Agroquímicos

SENASA actualiza la regulación de fitosanitarios: simplificación, control científico y transparencia

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SENASA actualiza el marco regulatorio para productos fitosanitarios: más control científico, menos burocracia y un nuevo registro para la “Línea Jardín”

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aprobó la Resolución 843/2025, publicada en el Boletín Oficial el 4 de noviembre de 2025, que introduce una profunda actualización del Manual de Procedimientos y Criterios para la autorización, registro, importación y fiscalización de productos fitosanitarios. La medida redefine el régimen de control de insumos agroquímicos, bioinsumos y coadyuvantes, incorpora una Guía Pública de Procedimientos y establece que los productos de “Línea Jardín” deberán inscribirse en el Registro Nacional de Productos Fitosanitarios.

La norma entra en vigencia el 5 de enero de 2026 y complementa la Resolución 458/2025, en el marco del proceso de simplificación y desregulación administrativa impulsado por el Gobierno nacional.

Modernización regulatoria: un SENASA más ágil y transparente

La Resolución 843/2025 actualiza los artículos centrales del régimen aprobado en junio, ajustando criterios técnicos y administrativos para mejorar la trazabilidad, el control y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.

En línea con la Ley 27.233, que declara de interés nacional la sanidad vegetal y animal, y con el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023, que promueve la libre concurrencia y la simplificación del aparato estatal, SENASA establece nuevos procedimientos automáticos de autorización para establecimientos y personas físicas o jurídicas vinculadas a la producción, elaboración o comercialización de fitosanitarios.

“La presentación de la Declaración Jurada otorgará automáticamente la autorización para iniciar las actividades, quedando sujetos a la fiscalización posterior del SENASA”, precisa el nuevo texto del Artículo 2°.

El organismo también dispone que se aceptarán resultados de ensayos provenientes de laboratorios nacionales o extranjeros, siempre que acrediten el cumplimiento de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL o GLP), alineando la regulación argentina con estándares internacionales.

Otro punto clave es la incorporación del Artículo 14 bis, que aprueba una Guía de Procedimientos para la Gestión de Productos Fitosanitarios, disponible públicamente en el sitio oficial del SENASA. Este documento busca dar transparencia y previsibilidad a los procesos técnicos y administrativos del sector.

Importación, reevaluación y control de riesgos

La resolución redefine el esquema de importación de productos fitosanitarios, diferenciando entre países con “convergencia normativa” —detallados en el nuevo Anexo IV— y aquellos que no integran ese grupo.

Los productos ya comercializados en Argentina podrán ingresar mediante una Declaración Jurada, mientras que los que no tengan antecedentes en el país deberán presentar un registro transitorio de hasta dos años, durante el cual deberán realizar ensayos de eficacia agronómica y toxicidad.

El SENASA podrá denegar o cancelar el registro de un producto si surgen evidencias científicas de riesgo para la salud humana, animal o ambiental, o si el fitosanitario deja de estar autorizado en su país de origen.

Asimismo, se crea un procedimiento formal de “Reevaluación de Productos Fitosanitarios Registrados” (Anexo VII), que se activará ante nueva información científica o cambios en la normativa internacional.

En materia de bioseguridad, la resolución establece que los Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y las Nuevas Técnicas de Mejoramiento (NBT) sin antecedentes en el país quedarán excluidos del régimen simplificado, y su análisis quedará sujeto a aprobación de la CONABIA (Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria).

Inclusión de la “Línea Jardín” y adecuación toxicológica

Uno de los cambios más significativos es la incorporación de los productos de la “Línea Jardín” —utilizados en ámbitos domésticos o de jardinería— al Registro Nacional de Productos Fitosanitarios. Hasta ahora, estos productos estaban regulados por la Resolución 871/2010 en el Registro Nacional de Terapéutica Vegetal, pero a partir de esta modificación deberán ajustarse a los nuevos criterios técnicos y de seguridad establecidos por el SENASA.

