Perdonables entre La Doctora y el Ángel

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En su altiva declinación, el Tercer Gobierno Radical necesita acordar con el Peronismo Perdonable, vacilante y disperso.
Pero ya no sólo por el presupuesto de 2019. “Hace falta un acuerdo amplio, superador”.
Lo confirma Rogelio Frigerio, El Tapirito, Ministro del Interior, felizmente aceptado en la mesa relativa de las decisiones.
Pero persiste una extraña reciprocidad. La desconfianza mutua ante la palabra empeñada.
La de los Perdonables, que tienen una pluralidad de jefes fragmentarios (o sea no tienen jefe).
O la palabra de los macristas, que procuran embocarlos.
La Fábula del Acuerdo le sirve a Mauricio Macri, El Ángel Exterminador -presidente del TGR-, para compartir, con los Perdonables, la grandeza del fracaso perceptible de su administración.
Sin transmitirlo en público, lo sostienen algunos resignados Perdonables que se predisponen al riesgo de ayudar. Para salvar la ropa propia. El territorio.
Tanto legisladores de medialuna enarbolada, que procuran permanecer o ascender, como gobernadores con o sin ambiciones protagónicas, tratan de evitar la caída en la trampera.
Las opciones son igualmente perjudiciales.
Si se acuerda, se asocian mecánicamente a las políticas innovadoras que acabaron en el vejestorio del Fondo Monetario Internacional.
“Llegaron con el cuento del cambio para suplicar por la bacinilla del Fondo”.
Perdonables entre La Doctora y el ÁngelSi no se acuerda, son incorporados, sin anestesia, al kirchnerismo funcional que supieron servir, y que hoy adopta la categoría del agravio.
Cuesta asumir la historia que los estrategas astutos del TGR saben manipular.
Quedan como obstaculizadores especulativos que aguardan el reposo terminal de lo que está en el piso.
“El peronismo sabe que hizo mucho daño en el último gobierno, y que ya no hay más lugar para la demagogia”.
Así martilla el Ángel desde la prensa. Arbitra entre las diferentes posiciones de los privilegiados de “la mesa chica número dos”.
La mesa que contiene a María Eugenia, La Chica de Flores de Girondo, y a Horacio, El Geniol. Los adictos a las negociaciones sociales con los Perdonables. Hasta en un restaurante de San Isidro, que funciona como un espejismo para las capas medias.
Gastronomía que espanta a Marcos, El Pibe de Oro. Como al convaleciente don Jaime, El Equeco, pensador que brilla en la “mundanité” porteña. Aunque aturda en sus monólogos con la problemática de Méjico, para no referirse a la Argentina.
“¿Para qué arreglar con los peronistas, si te van a c…? Nunca cumplen. Aunque sean más divertidos que los radicales”.

Hombre con suerte

¿Es Macri, todavía, un hombre con suerte?
Perdonables entre La Doctora y el ÁngelEs el mito que confirman sus amigos históricos. Ponen -como Angelici, El Tano- el ajado ejemplo del paso por Boca Juniors, donde arrancó mal.
“Pero después acomodó el barco y se ganó todo”. Claro que lo tuvo a Carlos Bianchi.
O recurren al paso por la Jefatura del Maxi Quiosco de la Capital, donde empezó también mal. Hasta acomodar el barco y quedar como un gestor aceptable.
“Todo por la tontería de la «vía rápida»”.
Pero lo tuvo a Rodríguez Larreta.
En cambio, para timonear la barcaza del país hay que estar “muy preparado”, como confirma el pensador Jorge Giaccobe, El Versallesco.
Con el manto perversamente cruel de las verdades, la realidad lo supera. Dista de ajustarse a la comodidad de los slogans que le elaboran Marquitos y don Jaime.
La barcaza ya la chocó y ahora enfrenta el peligro de hundirse. De todos modos aspira a ofrecer a los Perdonables camarotes en su Titanic.
El Ángel presenta síntomas justificados de decepción súbita. Suele amargarse con la monotonía de las quejas. Despotrica contra los peronistas reversibles.
Los lleva de paseo. Los varea. Les muestra a los gobernadores y/o legisladores ciertos rincones privilegiados del poder, donde se florea con los grandes líderes. Para comprometerlos como activos sostenes del arreglo con el Fondo. Pero al regresar, para los medios, los audaces dicen todo lo contrario.
Las palabras pronunciadas en los ámbitos externos parecen no servir para las tensiones del consumo interno.
Perdonables entre La Doctora y el ÁngelPero se enoja también con los sindicalistas reversibles. Tampoco le cumplen -protesta- con lo que le prometen en privado. En Olivos o en La Rosada.
Sabe que a los políticos los regula la implacable frialdad de La Doctora, de la que pretenden despegarse.
Si se le acercan demasiado a Macri, como dadores voluntarios de gobernabilidad, La Doctora los fulmina. Con el desdén o con el silencio.
Sabe además el Ángel que a los sindicalistas, quien les pone la varilla de aceite, para medirlos, y regularlos, es Moyano, El Charol.
Terminan con el planteo de un paro que invalida los abundantes diálogos previos.
“Lo hacen quedar a Jorgito y a Quintana, como dos… distraídos, digamos”.
Para volver al día siguiente, a la franela cotidiana del teléfono.
Al final los políticos y los sindicalistas del peronismo son tan “garcas” como los empresarios que le reclaman, con fervor, que ajuste.
Pero cuando se decide a ajustar, después de las vacilaciones y con el pretexto del FMI, los empresarios comienzan a tomar distancias. A expresar preocupación. A permitirse criticarlo, en voz baja, mientras desfilan las componendas que trascienden y perforan la Fábula de la Transparencia.

