
Flavia Morales: “En el Congreso voy a poner la misma pasión para mejorar la educación”
La historia de Flavia Morales, segunda candidata a diputada nacional por la Renovación para las elecciones de octubre no debe tener muchos antecedentes en la política de Misiones.
Su derrotero profesional arrancó con la docencia, siempre con un fuerte vínculo con las nuevas tecnologías, denominadas también TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) y su aplicación a la educación. Morales también trabajó en Educ.ar.
Después se incorporó al programa Conectar Igualdad, donde fue la referente para Misiones.
Dejando huella
“Mi papá me decía a mí y a mi hermana que no se pasa por la vida sin dejar una huella, por pequeña que sea”, dice.
“Estoy sorprendida, y me siento honrada por la confianza del espacio y del conductor de la Renovación, no sabía que iba a ocupar un lugar tan importante en la lista. Voy a hacer lo que siempre hago, trabajar y poner mucha pasión para defender los intereses de Misiones y para ayudar a mejorar la educación”, cuenta sobre su eventual trabajo en el Parlamento, en el caso de que resulte elegida.
La candidata habla con este diario en su pequeño despacho de la Escuela de Robótica, un proyecto único en el país. El nombre de la escuela, de por sí, ya despierta muchas expectativas y fantasías. Sugiere que los alumnos van a salir con los conocimientos para armar, diseñar o inventar robots (y cualquier otro artefacto tecnológico). Desde que se inauguró, muchos padres –preocupados por el futuro laboral cada vez más incierto- fueron corriendo a inscribir a los hijos porque intuyen que ahí puede estar la clave para encarar un futuro brillante.
“No sé bien lo que es, pero te lo llevo”, me decían muchos padres cuando me los encuentro por la calle o por el supermercado, cuenta Morales.
Pero después de hablar con la directora y también impulsora del proyecto, queda claro que la Escuela de Robótica es algo más que eso. Se trata de una manera totalmente distinta de encarar la educación, un verdadero laboratorio para modificar un sistema educativo –desde la primaria hasta la universidad- que está en crisis.
“Tenemos muchas preguntas y pocas respuestas, pero tenemos que encarar esos problemas”, dice Morales, sobre cuestiones como la educación, los programas curriculares y también sobre cuestiones concretas como la relación entre los chicos y la tecnología.
Taller sobre ciberseguridad
Este fin de semana, buscando acercarse a esas respuestas, Morales organizó un taller en el Centro del Conocimiento pensado para los padres y también los chicos. “Queremos sumar a la familia, que los chicos no sientan que se está hablando de ellos a sus espaldas”, cuenta.
En esa jornada se trataron temas como el ciberbulliyng, sexting, ciberacoso o los engaños virtuales. Morales tiene dos hijos, uno adolescente y otro veinteañero, y cuenta que también ella tiene que lidiar con este tipo de problemas. “Lo mejor es buscar el diálogo”, afirma.
¿Cuál es el aporte que puede hacer Flavia Morales al Congreso Nacional? Todo parece indicar que, una vez más, la educación –pero no ya de la provincia sino de todo el país- será el gran tema que le tocará trabajar y ayudar a mejorar. Llevando conceptos como los de la escuela de Robótica a toda la Argentina.
Morales parece predestinada. No solo por aquella frase que le dijo al padre. Poco tiempo después, cuando ya ejercía como docente (suplente) uno de sus alumnos, Ignacio, falleció de leucemia. La familia había organizado una colecta para una operación en los Estados Unidos que nunca se hizo. Ellos llevaron los fondos, intactos, al colegio.
Las autoridades convocaron a Flavia a esa emotiva reunión con los padres y ahí se decidió armar un laboratorio de informática y poner a Morales como coordinadora. Cuando recuerda a Ignacio, a Morales se le corta la voz y se le ponen los ojos brillosos.
Quizás sean ciertas las palabras de papá Pedro. Nadie pasa por la vida sin dejar una huella. La de Ignacio, en su corta vida, puede llegar al Congreso a través de Morales. Una voz para aportar al debate que tarde o temprano tiene que dar la Argentina, para ayudar de forma decisiva a reformar una educación que pide cambios de raíz.