¿Puede Sudamérica reducir el uso de agroquímicos en la agricultura?

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Por Pablo Corso* – El 19 de diciembre del año pasado, 195 países reunidos en la cumbre sobre biodiversidad de Montreal lograron un acuerdo para revertir la pérdida de biodiversidad que amenaza con extinguir a un millón de las ocho millones de especies animales y vegetales conocidas. Fue luego de reconocer que, más allá del cambio climático, el uso y la sobreexplotación del suelo son factores decisivos para ese escenario atemorizante.

Con vistas a un mejor futuro, la 15 Conferencia de las Partes (COP15) sobre Diversidad Biológica selló el compromiso de reducir a la mitad, hacia fines de esta década, el exceso de nutrientes que se produce cuando los fertilizantes se utilizan en mayor cantidad de la que pueden absorber los cultivos.

Conseguirlo implicaría un cambio sustantivo en el modelo agrícola y alimentario mundial, caracterizado por fuertes desequilibrios entre naciones productoras y consumidoras. Los cultivos modificados genéticamente, diseñados por las mismas empresas que producen los pesticidas, perjudican especialmente a los países ricos en biodiversidad, dadas las altas tasas de deforestación, y con ella pérdida de especies, que traen los monocultivos.

Un trabajador en una finca agroecológica en la provincia de Buenos Aires, Argentina, sostiene zanahorias y remolachas. Las prácticas agroecológicas pueden requerir más de un ciclo de cultivo para obtener resultados como un mayor rendimiento. Imagen: Unión de Trabajadores de la Tierra

Como alternativa, las prácticas agroecológicas buscan evitar la sobreexplotación del suelo, se centran en variedades autóctonas arraigadas en saberes locales y minimizan o eliminan el uso de productos sintéticos en favor de los bioinsumos, que permiten el control de plagas y enfermedades a partir de microorganismos, hongos, minerales o derivados de vegetales.

“El primer año cuesta más; muchas veces el suelo está muerto por el uso de químicos”, reconoce desde Argentina Ítalo Choque Baldiviezo, referente de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT), una organización que agrupa a más de 20,000 pequeños productores.

“Pero a partir del segundo año, cuando los microorganismos le dan vida, los productos vienen más robustos y con más rendimiento. Aparece un ecosistema en tu campo: se incrementan el abono, las flores y la biodiversidad. Ya no se necesita tanto trabajo; solo rotar los cultivos”, añadió.

Un modelo desequilibrado

La mitad de los pesticidas que se usan en el mundo son herbicidas (combaten las malezas), 30 % insecticidas y 17 % fungicidas (combaten los hongos). Buena parte de ellos “deterioran la salud humana, la biodiversidad, el agua y el suelo”, denuncia el Atlas de Pesticidas de 2022, que recuerda que a compañías como Bayer, BASF y Syngenta se les permite exportar productos prohibidos en sus propios territorios.

De hecho, cuatro de los diez más usados en Brasil no pueden comercializarse en Europa. Mientras que en ese continente se usaron 468 mil toneladas de productos sintéticos en 2020 (una reducción de 0,2 % respecto a 1999), en Sudamérica fueron 770 000, un incremento de 119 %.

Entre los productos más vendidos están el glifosato (“probablemente cancerígeno” según la OMS, aunque esa consideración está en disputa), el paraquat (altamente tóxico en humanos), la atrazina (disruptor hormonal) y los neonicotinoides (tóxicos para las abejas).

Sus efectos incluyen erupciones y ardor en los ojos, fatiga, dolores de cabeza y corporales. Como los ingredientes activos suelen derramarse en el suelo, el agua y trasladarse por el aire, también llegan a las comidas.

Los casos de intoxicación más persistentes pueden derivar en fallas cardíacas, pulmonares o renales, y en enfermedades crónicas como el Parkinson o la leucemia infantil, recuerda el Atlas. Sus compuestos, además, se han asociado a cánceres de hígado y de mama, diabetes, asma, alergias, partos prematuros y desórdenes de crecimiento.

Cada año 385 millones de personas enferman por contaminación con pesticidas, 95 % de ellas en el hemisferio sur. A pesar de ello, en Sudamérica persisten las aplicaciones en cualquier momento del día y bajo cualquier condición climática, sin importar el uso de recursos hídricos ni las distancias mínimas con hogares y escuelas.

