Presentan novedoso detector de resistencia de bacterias a antibióticos

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Un kit de diagnóstico que detecta la resistencia de ciertas bacterias a los antibióticos y elaborado por investigadores de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (Anlis)- Carlos Malbrán, fue presentado por la ministra de Salud Carla Vizzotti durante una reunión del Comité Ejecutivo de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap) en el Chaco, informó hoy la cartera sanitaria.

El “Carba Color Test (CCT)” es un reactivo “para la detección rápida” de esta resistencia y es el primero de origen nacional que se comercializa en la Argentina, al tiempo que tiene la aprobación de la Anmat y será producido por Laboratorios Chaqueños S.A, que forma parte de la red de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap) .

Vizzotti,. al presentar esta herramienta junto al gobernador Jorge Capitanich, destacó la importancia que tiene el test en el contexto global ante “la preocupación que genera para la salud la resistencia antimicrobiana, que ya era un problema antes de la pandemia y el consumo de antibióticos lo aceleró”.

Es por eso que “poder contar con herramientas prácticas, accesibles y que al costado de la cama se pueda definir qué antibiótico utilizar es muy importante, no sólo para la salud de las personas y la estrategia de la resistencia antimicrobiana, sino también para optimizar el uso de recursos”, aseguró.

En ese sentido, la ministra se refirió a este desarrollo como “una decisión política y una articulación entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Conicet, las universidades y el Ministerio de Salud de la Nación con todos los institutos de la Anlis Malbrán, con nuestra entidad regulatoria y con el Ministerio de Desarrollo Productivo”.

Vizzotti indicó también que “es una noticia muy relevante que este test sea el primero de origen nacional que se comercializa en el país, que tiene el registro de Anmat y la posibilidad de tránsito federal”,

Y adelantó que “eso va a ser importante no solo desde lo sanitario sino desde lo económico, desde la mirada que tenemos como Estado de generar acciones que sustituyan importaciones y autosuficiencia sanitaria para producir lo que necesitamos”.

En la misma línea, Capitanich explicó que lo más destacable de este producto es “el doble impacto” que genera. “Por un lado, en la sustitución de importaciones más una buena base exportadora, generando más inversiones y más empleos; y por otro el otro, una gran plataforma para abastecer la demanda nacional”, indicó.

La resistencia de distintos microorganismos patógenos a los agentes que se utilizan para combatirlos en salud humana y animal es un fenómeno de creciente impacto en nuestro país y a nivel global.

En este contexto, “una de las estrategias primordiales para prevenir la propagación de enterobacterales productores de carbapenemasas (EPC) es la vigilancia epidemiológica activa y su rápida detección”, informó el Ministerio..

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ONU: “Mucha de la carne que comemos está llena de antibióticos”

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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a advertir sobre el uso excesivo de antibióticos en la industria para estimular el crecimiento de los animales destinados al consumo humano, lo que contribuye a crear superbacterias resistentes a esos fármacos. “La adopción de medidas contundentes y sostenidas en todos los sectores es esencial para hacer retroceder la resistencia a los antimicrobianos y mantener el mundo a salvo”.
A través de su cuenta de Twitter, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) volvió a advertir este viernes (05/01) sobre el uso excesivo de antibióticos en la industria para estimular el crecimiento de los animales que luego son consumidos, lo que contribuye a crear superbacterias resistentes a esos fármacos.
En noviembre pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un artículo en el que recomendó que las industrias agropecuaria, piscicultora y alimentaria dejen de utilizar sistemáticamente antibióticos para estimular el crecimiento y prevenir enfermedades en animales sanos.