La rotonda

Es factible que emerjan los esquemas plácidos.
“El peronista que no quiera acordar se queda pegado al kirchnerismo”.
La Garganta es partidaria de fundir las identidades en una sola. “En el fondo son lo mismo. Peronistas”.
La deducción entonces es tan obvia como la declinación. Enigma sólo para chiquilines.
Aquel peronista que acuerde se va a quedar pegado a la caída de Macri. Y con el Fondo.
En la rotonda, se le abren a los Perdonables dos caminos principales. No existe ninguna “ancha avenida del medio”.
En la permanente campaña electoral, con el marco divisorio del aborto (el balazo que el macrismo se tiró en el pie) los fragmentos del Peronismo Perdonable deben resolver si se asocian al Ángel, o lo dejan estrellarse solo.
Que se haga cargo de los errores encadenados de la historia. Se suman a los propios.
“Cuando las encuestas los favorecían, nos orinaban desde el estrado, nos marcaban la superioridad con globos”, confirma otra Garganta.
“En la lona, con los números en contra, ahora quieren acordar”.
Para embocarlos, en la práctica, con el fango de las pérdidas. Para arrastrarlos hacia la utopía del ajuste.
Extirpar el 1,3 del PBI, recortar 7.500 mil millones de dólares. Para la artesanía del presupuesto comprometido con Madame Lagarde.
Si le quitan la nalga a la jeringa del acuerdo, si lo resisten, le ponen al TGR severos “miguelitos” en el camino.
Aunque queden embocados en el fango fundamental de La Doctora.

El consuelo espiritual

Al cierre del despacho, el TGR ensaya el consuelo espiritual de encontrarle causas externas a la formidable cuesta abajo que mandó el país a la B.
Conste que no se pusieron el país de sombrero por haber sido ineptos, improvisados, insustanciales.
Fue porque Estados Unidos, al subir la tasa de interés, clausuró para la Argentina el generoso despliegue del crédito externo. Para mandarlo a Caputo, El Toto, nuestro Gordon Gekko, a rapiñar dinero en el FMI. Decisión estratégicamente medular que se tomó en media hora.
Aparte, a los macristas duros del “campo”, no se les puede manotear ninguna otra moneda. Si hasta debieron recular con el manoteo a las retenciones. Los pobres chacareros padecen el coctel virtual de sequía e inundaciones. Por la cosecha triste se perdieron diez mil millones. Lo mismo que, por la mala praxis, dilapidaron para contener, sin conseguirlo, la vorágine del dólar. Entre el delicioso conjunto de atorrantes que se autodenomina “el mercado”. A merced de los discípulos de Michael Douglas (cliquear).
Consta en actas también el aumento del petróleo. Sin restar importancia a la desgracia de los niños futbolistas en la cueva de Tailandia. A la guerra comercial entre el delirante Trump y China. O el triunfo en Italia de la xenofobia de Mateo Salvini. O del Duque de Colombia que despoja al Ángel, injustamente, de la centralidad en el sur del continente. Por situarse, el Duque invasor, más a la derecha aún que Macri, y por ser -imperdonablemente- casi 20 años más joven.

