LG Electronics Argentina participó en la “EXPO COREA 2025”, evento que conmemoró el 60º aniversario de la inmigración coreana en Argentina. La feria tuvo lugar los días 14 y 15 de noviembre en el Pabellón 6 del Centro Costa Salguero. En el marco de este evento, la compañía exhibió sus soluciones de electrodomésticos inteligentes con ThinQ, incluyendo heladeras InstaView, microondas NeoChef y lavarropas.
Enrique Laffue, CEO de la empresa, conversó con Enretail sobre lo que fue este año para LG. “2025 fue muy bueno. Estamos muy contentos con el desarrollo del año”.
La empresa incorporó nuevas heladeras, un segmento en el que antes la oferta era reducida, logrando una buena recepción por parte del consumidor. Además, se incluyó un lineal de más de 20 modelos de lavarropas y lava secarropas, entre ellos la Wash Tower, de la cual se vendieron unidades que superaron la expectativa inicial de stock en los comercios.
El ejecutivo también mencionó que la línea de televisores fue renovada, con los modelos de gama alta, como los OLED y los QND, mostrando una buena repercusión en el mercado. Se proyecta que estos productos sean opciones preferidas por el consumidor argentino durante el mundial. Asimismo, el microondas inverter de 42 L tuvo una buena recepción.
Trabajo con el canal retail
Respecto a la operatividad comercial, el CEO indicó que el trabajo con el canal retail se desarrolla bien y comentó que gran parte de la demanda es cubierta mediante negocios directos, donde el retail importa directamente. “Estamos haciendo negocios directos, es el retail el que está importando directamente gran parte de la demanda”, detalló.
Otra porción de la distribución se realiza a través de socios establecidos, como Newsan, y otros subdistribuidores que atienden canales menores, subdistribuidores de informática y el canal B2B.
Perspectivas del mercado y proyecciones futuras
Laffue contextualizó el desempeño del segundo semestre del año, señalando que el mercado se modificó a partir de julio debido al incremento en el tipo de cambio y la tasa de interés. Estos factores generaron un endurecimiento del mercado, motivado por el retiro de esquemas de cuotas y una tensión en el tema de los precios.
A pesar de esto, LG mantiene una perspectiva optimista sobre la normalización del contexto económico. La empresa tiene la esperanza de que las nuevas políticas gubernamentales, la estabilización del tipo de cambio y una relajación en la tasa de interés contribuyan a la recuperación.
En este sentido, LG proyecta un futuro de estabilidad que favorece el esquema de negocios, dada la incorporación de productos nuevos y un nuevo lineal. “Vemos que, a partir del segundo trimestre del año que viene, van a haber símbolos fuertes de recuperación, lo que nos favorece mucho porque estamos incorporando muchos productos y lineales nuevos”, expresó.
Para concluir, Laffue también destacó la filosofía de la compañía: “Para LG, ‘Life’s Good’ fue más que un lema; fue una invitación a vivir de manera inteligente, saludable y con propósito. La compañía busca que su tecnología no solo facilite la vida, sino que apoye la preservación de la cultura coreana y promueva un estilo de vida que valora la innovación y la tradición”.
Analytica. El Estimador Mensual de Actividad Económica subió 0,5% mensual s.e. en septiembre y 5% respecto un año atrás. Un resultado que vale la pena analizar desde varias aristas para entender sus implicancias y por qué desató cuestionamientos hacia el INDEC. Veamos.
1.Aspectos metodológicos
Al igual que en otras ocasiones, el INDEC corrigió valores de meses anteriores. El cuadro a continuación clarifica qué meses se modificaron. Y sobre todo como eso impactó en el crecimiento acumulado anual. El informe de octubre señalaba una caída del 0,6% entre agosto y diciembre pasado. Mientras en el de noviembre para ese mismo periodo hay un crecimiento del 0,5%. A pesar de estas revisiones, la serie original -la que conserva estacionalidad- prácticamente no exhibe cambios, lo cual es coherente con los procesos de consistencia que aplican los modelos del INDEC hacia fin de año.
Con el objetivo de comprender mejor el sentido y la magnitud de estos ajustes, analizamos la diferencia entre la serie publicada en octubre y la revisada en noviembre, tanto en la versión original como en la desestacionalizada. Para ello utilizamos dos medidas complementarias: el error en la media, que captura diferencias en el nivel promedio del índice, y el error cuadrático, que permite evaluar las discrepancias mensuales entre ambas series, penalizando los cambios que se distribuyen a lo largo del tiempo incluso si luego se compensan.