Las nuevas recomendaciones de la OMS tienen como finalidad preservar la eficacia de los antibióticos importantes para la medicina humana reduciendo su uso innecesario en animales. En algunos países, aproximadamente el 80% del consumo total de antibióticos de importancia médica se da en el sector animal, principalmente para estimular el crecimiento en animales sanos.
El abuso y el uso indebido de antibióticos en animales y humanos están contribuyendo al aumento de la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos. Algunos tipos de bacterias causantes de infecciones humanas graves ya son resistentes a la mayoría o a la totalidad de los tratamientos disponibles, y hay muy pocas alternativas prometedoras en fase de investigación, aseguran.
“La falta de antibióticos eficaces es una amenaza para la seguridad tan grave como la que representa un brote de enfermedad repentino y letal”, declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “La adopción de medidas contundentes y sostenidas en todos los sectores es esencial para hacer retroceder la resistencia a los antimicrobianos y mantener el mundo a salvo“, agregó.
En una revisión sistemática publicada en The Lancet Planetary Health se concluye que las intervenciones que restringen el uso de antibióticos en animales destinados a la producción de alimentos reducen las bacterias resistentes a los antibióticos en estos animales en hasta un 39%. Esta investigación se tomó directamente como base para elaborar las nuevas directrices de la OMS.
La OMS recomienda firmemente una reducción general del uso de todas las clases de antibióticos de importancia médica en los animales destinados a la producción de alimentos, incluida la restricción completa de estos fármacos para estimular el crecimiento y prevenir enfermedades sin diagnóstico previo. Solo se debería administrar antibióticos a animales sanos para prevenir una enfermedad si ésta ha sido diagnosticada en otros animales de la misma cabaña o población de peces.
Los antibióticos utilizados en animales deberían elegirse de entre aquellos que, según la OMS, son “de menor importancia” para la salud humana, y no de entre aquellos clasificados como “de importancia crítica y de máxima prioridad”. Estos antibióticos suelen ser el tratamiento de último recurso o forman parte de una serie limitada de tratamientos de los que se dispone para tratar infecciones bacterianas graves en humanos.
“Las pruebas científicas demuestran que el uso excesivo de los antibióticos en los animales puede contribuir a la aparición de resistencia a estos fármacos“, opinó, por su parte, el Dr. Kazuaki Miyagishima, Director del Departamento de Inocuidad de los Alimentos y Zoonosis de la OMS. “El volumen de antibióticos utilizados en animales sigue aumentando en todo el mundo debido a la creciente demanda de alimentos de origen animal, con frecuencia producidos mediante ganadería intensiva“, añadió.
Muchos países ya han adoptado medidas para reducir el uso de antibióticos en animales destinados a la producción de alimentos. Por ejemplo, en 2006 la Unión Europea prohibió el uso de antibióticos para estimular el crecimiento.
Algunas opciones alternativas al uso de antibióticos para prevenir enfermedades en an imales son la mejora de la higiene, un mejor uso de la vacunación, y la introducción de cambios en las prácticas de estabulación y cría de animales.
Las Directrices de la OMS sobre el uso de antimicrobianos de importancia médica en animales destinados a la producción de alimentos se basan en evaluaciones e informes de expertos realizados a lo largo de decenios acerca del papel del uso agropecuario de los antibióticos como factor que contribuye al aumento de la resistencia a estos fármacos. Las directrices contribuyen directamente a los fines del Plan de acción mundial sobre la resistencia a los antimicrobianos adoptado la Asamblea Mundial de la Salud en 2015 y de la Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Resistencia a los Antimicrobianos adoptada en 2016.

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“El mundo se está quedando sin antibióticos”, advierte la OMS para combatir a bacterias resistentes

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Es a causa de la falta de inversión en investigación para combatir a bacterias que se han vuelto resistentes a los tratamientos, entre otros puntos sobresalientes de un informe del organismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el mundo “se está quedando sin antibióticos” para atender enfermedades infecciosas, a causa de la falta de inversión en investigación para combatir a bacterias que se han vuelto resistentes a los tratamientos, entre otros puntos sobresalientes de un informe difundido este martes.

Un estudio realizado sobre medio centenar de fármacos que están en etapa de desarrollo para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos concluyó que sólo ocho “son realmente innovadores” mientras que el resto sólo serviría en el corto plazo, subrayó en un comunicado.

En este sentido, el organismo sanitario dependiente de las Naciones Unidas (ONU) advirtió sobre la “necesidad urgente de más inversión en investigación” ante la “seria falta de opciones de tratamiento” para una serie de enfermedades infecciosas, entre ellas la tuberculosis.

El pasado febrero, la OMS publicó una lista de las bacterias consideradas de mayor riesgo para la salud humana por haberse vuelto resistentes a los antibióticos. Entre ellas, la más peligrosa es la que causa la tuberculosis, Mycobacterium tuberculosis, y la siguen de cerca otros patógenos que provocan infecciones hospitalarias, como neumonías, infecciones de orina y de la sangre o meningitis. Frente a estos microorganismos, muchas de las armas antibacterianas desarrolladas en las últimas décadas son totalmente inútiles. Se han detectado incluso casos de infecciones –de gonorrea– que resisten absolutamente todos los antibióticos.