Por otra parte, las empresas dispondrán de tres años para adecuar el etiquetado de sus productos al Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA), adoptado por las Naciones Unidas. Esta transición busca homogeneizar la información toxicológica y facilitar la interpretación de riesgos en toda la cadena productiva.

La actualización incluye además ocho anexos técnicos, que van desde los formularios de autorización y registro hasta los protocolos de ensayo, clasificación toxicológica y límites máximos de residuos.

Impacto y proyección: hacia un mercado agroquímico más competitivo y seguro

La reforma consolida una estrategia de armonización regulatoria con estándares internacionales, particularmente con países de alta vigilancia epidemiológica, lo que facilitará las operaciones de importación y exportación del sector agroquímico argentino.

Desde el punto de vista operativo, la adopción de autorizaciones automáticas, gestión digital y guías públicas de procedimientos permitirá reducir tiempos administrativos y dar previsibilidad a los actores privados, sin comprometer los estándares de seguridad ambiental ni sanitaria.

Con esta medida, el SENASA avanza hacia un modelo de “Estado regulador inteligente”, que combina simplificación administrativa, control científico y trazabilidad digital, en sintonía con la política de desburocratización y eficiencia promovida por el Ejecutivo nacional.

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SENASA: cambios normativos sobre envases, vida útil y clases toxicológicas de agroquímicos

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El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aprobó la Resolución 614/2025, publicada en el Boletín Oficial el 22 de agosto, que introduce cambios sustanciales en el marco regulatorio de los envases y la comercialización de productos fitosanitarios en Argentina. La medida apunta a modernizar los procedimientos de control, simplificar trámites y garantizar estándares de seguridad y trazabilidad, en línea con las políticas de desregulación y eficiencia impulsadas por el Gobierno nacional.

La resolución se apoya en la Ley 27.233, que declara de interés nacional la sanidad animal y vegetal, y en el proceso de desburocratización que el Estado viene implementando desde el DNU 70/2023. Este marco exige reducir cargas innecesarias y actualizar regulaciones que impactan sobre el sector productivo.

En 2021, el SENASA había dictado la Resolución 245/21, que estableció el Protocolo de envases para fitosanitarios. Sin embargo, la dinámica del mercado y la necesidad de ajustes técnicos motivaron su revisión. La presidenta del organismo, María Beatriz Giraudo Gaviglio, firmó la nueva normativa que modifica artículos clave sobre declaraciones juradas, vida útil de envases y clases toxicológicas permitidas, además de derogar disposiciones que habían quedado obsoletas.

El objetivo declarado es mantener altos estándares sanitarios al tiempo que se facilitan los procesos de registro y control, reduciendo tiempos y costos para las empresas.

Cambios técnicos centrales en la Resolución 614/2025

La normativa introduce tres modificaciones centrales:

  1. Declaración jurada obligatoria de envases y embalajes
    • Al registrar sustancias activas y fitosanitarios, las empresas deberán adjuntar una declaración jurada detallando tipo, material y capacidad de los envases que planean comercializar o transportar.
  2. Vida útil y gestión de envases vacíos
    • Se redefine la responsabilidad empresarial: el titular del producto deberá establecer la vida útil de cada envase.
    • Una vez cumplida, la firma será responsable de ejecutar opciones de Gestión Integral de Envases Vacíos de Fitosanitarios, conforme a la Ley 27.279, aplicando Mejores Prácticas de Gestión Disponibles (MPGD).
  3. Clases toxicológicas autorizadas para envases reutilizables y venta a granel
    • Se restringe la comercialización a granel y en envases retornables de hasta 1.000 litros a productos de Clases Toxicológicas II, III y IV (OMS 2009) o Categorías 3, 4, 5 y menor toxicidad según el Sistema Globalmente Armonizado de la ONU (GHS).

Además, la resolución deroga los artículos 4 y 18 de la Resolución 245/21, considerados innecesarios en el nuevo esquema.

