Según FAIMA por la crisis, ya no se compran muebles: Caída del 11,5% en el sector
La compra de muebles cayó durante 2018 y según la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), la producción descendió un 11,5% el año pasado. Además, aseguran que “el 30% de las empresas encuestadas señaló que disminuyó su dotación de personal”. “La caída del consumo es el principal factor que explica esta dinámica”, explicaron desde la entidad.
Según un relevamiento realizado por la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), la producción de muebles cayó 11,5% en 2018, mientras que la de madera bajó 1,3% en igual período.
De acuerdo con el informe que la entidad difundió, el nivel de producción del sector en 2018 es 12% inferior al de 2015.
Los datos se desprenden del Observatorio Faima en base al IPI-Indec y relevamientos propios y detalla que el “74% de las empresas manifestó que la producción cayó en el 2018, mientras que el 72% alertó sobre la caída de ventas y el 44% dijo que espera que la situación empeore en el 2019”.
Además, desde la entidad se indicó que “el 30% de las empresas encuestadas señaló que disminuyó su dotación de personal. Este dato es llamativo dado el carácter mano de obra intensivo y de personal calificado difícil de reemplazar del sector que correlaciona con un bajo uso de la capacidad instalada”.
La producción de madera y muebles se contrajo un 8,9% en 2018. La industria del mueble es el segmento más afectado, mostrando una baja del 11,5% en su nivel de producción, mientras que la producción de madera cayó 1,3%. La caída del consumo es el principal factor que explica esta dinámica. El ritmo de deterioro en los últimos meses del año no tiene precedentes. La industria mueblera se contrajo 37,5% interanual en diciembre, mientras que la de madera y sus manufacturas 16,7%.
Según estimaciones del Observatorio FAIMA, el nivel de producción con que el sector cerró 2018 es un 12% inferior al del 2015. Los datos se desprenden del Observatorio FAIMA (Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines) en base al IPI-INDEC y relevamientos propios.
Estos indicadores se verifican en la opinión de las empresas. Los datos definitivos de la encuesta anual del Observatorio FAIMA muestran que el 74% de las empresas señala que cayó su producción en 2018. El 72% manifiesta que sus ventas cayeron y el 44% espera que la situación empeore en 2019.
Un dato preocupante que arroja el relevamiento es que, a diferencia de la recesión de 2016, el actual ciclo contractivo tiene un impacto notorio en el empleo. El 30% de las empresas encuestadas señaló que disminuyó su dotación de personal. Este dato es llamativo dado el carácter mano de obra intensivo y de personal calificado difícil de reemplazar del sector que correlaciona con un bajo uso de la capacidad instalada.
Desde el sector se exigen medidas para atravesar la crisis. Medidas recientes como el incremento de la tasa de interés en las tasas de mora de AFIP solo ponen más presión a sectores exigidos al máximo y que operan por debajo de un umbral mínimo de rentabilidad “De alguna manera, tenemos que compatibilizar la situación real con la opinión de los funcionarios que están detrás de un escritorio” sostiene Pedro Reyna, Presidente de FAIMA y vocero de la sub-mesa de industria por parte del sector privado en la Mesa de Competitividad Foresto Industrial encabezada por el Presidente dela Nación, Ing. Mauricio Macri.
Causas e incidencias
La caída de ventas en el mercado local sumado a los aumentos de costos asociados a tarifas de servicios, tasas de interés en niveles récord y algunos insumos dolarizados condiciona la rentabilidad del sector. En este marco, las PyMEs se ven obligadas a liquidar stocks por debajo de umbrales mínimos de rentabilidad para cubrir huecos financieros de corto plazo, lo cual se vuelve un círculo vicioso que redunda en menor uso de su capacidad instalada, suspensiones y despidos.