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La robotización, un desafío en los procesos de desarrollo local

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En los últimos 100 años el mundo se encuentra atravesando un proceso de cambios sin precedentes en el empleo y de la propia población Mundial, que creció astronómicamente de los mil seiscientos millones de habitantes de principios del siglo pasado a los más de 7 mil millones de estos tiempos. La estructura poblacional empezó un proceso de envejecimiento, Latinoamérica es un ejemplo de esto donde las personas mayores a 65 en 1950 eran solo el 3%, en el 2000 alcanzó el 6% y para el 2050 será del 20%, ese año marcará un hito en la humanidad por que serán más los habitantes del planeta de ese rango etario que los que se encuentren entre los 15 y 29 años. En Japón para ese año, los mayores de 65 representarán el 40% de la población, esto implicará grandes desafíos para el empleo ya que la composición de la Población Económicamente activa a nivel global irá disminuyendo aceleradamente.
Mientras que los hombres utilizaron la tierra como su principal materia prima y fuente de generación de empleo en la era de la agricultura, el acero lo fue en la era industrial y la digitalización y la inteligencia artificial es la materia prima de los nuevos tiempos. Muchos empleos que eran históricamente realizados por las personas lo harán los robots. La nueva ola de innovación y cambios en el trabajo está afectando al Mundo y Misiones no quedará afuera de estos abruptos cambios.
Para tener una imagen más clara de lo que está sucediendo en el empleo a nivel mundial podemos citar el caso de los Estados Unidos donde a principios del siglo pasado la agricultura generaba el 70% del empleo, hoy no supera el 4% en forma directa. Las industrias y los servicios son el gran empleador de estos tiempos, pero esto cambiará en los próximos años y hasta los empleos de cuellos azules tendrán que reinventarse.
La producción mundial seguirá aumentando y a un ritmo cada vez mayor, pero cómo sucederá esto si la mayoría de la población en los países Desarrollados estará en su edad jubilatoria, la respuesta está en un nuevo actor que está irrumpiendo con fuerza en las industrias, en los comercios y hasta en las mismas vidas del hogar, los Robots. El término Robot fue utilizado por primera vez en 1920 por el escritor de ciencia ficción de República Checa Karel Capek y el cual deriva de dos palabras de dicha lengua, rabota (trabajo obligatorio) y Robotnik (ciervo).
Para dimensionar estos cambios cierren los ojos por unos minutos e imaginen a Misiones, sus 76 Municipios, toda su gente, niños, jóvenes, adultos y de repente algo pasa, toda esa gente se convierte en Robots. En 1920 dirían es ciencia ficción pero la realidad suele superar la ficción. Hoy ya existe según la Federación Internacional de Robótica más de 1.3 millones de robots trabajando en el mundo, eso supera en más de 100 mil a la población de esta provincia y cada año se incorporan cerca de 300 mil nuevos robots al trabajo en el mundo. Surge así un dilema de los seres humanos en cuanto a los robots, la intención original era aliviar la carga de trabajos complejos y liberar a las personas para hacer otros tipos de trabajo pero ha surgido la preocupación acerca de que los robots finalmente dominen el mundo.
Tan Jun de la Universidad de Zheijan China sostiene que hay 3 tipos de relaciones entre los robot y los trabajadores: el remplazo de los trabajadores por robots; los robots asisten a las personas en su trabajo; la creación de nuevos puestos de trabajo por la necesidad de los múltiples componentes y la programación de los mismos. El desafío está en cómo se planifica y actúa para que sucedan estos dos últimos supuestos.
Ha pasado poco más de medio siglo desde la creación en 1954 del primer Robot y la mayoría de los países desarrollados han  empezado a implementar estrategias de reindustrialización promoviendo la integración profunda con las nuevas tecnologías y la  robótica. El 74% de los robots producidos en el mundo se venden en Japón, China, Estados Unidos, Corea del Sur y Alemania países conocidos como los Big Five (los 5 grandes) de la robótica. Alemania se puso como objetivo ser líder en la industria 4.0 en su plan estratégico de alta tecnología 2020 y China se ha propuesto el plan Hecho en China 2025 vinculado a la producción 4.0, el cual cuenta actualmente con 458 industrias en el complejo de la producción de robots.
La pregunta que se debe hacer es, qué está haciendo Latinoamérica para afrontar estos nuevos cambios, ya que según un informe del Banco Mundial esta región tiene muchos emprendedores pero poca innovación. En el campo de la Robótica, según la Federación Internacional de Robótica, del total de robots que supera los 1,3 millones en el mundo tan solo 27.700 se encuentran en América Latina y el Caribe y se concentran en su mayoría en México y Brasil.
Argentina tiene un gran desafío en el sector de la robótica para poder lograr un crecimiento en sus servicios e industrias y adaptar sus estrategias de empleo a los nuevos paradigmas que marcan estos tiempos, es importante que la informática y la robótica entren con más fuerzas en nuestro sistema educativo para generar empleos para el futuro.
Iniciativas como la Escuela de Robótica de Misiones son estrategias de vanguardia especialmente en una provincia que posee una gran población joven. Cerca del 42% de los Misioneros tienen menos de 20 años, este dato puede ser sumamente positivo ya que en los próximos años estos jóvenes se incorporarán a la Población Económicamente Activa (PEA) y dará a la provincia un importante bono demográfico.
Sin lugar a duda las nuevas generaciones están inmersas en cambios sin precedentes, donde cada vez más se habla y se sienten las Industrias 4.0, la robotización y la tecnología de la nube (cloud computing ). Misiones tiene una importante ventaja porque ha entendido estos nuevos desafíos y ha comenzado a formar a sus jóvenes en estos nuevos paradigmas. La sociedad debe comprender que cientos de puestos técnicos serán sustituidos por la automatización y robotización y que el mundo de las manufacturas estará dominado por el mundo de las Mentefacturas.