Repercusiones e impacto en el sector agroindustrial

El cambio normativo tiene un impacto directo en la industria de fitosanitarios y en toda la cadena agrícola. Al exigir mayor trazabilidad en envases y embalajes, se refuerza la seguridad en el transporte y almacenamiento de químicos, reduciendo riesgos ambientales y sanitarios.

Para las empresas, implica un ajuste en procesos internos, dado que deberán presentar nuevas declaraciones juradas y asumir mayor responsabilidad en la gestión de envases vacíos. En paralelo, la simplificación en trámites busca agilizar registros y reducir costos burocráticos.

A nivel político, la resolución se inscribe en la estrategia del Gobierno de Javier Milei de compatibilizar la desregulación económica con estándares internacionales de seguridad sanitaria, clave para sostener la competitividad exportadora de la agroindustria argentina.

Especialistas del sector anticipan que la medida tendrá repercusión en exportaciones de granos y agroquímicos, ya que fortalece la credibilidad de Argentina en materia de control sanitario, un aspecto central en mercados como la Unión Europea y China

La Resolución 614/2025 confirma la tendencia a un marco regulatorio dual: más exigente en estándares de calidad y trazabilidad, pero al mismo tiempo más flexible y simple en lo administrativo.

En adelante, el desafío será garantizar la correcta implementación por parte de las empresas y fortalecer los mecanismos de fiscalización de SENASA, en un contexto en el que la gestión de envases vacíos y los riesgos toxicológicos están bajo creciente escrutinio internacional.

La medida, que ya entró en vigencia con su publicación, abre un nuevo capítulo en la gobernanza sanitaria agroindustrial argentina, donde la combinación de eficiencia y control será clave para sostener mercados y atraer inversiones.

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¿Puede Sudamérica reducir el uso de agroquímicos en la agricultura?

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Por Pablo Corso* – El 19 de diciembre del año pasado, 195 países reunidos en la cumbre sobre biodiversidad de Montreal lograron un acuerdo para revertir la pérdida de biodiversidad que amenaza con extinguir a un millón de las ocho millones de especies animales y vegetales conocidas. Fue luego de reconocer que, más allá del cambio climático, el uso y la sobreexplotación del suelo son factores decisivos para ese escenario atemorizante.

Con vistas a un mejor futuro, la 15 Conferencia de las Partes (COP15) sobre Diversidad Biológica selló el compromiso de reducir a la mitad, hacia fines de esta década, el exceso de nutrientes que se produce cuando los fertilizantes se utilizan en mayor cantidad de la que pueden absorber los cultivos.

Conseguirlo implicaría un cambio sustantivo en el modelo agrícola y alimentario mundial, caracterizado por fuertes desequilibrios entre naciones productoras y consumidoras. Los cultivos modificados genéticamente, diseñados por las mismas empresas que producen los pesticidas, perjudican especialmente a los países ricos en biodiversidad, dadas las altas tasas de deforestación, y con ella pérdida de especies, que traen los monocultivos.

Un trabajador en una finca agroecológica en la provincia de Buenos Aires, Argentina, sostiene zanahorias y remolachas. Las prácticas agroecológicas pueden requerir más de un ciclo de cultivo para obtener resultados como un mayor rendimiento. Imagen: Unión de Trabajadores de la Tierra

Como alternativa, las prácticas agroecológicas buscan evitar la sobreexplotación del suelo, se centran en variedades autóctonas arraigadas en saberes locales y minimizan o eliminan el uso de productos sintéticos en favor de los bioinsumos, que permiten el control de plagas y enfermedades a partir de microorganismos, hongos, minerales o derivados de vegetales.

“El primer año cuesta más; muchas veces el suelo está muerto por el uso de químicos”, reconoce desde Argentina Ítalo Choque Baldiviezo, referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), una organización que agrupa a más de 20,000 pequeños productores.

