Los cerdos de Trump por los limones de Macri
Escriben Guillermo Knass y Martín Leiva Varela, ECONEA, especial para Economis. Días atrás se conoció el avance de las negociaciones comerciales entre Argentina y Estados Unidos que permitirían por fin colocar los limones de Tucumán en el país norteamericano a cambio del ingreso de carne porcina, cuyo acceso a nuestro país se encuentra restringido hace 25 años por razones sanitarias. Con respecto al mercado de limones ya opinamos al respecto en este medio cuando Trump tomó las primeras medidas para restringir la compra del cítrico argentino (https://economis.com.ar/dame-un-limon/).
Pues bien, Estados Unidos decidió abrir sus puertas y dejar que el comercio fluya es una buena noticia para poder vender potencialmente cincuenta millones de dólares al año en limones a una plaza tan importante.
Obviamente, como nada es gratis en este mundo y menos tratándose de las negociaciones con el país capitalista más poderoso, se tuvo que abrir la importación de carne porcina norteamericana a cambio. En principio esto parece lo justo: “Me compras, te compro” y como ya desarrollamos en el artículo mencionado, todos nos beneficiamos del comercio internacional.
Pero ¿es equitativo el trato?
Veamos cómo está nuestro mercado porcino:
Oferta:
- Producción Nacional
En el primer semestre de 2017 se faenaron en la Argentina 513.284 cabezas de ganado porcino.
2.538 productores de un total de 4.000, faenaron menos de 30 cabezas, con lo cual podemos decir que es una actividad de muchos pequeños minifundistas. Solo 54 productores faenaron más de 1.500 cabezas, con lo que los grandes productores apenas representan el 1 % de la actividad.
Esto quiere decir que, al contrario de la generalidad de los productores de ganado vacuno o sojeros, los que se dedican a la actividad porcina son pequeños y numerosos con lo cual cualquier hecho negativo que afecte al sector, lo hará en un sector más vulnerable.
- Importaciones
De las 290.000 toneladas de carne con hueso producidas, se importó solo el 6 %, considerando el primer semestre del 2017. En el año 2016 las importaciones fueron del orden del 5 % del total ofrecido. El dato relevante es que el 90 % de las importaciones provienen de Brasil, nuestro socio del Mercosur y el que compra nuestros productos con mayor valor agregado.
Demanda
El consumo de carne porcina por habitante por año oscila entre 12 y 13 kilos y se mantiene bastante estable. Brasil tiene un consumo levemente mayor (entre 13 y 14 kilos por habitante anual). Las exportaciones son irrelevantes: 11.900 toneladas durante el 2016, menos de la mitad de lo que se exporta.
Precio
Comparación del precio del kilo vivo entre Argentina Brasil y Estados Unidos
Como vemos el precio del cerdo entre Brasil (naranja) y Argentina (rojo) tiende a igualarse, pero por varios problemas internos en Estados Unidos (azul) se cae peligrosamente (50 centavos de dólar, en dos meses casi un 25 %), con lo que si sigue la tendencia puede desplazar las importaciones de Brasil (nuestro principal socio comercial) y luego con nuestros productores.
El argumento es que los productos importados compiten con los nacionales, esta competencia es en beneficio de todos porque obliga a las empresas a ser eficientes y mejorar la relación precio calidad.
En el caso particular del mercado porcino no hay que perder de vista un par de datos:
Primero recordar que de los 4000 productores de Argentina más del 60 % son pequeños con lo que la competencia en el sector existe.
Segundo, la rentabilidad de la actividad está en uno de los puntos más bajos de la historia reciente: según datos del Ministerio de Agroindustria de la Nación con un kilo de cerdo en pie en el 2015 se compraban 12 kilos de maíz, cuando en la actualidad se compran solo siete kilos de maíz.
Todo esto sumado puede llevar a la pérdida de más de 35.000 puestos de trabajo según declaraciones del presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos, Juan Uccelli.
Entonces:
Abrir las importaciones es una estrategia para controlar los precios internos, no solo en este caso sino en varios que hoy son tapas de los diarios (el caso de las computadoras, zapatos, entre otros). La competencia hace que nadie pueda ganar más que los beneficios normales y eso es bueno para todos.
Pero en el caso del cerdo donde vemos que el sector perdió rentabilidad, que son muchos y pequeños, que lo poco que se importa viene de nuestro aliado estratégico (Brasil) y ponemos en peligro nuestras relaciones comerciales en el Mercosur, que Estados Unidos tiene problemas con lo cual pondría en competencia ruinosa a nuestros productores, hacer este acuerdo es una pésima idea.
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