Un informe de la organización social Fian denuncia que en Paraguay “el sector agro-exportador goza de una impunidad absoluta” gracias a la connivencia con las agencias gubernamentales, impulsoras de un modelo en donde 94 % de las áreas cultivadas se usan para exportar mientras 70 % de la comida se importa.

Los desequilibrios en el avance de los monocultivos también incluyen la emergencia de pestes e insectos resistentes a herbicidas, lo que a su vez genera la necesidad de nuevas generaciones de semillas y un uso más intensivo de pesticidas. La deforestación genera además pérdidas de aves, mariposas y abejas, polinizadores cruciales de los ecosistemas.

La creencia de que los pesticidas son imprescindibles para la agricultura, así como la falta de una determinación coordinada para avanzar hacia modelos alternativos, son condiciones que llevan al hambre, la desnutrición y la contaminación de los alimentos en Latinoamérica, denuncia Fian, que también llama la atención sobre la homogeneización en la oferta alimentaria.

Este último tema “no solo debe considerarse desde la oferta, sino también desde la demanda”, opina Claudio Dunan, director de Estrategia del Grupo Bioceres, autorizado a comercializar el primer trigo transgénico del mundo en Argentina.

“Así como hay un sobre-uso de fertilizantes, hay un sobre-consumo de proteínas, aunque los países pobres consumen muchas menos que los de alto poder adquisitivo”, reconoce. En Estados Unidos y Europa, por ejemplo, se consumen mucho más de los 50 gramos diarios de carne recomendados.

Aun así, plantea que las metas de la COP15 solo podrán alcanzarse en forma gradual, para no poner en riesgo la seguridad alimentaria mundial: “Seguimos teniendo una alta dependencia de productos químicos. No es sencillo reemplazar las altas cantidades de nutrientes que necesitan los cultivos por otras formas de manejo. De hecho, hace falta producir más por hectárea para no avanzar con la deforestación”.

El camino agroecológico

Limitar la capacidad de daño de los pesticidas, reforzando acciones de vigilancia y control, es solo una parte de la solución. En la transición hacia un modelo más sostenible, la agroecología asoma como una opción prometedora.

En Brasil, el Grupo Asociado de Agricultura Sustentable (Gaas) promueve la producción de bioinsumos mediante una red que reúne a productores de soja y maíz con expertos en manejo sustentable. “Los hongos y bacterias que ayudan a controlar las plagas se multiplican en las granjas para sustituir a los pesticidas”, dice el colaborador científico-técnico Pablo Hardoim.

Sus 700 integrantes, que cubren más de tres millones de hectáreas, trabajan con microorganismos, cultivos de cobertura y “polvo de roca”, un mineralizador que reemplaza a los fertilizantes nitrogenados, recupera nutrientes y rejuvenece suelos tropicales viejos y húmedos. Gracias a ellos, el uso de agrotóxicos se redujo en 60 % y los costos cayeron en un tercio.

Hardoim reconoce que es difícil reemplazar los productos sintéticos en cultivos por siembra directa, aunque remarca que “muchas veces podemos hacer agricultura sin ellos, en pos de herramientas que agredan menos al ambiente. No necesariamente se podrá alimentar al mundo, pero la producción de café o cítricos puede ser igual o mayor sin las alternativas industriales”.

En Argentina, la UTT reúne a familias que producen frutas, verduras, granos y lácteos agroecológicos. Su Consultorio Técnico Popular gestiona un sistema de producción de insumos con técnicos-asesores que pertenecen a las mismas familias productoras.

Para conformar las parcelas se empieza con el bokashi, un abono producido por fermentación que acelera la degradación de la materia orgánica y eleva la temperatura, eliminando patógenos.

“Lleva bosta, melaza y carbonilla. Podemos hacer desde 50 kilos hasta una tonelada”, precisa el referente Ítalo Choque Baldiviezo. Luego se preparan biofertilizantes, donde se reproducen bacterias en estiércol para obtener los microorganismos que nutrirán los cultivos.

“Un tomate producido con fertilizantes industriales puede salir radiante, pero tiene gusto a plástico. Aunque no brillan, los de agroecología tienen sabor y textura”, compara el productor.

