Fondos nacionales a Misiones: fuerte repunte en el último trimestre
Desde mediados del año pasado, en línea con el plan de ajuste que inició primero Silvina Batakis pero profundizó Sergio Massa al frente del ministerio de Economía, los envíos de recursos extracoparticipables a las provincias comenzaron a mermar de manera significativa, situación que se mantuvo hasta julio de este año con la sola excepción de marzo. En este marco, los fondos que lograba captar Misiones sufrieron la misma suerte: entre junio y diciembre de 2022 mantuvo un recorte promedio del 16%, se profundizó en enero y febrero del corriente año a un promedio de -54% mensual, se recuperó en marzo y volvió a tener fuerte recorte entre abril y julio a un promedio de -25% mensual.
Sin embargo, durante el último trimestre (es decir, agosto a octubre), Misiones experimentó un fuerte repunte que da otra perspectiva de cara a la inversión nacional en todas sus áreas, no solo en infraestructura.
Para entender este proceso, primero definamos a los recursos extracoparticipables. A estas se la llaman transferencias no automáticas, y a diferencia de las automáticas (como coparticipación), las mismas no se rigen por un esquema preestablecido de reparto. Las transferencias automáticas surgen de una masa de recursos que se reparten según el guarismo asignado por ley a cada provincia, algo de lo que hablamos hace dos semanas en esta columna de Economis. En cambio, las no automáticas quedan a criterio del poder central, quien decide el envío de fondos. Pero ¿de qué fondos hablamos? Aquí hay una amplia gama de recursos: pueden ser aquellos prefijados en el Presupuesto nacional, financiamiento para obra pública, para aplicar programas sociales, para fomentar el emprendedurismo local, o para algún otro programa de política pública en particular. Pero también se encuentran aquí los fondos para el tesoro provincial que sirven de asistencia financiera para emergencias, para reforzar la caja, para cubrir el déficit del sistema previsional o para alguna otra disponibilidad en función de los criterios preasignados.
Si bien las transferencias no automáticas a las provincias son de un volumen muy inferior a las automáticas, cumplen un rol fundamental, ya que financian política pública y/o dan solvencia (o a veces, respiro) a las finanzas provinciales.
El ajuste vivido en gran parte del 2022 y 2023 se explica principalmente desde la necesidad de ordenar las cuentas públicas nacionales (acuerdo con el FMI mediante), pero eso generó también que las provincias, aun teniendo mejor situación fiscal que la nación, se ajusten los cinturones para no caer en insolvencia fiscal. Pero hubo un doble fenómeno que cambió el escenario durante el último trimestre: necesidad de financiamiento para expandir la economía por un lado, y el avance del calendario electoral por el otro.
Vayamos a los datos. Como dijimos antes, en el último trimestre los fondos no automáticos que captó Misiones crecieron de manera considerable. Luego de acumular una caída del 20,6% entre enero y julio, en agosto crecieron 139,2% en términos reales, en septiembre un 75% y en octubre se alzaron 164,4%. Este último dato representa la mayor suba desde diciembre de 2020 pero, al mismo tiempo, se trata del mayor volumen de recursos en términos absolutos de la historia: fueron $9.303 millones.
El avance de las transferencias se evidencia también, justamente, en valores absolutos: entre enero y julio de este año, el mayor volumen se había observado en marzo con $ 4.037 millones; pero ya en agosto ascendió a $ 6.083 millones; en septiembre a $ 6.087 millones y llegando en octubre al récord mencionado. El alto volumen captado en octubre también tuvo relevancia en el plano nacional: fue la provincia con el quinto mayor monto recibido y el que más fondos se hizo en todo el NEA. Además, su crecimiento real fue el sexto más alto del país y también el mayor de todo el NEA.
Aclaro esto, ¿para qué sirve este crecimiento de fondos no automáticos en la provincia? Como mencionamos, más recursos nacionales implica contar con el financiamiento para llevar adelante programas de políticas públicas y cumplir metas de gestión. Pero además, desde un punto de vista casi simbólico, también son importantes para intentar achicar las asimetrías que sufre Misiones en la distribución de fondos automáticos.