“Pero a partir del segundo año, cuando los microorganismos le dan vida, los productos vienen más robustos y con más rendimiento. Aparece un ecosistema en tu campo: se incrementan el abono, las flores y la biodiversidad. Ya no se necesita tanto trabajo; solo rotar los cultivos”, añadió.

Un modelo desequilibrado

La mitad de los pesticidas que se usan en el mundo son herbicidas (combaten las malezas), 30 % insecticidas y 17 % fungicidas (combaten los hongos). Buena parte de ellos “deterioran la salud humana, la biodiversidad, el agua y el suelo”, denuncia el Atlas de Pesticidas de 2022, que recuerda que a compañías como Bayer, BASF y Syngenta se les permite exportar productos prohibidos en sus propios territorios.

De hecho, cuatro de los diez más usados en Brasil no pueden comercializarse en Europa. Mientras que en ese continente se usaron 468 mil toneladas de productos sintéticos en 2020 (una reducción de 0,2 % respecto a 1999), en Sudamérica fueron 770 000, un incremento de 119 %.

Entre los productos más vendidos están el glifosato (“probablemente cancerígeno” según la OMS, aunque esa consideración está en disputa), el paraquat (altamente tóxico en humanos), la atrazina (disruptor hormonal) y los neonicotinoides (tóxicos para las abejas).

Sus efectos incluyen erupciones y ardor en los ojos, fatiga, dolores de cabeza y corporales. Como los ingredientes activos suelen derramarse en el suelo, el agua y trasladarse por el aire, también llegan a las comidas.

Los casos de intoxicación más persistentes pueden derivar en fallas cardíacas, pulmonares o renales, y en enfermedades crónicas como el Parkinson o la leucemia infantil, recuerda el Atlas. Sus compuestos, además, se han asociado a cánceres de hígado y de mama, diabetes, asma, alergias, partos prematuros y desórdenes de crecimiento.

Cada año 385 millones de personas enferman por contaminación con pesticidas, 95 % de ellas en el hemisferio sur. A pesar de ello, en Sudamérica persisten las aplicaciones en cualquier momento del día y bajo cualquier condición climática, sin importar el uso de recursos hídricos ni las distancias mínimas con hogares y escuelas.

Un informe de la organización social Fian denuncia que en Paraguay “el sector agro-exportador goza de una impunidad absoluta” gracias a la connivencia con las agencias gubernamentales, impulsoras de un modelo en donde 94 % de las áreas cultivadas se usan para exportar mientras 70 % de la comida se importa.

Los desequilibrios en el avance de los monocultivos también incluyen la emergencia de pestes e insectos resistentes a herbicidas, lo que a su vez genera la necesidad de nuevas generaciones de semillas y un uso más intensivo de pesticidas. La deforestación genera además pérdidas de aves, mariposas y abejas, polinizadores cruciales de los ecosistemas.

La creencia de que los pesticidas son imprescindibles para la agricultura, así como la falta de una determinación coordinada para avanzar hacia modelos alternativos, son condiciones que llevan al hambre, la desnutrición y la contaminación de los alimentos en Latinoamérica, denuncia Fian, que también llama la atención sobre la homogeneización en la oferta alimentaria.

Este último tema “no solo debe considerarse desde la oferta, sino también desde la demanda”, opina Claudio Dunan, director de Estrategia del Grupo Bioceres, autorizado a comercializar el primer trigo transgénico del mundo en Argentina.

“Así como hay un sobre-uso de fertilizantes, hay un sobre-consumo de proteínas, aunque los países pobres consumen muchas menos que los de alto poder adquisitivo”, reconoce. En Estados Unidos y Europa, por ejemplo, se consumen mucho más de los 50 gramos diarios de carne recomendados.

Aun así, plantea que las metas de la COP15 solo podrán alcanzarse en forma gradual, para no poner en riesgo la seguridad alimentaria mundial: “Seguimos teniendo una alta dependencia de productos químicos. No es sencillo reemplazar las altas cantidades de nutrientes que necesitan los cultivos por otras formas de manejo. De hecho, hace falta producir más por hectárea para no avanzar con la deforestación”.

