“Conozco, aplaudo y felicito a Misiones porque la verdad que es no solo un caso de referencia fenomenal para el resto de las provincias, sino también para la Nación. Haber iniciado hace algunos años, todo el trabajo de puesta en valor del manejo de bosques. Que el mundo te lo paga, lo promueve y termina transformándose en un nuevo ingreso para la provincia. Pero, además, da una pauta hacia el sector privado, respecto de la responsabilidad con la que tenemos que llevar adelante nuestros planes de acción, públicos o privados. En Misiones, con este caso muy próximo ya, a la materialización, a la consagración, cuando emita su certificado de carbono, va a poder decir: “Esto es posible”, “somos una provincia que ha transformado en política de Estado, la iniciativa y la responsabilidad de cuidar nuestros recursos”. Y esta, es la mejor señal que le podemos dar a nuestra población. Que nuestros hijos van a tener la posibilidad de contar con un recurso estratégico, como son los bosques, que el mundo lo va a valorar cada vez más, con una política de preservación que cumple todos los estándares”. La frase es de Adrián Cosentino, en el cierre del primer congreso inmobiliario de Las Misiones. El economista ponderó la transformación de la provincia en los últimos años usando como ejemplo la emisión de los certificados de carbono, con los que Misiones generará ingresos en 2024 estimados en 80 millones de dólares, casi 30 mil millones de pesos, a valores oficiales. 

El dato pudo haber pasado desapercibido en el torbellino electoral, pero describe la evolución de Misiones en los últimos años y es, incluso, un hecho político: “Aquí no ha entrado la grieta”, dijo Carlos Rovira en la noche de la primera vuelta de las elecciones. Se puso a los intereses de la provincia, por encima de los orígenes y pertenencias políticas. 

Eso quizás explique la contundencia del respaldo cosechado en mayo y también en octubre, cuando los candidatos del “misionerismo” para el Congreso, sacaron una abultada diferencia sobre la alianza Cambiemos, ahora fracturada y mimetizada con las huestes libertarias. 

Esa digresión permite encontrar una de las explicaciones de por qué también ganó Javier Milei, tanto en las PASO como en la primera vuelta, pese al crecimiento de diez puntos que evidenció Sergio Massa: la misma sociedad que premió a un modelo político en la provincia, tomó distancia de la grieta y no votó ni a oficialismo ni a la (entonces) primera oposición en la Nación. La anodina gestión de Alberto Fernández provocó un enorme desencanto, tanto como las reminiscencias de la herencia dejada por Mauricio Macri, ahora erigido en nuevo jefe de la ultraderecha argentina. La incógnita es saber si el pacto Macri-Milei suma o restará. En política, dos más dos no es cuatro. Las encuestas promedian una paridad. Zuban & Cordoba proyectan que el actual ministro de Economía se impondría por 2,3% ante la dupla de La Libertad Avanza. CB Consultora, en las primeras horas pos 22 de octubre, midió que Milei le sacaría un punto a Massa, a quien, sin embargo, Analogías marca como ganador. Se verá. 

Por lo pronto, intelectuales y artistas toman distancia de la alianza de ultraderecha. En un documento sorpresivo, Graciela Fernández Meijide y un grupo de pensadores llamaron a votar a Massa en la segunda vuelta, en rechazo a las posturas “antidemocráticas” de Milei. Además de Meijide, el comunicado lo firman Carlos Altamirano, Pablo Alabarces, Roberto Gargarella, Alejandro Katz, Beatriz Sarlo, Maristella Svampa y Claudia Hilb, entre varios más, afines al antiperonismo y que han sido marcadamente antikirchneristas. Hasta Amalia Granata repudió la nueva alianza, lo mismo que el ex ministro macrista -fanático- Pablo Avelluto, quien sostuvo que “dejó” la “droga del antikirchnerismo rabioso” e hizo un pronunciamiento muy fuerte respecto de la necesidad de defender la democracia.

En esa línea, muchos de los que acompañaron a Cambiemos, comenzaron a desmarcarse. Hasta la fundación Mediterránea tomó distancia de la nueva alianza. Una cosa era tener a un eventual ministro de Economía en el Gobierno de Cambiemos y otra tener a Carlos Melconian como integrante de sociedad anarcolibertaria. El viernes los socios decidieron dar por concluido el vínculo con el economista. 

