Presupuesto 2023: Meta fiscal sagrada en el año electoral
El Presupuesto para el próximo año ratificaría la meta del FMI sobre las cuentas fiscales y corregiría a la baja la proyección de crecimiento.
El Presupuesto para el próximo año ratificaría la meta del FMI sobre las cuentas fiscales y corregiría a la baja la proyección de crecimiento.
Con fecha límite fijada para el 15/09, Sergio Massa enviará en los próximos días al Congreso el proyecto de ley del Presupuesto para 2023 (podría ser el miércoles 14). El ministro de Economía, como se había adelantado, confirmará la meta de déficit fiscal de 1,9% fijado en el acuerdo con el FMI en marzo del año pasado por Martín Guzmán. Massa se encuentra en Washington para una serie de reuniones. Tomó contacto con técnicos del Fondo en la noche del miércoles y durante el jueves hubo reuniones de los equipos de Hacienda y del organismo multilateral. En estas últimas la delegación argentina confirmó que no pedirá una recalibración de las metas establecidas en el programa de Facilidades Extendidas que refinanció la deuda de US$44 millones contraída por el gobierno de Mauricio Macri.
La meta de resultado fiscal para 2023 consolida la tendencia a la reducción del rojo. Este año está comprometido alcanzar un recor te hasta el 2,5% del PBI, lo que implica una serie de ajustes que abarcarían desde el aumento de tarifas de los servicios públicos (puesto en marcha) hasta una poda a la obra pública y las transferencias a las provincias. Sobre esto advirtieron los gobernadores que, tal como informó Urgente24, pidieron en un documento “sostener el crecimiento de la economía y promover la recuperación del salario real”.Ajuste en año electoral
Hay que recordar que 2023 es un año electoral, por lo que un recorte del gasto sería un elemento novedoso. Massa, según informa lanación.com, intentaría acomodar las planillas de forma en que el ajuste se sienta más en la primera parte del año y “abrir un poco más la billetera” durante la campaña hacia los comicios de octubre. En ese esquema, indica ese medio, en el equipo económi co apuestan a que la readecuación del gasto “se asocie a la reducción de subsidios, así como menos erogaciones para energía, transferencias a empresas públicas y a las provincias”.
En cambio, se priorizaría “gastos en transferencias directas asociadas a jubilaciones, pensiones y salarios”. Con respecto a los planes sociales, continúa la apuesta a que la auditoría y los programas de inserción laboral se traduzcan en un menor gasto para el Estado. Sin embargo, en las últimas horas el Gobierno dio marcha atrás con la “incompatibilidad” entre los planes ‘Potenciar Trabajo’ y ‘Progresar’, de forma que los beneficiarios sólo reciban una de esas asistencias. No ocurrirá: en las últimas horas se oficializó que no hay colisión entre un plan social y el otro.
El mantenimiento del sendero contractivo del déficit incluso en el año electoral fue un punto sensible en las conversaciones entre Massa y Cristina Kirchner, que culpó a Guzmán por el resultado de las elecciones legislativas al endilgarle la aplicación de un ajuste económico. Sin embargo, la Vicepresidente concedió al actual ministro de Economía en ir en una dirección ortodoxa incluso más dura. Pero no será todo poda del gasto. Como señala Carlos Burgueño este viernes en Ámbito Financiero, para obtener su luz verde, Massa le propuso a CFK discutir las herramientas para incrementar la recaudación, como por ejemplo, la aceleración del revalúo inmobiliario en todo el país.Menos crecimiento
Por otro lado, el proyecto que Massa enviará al proyecto tendría corregiría a la baja la proyección de crecimiento de la economía que incluyó el adelanto que Guzmán dio a conocer en junio, poco antes de su renuncia. En aquel documento la expansión del PBI para el próximo año estaba prevista en torno al 4%. Ahora estaría entre el 2% y el 3%.
En tanto, la acumulación de reservas -otro ítem del acuerdo con el F MI- rondaría los US$4.000 millones y la emisión monetaria -también incluida en el Facilidades Extendidas- no podría ser superior al 0,6%.
La inflación, por su parte, tendría una proyección cercana al 75% anual, un salto de casi 20 puntos de la estimación de Guzmán, del 57% para 2023. Después de todo, para este año el exministro había calculado una suba de precios del 35%, que a fin de año, en realidad, podría orillar el 100%.