El camino agroecológico

Limitar la capacidad de daño de los pesticidas, reforzando acciones de vigilancia y control, es solo una parte de la solución. En la transición hacia un modelo más sostenible, la agroecología asoma como una opción prometedora.

En Brasil, el Grupo Asociado de Agricultura Sustentable (Gaas) promueve la producción de bioinsumos mediante una red que reúne a productores de soja y maíz con expertos en manejo sustentable. “Los hongos y bacterias que ayudan a controlar las plagas se multiplican en las granjas para sustituir a los pesticidas”, dice el colaborador científico-técnico Pablo Hardoim.

Sus 700 integrantes, que cubren más de tres millones de hectáreas, trabajan con microorganismos, cultivos de cobertura y “polvo de roca”, un mineralizador que reemplaza a los fertilizantes nitrogenados, recupera nutrientes y rejuvenece suelos tropicales viejos y húmedos. Gracias a ellos, el uso de agrotóxicos se redujo en 60 % y los costos cayeron en un tercio.

Hardoim reconoce que es difícil reemplazar los productos sintéticos en cultivos por siembra directa, aunque remarca que “muchas veces podemos hacer agricultura sin ellos, en pos de herramientas que agredan menos al ambiente. No necesariamente se podrá alimentar al mundo, pero la producción de café o cítricos puede ser igual o mayor sin las alternativas industriales”.

En Argentina, la UTT reúne a familias que producen frutas, verduras, granos y lácteos agroecológicos. Su Consultorio Técnico Popular gestiona un sistema de producción de insumos con técnicos-asesores que pertenecen a las mismas familias productoras.

Para conformar las parcelas se empieza con el bokashi, un abono producido por fermentación que acelera la degradación de la materia orgánica y eleva la temperatura, eliminando patógenos.

“Lleva bosta, melaza y carbonilla. Podemos hacer desde 50 kilos hasta una tonelada”, precisa el referente Ítalo Choque Baldiviezo. Luego se preparan biofertilizantes, donde se reproducen bacterias en estiércol para obtener los microorganismos que nutrirán los cultivos.

“Un tomate producido con fertilizantes industriales puede salir radiante, pero tiene gusto a plástico. Aunque no brillan, los de agroecología tienen sabor y textura”, compara el productor.

Sus métodos también pueden aplicarse a sistemas extensivos, asegura, en base a pruebas exitosas con maíz y trigo, a los que aplicaron un fungicida y preparados para el control de insectos propios. La cosecha se vendió a una fábrica de alimentos local.

Uruguay también avanza hacia los bioinsumos, “una línea hacia el futuro que tiene un desarrollo cada vez más vertiginoso”, describía a Diálogo Chino el año pasado Sebastián Viroga, coordinador nacional del Proyecto Plaguicidas de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Con apoyo estatal e internacional, algunas de esas experiencias fueron cápsulas de avispas contra plagas de la soja y un producto basado en hongos para combatir a las hormigas cortadoras, capaces de generar pérdidas de pasto equivalentes al consumo de un ternero.

“Todo lo que recabamos de productores fueron impactos positivos. Hay un camino más avanzado en granjas que en agricultura extensiva, pero en casi todos los casos los resultados fueron igual o más efectivos que con los productos de síntesis”, explica ahora Viroga.

En esa línea, diputados en Uruguay promueven un proyecto de ley para alcanzar un manejo agrícola con métodos “ecológicamente seguros, higiénicamente aceptables y económicamente factibles”, en cuyo horizonte está el desarrollo de moléculas biocidas menos peligrosas, dado el riesgo de resistencia a plagas y enfermedades.

Los riesgos del camino medio

Aunque elogia estas experiencias en América del Sur, un informe del Cirad ―organismo francés dedicado a la investigación agronómica― advierte que no implican una decisión de abandonar los modelos de agricultura industrial, de los cuales los estados perciben altos ingresos por exportación.