El radicalismo adoptó la neutralidad, aunque varios de sus dirigentes no pueden ocultar su rechazo a Milei, sobre todo los más jóvenes, quienes advierten que “no da lo mismo” Massa que Milei, como señaló Camila Lattes, una de las convencionales de la UCR misionera, quien dio la cara ante el silencio oprobioso de los “mayores”. 

La joven dirigente también cuestionó a los dirigentes de Cambiemos que optaron por sumarse a Milei, como Pedro Puerta, quien primereó en la temporada de pases: “Curioso que Pedro Puerta hable de la casta, cuando él viene de la casta más nefasta de la provincia. Soy militante de la UCR, hemos militado juntos, pero no me va a decir a mi lo que tengo que hacer una persona que recorre la provincia en avioneta y no se embarra las piernas, no conoce al colono, no conoce al misionero ni sus realidades, porque responde a los intereses de Buenos Aires y de Mauricio Macri”, retrucó la joven dirigente. A Pedro le siguieron el senador electo, Martín Goerling y los hermanos Schiavoni, aunque ambos jugaron separados en la interna de Cambiemos. Casi un deja vu de los 90. 

El “schiarettismo” misionero también sentó postura a favor de Massa. “La coyuntura social y política que vive hoy nuestro país nos exhorta a no ser neutrales y entendemos que en este momento es necesario expresarnos sobre el modelo de país que deseamos”, consideraron sus postulantes en Misiones.

“En este balotaje volvemos a las urnas con la responsabilidad de elegir no a un candidato, sino al modelo que mejor representa a los valores democráticos, que acompañe los proyectos provinciales, asegure el acceso igualitario a la educación y a la salud pública, resguarde los Derechos Humanos, el crecimiento de nuestras industrias y el progreso sostenido de todos los argentinos y argentinas. . En este plano, compartimos los lineamientos e ideales que expresa el Frente Renovador de la Concordia. Comprendemos y coincidimos que hoy el proyecto de Unión por la Patria es el único camino para preservar y garantizar los intereses de los misioneros, y por ello acompañaremos a Sergio Massa como candidato a presidente el próximo domingo 19 de noviembre”, señala el documento firmado por los principales candidatos misioneros de Hacemos por nuestro País. 

Del otro lado, después de la derrota, la campaña macrilibertaria enfrenta al viejo Milei contra el novedoso Milei: el de antes de las elecciones con sus promesas innegociables de que el acceso a la educación y la salud debe ser para quienes puedan pagarlo, con el león anestesiado, que reemplazó el sálvese quien pueda por edulcorados compromisos de que la educación y la salud seguirán siendo públicas y con financiamiento estatal. Créale al que usted quiera. Al rato, como si despertara de la somnolencia, el viejo león vuelve a olvidar que tejió una alianza con “la casta” y jura que su plan económico se mantiene, pese a las influencias de Macri que le exigió moderación y evitar hablar de la venta de hijos, sus órganos o la privatización del mar. Pero si se trata de posiciones extremas, Macri también cae en “excesos”. Para seducir  el voto cordobés, acudió a una metáfora poco feliz: “Casi no hay ningún cordobés genéticamente que adhiera al populismo”. Los votantes de Massa tienen un ADN menos valioso para el ex presidente.

Patricia Bullrich, quien está aunque nadie la perciba, también se mimetiza con las propuestas de su nuevo líder: “La economía está explotando. Ojalá que explote antes del 19”, dijo en una entrevista la ex candidata de Cambiemos. Milei había marcado el camino cuando dijo que prefería que “explote” la economía para que “se arruine (la vida) de todos” y “no sólo de la casta”. La onda expansiva de una explosión, claro está, genera múltiples daños colaterales. 

