Quien es el misionero que participa del “premio joven empresario Argentino” de la CAME
El próximo martes (21/05) se realizará la entrega anual de los premios del “Joven empresario del año” organizado por la CAME, la entrega se realizará en el Congreso de la Nación. Allí el misionero Facundo Argañaras Machón mostrará lo que se hace en Tacurú Lab, empresa que creo junto a su pareja Gisel Kleiven.
La historia de Machón es como la de tanto otros emprendedores. Nació en Aristóbulo del Valle, vivió varios años en Bernardo de Irigoyen y ya tomó contacto con el mundo productivo en la secundaria, ya que estudió en el prestigioso Instituto Línea Cuchilla de Ruiz de Montoya (que produce alimentos con la marca Granja Suiza).
Después de esa experiencia se fue a Oberá, donde se recibió de Diseñador Industrial. Pero cuando finalizó su carrera, con su título en la mano, no encontró su camino inmediatamente. Argañaras Machón se fue a vivir a Suiza tres años, un poco a probar suerte y conocer el mundo. “Hice de todo, incluso hice el servicio militar”, explicó a Economis.
Machón volvió a Misiones y después de un tiempo decidió pasar a hacer de su idea una empresa. Con con Gisel Kleiven crearon Tacurú Lab un laboratorio que diseña prototipos en Oberá, que ya cosecha los frutos del éxito.
En diciembre pasado fue distinguido con el Premio Joven Empresario Misionero, que promueve la Comisión de Jóvenes Empresarios de la Confederación Económica de Misiones (JECEM), por Tacurú Lab donde diseñan todo tipo de productos, desde una caja de té Premium, dispositivos para trasladar bebidas en un automóvil y rompecabezas para hoteles de Iguazú.
Luego de recibir ese premio charló con Economis y explicaba que en Tacurú Lab, “damos soluciones de cualquier índole para fabricar un prototipo o un diseño, viene alguien con una idea para poner un producto en góndola, nosotros lo asistimos, le ayudamos a solucionar sus problemas de packaging, productivos, de diseño, de ventas, o de marketing con diseño de puntos de promoción (POP), nosotros formamos equipos de trabajo dependiendo de cada proyecto”, señaló.
Facundo explicó: “la idea es trabajar con la comunidad y para la comunidad, nosotros hacemos objetos para los usuarios y no para nosotros; pensamos en las ideas de los otros desde nuestro abordaje del diseño y desde las múltiples disciplinas”.
En cuanto al modo de trabajo, detalló que implementan “tecnologías que se mueven por ordenadores básicamente; contamos con una máquina láser, una impresora 3 D, un router CNC y un plotter de corte de impresión. Esto nos posibilita testear rápidamente las ideas y llegar a un objeto final.Los materiales son diversos por ejemplo podemos cortar cuero, metal, madera, enchapado, polifan. Para las pruebas ocupamos materiales económicos y cuando se realiza el objeto final tratamos de hacer lo más parecido posible y funcional”, dijo.
Machón y Kleiven viven en Oberá, donde se recibieron de diseñadores industriales. Ambos jóvenes percibieron que había una necesidad en muchos egresados, emprendedores y empresarios en desarrollar prototipos de productos, para luego fabricarlos en serie. “Estábamos entre dos universidades y no había un lugar para que ese emprendedor o diseñador salga y cuente con toda la tecnología junta en un sólo lugar”, señaló.
“El prototipo es fundamental para testear la idea comercialmente o conseguir financiamiento, nadie te financia si no ve el producto terminado, la verdad que vimos que en Oberá hay una masa de emprendedores muy grande”, afirmó.