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A merced de los discípulos de Michael Douglas

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Macri, Vidal, La Doctora, Massa. Actores de la Comedia Nacional.
Cuatro primeros actores se reparten la Comedia Nacional de la decadencia argentina. Persiste un torbellino de personajes secundarios. Y una multitud de extras. Figurines que aparecen en el rubro “otros”. Malabaristas del arte de mojar la medialuna.
Para la eficacia del libreto, los cuatro concentran la pugna por el poder real. Su administración presupuestaria. Dos procuran consolidarse (Macri y Vidal). Una, melancólicamente, está para recuperarlo (La Doctora). El otro, de una vez por todas, quiere conseguirlo (Massa).
Pese a la debacle personal e institucional de los últimos seis meses. Pese a haberse puesto el país de sombrero. De haberlo chocado y volcado.
Pese a la indulgencia de la sociedad por la mugre aceptada de las off-shore familiares (que atentan contra la vara inútil de la transparencia), Mauricio Macri, El Ángel Exterminador, aun puede retener su posición presidencial.
Aunque se expanda la desconfianza hacia el Tercer Gobierno Radical, que lleva ya 30 meses. Falta completar la eternidad del mandato. Otros 18. 6 de ellos, los próximos, desdichadamente sombríos. La economía se abrevia como el consumo. La estanflación es horrenda. Como la convivencia con el riesgo del quiebre social. Pero la causa del TGR es movilizada por una verdad inapelable.
“Si se cae Macri, no hay María Eugenia, ni Marcos ni Horacio”.
Por semejante sentencia, la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo, La Gobernadora, decidió cargarse al hombro el país volcado.
A merced de los discípulos de Michael Douglas
Junto al personaje de reparto que suele brindar lecciones a los actores protagónicos. Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, aguarda su momento para conducir algo más que el Maxi Quiosco, Artificio Autónomo, la Capital.
Ambos, María Eugenia y Horacio, supieron simular los enormes buracos de gestión plantados por el Premier Marcos Peña, El Pibe de Oro. Otro personaje que no se resigna a ser, en la comedia, secundario.
Es Peña injustamente señalado como responsable del retroceso que registra El Ángel Exterminador. Junto a Don Jaime, El Equeco. Creador ingenioso de esquemas simplistas para ganar elecciones. Pero catastróficos para la rutina de gobernar.
Derivaciones del plácido estilo de conducción del Ángel. Estadista adicto al descanso. A la parsimoniosa nadería de desparramar las culpas.
La Chica de Flores y el Ángel contienen a los personajes ambiciosamente secundarios que pueblan el Tercer Gobierno Radical, y a la base del Colectivo Cambiemos que brinda la legitimidad. Aquí aparece la señora Carrió, Bárbara Stanwickz, la Demoledora. Con la psicosis unánime de su intensidad mediática. Como los radicales territoriales que suelen amontonarse entre los extraños modelos de la cultura PRO, a los que ni comienzan a entender.
El conglomerado, de relativa relevancia, juega la ruleta del país a la pericia de los traders.
Artesanos de las finanzas. Discípulos de las peripecias inescrupulosas del maestro Michael Douglas, en Wall Street.
Cuando Michael, el hijo del viejo Kirk, prestaba la imagen para componer a Gordon Gekko.
A merced de los discípulos de Michael DouglasEn efecto, el destino del TGR es arrastrado hacia la inspiración de Los Gekko.
Timberos fascinantes de camisas rayadas, habanos y tiradores. Tiburones que se deslizan para acumular fortunas. Pero de pronto, en el revoleo tenso de la timba, se sorprenden con el manejo económico de aquello que fue un país. La Argentina en bancarrota, a la deriva, que se encuentra a merced de los discípulos de Michael Douglas. Timoneada por Los Gekko, hacia la ilusoria reconstrucción.