Los esquemas mixtos siguen funcionando tanto para los productores que buscan avanzar hacia la agroecología como para las compañías que diversifican su portafolio con la incorporación de bioinsumos.

Esto último, sugiere Hardoim del Gaas en Brasil, es parte de un cambio de estrategia de los grandes consorcios agrícolas, que pasan de ser meros vendedores de productos a oferentes de servicios como la agricultura con drones o las aplicaciones de inteligencia artificial, que además de aumentar la eficiencia de los cultivos se promocionan como métodos más sustentables.

Aunque la tendencia parece alineada con la décima meta acordada en la COP15 ―gestionar la agricultura a través de la utilización sostenible de la diversidad biológica― su cumplimiento efectivo no significa lo mismo a uno y otro extremo del sistema productivo.

Mientras que la incorporación parcial de bioinsumos puede leerse como una respuesta a las crecientes exigencias de los países europeos por controlar la calidad de sus cadenas de valor, una transición fallida o incompleta en los ecosistemas sudamericanos podría terminar de corporizar todos los miedos plasmados en Montreal.

Este artículo se publicó originalmente en la plataforma informativa Diálogo Chino.

*Pablo Corso  es periodista científico y medioambiental. Desde 2005, escribe para diarios y revistas de Argentina. También ha publicado artículos en medios ingleses, mexicanos y rusos.
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Desde el COIFORM plantean “una transición gradual” del uso de agroquímicos a los bioinsumos

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Un informe elaborado por el Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM), fijando posición institucional, en virtud del Dictamen de la Comisión de Recursos Naturales, Conservación del Medio Ambiente y Cuidado Animal de la Cámara de Representante de la Provincia sobre el “Proyecto de Ley sobre promoción de la producción de Bioinsumos”

El documento fue puesto en conocimiento de las autoridades provinciales. A continuación reproducimos el documento completo:

“UN AMBIENTE SALUDABLE PARA LA PROSPERIDAD DE TODOS, ES NUESTRA RESPONSABILIDAD Y NUESTRA OPORTUNIDAD”

El COLEGIO de INGENIEROS FORESTALES de MISIONES (CoIForM) manteniendo equidistancia de intereses económicos sectoriales, tiene la obligación institucional de aportar razonabilidad y profesionalismo a los debates que se susciten con respecto al uso de determinados agroquímicos y/o productos fitosanitarios en las actividades productivas en nuestra provincia y/o región, fijando una posición institucional, pues tenemos el compromiso social y la responsabilidad ético-profesional de hacer todo lo técnicamente posible para garantizar un ambiente saludable y que las actividades productivo e industriales, de nuestra competencia, sean sostenibles desde lo ambiental, social y económico; haciendo efectivo el concepto SOSTENIBILIDAD en su más amplia acepción, es decir, producir conservando los recursos naturales para garantizar un ambiente saludable a las generaciones venideras y, al mismo tiempo, satisfacer la demanda de recursos forestales de la sociedad, que hacen a la calidad de vida de todos los seres humanos, y en caso, de todo/as lo/as Misionero/as.

Cabe acotar que el principio de sostenibilidad lo/as Ingeniero/as Forestales lo traemos incorporado desde la génesis de nuestra formación profesional.

Lo/as PROFESIONALES de la INGENIERIA FORESTAL y afines tenemos un rol estratégico, a través de la Gestión Forestal, en la consolidación del DESARROLLO FORESTAL SOSTENIBLE de nuestra región, con implicancias a nivel: social, productivo, económico, eco-territorial, jurídico-legal y políticoinstitucional.

La GESTIÓN FORESTAL es un proceso de planificación y ejecución de prácticas para la administración y uso de los recursos forestales (bosques nativos y plantados y otros terrenos arbolados); es la garantía de conservación, perpetuidad, uso múltiple, producción sostenible y servicios ecosistémicos de los bosques (en el sentido más amplio de la definición de bosques), con el fin de cumplir con objetivos ambientales, económicos, sociales y culturales específicos.

