“Es muy importante lo socio afectivo a la hora de formar a un joven en el deporte profesional”, destacó el Pipa Gancedo
Invitado por el club Deportivo Nápoles, el e jugador de River Leonel “Pipa” Gancedo esta en Misiones para dar charlas sobre fútbol. En la tarde del viernes (02/12) brindaron una charla alos padres, con los chicos, los entrenadores, los educadores físicos, todo lo que comprende de los aspectos del fútbol: psicología, socio-afectivo. Y el lunes una exclusiva (05/12) para los entrenadores.
En una entrevista con Radio Open 101.7, Gancedo explicó su rol como Director en la escuela de entrenador en la Carrera Oficial de técnicos Y destacó la situación de misiones donde la formación deportiva no esta “mucho más sano o menos contaminado que aquella vorágine del futbolista o del chico en Buenos Aires”,
Así el club Nápoles sigue trabajando para ampliar la oferta que presenta a quienes practican el fútbol en la Posadas. Siempre enfocados en la formación de jugadores, entre 5 y 16 años, brindándole las herramientas técnicas, psicológicas y todo lo relacionado al desarrollo del físico.
La gestión de esta visita fue del coordinador del club, Ezequiel Da Silva, quien apuesta con esto es tener profesionales que puedan acompañar a los más jóvenes en el proceso formativo. El objetivo del club es poder llevar a los atletas a probarse en los equipos de las principales categoría del fútbol argentino.
Aquí dejamos la entrevista realizada en Radio Open el viernes (02/12):
Radio Open: ¿Qué te trae por la tierra colorada?
Pipa Gancedo: La verdad, es un privilegio poder estar acá. Iniciamos un ciclo de charlas del Curso de Entrenador. Hoy soy director en la escuela de entrenador en la Carrera Oficial de técnicos. Ezequiel Da Silva, de la Academia Nápoles, con Gaby y con toda la gente me han invitado a participar en este ciclo de charlas. Vamos a estar charlando con los padres, con los chicos, también con los entrenadores, los educadores físicos, todo lo que comprende de los aspectos del fútbol: psicología, socio-afectivo. Un poquito para el carácter de los chicos. Es hoy a las 5 de la tarde, en la Academia Nápoles, y el lunes también para entrenadores, así que el fin de semana nos quedamos. Aprovechamos. Yo le había prometido a Ezequiel, que tenemos una excelente relación porque iniciamos con él un convenio para triangular lo que va a ser Argentina, Europa y Estados Unidos. Y lo que uno ha notado es justamente en los chicos, en la formativa, el cuidado, el respeto y la educación; va a ser muy importante a la hora de formar un futbolista profesional. Así que, con ello, vemos que reúne esa parte, para mí, lo fundamental de lo socio afectivo: el amor por los chicos, por sobre todas las cosas. Más que, lógicamente, de jugar a la pelota.
O: ¿Cómo ves al fútbol misionero, su formación?
PG: Yo creo que está mucho más sano o menos contaminado que aquella vorágine del futbolista o del chico en Buenos Aires que quiere todo. Jugar la vida. Ahí es donde nosotros tenemos que facilitar y tratar de ayudar. Por eso en la escuela, el eslogan principal es formar formadores para que después desarrollen a estos jóvenes.
O: Desde que vos eras futbolista, ¿cambió mucho la formación psicológica a los futbolistas?
PG: Sí, en todo sentido. Nosotros jugábamos, pero es como en la vida. El fútbol es el reflejo de cómo vivimos, entonces. Nuestra sociedad, lamentablemente, fue a un camino que no conduce a nada porque, por ejemplo, nuestros padres le daban la autoridad a los maestros en la escuela, eran nuestros papás en el colegio, y ya no tenés esa mirada. Y tampoco se lo ve desde un jugador profesional. Creo que un cirujano cuando va a operar no va a ver cuánto cobra a fin de mes, sino va a salvar esa vida. Lo mismo tendría que ser para los futbolistas, amar a este juego. Lógicamente, después a nivel profesional, las responsabilidades y la profesión. Pero salir a jugar a Primera División, para mí era algo soñado. El esfuerzo de tus padres. También te reflejabas en aquellos que no habían llegado a Primera División. Así que esos valores y esa formación educativa, debe cumplir la mayor tarea para un chico.