Sus métodos también pueden aplicarse a sistemas extensivos, asegura, en base a pruebas exitosas con maíz y trigo, a los que aplicaron un fungicida y preparados para el control de insectos propios. La cosecha se vendió a una fábrica de alimentos local.

Uruguay también avanza hacia los bioinsumos, “una línea hacia el futuro que tiene un desarrollo cada vez más vertiginoso”, describía a Diálogo Chino el año pasado Sebastián Viroga, coordinador nacional del Proyecto Plaguicidas de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Con apoyo estatal e internacional, algunas de esas experiencias fueron cápsulas de avispas contra plagas de la soja y un producto basado en hongos para combatir a las hormigas cortadoras, capaces de generar pérdidas de pasto equivalentes al consumo de un ternero.

“Todo lo que recabamos de productores fueron impactos positivos. Hay un camino más avanzado en granjas que en agricultura extensiva, pero en casi todos los casos los resultados fueron igual o más efectivos que con los productos de síntesis”, explica ahora Viroga.

En esa línea, diputados en Uruguay promueven un proyecto de ley para alcanzar un manejo agrícola con métodos “ecológicamente seguros, higiénicamente aceptables y económicamente factibles”, en cuyo horizonte está el desarrollo de moléculas biocidas menos peligrosas, dado el riesgo de resistencia a plagas y enfermedades.

Los riesgos del camino medio

Aunque elogia estas experiencias en América del Sur, un informe del Cirad ―organismo francés dedicado a la investigación agronómica― advierte que no implican una decisión de abandonar los modelos de agricultura industrial, de los cuales los estados perciben altos ingresos por exportación.

Los esquemas mixtos siguen funcionando tanto para los productores que buscan avanzar hacia la agroecología como para las compañías que diversifican su portafolio con la incorporación de bioinsumos.

Esto último, sugiere Hardoim del Gaas en Brasil, es parte de un cambio de estrategia de los grandes consorcios agrícolas, que pasan de ser meros vendedores de productos a oferentes de servicios como la agricultura con drones o las aplicaciones de inteligencia artificial, que además de aumentar la eficiencia de los cultivos se promocionan como métodos más sustentables.

Aunque la tendencia parece alineada con la décima meta acordada en la COP15 ―gestionar la agricultura a través de la utilización sostenible de la diversidad biológica― su cumplimiento efectivo no significa lo mismo a uno y otro extremo del sistema productivo.

Mientras que la incorporación parcial de bioinsumos puede leerse como una respuesta a las crecientes exigencias de los países europeos por controlar la calidad de sus cadenas de valor, una transición fallida o incompleta en los ecosistemas sudamericanos podría terminar de corporizar todos los miedos plasmados en Montreal.

Este artículo se publicó originalmente en la plataforma informativa Diálogo Chino.

*Pablo Corso  es periodista científico y medioambiental. Desde 2005, escribe para diarios y revistas de Argentina. También ha publicado artículos en medios ingleses, mexicanos y rusos.
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Desde el COIFORM plantean “una transición gradual” del uso de agroquímicos a los bioinsumos

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Un informe elaborado por el Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (COIFORM), fijando posición institucional, en virtud del Dictamen de la Comisión de Recursos Naturales, Conservación del Medio Ambiente y Cuidado Animal de la Cámara de Representante de la Provincia sobre el “Proyecto de Ley sobre promoción de la producción de Bioinsumos”

El documento fue puesto en conocimiento de las autoridades provinciales. A continuación reproducimos el documento completo:

“UN AMBIENTE SALUDABLE PARA LA PROSPERIDAD DE TODOS, ES NUESTRA RESPONSABILIDAD Y NUESTRA OPORTUNIDAD”

El COLEGIO de INGENIEROS FORESTALES de MISIONES (CoIForM) manteniendo equidistancia de intereses económicos sectoriales, tiene la obligación institucional de aportar razonabilidad y profesionalismo a los debates que se susciten con respecto al uso de determinados agroquímicos y/o productos fitosanitarios en las actividades productivas en nuestra provincia y/o región, fijando una posición institucional, pues tenemos el compromiso social y la responsabilidad ético-profesional de hacer todo lo técnicamente posible para garantizar un ambiente saludable y que las actividades productivo e industriales, de nuestra competencia, sean sostenibles desde lo ambiental, social y económico; haciendo efectivo el concepto SOSTENIBILIDAD en su más amplia acepción, es decir, producir conservando los recursos naturales para garantizar un ambiente saludable a las generaciones venideras y, al mismo tiempo, satisfacer la demanda de recursos forestales de la sociedad, que hacen a la calidad de vida de todos los seres humanos, y en caso, de todo/as lo/as Misionero/as.

