El Censo 2022 realizado el pasado miércoles 18 de mayo ya brindó un dato provisorio: en la Argentina, habría unos 47.327.407 habitantes, que implica un crecimiento población del 18% en relación con el Censo 2010. 
Si bien no existen datos provisorios para las provincias, hay algunos modos de estimar una proyección para las mismas. Recordamos que el INDEC cuenta con una proyección año a año de la población estimada por provincia. Para el 2022, la población estimada para Misiones era de 1.288.476 personas, concentrando el 2,8% del total nacional, que antes del censo, se proyectaba en 46.234.830 habitantes. 
Como el numero provisorio del INDEC fue superior a la primera estimación, y suponiendo que la participación misionera sobre el total se mantiene constante, entonces la población de la provincia estaría en torno a 1.318.924 habitantes. 

De esta proyección surgen algunos datos: en primer lugar, Misiones sería la provincia más poblada del NEA, la tercera en el Norte Grande y la novena en el país. Por otro lado, mostraría un crecimiento demográfico superior a la media nacional: +19,7%, siendo también la mayor del NEA. 

Pero el dato quizás más relevante tiene que ver con la composición de la Cámara de Diputados de la Nación. Para ello, repasemos brevemente la historia.

De acuerdo con lo establecido por la Constitución Nacional, el número de diputados nacionales debería renovarse cada 10 años: es decir, por censo, en base a la variación de la población, de modo tal que cada distrito tenga igual nivel de representación. 

Sin embargo, desde 1983 el número está estancado, y continúa vigente lo que se llama la “Ley Bignone”, sancionada ese año en plena dictadura, cuando ese personaje ejercía la presidencia de facto. Esa ley (la Nº 22.847) establecía que debía existir un diputado cada 161 mil habitantes o fracción no menor de 80.500. Además, dispuso un mínimo de cinco diputados por provincia, y sostuvo la regla de tres diputados extra por provincia que se había incorporado en una ley de 1972.

Desde ese momento, a hoy, pasaron tres censos (cuatro, si se considera el del pasado miércoles) pero el número de miembros de la Cámara Baja no varió. Esto genera, naturalmente, problemas de subrepresentación y de sobrerrepresentación. Por ejemplo, Formosa tiene actualmente cinco diputados nacionales, que implica una proporción de uno cada 123 mil habitantes; pero Misiones, que tiene siete en total, registra uno cada 184 mil habitantes. Buenos Aires, la provincia más poblada del país, tiene hoy un diputado cada 256 mil habitantes. 

¿Qué pasaría con las provincias del NEA si se actualiza el número de diputados nacionales según población? Utilizando las estimaciones parciales del Censo 2022, Misiones debería tener un diputado más, al igual que el Chaco: ambas deberían pasar de 7 a 8. Corrientes, en cambio, no debería sufrir variación (queda en 7), y Formosa debería tener uno mes (de 5 actual, a 4).

Ampliando el análisis hacia el Norte Grande, Catamarca debería tener dos diputados menos (de 5 a 3), Jujuy uno menos (de 6 a 5), La Rioja dos menos (de 5 a 3), Salta debería ganar dos (de 7 a 9), Santiago del Estero uno menos (de 7 a 6) y Tucumán, dos más (de 9 a 11). 

En los casos de Catamarca, Formosa y La Rioja, chocaría con el establecimiento del mínimo de 5 diputados por provincia. Suponiendo que eso no cambia, aun considerando el aumento de aquellas provincias que le correspondería tener más legisladores, la sobrerrepresentación de los distritos mencionados seguiría vigente. 

Pese a lo normado en la Constitución nacional y las leyes vigentes, ajustar el número de Diputados nacionales según el Censo 2022 sería políticamente complicado. La opinión pública, mayoritariamente, podría vincularlo a un aumento del gasto público de carácter innecesario. Más allá de estar de acuerdo o no con esa expresión, desde el punto de vista de la representación parlamentaria, la cuestión no es menor. 

Tanto la sub como la sobrerrepresentación legislativa trae problemas de funcionamiento institucional, no solo en Diputados, también en Senadores, pese a que la conformación de este último es distinta, ya que se aplica un criterio numérico igualitario entre las 24 jurisdicciones (3 senadores cada una). 

Esto es, de hecho, uno de los temas de mayor debate de la ciencia política argentina: si bien los Diputados representan al pueblo de la nación, la distribución de bancas por provincia permite actualmente que una de menor peso relativo tenga poder de veto igual o mayor a provincias más grandes. 

Lo más probable es que no exista modificación del número de la Cámara Baja, ya que el clima política no es apto para implementar reformas de esa naturaleza, más allá de que existe un pedido de la Cámara Nacional Electoral para avanzar en ello y que hay argumentos constitucionales.

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