Yendo a los conceptos por el que llegaron los fondos en octubre a Misiones, se destacan algunos muy importantes para la gestión presupuestaria provincial. Por un lado, llegaron $2.000 millones del Tesoro Nacional que son de libre disponibilidad para la administración provincial, clave desde un punto de priorización local de los fondos según los programas que tenga en marcha. Además, llegaron $1.969 millones para distribuir al sector docente en concepto del Fondo Nacional de Incentivo Docente, un punto que tuvo un amplio incremento real durante al año.
Además, otros $850 millones llegaron para el programa Abordaje Comunitario “Abrazar Argentina”, un programa social que tiene como principales destinatarios a los comedores comunitarios y merenderos, logrando así financiar un programa social de relevancia. También hubo otros $610 millones para Emergencia Social para catástrofes o emergencias climáticas, financiamiento clave para encarar programas de recuperación tras la seca pero también para los casos de inundaciones vividos en el último tiempo.
Pero no solo hay fondos de asistencia social, también es desarrollo económico. En octubre llegaron otros $700 millones para la implementación de políticas para el desarrollo del agregado de valor en las cadenas agroalimentarias, $308 millones para inversiones en infraestructura turística, y $170 millones para el fomento de Parques Industriales.
Por otro lado, existe fuerte financiamiento para infraestructura: $ 592 millones para el desarrollo de obras varias en municipios, $ 192 millones para el desarrollo de obras de pavimentación y jerarquización urbana; $ 177 millones del programa Infraestructura Hídrica del Norte Grande (financiado a través del BID).
Estos son algunos de los puntos más relevantes de las transferencias recibidas por Misiones en octubre, que como ya se dijo tuvo un crecimiento importante. Pero además, a partir del fuerte repunte del trimestre agosto-octubre, el acumulado del año muestra también incrementos reales en los recursos no automáticos que captó la provincia. En total, entre enero y octubre, Misiones se hizo de $ 37.946 millones, una cifra que es 13,1% superior en términos reales a igual período del 2022, siendo la provincia del NEA con el mayor incremento y la séptima más alta en el país. De ese total, se destaca que el 25% corresponde al FONID, garantizado así el pago al sector docente; el 16% a obras por transferencias a provincias y municipios; el 8% de fondos frescos para la administración provincial entre asistencia a provincia y ATN, entre otros.
Todo lo dicho anteriormente tiene un sentido: por un lado, contar con mayores recursos por parte del Estado nacional permite, como ya se dijo, achicar asimetrías y contar con el financiamiento necesario para continuar un plan de desarrollo socioeconómico de la provincia. Pero hay otro punto fundamental a destacar: robustece la situación fiscal local. Sobre esto último hay algo muy importante para mencionar: entre enero y junio, es decir, durante el primer semestre del año, los fondos nacionales estaban en plena caída, pero aún con eso en consideración, Misiones cerró ese período con buenos indicadores fiscales: el superávit primario fue por $ 1.117 millones y el financiero por $ 48 millones, con un gasto expandiéndose 122% y los ingresos solo 110%, según los datos que difundió esta semana el ministerio de Hacienda provincial.
Es decir, aun sufriendo altos recortes de fondos nacionales, la provincia continúa expandiendo el gasto sin alterar su equilibrio fiscal. En vista de esto, la fuerte recuperación de los fondos nacionales no automáticos puede servir para ensanchar el superávit o bien, para sostener el equilibrio pero expandir aún más el gasto en vistas de profundizar el camino de desarrollo de la provincia.
Otro punto clave es la reivindicación misionera: históricamente perjudicada por el gobierno nacional, el repunte del último trimestre muestra una mirada distinta a la provincia, como una suerte de acto de justicia desde el poder central hacia Misiones, una situación simbólicamente valorable en un escenario donde el destino de la conducción política del país no está claro y donde queda en evidencia que los dos modelos de país propuesto no ponen el mismo valor a las provincias.