El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, reconoció ayer públicamente que la nueva ley de Coparticipación que Mauricio Macri pretendía alumbrar durante su gestión, “quedará para un segundo mandato”.
Esta ley de Coparticipación regula el reparto de los impuestos nacionales entre la Nación y las provincias (coparticipación primaria) y después la forma en que se divide la “torta” entre los distritos entre sí (coparticipación secundaria).
Misiones es uno de las provincias más perjudicadas del país por la no reforma de esta ley y debe ejercer una presión impositiva significativa con Rentas para compensar lo que no obtiene vía “Copa”.
Frigerio estuvo ayer nuevamente en Corrientes, una de las provincias que más visita desde que Gustavo Valdés sucedió a Arturo Colombi como gobernador.
Ante la consulta del diario El Litoral sobre la discusión de un nuevo régimen de Coparticipación, el ministro expresó: “Es uno de los desafíos pendientes. Es una de las reformas estructurales que nos quedan pendientes para una segunda gestión, una nueva Ley de Coparticipación, el fortalecimiento del sistema fiscal federal. Ojalá que en 2019 podamos avanzar, reconociendo que hemos avanzado muchísimo en tres años en todo lo que se relaciona con el vínculo Nación Provincia”.
Ingresos principales
Los giros por Coparticipación son el principal ingreso de los estados provinciales. En Misiones representa aproximadamente 6 de cada 10 pesos que le ingresan al Tesoro. Otros $3 son por la recaudación de Rentas y el resto transferencias por afuera de la llamada “Copa”.
Misiones percibe cada mes por Coparticipación mucho menos que Formosa y tiene el doble de población que esa provincia. También obtiene menos que Corrientes o Chaco, aún cuando cuenta con mayor población que estos distritos. Esto es así por la no actualización de los índices de Coparticipación que implica la demora en sancionar la nueva ley.
Todo esto a pesar de que los misioneros pagan mucho más en impuestos nacionales que formoseños, chaqueños o correntinos.
“Misiones le transfiere a la Nación sólo en IVA 7.500 millones de pesos (al mes) y recibe por el mismo concepto 2.500 millones de la Nación y 5.000 millones de pesos se queda la Nación. Ese dinero es nuestro. ¿Qué hace la Nación con ese dinero?”, dijo el gobernador Hugo Passalacqua esta semana en una entrevista con Ambito Financiero realizada por el periodista Alejandro Spivak, en donde pidio “revalorizar” a las provincias ante la Nación.
Si bien Passalacqua no lo dice, esta inequidad en la distribución obliga a la Dirección General de Rentas a tener una performance recaudatoria extraordinaria comparada con el resto de las provincias del NEA. Misiones recauda más por Ingresos Brutos que Formosa, Chaco y Corrientes juntas.
Ese esfuerzo no es gratis para los misioneros. Visto del lado del contribuyente, se traduce en una presión impositiva muy alta que se suma a la de los gravámenes nacionales y afecta la salud de empresas y la capacidad de generar nuevos empleos.
La actual ley
La actual norma, que data de 1988, perjudica ostensiblemente a un grupito de provincias entre las cuales Misiones está a la cabeza. De la misma forma, la vigencia de la vieja ley beneficia a otras jurisdicciones, que naturalmente no tienen ningún interés en avanzar con estas modificaciones.
Tan obsoleta es que en 1994 cuando se reformó la Constitución se mandó (por mandato constitucional) a tener una nueva ley en un lapso máximo de dos años, que se cumplieron en 1996. Ya pasaron 23 años y la nueva Coparticipació sigue esperando.
La nueva Coparticipación, además, es la norma que completaría el Pacto Fiscal que acordaron la mayoría de las provincias en noviembre de 2017 y que implicaron recortes en giros automáticos para los distritos. Misiones resignó giros automáticos a cambio de partidas que dependen de la discrecionalidad de un funcionario de la Casa Rosada.
Básicamente para compensar a la provincia de Buenos Aires con un nuevo modelo de reparto del impuesto a las Ganancias, el segundo gravámen más importante en la recaudación detrás del IVA.
Dicho en otras palabras, el Pacto Fiscal fue una especie de “mini Coparticipación” que compensó a la mayor provincia del país en detrimento de otras jurisdicciones, que quedaron esperando la nueva “Copa”. Nadie discute que la provincia gobernada por Maria Eugenia Vidal merecía esa reparación.
Pero los distritos que firmaron el Pacto -y aceptaron salir perjudicados- lo hicieron en el entendimiento de que después vendría esta segunda reforma para terminar de acomodar la distribución de los recursos que son de todos los argentinos.
El problema es que ahora que tuvo su reparación, Buenos Aires pasó de ser la más interesada en sancionar una nueva ley de Coparticipación a no tener el tema como una prioridad. De las provincias perjudicadas, Misiones es una de las que está al tope. No es necesario ser un experto en política para entender que la tierra colorada no tiene el mismo peso para hacer avanzar esta reforma pendiente.
 
Coparticipación de febrero de 2019. Misiones recibió 3.220 millones. Formosa, con menos de la mitad de población, unos 3.446 millones.Los misioneros pagan muchisimo más en impuestos nacionales como el IVA, pero por la obsoleta ley de coparticipación de ese dinero vuelve muy poco cada mes, destacó Passalacqua esta semana en la prensa nacional.

 

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Martin Boerr

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