Cabe acotar que el principio de sostenibilidad lo/as Ingeniero/as Forestales lo traemos incorporado desde la génesis de nuestra formación profesional.

Lo/as PROFESIONALES de la INGENIERIA FORESTAL y afines tenemos un rol estratégico, a través de la Gestión Forestal, en la consolidación del DESARROLLO FORESTAL SOSTENIBLE de nuestra región, con implicancias a nivel: social, productivo, económico, eco-territorial, jurídico-legal y políticoinstitucional.

La GESTIÓN FORESTAL es un proceso de planificación y ejecución de prácticas para la administración y uso de los recursos forestales (bosques nativos y plantados y otros terrenos arbolados); es la garantía de conservación, perpetuidad, uso múltiple, producción sostenible y servicios ecosistémicos de los bosques (en el sentido más amplio de la definición de bosques), con el fin de cumplir con objetivos ambientales, económicos, sociales y culturales específicos.

Procura mantener y mejorar valores económicos, sociales y ambientales de todo tipo de bosques cuya finalidad es la sostenibilidad, teniendo como ejes temáticos de referencia: 1) la dimensión de los recursos forestales, 2) la diversidad forestal (biodiversidad), 3) la salud y vitalidad de los bosques, 4) las funciones productivas y protectoras de los recursos forestales, 5) las funciones socioeconómicas de los bosques, 6) las buenas prácticas en manejos prediales, con la visión del manejo integral de cuencas hidrográficas y 7) el marco jurídico, normativo e institucional.

Somos conscientes que, en materia ambiental, se deben tomar medidas audaces para pasar de la crisis a la curación, y en ese contexto consideramos que las soluciones basada en la naturaleza es un buen camino a seguir, como lo proponen organismos internacionales como Naciones Unidas, instando a la BIOECONOMÍA, como un nuevo paradigma para superar la dicotomía de la era Industrial, entre ecología y economía; sociedad y naturaleza; mundo rural y urbano; con el objetivo de generar prosperidad y bienestar dentro de los limites renovables del planeta.

En el contexto global adherimos a las recientes recomendaciones de Estocolmo+50, que en los primeros días del mes de junio pasado, bajo el lema “un planeta sano para la prosperidad de todos — nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad”, puso mucho énfasis en el bienestar humano en un planeta saludable y con prosperidad para todos, reconociendo e implementando el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, salvaguardando la salud planetaria, en donde se adopten cambios en todo el sistema en la forma en que funciona nuestro sistema económico actual, acelerando las transformaciones en los sectores de alto impacto y la aplicación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En el contexto Provincial nos parece auspiciosa la decisión política expresada por el Gobernador de la Provincia Dr. Oscar Herrera Ahuad, en su discurso del 1 de mayo de 2022 cuando sostiene que: “… Los ejes para el sector agropecuario misionero son claros. Nuestro modelo avanza en un sentido distinto al del complejo agrotecnológico internacional, que tiene serias consecuencias negativas en materia ambiental, sanitaria y social.

Diseñamos un plan que pone a la sostenibilidad en primer lugar: cuidando los recursos y el entorno, la salud de nuestros pobladores rurales, y el rol de los pequeños productores y las PyMES. Para ello, trabajamos en la industrialización y agregado de valor en origen de la producción, la innovación en los sistemas productivos y el arraigo rural. Las claves son el financiamiento, la infraestructura y la comercialización. …En este nuevo modelo productivo que estamos haciendo realidad, declaramos a la provincia de Misiones libre de glifosato. Fertilizantes y herbicidas orgánicos únicos en el país, creados en nuestra provincia, se implementan en pruebas piloto para su posterior aplicación generalizada. …Cuatro sectores constituyen las columnas del sistema por su capacidad productiva y competitividad internacional: forestal, yerbatero, tealero y tabacalero. A partir de su consolidación como generadores de empleo, divisas e inversiones, avanzamos en la diversificación hacia otros sectores complementarios, con potencial de crecimiento y gran impacto social. …”