Macri-Vidal

Si Los Gekko, con la sustancial ayuda de la señora Christine Lagarde, Madame Bovary, logran encarrilar la economía, El Ángel Exterminador aún está a tiempo de extender el calvario en 2019. Aunque cada día son más los desesperados del TGR que prefieren, simuladamente, ser representados por María Eugenia.
Combinación del carisma con la credibilidad y el fortalecimiento de las encuestas.
Cuestión que Mauricio se dedique, en adelante, a la bonhomía moral del hinduismo. Con su mantra personal e intransferible. A los efectos de profundizar el culto de los chakras. Al dispendio de la energía Kundalini (cliquear) y a la algarabía distendida del tantrismo.
Sin embargo, lo sensato es que juntos compongan, probablemente, la oferta presidencial. Macri-Vidal.
A merced de los discípulos de Michael DouglasFaltaría, en adelante, encontrar al personaje secundario que pueda ser diseñado como gobernador de Buenos Aires. Tal vez sea Jorge, El Primo (que era) Pobre, pero al Uno le molesta que le compartan el apellido. O Emilio Monzó, El Diseñador, hoy recuperado por La Chica de Flores, aunque ni le interese ser medido, y prefiera recibir pronto el tratamiento de Excelencia, en alguna capital de Europa (o en Nueva York). O Cristian Ritondo, El Potro, favorecido, en este Provincial B, por el conocimiento del asfalto y del fango.

Candidata o presa

La tercera figura supo ser la primera. Ocupa la centralidad.
La Doctora es la exclusiva beneficiaria de la sistemática declinación del Ángel.
La dama se limita a la inusual prudencia de la espera. Interrumpida por breves visitas al Instituto Patria. O por excursiones habituales hacia Comodoro Py. Es donde justamente planifican entretenerla (sin detenerla) los estrategas del TGR. Hasta octubre de 2019.
La Doctora dista de ser el enemigo principal de Mauricio. Luce como la opositora recíprocamente preferida.
En la lista prioritaria de enemigos a exterminar del Ángel se encuentra, en primer lugar, Hugo Moyano, El Charol.
De repente el caprichoso se dispone a acabar con “la conducta mafiosa” que le atribuye a Charol. Pero durante décadas fueron “amigos absolutos”, como en la novela de Le Carré. Cómplices como Bouvoir y Pecuchet. Habitantes del universo literario de Flaubert. Compartían espiritualidades, milanesas y dulzuras.
El segundo en la lista de enemigos políticos, por “su capacidad de daño”, es Sergio. Titular de la Franja de Massa. Con los sponsors incluidos, en especial uno.
Pero cuando el Ángel necesita pelearse con alguien redituable, busca siempre a La Doctora. Para mantenerla vigente. Aunque ella se las ingenia sola para mantener vigencia propia, y repartir los naipes de la centralidad.
Según la receta del Equeco, La Doctora debe ser vencida por tercera vez.
A merced de los discípulos de Michael DouglasContra ella se ganó en 2015, aunque el candidato fue Scioli, Líder de la Línea Aire y Sol.
Contra ella se ganó en 2017, en Buenos Aires, cuando era la candidata a senadora. Aunque de la campaña debió encargarse La Chica de Flores.
Cabe consignar que María Eugenia siente por La Doctora una admiración inconfesable. De lo que tiene enfrente, es lo único que francamente respeta.
Es que el Búfalo (Vidal) y la Serpiente (La Doctora) se atraen. La afinidad es natural. Aunque deban combatirse.
Alrededor de La Doctora florecen importantes personajes secundarios que se postulan para el optimismo de ser el Uno. Pero con facilidad aceptarían con ir de Dos. Para acompañarla.
Desde Milton Capitanich, El Montenegrino Denso, hasta el más Colibrí de los Rodríguez Saa. O el renovado Agustín Rossi, Axel Kicillof, El Gótico.
Otros optimistas secundarios del peronismo buscan su propia identidad en la diferenciación con La Doctora que supieron obedecer. Un remolino que se extiende desde Juan Manuel Urtubey, el Hermoso Brummel, hasta Miguel Pichetto, El Bugart. O el propio Sergio. O De la Sota, Hugo Boss, o el Mejor Crédito del Felipismo.
Nada indica que La Doctora vuelva a presentarse. Sólo el sentido común. Porque tampoco existe ninguna razón para que no se presente.
Sabe que resulta fundamental para la estrategia de permanencia del TGR. El apriete es cada vez más significativo. Puede traducirse: “O va como candidata o va presa”.
Estrategia frágil que no contempla otra atendible posibilidad. Que La Doctora se presente y que, para colmo, les gane.

