El presidente de Colombia, Gustavo Petro, promulgó la reforma tributaria después de que el Congreso aprobara la medida con la que el Gobierno pretende recaudar unos 20.000 millones de pesos (cerca de 3.950 millones de dólares) adicionales al año que serán centrales para atender la cuestión social.

En la Casa de Nariño, residencia y principal lugar de trabajo del mandatario, se dieron cita anoche y para la firma del documento el presidente Petro, la vicepresidenta Francia Márquez; el ministro de Hacienda, José Ocampo; y el ministro del Interior, Alfonso Prada, entre otros altos funcionarios, informó el periódico colombiano El Espectador en su versión digital.

Petro informó en su cuenta de Twitter sobre la sanción con un escueto tuit con el texto: “Firmada la reforma tributaria”.

La aprobación parlamentaria de la norma tardó tres meses de debates en el Congreso, a pesar de que el oficialismo y sus aliados tienen mayoría.

“Aprobar una reforma tributaria no es fácil, nunca lo ha sido; como congresista estuve como en 15 que siempre giraban en los mismos ejes que consistían en extender el IVA a la canasta básica, originando que las reformas tributarias nunca mejoraron las circunstancias de desigualdad social en Colombia”, dijo Petro tras sancionar la ley.

Para el ministro de Hacienda, la medida, que comenzará a tener vigencia el 1 de enero de 2023, “es una de las reformas tal vez más consultadas del Gobierno”.

Ocampo dijo que quedaron incorporadas “muchas normas que son bastante eficaces no solo para el Ministerio de Hacienda, sino para todo el Gobierno”.

Entre los puntos centrales de la medida se encuentran que el Estado podrá recaudar 3.950 millones de dólares adicionales que serán destinados básicamente a planes sociales, según lo planificado por Ocampo.

Por otra parte, la norma ya no permitirá la deducibilidad de regalías en el impuesto de renta a las empresas mineras y los gravámenes a comidas y bebidas ultraprocesadas, como esperaba llevar a cabo el Gobierno.

La reforma tributaria gravará a empresas extranjeras con presencia económica significativa en Colombia como Netflix, Amazon o Uber, mientras que no lo hará con algunos productos básicos o de primera necesidad como el pan.

Permitirá asimismo que desde el 1 de enero Colombia tenga un nuevo paquete de impuestos, en base a los sueldos más altos (más de 2.000 dólares), a pagos por patrimonio y a aportes de empresas de hidrocarburos, que cargarán con el peso mayor del tributo, porque se estima que aportarán casi la mitad de lo que se recaude.

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