En virtud de ello entendemos y compartimos, en términos generales, el Dictamen N° 46/2022-23 (23/junio/2022) de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Representantes (involucra a tres (3) Proyectos de Ley): “PROYECTO de LEY de PROMOCION de la PRODUCCIÓN de BIOINSUMOS”, el que tiene por objeto establecer un marco regulatorio para la investigación, desarrollo, producción, procesamiento, registro, comercialización y utilización de productos biológicos naturales, conocidos como BIOINSUMOS, que aportan a las políticas de sostenibilidad y sustentabilidad aplicadas a la agroindustria en la Provincia.

Con respecto al artículo 7 del Dictamen referenciado, donde taxativamente se expresa la prohibición de la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la Provincia, estableciendo la entrada en vigencia de la misma en un plazo de dos (2) años, desde su publicación oficial, a los efectos de una transición progresiva del cambio cultural de los sistemas productivos actuales implementado a partir de la Ley XVI N° 124 hacia métodos más amigables con el ambiente. Consideramos, en este aspecto, que se debe hacer una transición progresiva, por cuanto observamos que es necesario FLEXIBILIZAR LOS TIEMPOS, proponiendo UNA TRANSICIÓN GRADUAL, porque técnicamente no están dadas las condiciones para su efectivo cumplimiento en el plazo preestablecido.

Entendemos, en este punto también, que la promoción de reemplazos por bioinsumos no debe circunscribirse solamente a la prohibición del glifosato, sus componentes y afines, sino a todos otros productos fitosanitarios con potencial impacto negativo en el ambiente evaluando y ponderando, en todos los casos, los costos de oportunidad y su probada efectividad y eficacia. Cabe acotar que los productos fitosanitarios son insumos necesarios para el desempeño de las actividades agropecuarias y/o forestales (en el caso forestal con una incidencia menor), que requieren del adecuado asesoramiento y seguimiento técnico (profesionales matriculados) en sus usos, manejos y aplicaciones, pues sin ello pueden terminar afectando en diferentes grados al ecosistema; es imprescindible el asesoramiento técnico-profesional responsable y evitar los impactos negativos que puedan suscitarse (por el uso inadecuado).

Entendemos también que, priorizando el cumplimiento de las buenas prácticas de manejo en las actividades productivas (las que recomendamos profesionalmente) sumamos gran parte a la solución del problema ambiental y social regional.

Teniendo en cuenta el principio de progresividad, debemos ir transitando gradual y sostenidamente un camino hacia un ambiente saludable; la sostenibilidad no solo tiene que ver con lo ambiental, sino también con lo social y económico, pues todo está muy interrelacionado con el entorno donde nos desenvolvemos.

Consideramos que los instrumentos normativos, por sí solos, no van resolver los problemas que hoy se tienen, sino no viene acompañado de una adecuada y comprometida GESTIÓN TERRITORIAL SOSTENIBLE público-privada, con todo lo que ello implica, en donde los profesionales, productores, industriales, empresas, organizaciones e instituciones, etc., ligadas con las actividades agropecuarias y forestales asumamos el compromiso conjunto de involúcranos decididamente con ello, consolidando una GOBERNANZA AMBIENTAL.

Cómo INSTITUCIÓN PROFESIONAL COLEGIADA bregamos por un mayor PROFESIONALISMO en las actividades productivas e industriales, buscando las alternativas más apropiadas y adecuadas, en este sentido, y a su vez, solicitamos a las instituciones académicas y de investigación las respuestas necesarias que técnicamente nos posibiliten garantizar un ambiente regional en equilibro, dentro de un modelo desarrollo territorial sostenible; estamos comprometidos en acompañar estos procesos en pos del bienestar y progreso de nuestra ruralidad provincial.

“Un ambiente saludable para la prosperidad de todos, es nuestra responsabilidad y nuestra oportunidad”.
Consejo Directivo Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones, 16 de julio de 2022.