Procura mantener y mejorar valores económicos, sociales y ambientales de todo tipo de bosques cuya finalidad es la sostenibilidad, teniendo como ejes temáticos de referencia: 1) la dimensión de los recursos forestales, 2) la diversidad forestal (biodiversidad), 3) la salud y vitalidad de los bosques, 4) las funciones productivas y protectoras de los recursos forestales, 5) las funciones socioeconómicas de los bosques, 6) las buenas prácticas en manejos prediales, con la visión del manejo integral de cuencas hidrográficas y 7) el marco jurídico, normativo e institucional.

Somos conscientes que, en materia ambiental, se deben tomar medidas audaces para pasar de la crisis a la curación, y en ese contexto consideramos que las soluciones basada en la naturaleza es un buen camino a seguir, como lo proponen organismos internacionales como Naciones Unidas, instando a la BIOECONOMÍA, como un nuevo paradigma para superar la dicotomía de la era Industrial, entre ecología y economía; sociedad y naturaleza; mundo rural y urbano; con el objetivo de generar prosperidad y bienestar dentro de los limites renovables del planeta.

En el contexto global adherimos a las recientes recomendaciones de Estocolmo+50, que en los primeros días del mes de junio pasado, bajo el lema “un planeta sano para la prosperidad de todos — nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, puso mucho énfasis en el bienestar humano en un planeta saludable y con prosperidad para todos, reconociendo e implementando el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, salvaguardando la salud planetaria, en donde se adopten cambios en todo el sistema en la forma en que funciona nuestro sistema económico actual, acelerando las transformaciones en los sectores de alto impacto y la aplicación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En el contexto Provincial nos parece auspiciosa la decisión política expresada por el Gobernador de la Provincia Dr. Oscar Herrera Ahuad, en su discurso del 1 de mayo de 2022 cuando sostiene que: “… Los ejes para el sector agropecuario misionero son claros. Nuestro modelo avanza en un sentido distinto al del complejo agrotecnológico internacional, que tiene serias consecuencias negativas en materia ambiental, sanitaria y social.

Diseñamos un plan que pone a la sostenibilidad en primer lugar: cuidando los recursos y el entorno, la salud de nuestros pobladores rurales, y el rol de los pequeños productores y las PyMES. Para ello, trabajamos en la industrialización y agregado de valor en origen de la producción, la innovación en los sistemas productivos y el arraigo rural. Las claves son el financiamiento, la infraestructura y la comercialización. …En este nuevo modelo productivo que estamos haciendo realidad, declaramos a la provincia de Misiones libre de glifosato. Fertilizantes y herbicidas orgánicos únicos en el país, creados en nuestra provincia, se implementan en pruebas piloto para su posterior aplicación generalizada. …Cuatro sectores constituyen las columnas del sistema por su capacidad productiva y competitividad internacional: forestal, yerbatero, tealero y tabacalero. A partir de su consolidación como generadores de empleo, divisas e inversiones, avanzamos en la diversificación hacia otros sectores complementarios, con potencial de crecimiento y gran impacto social. …”

En virtud de ello entendemos y compartimos, en términos generales, el Dictamen N° 46/2022-23 (23/junio/2022) de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Representantes (involucra a tres (3) Proyectos de Ley): “PROYECTO de LEY de PROMOCION de la PRODUCCIÓN de BIOINSUMOS”, el que tiene por objeto establecer un marco regulatorio para la investigación, desarrollo, producción, procesamiento, registro, comercialización y utilización de productos biológicos naturales, conocidos como BIOINSUMOS, que aportan a las políticas de sostenibilidad y sustentabilidad aplicadas a la agroindustria en la Provincia.