Prepotencia de distrito

El cuarto actor del elenco es Sergio. Dos años atrás era otro muñeco exterminado por el Angelito.
Como no lo pudieron destruir, los persuasivos lo prefieren captar. Los desorienta.
A merced de los discípulos de Michael DouglasPor prepotencia de distrito. Por su obsesiva capacidad para la conspiración, armado de tres celulares, dos secretarios y bastantes diputados, El Alborotador vuelve a instalarse en el bolillero. Para ser considerado como otro aspirante a la confrontación con quien lo desprecia. Al que le sirvió, en un principio, como dador voluntario de gobernabilidad. En la “montaña mágica” de Davos.
Lo postulan naturalmente para la gobernación de Buenos Aires. Pero no se pronuncia. Se percibe que pretende más altura. Es donde se siente mejor, a pesar de los porrazos.
Atrae con la misma intensidad que le desconfían. Se obstina en convencer a los interlocutores. Para convencerse que ya aprendió. Que las caídas lo ayudaron a madurar.
Pero no le creen quienes con ansiedad lo buscan para arreglar nada. Al menos para tantearlo. Por curiosidad. O por las dudas. Por si se puede mojar.

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Entra Toto, sale Fede, lo que el Mercado pedía

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Y finalmente fue Federico Sturzenegger el fusible que saltó para tratar de enderezar un Titanic que parece decidido a partir el iceberg en dos, cuando la historia marca que solo terminará en el fondo del mar si decide ir de frente.
El ahora ex presidente del Banco Central, a pesar de la intervención que sufrió el pasado 28 de diciembre por parte de la jefatura de gabinete lo cual le asestó un gran golpe de credibilidad a la entidad, demostró igualmente un pésimo manejo de la política monetaria, sobre todo desde el 23 de abril pasado cuando inició la corrida cambiaria.
Es cierto que en la lucha contra la inflación, a pesar del fracaso en domarla, jugó un papel muy solitario que necesitaba ayuda coordinada con Hacienda desde el lado fiscal, como también es cierto que fue en su momento un gran protagonista de la salida del cepo logrando domar la herencia del dólar futuro que pudo derivar en una hiperinflación. Pero nuevamente, cuando tuvo las riendas para tranquilizar la corrida cambiaria, generó pésimas señales dilapidando reservas y erosionando la credibilidad frente al mercado.
Sólo desde la corrida cambiaria, el dólar subió casi un 40% (50% desde el inicio de 2018), la tasa de política monetaria paso de 27.25% a 40% y se perdieron más de USD 11.000 millones en reservas en vano porque terminamos pidiendo socorro al FMI por USD 50.000 millones. En el medio no sólo que el mercado no se calmó, sino que se vio aún más exacerbado por un manejo muy poco prolijo, confuso e incomprensible.
Es por ello, que otra vez tarde frente a los acontecimientos, el gobierno reaccionó y tomó nota muy a su pesar, de que el anuncio sobre el FMI no fue suficiente y que el mercado pedía mayores cambios junto a las medidas de ajuste.
Así, el gobierno le entrega al mercado un trader sin dudas exitoso para ser ahora presidente del BCRA y que es hoy el hombre fuerte del gobierno, quien hereda una bomba de lebacs pero con un tipo de cambio real, el más alto de la era Macri.
La duda es si Caputo es lo que el Banco Central realmente necesita para articular una política monetaria y cambiaria que coordinada con el ahora ministerio de Economía & Finanzas, logre tranquilizar al mercado para después si comenzar a desarrollar la lucha contra la inflación.
Como todas las reacciones últimas del gobierno, y sobre un momento crítico como este, el del BCRA parece más un movimiento fuerte para inyectar credibilidad, que un análisis exhaustivo sobre la persona adecuada para el puesto. Le deseamos muchos éxitos a Messi jugando como defensor.
Por Alejandro Rodríguez
@alerod31   

