Por la falta de vacunas temen la reaparición de enfermedades que estaban extinguidas
En promedio, la Nación envió a Misiones poco más del 72 por ciento de las vacunas pedidas para el 2018. Pero en algunas específicas, hay una alarmante escasez que, por la altura del año, será imposible de cubrir. Este lunes el ministro de Salud, Walter Villalba, se reunirá con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, quien quedó a cargo de la degradada cartera de Salud, ahora transformada en secretaría.
La nueva encargada del área dijo que “va a devolver las vacunas”, pero nadie sabe muy bien de dónde saldrán los recursos, porque el ministerio de Economía, que conduce Nicolás Dujovne ya avisó a sus pares provinciales que la Nación dejará de hacerse cargo de los descartables para las vacunas. Ese gasto, menor en comparación, ya venía siendo absorbido por las provincias para no perder el flujo de vacunación.
Es que un “espacio” sin vacunación se transforma en un peligro para todo el sistema sanitario y pone en riesgo la vida de quienes no están inmunizados. Esa es la preocupación central en el sistema de salud pública de Misiones: “Pueden volver enfermedades que estaban extinguidas o en proceso de desaparecer”, analizó un especialista consultado por Economis.
El año pasado se aplicaron en Misiones 937.755 dosis de vacunas. En 2018 se va por 482.253, cuando faltan solo tres meses y medio para finalizar el año.
Y hay casos extremadamente bajos de recepción de las vacunas: 17,38 por ciento de la IPV (vacuna inactivada contra la polio), 56,43 de la hepatitis pediátrica, 45,71 de la doble bacteriana y 13,33 de la vacuna contra la hepatitis B de adultos. La triple bacteriana se alcanzó el 95,79, pero el peligro es igual de grande: hay un cinco por ciento de pacientes potenciales sin cobertura.
“En el caso de la vacuna que llegó solamente el 13 por ciento o el 40, es difícil que se cubra la necesidad antes de fin de año ni a Misiones ni al resto del país”, señalaron desde Salud Pública.
Sobre la dosis de vacuna contra la meningitis que se daba a los 11 años y la Nación decidió “posponer” en el marco del ajuste, se pone en riesgo a una población que estaba inmunizada y protegía al resto de la sociedad al no contagiar la enfermedad, como sí puede suceder ahora.
Los especialistas descartan de plano que haya un argumento científico que avale la quita de esa vacuna, como promocionó el diputado nacional Luis Pastori en defensa del ajuste en la salud. “Si fuera así, quiere decir que el mismo gobierno nacional mintió el año pasado, cuando el presidente Mauricio Macri firmó el decreto para que se incluya la vacuna en el calendario. El decreto original era de la presidenta anterior, pero no lo firmó y si lo hizo Macri a los dos años de haber asumido”, explicó un conocido pediatra.
En los círculos médicos asocian la decisión de quitar la vacuna del calendario oficial con que el principal distribuidor en el ámbito privado es Farmacity, vinculada al ex vicejefe de Gabinete y amigo presidencial, Mario Quintana. El funcionario fue uno de los renunciados en la limpieza de gabinete que coincidió con la supresión del ministerio de Salud.
Apenas unos días antes se informó que se había desprendido de sus acciones en el gigante farmacéutico, donde las vacunas de los 11 años contra la meningitis se consiguen desde los 1800 hasta los 3000 pesos. La vacuna que compraba el Estado valía 900.
Ante la ola de ajuste, la Provincia evaluó la posibilidad de cubrir la demanda. El costo aproximado sería de 650 millones de pesos. Pero la recomendación de los asesores sanitarios fue no avanzar porque sentaría un duro precedente y dejaría a otros estados en desigualdad. “Es un delito de lesa humanidad”, graficó un médico. Además hay una traba sustancial: los medicamentos se acuerdan vía estado nacional con la Organización Panamericana de Salud y no pueden los estados provinciales hacer importaciones directas, más allá de la cotización del dólar que ahora eleva los costos.
Ante el dilema, Misiones cambió el sistema de vacunación y en lugar de vacunar individualmente, pasó a un modo agrupado para aprovechar todas las dosis disponibles.
¿Cuán grave es la falta de vacunas? Durante el Gobierno anterior se logró bajar a cero el trasplante de hígado por hepatitis A y no hubo más casos de hepatitis fulminante. Ahora se vuelve a generar una población vulnerable. Lo mismo sucede con el sarampión, que casi había desaparecido. “Será más común la aparición de enfermedades que estaban olvidadas o en proceso de erradicación”.