Con respecto al artículo 7 del Dictamen referenciado, donde taxativamente se expresa la prohibición de la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la Provincia, estableciendo la entrada en vigencia de la misma en un plazo de dos (2) años, desde su publicación oficial, a los efectos de una transición progresiva del cambio cultural de los sistemas productivos actuales implementado a partir de la Ley XVI N° 124 hacia métodos más amigables con el ambiente. Consideramos, en este aspecto, que se debe hacer una transición progresiva, por cuanto observamos que es necesario FLEXIBILIZAR LOS TIEMPOS, proponiendo UNA TRANSICIÓN GRADUAL, porque técnicamente no están dadas las condiciones para su efectivo cumplimiento en el plazo preestablecido.

Entendemos, en este punto también, que la promoción de reemplazos por bioinsumos no debe circunscribirse solamente a la prohibición del glifosato, sus componentes y afines, sino a todos otros productos fitosanitarios con potencial impacto negativo en el ambiente evaluando y ponderando, en todos los casos, los costos de oportunidad y su probada efectividad y eficacia. Cabe acotar que los productos fitosanitarios son insumos necesarios para el desempeño de las actividades agropecuarias y/o forestales (en el caso forestal con una incidencia menor), que requieren del adecuado asesoramiento y seguimiento técnico (profesionales matriculados) en sus usos, manejos y aplicaciones, pues sin ello pueden terminar afectando en diferentes grados al ecosistema; es imprescindible el asesoramiento técnico-profesional responsable y evitar los impactos negativos que puedan suscitarse (por el uso inadecuado).

Entendemos también que, priorizando el cumplimiento de las buenas prácticas de manejo en las actividades productivas (las que recomendamos profesionalmente) sumamos gran parte a la solución del problema ambiental y social regional.

Teniendo en cuenta el principio de progresividad, debemos ir transitando gradual y sostenidamente un camino hacia un ambiente saludable; la sostenibilidad no solo tiene que ver con lo ambiental, sino también con lo social y económico, pues todo está muy interrelacionado con el entorno donde nos desenvolvemos.

Consideramos que los instrumentos normativos, por sí solos, no van resolver los problemas que hoy se tienen, sino no viene acompañado de una adecuada y comprometida GESTIÓN TERRITORIAL SOSTENIBLE público-privada, con todo lo que ello implica, en donde los profesionales, productores, industriales, empresas, organizaciones e instituciones, etc., ligadas con las actividades agropecuarias y forestales asumamos el compromiso conjunto de involúcranos decididamente con ello, consolidando una GOBERNANZA AMBIENTAL.

Cómo INSTITUCIÓN PROFESIONAL COLEGIADA bregamos por un mayor PROFESIONALISMO en las actividades productivas e industriales, buscando las alternativas más apropiadas y adecuadas, en este sentido, y a su vez, solicitamos a las instituciones académicas y de investigación las respuestas necesarias que técnicamente nos posibiliten garantizar un ambiente regional en equilibro, dentro de un modelo desarrollo territorial sostenible; estamos comprometidos en acompañar estos procesos en pos del bienestar y progreso de nuestra ruralidad provincial.

“Un ambiente saludable para la prosperidad de todos, es nuestra responsabilidad y nuestra oportunidad”.
Consejo Directivo Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones, 16 de julio de 2022.

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Secuestran 2.380 litros de agroquímicos que eran trasladados en un vehículo

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Los efectivos del Escuadrón 9 “Oberá”, mientras efectuaban controles sobre la Ruta Provincial Nº 7, en el paraje San Juan, detuvieron la marcha de un vehículo Mercedes Benz tipo furgón con itinerario Jardín América-El Soberbio.

Al momento de la inspección, los funcionarios detectaron un cargamento de 119 bidones de herbicidas que contenían 20 litros cada uno. Ante esa situación, el conductor del rodado no poseía ninguna documentación que justifique el traslado de los agroquímicos.

El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la provincia de Misiones dispuso el labrado de actuaciones y el secuestro de la mercadería valuada en 1.666.000 pesos.  

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