Pakistán recibe salvataje del FMI por US$ 1.170 millones
Pakistán obtendrá un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de US$ 1.170 millones para evitar un default, el cual se descontaba como inminente a partir de las fuertes inundaciones y la crisis política que atraviesa el país surasiático
Pakistán obtendrá un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de US$ 1.170 millones para evitar un default, el cual se descontaba como inminente a partir de las fuertes inundaciones y la crisis política que atraviesa el país surasiático
Tras una revisión del “board” (comité ejecutivo), el FMI desembolsará un total de 894 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) equivalentes a aproximadamente US$ 1.170 millones.
Pakistán se encuentra dentro de un Programa de Facilidades Extendidas desde el 2019 estipulado en US$ 6.000 millones, el cual, debido a las mayores necesidades financieras del país durante el próximo año fiscal de 2023 y para “catalizar financiación adicional”, fue extendido por el FMI tanto en tiempo (fines de junio de 2023) como en cantidad (US$ 6.500 millones).
Con el nuevo desembolso, el FMI habrá prestado US$ 3.900 millones del total del programa.
“Pakistán se encuentra en una coyuntura económica complicada. Un contexto dificultoso en lo externo junto a políticas domésticas procíclicas provocaron que la demanda doméstica alcance niveles que no son sustentables”, remarcó el FMI en un comunicado.
La entidad advirtió que “el recalentamiento económico resultante derivo a grandes déficits fiscales y externos durante este año, lo cual contribuyó a un alza en la inflación y a una erosión en las reservas”.
La extensión del programa prevé diversos condicionamientos para “corregir los desbalances internos y domésticos, y asegurar la disciplina fiscal y la sustentabilidad de la deuda”.
Al mismo tiempo buscará “proteger el gasto social, salvaguardar la estabilidad monetaria y financiera, además de una tasa de cambio determinada por el mercado”.
Desde el inicio del programa, Pakistán incumplió en diversas ocasiones con los condicionamientos previstos, lo cual derivó el retraso de los desembolsos en diversas oportunidades y el otorgamiento de pedidos de “waivers” (pedidos de perdón, en su traducción literal).
En los últimos meses, el país se vio severamente afectado por la suba de los precios de la energía, lo cual llevó, tras fuertes protestas, a la implementación de límites a los precios de los combustibles.
Dicha medida realizada por el ex primer ministro Imran Khan llevó a que el FMI postergara su último desembolso, originalmente previsto para marzo.
Sin embargo, tras la destitución de Khan a través de una moción de censura en abril y la asunción de Shehbaz Sharif, el Gobierno buscó reencausar los números y levantó dichos límites. Como resultado, la nafta, en sólo tres semanas, subió más del 70%.
Posteriormente, y con el objetivo de lograr el visto bueno del FMI, Sharif propuso una suba extraordinaria de impuestos para 13 sectores industriales y hacia los hogares con mayores ingresos, además de diversas medidas de austeridad, al tiempo que se vio afectado esta semana por las peores inundaciones de los últimos 30 años que produjeron 1.136 muertos hasta el momento y más de US$ 10.000 millones en daños económicos.
Los fondos del FMI allanarán el camino para que otros países del Medio Oriente financien a Pakistán, que necesitará de US$ 31.000 millones para cubrir los vencimientos de deuda que tiene previstos hasta junio de 2023, según indicó la agencia de noticias Bloomberg.
De haber caído en default, el país se hubiera convertido en el segundo en alcanzar dicha condición en Asia durante este año, tras la cesación de pagos dispuesta por Sri Lanka en abril último.