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Programa PPP: la penúltima bala del Gobierno

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Participación Pública Privada. La clave para vencer en 2019
Previa: Deseos imaginarios del macrismo
En 1983, el sociólogo Juan José Sebrelli, un “socialista solitario”, publicó “Los deseos imaginarios del peronismo”. Hoy sería el indicado para estudiar los deseos imaginarios del macrismo. Pero Sebrelli se hizo (casi) macrista.
Los argentinos que sean adictos al Tercer Gobierno Radical deben bancar la ceremonia de los aumentos superiores al índice de inflación. Pero sólo hasta mayo. Después -suponen- los aumentos mantendrán el ritmo equiparable de la inflación. De a poco el gradualismo vence (otro deseo).
Cuesta entusiasmar con otro segundo semestre. Los adictos ni se atreven siquiera a sugerir que, para el último trimestre de 2018,  podrá respirarse con menor tensión. Confirma la Garganta, con cierta euforia: “La bonanza de los cambios se va a notar recién en 2019”.
Año, casualmente, electoral. El penúltimo deseo imaginario consiste en los PPP. Entendidos como la base de la salvación. La máxima apuesta para mantenerse en el poder, más allá de 2019. Para imponer la continuidad y desterrar al peronismo. (Por Carolina Mantegari – Asis Cultural).
El ministro Luis Caputo, El Toto, es un Newman pura sangre. Veneración y respeto.
Disertó en el lanzamiento de las RER (Red de Expresos Regionales). Sobre el Esquema PPP para desarrollo de la infraestructura. El plan “más ambicioso de nuestra historia”.
Cuentan ya con 60 proyectos identificados, para una algarabía de 30 mil millones de dólares. Y generar “empleo de calidad”. Para “Energía y Minería. Transporte, Comunicación, Tecnología, Agua. Saneamiento, Vivienda, Salud…”.
PPP, Participación Pública y Privada. Metodología para encarar la construcción keynesiana de obras de “importancia estratégica”. A los efectos de poner en movimiento, de una vez por todas, el cascajo estancado de la economía. Culpa -siempre- de “la herencia recibida”.
Corredores Viales. Miles de kilómetros de autopistas. Las ofertas de empresas extranjeras (algunas asociadas con nacionales) se van a recibir en la licitación de abril.
PPP. Penúltima balaEjecuciones monumentales para que sean pomposamente inauguradas por Mauricio, El Ángel Exterminador, en vísperas de la ansiada reelección que postergue el conglomerado de causas judiciales que, sin impaciencia, esperan.