En palabras de Pedro Reyna: “Una caída en la producción de 37,5%, totalmente inédita, da cuenta de la fragilidad que estamos atravesando. En este sentido y tomando en cuenta que las causas de la crisis no son atribuibles al sector, necesitamos mayor flexibilidad de criterios por parte de las autoridades a la hora de comprender la situación y proponer soluciones. Sufrimos la caída del consumo y a la vez ahogados por la tasa de interés y la presión impositiva. La única válvula de escape es nuestro esfuerzo y la situación llegó a niveles insostenibles”
Las principales preocupaciones pasan por el financiamiento de la demanda para sostenimiento del consumo, el financiamiento de empresas tanto en capital de trabajo como inversión y la carga impositiva. “La caída del consumo es el principal factor que explica esta dinámica, dada la alta elasticidad que tienen muebles y manufacturas de madera respecto de la merma del salario real”, explicó Leandro Mora Alfonsín, Director Ejecutivo de FAIMA a cargo del estudio.
Heterogeneidad
El bloque presenta una dinámica heterogénea hacia adentro. Mientras que las principales urgencias se observan en el rubro muebles y en el segmento de aserraderos pequeños; los grandes jugadores del sector muestran crecimiento en parte por oportunidades de exportación abiertas para la actividad primaria y primeros eslabones de la cadena de valor.
En materia de comercio exterior, la corrección cambiaria puso un freno al vertiginoso ritmo de crecimiento de las importaciones. No obstante, algunos segmentos continuaron registrando fuertes aumentos. Por su parte, las exportaciones muestran impulso mayormente en productos vinculados a los primeros eslabones de la cadena de valor de la mano de rollos de madera y tableros de fibra, al tiempo que reflejan notorias caídas en los segmentos más elaborados de muebles, asientos y colchones, con caídas del 30% en las ventas externas
Propuestas desde el sector privado
En este escenario tan grave para toda la industria manufacturera, es necesario que se instrumenten medidas que ayuden a las PyMEs a atravesarla crisis, en transición a un escenario de recuperación.
FAIMA participa de tres mesas sectoriales con autoridades del Gobierno nacional, siendo la principal la Mesa de Competitividad Foresto Industrial encabezada por el Presidente Macri. En estos espacios y sus sub-mesas técnicas de trabajo, FAIMA eleva tanto el diagnóstico como las principales necesidades del sector industrial ante la coyuntura desfavorable.
Adelantamiento al sector mueblero del instrumento de la reforma tributaria que permite la posibilidad de descontar el 100% del mínimo no imponible de las contribuciones patronales. En este sentido, ampliar el alcance del decreto 1067/18 a nuestro sector.
Relanzamiento de la Línea de Crédito de Inversión Productiva (LCIP) para mitigar el grave problema de financiamiento PyME en el actual contexto de tasas altas.
Urge reglamentar la factura conformada, parte de la sancionada Ley de Financiamiento Productivo, para que todos los sectores puedan acceder a ese instrumento de financiamiento.
Con respecto al crédito a la demanda, la revisión de las tasas de los programas bajo la modalidad Ahora 12 puede bajar costos y volver accesibles productos. En la misma línea, que exista la posibilidad para supermercados de poder ofrecer bajo estas modalidades productos madereros es un punto fundamental a corregir en el diseño del instrumento.
Suspensión por 180 días de la aplicación del scoring en planes de AFIP, ampliación a 60 cuotas de los planes de facilidades y extensión de su vigencia a deudas contraídas a diciembre 2018. Restituir el decreto 814/2001, que estimulaba el empleo formal en economías regionales
El Observatorio de la Industria de la Madera y el Mueble (OIMyM) es una iniciativa integral estadística de FAIMA que busca saldar el faltante histórico de datos de la cadena foresto industrial
Busca ser una herramienta de mejora de la competitividad del sector a través de la publicación de información precisa y actualizada que contribuya a la toma de decisiones y a una mejor interlocución de la Federación y sus Cámaras socias con autoridades públicas.
El OIMyM mantiene una agenda de trabajo e intercambio con instituciones públicas y privadas como el INTI, el INDEC y el Ministerio de Producción y Trabajo.