O: Sacaste un libro, ¿de qué se trata?
PG: El libro es, justamente, “Fútbol Vida”. La pelota, mi juguete. Hablo sobre la formativa. Anécdotas también hay ahí. Ahora me acuerdo el debut de Juan Pablo Sorín, las anécdotas o las intimidades con Diego. Él me puso Pipa a mí, porque él tenía un amigo con el “Turco” Maradona, que también falleció, su hermano; Lalo, toda la familia. Yo jugaba con el sobrino. Cuando me vieron a mí, él decía que me parecía una a un muchacho, que ellos conocían, que le decían Pipa. Pero Pipa le dicen, lógicamente, a quienes tenemos un perfil interesante. (Volviendo al libro) Pero muchos años… La otra vez me encontraba con el papá de Dani López Maradona, que es el sobrino. Es como mi hermano. Estuvimos juntos, siempre jugamos. Y a su hijo lo llevé a River, Hernán López Muñoz, que está en Central Córdoba de Santiago del Estero; y el papá de Dani me decía: “Nosotros en la infancia, fuimos familia y nos educaron así. Desde esos baby fútbol para poder ser hombres de bien, por sobre todas las cosas.
O: Contabas recién que le ganaste un torneo de jueguitos a Maradona…
PG: No, más que un torneo, fuimos a hacer una exhibición a Córdoba. Jugábamos Nalbandian y Diego contra Marquitos Ligato, corredor de rally, y yo. Se me ocurre a mí: “Vamos a ver quién hace más jueguito con la pelotita de tenis. Y él arranca, hace 60. Después yo, me abucheaban de todos lados, querían que pierda. Después me dice: “Bueno, ahora la revancha, las trompadas”. Es broma, no, pero tuvimos muchas anécdotas, muchos momentos lindos. Disfrutamos con toda la familia.
O: Bueno, también tuviste un paso muy glorioso por River, compartiste plantel con Gallardo en esa Copa Libertadores del ‘96. ¿Se lo veía en ese momento que iba a llegar a ser después en cuanto a lo formativo y director técnico, lo que llegó a ser?
PG: No. Nosotros no miramos el que después puede ser un entrenador. Fuimos compañeros de un juego de fútbol para disfrutar de jugar a la pelota. Teníamos un plantel extraordinario desde el año ‘96, que me tocó llegar hasta el 2001 que me fui a España. Cinco años con siete títulos: Copa Libertadores, Supercopa, cinco torneos, dar todos los años vueltas olímpicas. Era un plantel muy rico y muy buenas personas ante todo, porque combinamos eso. Para poder lograr objetivos tenes que tener el grupo bien.
O: Es destacable entonces lo de Gallardo en cuanto a lo formativo, que plantó las bases que sentó en River…
PG: No sé si lo formativo. Él estuvo en lo profesional. Él recogió a aquellos chicos que han logrado jugar en Primera División, que puedan amoldarse y acoplarse a una idea intencional del juego. Creo que River fue superior en estos años en el fútbol argentino, así que bueno, han disfrutado, lógicamente, de muchos logros.
O: Y en cuanto a Demichelis, ¿cómo lo ves?
PG: Martín es un chico extraordinario. Uno le desea lo mejor. Lógicamente, es ante todo la persona. Así que tengo una anécdota también con él, porque eso te habla de quién es Martín Demichelis. Yo iba caminando por Barcelona solo en una avenida. Estaba con su camioneta. Estaba con la señora y claro, me vio imagínate que yo voy caminando y podría haber pasado. Se paró a saludarme, me gritó: “¡Pipa, Pipa! Fui al auto y era Martín Demichelis con su esposa que estaba embarazada. Eso habla a las claras de la persona. Ojalá le vaya bien.