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Secuestran 2.380 litros de agroquímicos que eran trasladados en un vehículo

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Los efectivos del Escuadrón 9 “Oberá”, mientras efectuaban controles sobre la Ruta Provincial Nº 7, en el paraje San Juan, detuvieron la marcha de un vehículo Mercedes Benz tipo furgón con itinerario Jardín América-El Soberbio.

Al momento de la inspección, los funcionarios detectaron un cargamento de 119 bidones de herbicidas que contenían 20 litros cada uno. Ante esa situación, el conductor del rodado no poseía ninguna documentación que justifique el traslado de los agroquímicos.

El Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la provincia de Misiones dispuso el labrado de actuaciones y el secuestro de la mercadería valuada en 1.666.000 pesos.  

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Investigadora comparó los aportes nutricionales de la yerba mate secada al natural y por el método tradicional

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La investigadora CONICET- Fundación Barceló, Dra. Rosana Ramírez publicó un artículo sobre la yerba mate en revista científica. La publicación “Efecto del Procesamiento en la Calidad Nutricional de Ilex paraguariensis” presentada en el volumen 12 de la revista Applied Scienses.

Es el resultado de un trabajo de investigación original, a cargo de la Dra. Rosa Ramírez, investigadora de CONICET y Fundación Barceló Sede Santo Tomé Corrientes.

La docente de la Facultad de Medicina realizó una investigación sobre Ilex paraguariensis A.St.-Hil, conocida como la planta de la yerba mate. Que en la actualidad ha ganado muchos mercados de bebidas y nuevas formas de consumo, alcanzando la categoría de consumo global.

El presente trabajo presenta la variación de los activos nutricionales de digestibilidad, energéticos y minerales sometidos a tres procesos diferentes: secado al aire libre y triturado; secado bajo fuego directo y molido; y secado a fuego directo, molido y envejecido durante 6 meses en condiciones controladas.

También se estudió la presencia de residuos de agroquímicos y factores anti-nutricionales. El procesamiento influyó ampliamente en los activos nutricionales y de digestibilidad de las hojas yerba mate.

Uno de los resultados obtenidos en la investigación es que la yerba secada de forma naturalmente a temperatura ambiente al aire libre durante dos semanas y trituradas dio como resultado el nivel más alto de proteína cruda, Mg, K, S y Mn, en comparación con el procedimiento tradicional y procesos alternativos S3. S1 también presentó un alto nivel de NFC digestible y alcanzó 49,23% de materia seca digestible. Estos hechos pueden justificar la sugerencia del uso de IP tratados según S1 como complemento alimenticio en explotaciones ganaderas. También presentan composiciones minerales atractivas para su uso como ingredientes alimentarios para el consumo humano.

En tanto la yerba en forma de hojas verdes maduras, secadas a fuego directo durante unos segundos y finamente molidas (muestra S2) y hojas verdes maduras recolectadas y secadas a fuego directo durante unos segundos, luego molidas y envejecidas durante 6 meses a 21 °C y a un máximo de 60% de humedad relativa (muestra S3) resultó en una calidad nutricional muy similar. Ambos procesos de secado finalmente resultaron en una pérdida de calidad nutricional con respecto al proceso de secado natural. Sin embargo, el tiempo de maduración no tiene un fuerte efecto sobre la calidad nutricional de la IP. S2 resultó en el % más alto de carbohidratos y Fe, y S3 resultó en el % más alto de materia digestible, Ca, P, Zn y B, en comparación con sus correspondientes procesos alternativos.

Los resultados también muestran niveles de calidad de proteína entre 10.03 y 19.06% de materia seca. Los valores de digestibilidad muestran que todas las hojas IP tratadas son aptas para alimentos funcionales humanos y suplementos enriquecidos para alimentos para ganado.

Aunque estos resultados son prometedores, se requiere un análisis completo de costo-beneficio. Cualquier beneficio potencial del uso de la PI como alimento para el ganado debe equilibrarse con los costos de producción. La investigación adicional también puede considerar la optimización de las tecnologías de procesamiento para mejorar los compuestos bioactivos para su uso en alimentos, cultivos, cosméticos, nutracéuticos y suplementos para apoyar la salud humana.