Ahora, la OMS ha analizado qué fármacos se están ensayando actualmente contra los patógenos más prioritarios, y ha concluido que faltan antibióticos para combatir las infecciones resistentes.

Los expertos calculan que de los 62 fármacos que están en fase de ensayo clínico en estos momentos, en cinco años se habrán aprobado unos diez –muchos de ellos no llegan a superar las pruebas necesarias para ser aprobados. Esta cifra “no es suficiente para enfrentar la inminente amenaza de la resistencia a fármacos antimicrobianos”, advierte el informe de la OMS.

La OMS también señala que la mayoría de antibióticos en investigación son variaciones de otros que ya existen, por lo que son sólo una solución a corto plazo, ya que las bacterias pueden desarrollar resistencia en poco tiempo. Por otra parte, el análisis de la OMS destaca que el peso de la inversión en investigación sobre antibióticos recae en su mayor parte en instituciones públicas y fundaciones filantrópicas, como la Wellcome Trust del Reino Unido. En cambio, el papel de la industria farmacéutica es mucho menor, a diferencia de lo que ocurre con otros tipos de enfermedades, por lo que la OMS reclama a este sector que aumente su implicación en la búsqueda de nuevos antibióticos.

“Tenemos una gran necesidad de aumentar la inversión en investigación sobre infecciones resistentes a antibióticos, incluida la tuberculosis. Si no, regresaremos a un tiempo en el que las personas temían las infecciones comunes y arriesgaban sus vidas en cirugías menores”, declara Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en un comunicado difundido por la organización.

Según una revisión publicada en 2016, y encargada por el entonces Primer Ministro del Reino Unido, David Cameron, si la situación sigue como hasta ahora, a partir de 2050 cada año morirán 10 millones de personas por la resistencia a antibióticos. Como referencia, actualmente mueren algo más de 8 millones de personas por cáncer cada año.

Una búsqueda cada vez más difícil

Gran parte de los antibióticos usados hoy en día se descubrieron en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, en una época dorada para la guerra antibacteriana. Gracias a ellos, la mortalidad por infecciones disminuyó drásticamente. Pero su uso indebido ha propiciado que cada vez más bacterias se hayan vuelto resistentes, hasta el punto de que algunas cepas son inmunes a tantos antibióticos que ya no hay forma de tratarlas.

“Antes, las empresas farmacéuticas enviaban expediciones a lugares remotos de la Tierra, en busca de hongos y bacterias que produjeran sustancias antibacterianas. Pero ahora eso se está acabando”, explica Jordi Vila, jefe del servicio de microbiología del Hospital Clínic de Barcelona. “Ahora se buscan nuevos ecosistemas, como los fondos marinos, pero el problema es que muchos de los antibióticos que se encuentran ya se habían descubierto”, declara en entrevista telefónica.

Según Vila, hay nuevas formas de desarrollar nuevos fármacos. Por ejemplo, sintetizarlos desde cero en el laboratorio, o bien buscar estrategias totalmente nuevas. “No obstante, para eso hay que invertir un gran esfuerzo, ya que científicamente es un reto mucho mayor. Por eso, hace falta más inversión, y más implicación de la industria farmacéutica”, remarca Jordi Vila.

La OMS subraya que los esfuerzos en encontrar nuevos antibióticos no serán suficientes por sí solos. A la vez, será necesario reforzar la prevención, para frenar el ritmo de aparición y propagación de nuevas resistencias. Según Jordi Vila, hay medidas que podemos tomar todos:

Seguir las recomendaciones de los médicos. Dejar un tratamiento con antibióticos antes de tiempo o automedicarse favorece que las bacterias desarrollen resistencia. Además, la mayoría de las infecciones a las que nos enfrentamos las provocan virus, contra los que los antibióticos no sirven de nada.

Higiene alimentaria. Lavar bien los alimentos que consumamos crudos o cocinarlos a altas temperaturas evita infecciones.

Lavarse bien las manos. Especialmente después de ir por la calle o en transporte público.

 

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