Inversión pública para el 2021
$5.018 millones de pesos es la inversión pública anunciada por el Presidente Alberto Fernández para la provincia de Misiones, que abarcan la finalización de la obra de Autopista Ruta Nacional N° 12 (tramo Cerro Corá y Santa Ana), la construcción de 5 nuevos accesos y colectoras. Además de ese monto, este anuncio prevé la generación de 300 empleos directos.
El monto total a invertir según lo detallado anteriormente, equivale a 160% de lo que, hasta principios de agosto, el estado nacional había invertido en Misiones en concepto de capital. Por supuesto que no será realizado en su totalidad de una sola vez, pero sin dudas permite ya proyectar un fin de año con un balance positivo (en términos de recursos de inversión) para Misiones.
Este anuncio se da en el marco del inicio del debate de Presupuesto 2021 de la provincia, donde desde el propio gobierno dieron a conocer en primer lugar los ejes claves del mismo, al tiempo que la Cámara de Representantes provincial dio inicio formal a su discusión la semana pasada.
El foco puesto al momento de su presentación estuvo puesto en el gasto social, de modo tal de garantizar contención, acompañamiento y desarrollo de políticas públicas tendientes al desarrollo familiar, en un contexto donde seguirán existiendo secuelas de la grave situación vivida (y que aún vivimos) por la pandemia que es la gran protagonista del 2020.
Sin embargo, en esta columna de hoy queremos desarrollar con algo más de profundidad otro aspecto clave del presupuesto provincial, que tiene que ver con la inversión pública, más específicamente, con el gasto de capital que realiza la provincia.
Como ya hemos mencionado en otras oportunidades, Misiones se caracteriza como la provincia del NEA con mayores niveles de gasto de capital sobre el total de sus gastos, y de hecho, las propias calificadores de riesgo como Moodys señalan “los altos gastos de capital” de la provincia en el marco de la evaluación de sus resultados fiscales.
Si tomamos los presupuestos provinciales entre 2015 y 2020, e incorporamos el proyecto 2021, notamos que Misiones ha tenido un promedio de inversión de capital del 30% del total de presupuesto, con un pico en 2015 con el 33,9% y un piso del 26,7% en 2019.
En ese marco, si hacemos una desagregación del gasto de capital, observamos que los “trabajos públicos” representan entre el 71 y 74% del total, y el gobierno misionero sostiene su importancia dentro del presupuesto al expresar que “es un rubro muy importante en el presupuesto provincial” y que “nuestro proyecto misionerista lo ha utilizado desde siempre como uno de los motores del desarrollo económico de la provincia”.
De hecho, este ítem solo, en el proyecto 2021 tiene una asignación del 19,9% del presupuesto, un nivel similar al promedio histórico de los últimos años.
Esta proyección no solo consolido el perfil de gasto de Misiones de los últimos años, sino que además la sigue diferenciando, como decíamos antes, de sus pares del NEA, donde el promedio de inversión de capital sobre el total del presupuesto no superó en el período de referencia al 25%.
A los $28.133,3 millones presupuestados para “trabajos públicos” en 2021 se le suman otros $5.990,5 de inversión en “bienes de capital” (equipamiento para crear otros bienes, como maquinaria vial); otros $112 millones en “bienes preexistentes” (adquisición de bienes físicos ya existentes), y $4.124 millones en “inversión financiera” (erogaciones que incrementan el activo del estado provincial, mediante inversiones en empresas y préstamos a otros sectores, entre otros).
Si comparamos estos puntos respecto al presupuesto 2020, notamos que el gasto en “trabajos públicos” crece un 22,7%, en bienes preexistentes un 62,3% y en inversión financiera un 17,9%. El total de las erogaciones de capital crece un 20% contra un 27% de incremento del total del presupuesto. La explicación de esta diferencia es muy clara: la necesidad de darle mayor atención presupuestaria al gasto social, donde predomina el gasto denominado “corriente”.
Aún así, lo novedoso de este presupuesto es que, aun incrementando el gasto social, el gasto de capital se mantuvo medianamente estable en valores históricos, lo que permite a la provincia sostener un ritmo de inversión pública acorde a los últimos años.
Por último, y no menos importante: el peso de los servicios de la deuda. En el presupuesto 2020, los intereses de la deuda acumulaban un gasto por $775,3 millones; en el proyecto 2021, caen a $589,1: un descenso del 24,6%, y en términos de participación en el total de las erogaciones, pasa de un 0,7% de 2020 al 0,4% en 2021. Una nueva buena noticia en términos de gestión de la deuda. A su vez, las erogaciones para atender la amortización de la deuda crecen un 46,7% a precios corrientes, pero no afecta para nada en su participación sobre el total.
En relación a esto último, un comentario: en los últimos días los gobernadores llegaron a un acuerdo con el presidente para postergar los vencimientos del primer desembolso del crédito del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que las provincias tomaron en 2016. Dicho vencimiento incluía la totalidad del capital y una porción de intereses y se descontaban directamente de la coparticipación en su goteo diario.
En el caso de Misiones, implicaba un descuento de $992 millones de capital y otros 150 millones de intereses, que equivalían a un 29% del total de la coparticipación neta que recibió en julio. No caben dudas que iba a generar un enorme stress de caja en un contexto de caídas reales de los recursos, por lo cual dicha medida (que está sujeta a la aprobación de una ley que debe realizarse lo más rápido posible) trae tranquilidad a las administraciones provinciales.