La Applied Sciences, es una revista internacional de acceso abierto, sobre temas de las ciencias naturales, publicada quincenalmente en línea por MDPI. Articulo completo: leer aquí

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Sensibilizan sobre el uso responsable de agroquímicos a estudiantes de escuelas agrotécnicas

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Un proyecto de extensión de la UNNE, con participación de tres unidades académicas, promueve en estudiantes de escuelas agrotécnicas el conocimiento y uso responsable de agroquímicos con el objetivo de prevenir posibles daños en la salud, el ambiente y la producción por la manipulación indebida de estos productos.

“Sensibilización en Escuelas Secundarias para el uso seguro de agroquímicos en Corrientes” se denomina la iniciativa desarrollada por docentes y estudiantes del Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología, la Facultad de Ciencias Agrarias y la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Política, de la UNNE.

El proyecto tiene por objetivo sensibilizar a los adolescentes y jóvenes sobre la importancia de conocer las normativas vigentes para el uso de agroquímicos así como las medidas básicas de manejo, preparación y aplicación de los productos.

Si bien el proyecto se orienta a estudiantes secundarios en general, en una primera etapa se resolvió trabajar con jóvenes de escuelas agrotécnicas por provenir en su mayoría de familias que trabajan en el campo, por enfrentarse en su proceso formativo con el uso de estos productos y además porque gran parte de estos estudiantes, al egresar, se desempeñarán en actividades vinculadas al sector productivo.

“Conocer es el primer paso para abordar la problemática del uso de los agroquímicos” explicó la Lic. Gabriela Bruquetas Correa, docente del instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología y directora del proyecto de investigación que integra a equipos de tres unidades académicas de la UNNE.

Señaló que el proyecto, enmarcado en el programa de extensión universitaria “La Universidad en el Medio”, implicó una instancia previa de formación y capacitación de los mismos equipos de trabajo, docentes y estudiantes universitarios, por tratarse el uso de agroquímicos de una temática de gran relevancia social.

Sostuvo que los agroquímicos enfrentan distintos cuestionamientos por la supuesta peligrosidad de sus componentes, pero lo cierto es que en la práctica se usan y están autorizados legalmente.

En ese contexto, quienes integran el proyecto de extensión consideran que aportar conocimientos sobre las normativas vigentes y sobre las prácticas de buen uso y manipulación es la base necesaria para avanzar hacia un uso seguro y responsable por parte de los distintos actores de la cadena productiva.

Al respecto, el ingeniero agrónomo Marcos Chaval, de la Facultad de Ciencias Agrarias, indicó que la indebida manipulación de los agroquímicos implica un alto riesgo, y lamentablemente en la práctica cotidiana de las tareas de campo no es raro observar casos de mal uso de estos productos.

“El conocimiento de la normativa aplicable y la reflexión sobre las prácticas comunes constituyen el punto de partida para lograr un uso más seguro y responsable de los agroquímicos” manifestó.

Se propone que los destinatarios puedan identificar la importancia de asumirse como “ciudadanos responsables” y colaboren en generar la toma de conciencia respecto del efecto que puede acarrear el uso indebido de los productos químicos que se aplican en agricultura.

Por eso, en el proyecto se apunta a la sensibilización desde distintos puntos como ser el ambiental, productivo, de la salud y la cuestión legal, pues el uso indebido de agroquímicos puede impactar en la salud de las personas, en afectar el rendimiento productivo del cultivo, en producir daños al ambiente y también puede tener implicancias legales como delito.

Justamente, la participación en el proyecto de estudiantes y docentes del Instituto de Ciencias Criminalísticas y Criminología, de la Facultad de Derecho y de la Facultad de Ciencias Agrarias busca abordar las distintas aristas que integran el uso de los agroquímicos.

La decisión de realizar el proyecto de extensión en una primera etapa en escuelas agrotécnicas se tomó asimismo en el efecto multiplicador hacia las familias de los estudiantes, así como la posibilidad de sensibilizar también a las autoridades escolares y docentes sobre la necesidad de incluir la temática en la currícula escolar.

La Lic. Bruquetas reiteró la importancia del proyecto por aportar una mirada interdisciplinaria a la temática, así como un enfoque desde el punto de vista de la prevención.

El proyecto de extensión de sensibilización de uso seguro de agroquímicos volverá a ser presentado en el marco se la “Convocatoria 2019” del programa “La Universidad en el Medio”, con el fin de lograr su continuidad en el año 2020.

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