

En este proceso, no solo fue fundamental la decisión política provincial de fortalecer un proceso de desendeudamiento, sino que también fue clave el aporte nacional a partir de los diferentes programas federales de desendeudamiento provincial que se llevaron adelante. 

Tal como mencionamos previamente, respecto a que el stock de deuda provincial que en 1999 estaba en un 75% concentrada en bonistas y bancos, en 2015 representaba apenas el 22% del total, siendo este un aspecto fundamental en torno a la sustentabilidad y el manejo de la deuda en período de crisis. 

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En 2015, el proceso ininterrumpido de trece años de baja de la deuda en relación con los ingresos provinciales se detuvo: en ese año, pasó a representar el 17,5% (fue 14,5% el año previo), que en parte está explicado por los créditos de Anses como adelanto de la devolución de coparticipación que impuso el gobierno de Mauricio Macri. Tras esa pequeña interrupción, entre 2017 y 2023 nuevamente la deuda continúa disminuyendo en Misiones: en 2017 representó el 15,9% de los ingresos; 14,8% en 2018; 10,5% en 2019; y en 2020 cayó finalmente a un dígito: fue de 9,1%, algo que luego se consolidó en 2021 y 2022 (6,0% y 5,2% respectivamente). Finalmente, al tercer trimestre del 2023 (último dato disponible), la deuda misionera representa apenas el 5,1% de los ingresos, siendo este el menor nivel desde que se tiene registro histórico. 

En la comparación regional, el peso de la deuda sobre los ingresos es menor en Misiones que en el total del NEA, excepto en un año (2011).

En el período 2016-2023, la deuda creció al 30% promedio anual, pero los ingresos lo hicieron en un 42,2%. Además, si se busca analizar la deuda medida en dólar oficial, en 2023 equivalía a 77 millones de dólares, cuando en 2002, tras salir de la Convertibilidad, equivalía a USD 700 millones

Tener un proceso consolidado de desendeudamiento y de bajos stocks de pasivos se traduce, naturalmente, en menor peso de los pagos por deuda sobre las arcas provinciales. 

En este punto, Misiones muestra una performance histórica superior a la región y al consolidado de las provincias. Si se analiza el pago por servicios de deuda en relación con los ingresos, el promedio de Misiones para el período 2005-2023 es de apenas el 1,0%. Es decir, de cada 100 pesos que le ingresaron a la provincia, solo uno se destinó a pagar deuda. El promedio del NEA para el mismo período es de 1,3%, mientras que el consolidado nacional (provincias + CABA) es de 2,2%. 

Además, otra de las críticas de los libertarios hacia las gestiones provinciales tiene que ver con el “exceso” del gasto salarial, bajo la premisa que se mantiene ñoquis. El promedio histórico del peso del gasto en personal en relación con los ingresos en Misiones (2005 a 2023) es del 38,4%, cuando el promedio del NEA es del 41,8% y el promedio del conjunto de las provincias es del 45,5%. Otro relato que se cae. 

Gráfico 1. Deuda Pública como % de los Ingresos Totales. 1996-2023. Provincia de Misiones

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