El tridente

En la epopeya de la penúltima bala se desenvuelve el tridente del Barcelona.
Lo compone el ideólogo, director técnico, Mario Quintana, Luz de mis Ojos I, cada vez más celado.
Un habilidoso armador de fideicomisos (algunos bastante conflictivos, como el de Tortugas Open Mall, ampliaremos).
Estrella ascendente del TGR, aunque no participe de la mesa ultra chica, ni pueda imponer Farmacity en la provincia de Buenos Aires (ampliaremos también).
Luz de mis Ojos I aporta el envoltorio jurídico.
Luce también, en el tridente, el citado Toto, encargado de diseñar la compleja estructura financiera.
Consta que El Toto es el más eficiente especialista en resolver los problemas que él mismo genera.
Y por último Guillermo Dietrich, El Guiyo, Geniol II, el instrumentador. Contempla el horizonte con el gesto altivo del que aguarda un superior protagonismo político.
Parque Fotovoltaico Caucharí. Paseo del Bajo. Cuenca del Río Salado. Túnel de Agua Negra.
Hospitales, cárceles, redes eléctricas, escuelas.
La penúltima bala de los PPP arrastra el polvo de cemento que le va a permitir al rostro presidencial lucir cascos de estadista ganador. Cascos para fotografiar también a la señora gobernadora. Y hasta del conductor del Maxi Quiosco. Cascos multiplicados para los Gobernadores, Mini-gobernadores que también quieren mojar la medialuna de los cascos.
PPP. Penúltima balaObra pública financiada por privados. Keynesianismo conveniente del Estado que no tiene dinero para invertir.
Al cierre del despacho, el Estado tampoco brinda garantías a los mitificados inversores externos. Un conjunto de atorrantes dignos, aunque bastante reticentes, que se abstienen de “ponerla”, como lo dijo con más elegancia Su Excelencia, el embajador de Japón.
Mientras tanto, los cuestionados constructores argentinos, varios de ellos preocupados por situaciones judiciales, tampoco tienen capitales disponibles para financiar las obras públicas que les propone el Estado, sin pagarla en lo inmediato.
Para sobrevivir, para llevarse alguna moneda, los empresarios deben “dejar de llorar por los rincones” y competir. Como lo sentenció el ministro Cabrera, El Galán Tardío.
Entonces, para no quedarse afuera, los empresarios se muestran interesados en mojar la medialuna en el tazón de la nueva fórmula PPP. Afán que contrasta -sin afanar- con la imposibilidad de bancarlo.
Los patriotas buscan asociarse con los milagrosos fondos de inversión (que en general integran). Para que los fondos banquen la financiación que los financie, y financie, en simultáneo, al Estado que quiere dejar de ser bobo. Pero le cuesta. Mucho.
No sorprende entonces el desfile de empresarios y de buscapinas que suelen aventurarse en la Gran Manzana. Para tramitar el mangazo de la asistencia, tal vez en el edificio de la 57 y Quinta, en la Nueva York de Sinatra. En la sigilosa búsqueda del joven argentino de moda, contactado y cordial. Un ejecutivo de aceptable remuneración que ya es considerado, sin el menor rigor, el nuevo dueño de la Argentina. Por haber asociado a su Fondo, Poinstate, al Pampa de Mindlin. Por haberle comprado, junto a dos socios ilustres, un Parque Eólico de diversiones a Gian Franco Macri. Y por haberse quedado, en el revoleo, por miserables cien millones de dólares, con el Sheraton de Retiro.

Power points

PPP. Penúltima balaEl delirio de cemento puede ser la salvación (imaginaria) del TGR.
Ni Plan A ni B, en la práctica los PPP son la penúltima bala. Como en el tango, la última es la bala del final.
Los PPP se siguen cotidianamente desde la Subsecretaría de Participación Pública y Privada. Depende de El Toto (que depende de Luz de Mis Ojos I). Tiene al frente a un despierto muchacho de 33 años, José Luis Morea, formado en Australia, que luce el básico uniforme de macrista y reporta a Pablo Quirno.
Es Quirno el Jefe de Gabinete del Ministerio de El Toto, mientras su titular -El Toto-, se concentra en conseguir los capitales que posterguen el epílogo invariable del Estilo Ponzi.
La pólvora -o “la rueda”, como la denomina Morea- está inventada. Los PPP se pusieron en práctica en Perú, con relativo éxito, como en Colombia y Chile, en Australia y en Inglaterra.
En los años 90, el ministro Roberto Dromi, Sai Baba, intentó imponerlo en la patria, sin suerte.
Pero fue el macrismo que lo convirtió históricamente en la ley 27.328, hacia finales de 2016.
Hasta ahora, de la ambiciosa complejidad de las PPP, lo más logrado, es la página web de la subsecretaría. Colmada de promisorias figuritas, de power points ilustrativos que aluden a “trillones de dólares”, con marcados autoelogios hacia el funcionamiento edilicio de los acueductos virtuales, los puertos y puentes imaginarios como los deseos del macrismo.

Perforar La Matanza

Aunque sea voluntariosamente artificial, debe celebrarse el optimismo que abunda.
PPP. Penúltima balaIndica que ya no hay cemento que alcance para construir el delirio planificado. Aquí el TGR basa gran parte de su propósito de mantenerse en el poder. Ser reelecto por otros cuatro años, y conservar -sobre todo- la prioritaria provincia de Buenos Aires. Ya que Luz de mis Ojos I, por instrucción presidencial, pretende perforar La Matanza. Y vencer al peronismo con cemento, triturarlo con caños y ladrillazos.
La euforia del cemento deriva en anticipada carencia. Consta que ya se importa cemento desde Portugal. Con el tiempo, va a ser un gran negocio el acaparamiento de clinkers.
Es la pieza clave, el clinker, en el proceso de la elaboración del cemento. Pelotitas horneadas de arcilla y de caliza molida, que pronto van a dar mejor rentabilidad que el dólar.
 

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