Ante ese discurso incendiario, Massa se concentra en propuestas para terminar con la grieta, el mayor obstáculo para salir de la crisis. En las últimas horas trascendió el diseño de un plan para bajar impuestos al campo -el rival no tan silencioso que enfrenta el Gobierno- y el ministro de Economía frenó la suba de impuestos que impactan en el combustible. También logró que algo baje: por lo menos en la temporada veraniega, cuando la demanda aumenta, la tarifa eléctrica se reducirá 9 por ciento para los grandes usuarios, por mayor disponibilidad de energía hidroeléctrica y de gas. El beneficio también llega a los usuarios medios de Misiones, gracias a las gestiones encaradas por el gobernador Oscar Herrera Ahuad, quien viene planteando la necesidad de una tarifa diferenciada para la provincia, la única que no tiene gas natural y la que más sufre los calores del verano. 

No fue el único logro de las gestiones con Massa. Se extendió el programa Ahora Misiones +21, que permite financiar compras con el reintegro de hasta el 41 por ciento y con cuotas sin interés, lo que resulta vital para sostener el consumo en medio de un contexto inflacionario. Hasta julio había generado ventas por 7.590 millones de pesos, más que todo el año pasado.  

“Cuando vamos a plantear nuestros problemas, debemos ser todos uno solo”, señaló el gobernador Herrera Ahuad sobre el otro guiño de Massa a Misiones. El laudo yerbatero con una suba del 108 por ciento fue el más alto de la historia a favor del sector productivo, lo que generará ingresos extra en las chacras misioneras por 50 mil millones de pesos. El contraste de modelos es claro con la yerba mate. La alianza macrilibertaria impulsa la desregulación, cuyo efecto inmediato es la desprotección del sector productivo, como sucedió en los 90.

El todos, implica que también la industria reciba un incentivo: tras las gestiones del Gobierno y el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, Juan José Szychowski, Massa autorizó una suba del 15 por ciento en góndola para aliviar la presión generada por la suba de la materia prima. El incremento calmó a la industria. “No alcanza pero sirve. El aumento de la hoja verde y canchada fue muy superior. Hay que ver si después del 19 hay otro aumento”, explicó un industrial de la zona sur. 

La yerba completó un cuadro que contiene a todo el sector productivo: también hubo un incremento -por unanimidad- de los valores de la materia prima forestal y el jueves se confirmó una mejora para el precio del té que pasó de 32,50 a 35 pesos el kilo de hoja. La madera, el tabaco, la yerba y el té, tienen también retenciones cero para las exportaciones. 

Esa sincronía no es producto del azar. “Sergio Massa junto al gobernador Oscar Herrera Ahuad y Carlos Rovira, han trazado un rumbo hacia la estabilidad económica. A pesar de todo lo malo, pandemia y sequía, vamos a un país federal con impronta productiva y con un desarrollo sustentable”, aseguró José Ignacio De Mendiguren sobre las políticas conjuntas entre Misiones y la Nación. El ex presidente de la UIA elogió a Misiones por ser “una de las provincias que más ha avanzado en estos cuatro años y ha mostrado un crecimiento en el sector industrial más grande de las provincias”.

Ese marco de contención se traduce en números. En agosto Misiones marcó un nuevo récord de empleo registrado en el sector privado. Superó la barrera de los 110 mil empleos registrados sin estacionalidad y llegó a los 110.162 puestos de trabajo en blanco. 

Las dos marcas anteriores habían sido en septiembre de 2015, cuando había 109.112 empleos -perdió casi diez mil hasta 2019- y la segunda, de julio de este año, cuando llegó a 109.686 puestos de trabajo.. Desde marzo de 2020 el empleo privado en Misiones creció 9,79 por ciento y se crearon 9.821 puestos. Misiones es líder por lejos en el NEA y está en el podio del Norte Grande. Ese crecimiento del empleo privado coloca a Misiones como una de las provincias con mejor relación privado/público y también desarma algunos discursos opositores: según la Cámara Argentina de Comercio, Misiones tiene la alícuota de Ingresos Brutos más baja del país -la mitad del promedio- y desde 2019 fue la provincia que más bajó la presión tributaria. El estudio está firmado por Nadín Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal y ex subsecretario de Desarrollo del Ministerio de Economía del gobierno macrista y sucesor de Domingo Cavallo como director del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana), de la Fundación Mediterránea.

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