El último enfoque es particularmente relevante porque el INDEC no desestacionaliza directamente el EMAE agregado, sino que lo construye a partir de la desestacionalización individual de cada sector. Por ese motivo, cualquier revisión sectorial puede tener un impacto diferente sobre la serie original y respecto a la sin estacionalidad, aun si la trayectoria anual finalmente termina alineándose.
Al observar el comportamiento del nivel general, identificamos que la serie desestacionalizada revisada quedó en promedio un 0,23% por encima de la serie previa, mientras que la versión con estacionalidad prácticamente no presenta diferencias. Esto significa que los cambios sectoriales se compensaron a nivel agregado, pero igual generaron reacomodamientos dentro del componente estacional y del filtro aplicado al ciclo mensual.
A nivel sectorial, las revisiones no fueron homogéneas. El caso más notorio es el de Hoteles y Restaurantes, cuyo índice original aumentó 3,8% respecto a la versión previa, convirtiéndose en la corrección de mayor magnitud dentro del EMAE. Este sector también concentra uno de los errores cuadráticos más altos de toda la matriz, lo que sugiere que los ajustes no se limitaron a un mes aislado, sino que afectaron varias observaciones a lo largo del año.
Algo similar ocurre con Pesca, que presenta cambios en el promedio y un error cuadrático especialmente elevado, en línea con su histórica volatilidad estadística. Por el contrario, Comercio muestra la mayor corrección negativa en el promedio, con una merma de 0,6% en la serie original y diferencias mensuales significativas detectadas en el error cuadrático.
El resto de los sectores exhibe modificaciones más leves, con ajustes positivos y negativos que tienden a compensarse en el consolidado del EMAE. Esto refuerza la idea de que las revisiones recientes se explican por un conjunto acotado de actividades, y que el impacto agregado es relativamente moderado.
En síntesis, el análisis conjunto del error en la media y del error cuadrático permite comprender mejor el origen de los cambios y evaluar su relevancia. La primera medida muestra si el nivel promedio de la serie cambió de manera sustancial; la segunda ayuda a identificar sectores donde la trayectoria mensual fue reestimada de forma más profunda. Esta combinación de indicadores es clave para interpretar cómo las revisiones sectoriales del INDEC pueden alterar la dinámica de la serie desestacionalizada, incluso en casos donde la serie original permanece prácticamente inalterada.
2.Dinámica sectorial
Al analizar el desagregado sectorial y corregir por estacionalidad se ve una particularidad: según nuestra estimación, el sector de intermediación financiera tuvo una suba del 11,9% mensual. Se trata de la suba mensual más elevada de toda la serie histórica que inicia en 2004, siendo los anteriores máximos de crecimiento en torno al 5% (uno de ellos en enero de este año). Sin embargo, durante septiembre el crédito al sector privado tuvo una caída real del 1,8% mensual s.e., la primera tras 17 meses consecutivos de suba; al mismo tiempo que los balances de los bancos para el tercer trimestre no reflejan un buen desempeño por los encajes bancarios más exigentes y el aumento de las previsiones por incobrabilidad: el grupo Galicia registró una pérdida por $87.710 millones y Supervielle de $50.724 millones; mientras que BBVA tuvo ganancia pero con una caída interanual del 71%.
La clave es la forma en que se mide al sector financiero en las Cuentas Nacionales y el particular contexto macroeconómico en la previa electoral, con tasas de interés reales muy elevadas.
El INDEC mide la mayor parte de la intermediación financiera a través de los Servicios de Intermediación Financiera Medidos Indirectamente (SIFMI) que surgen del spread entre la tasa activa de préstamos y la tasa pasiva de depósitos en relación con una tasa de referencia. En septiembre aumentaron los spreads en las distintas líneas de crédito: tomando de base la TAMAR, durante septiembre en créditos hipotecarios el spread aumentó 13,3 puntos porcentuales TNA promedio, 1,9 en tarjetas, 9,4 en personales y 12,3 en documentos a sola firma. Al mismo tiempo, pudo existir una sobreestimación de la actividad bancaria. Si la tasa de referencia utilizada para su cálculo no se ajustó para reflejar el costo real de los fondos (que es mayor debido a la inmovilización por los encajes) o el rendimiento real de los activos (que es menor), el margen resultante entre la tasas activas y pasivas se amplía artificialmente. Esta sobreestimación es creciente y significativa a medida que la tasa de encajes es más alta. Desde mediados de agosto se produjeron una serie de aumentos en las tasas de encajes y modificaciones en su cálculo que los llevaron a máximos de las últimas décadas, con un impacto pleno en septiembre.
Dado lo anterior, resulta relevante evaluar el comportamiento del EMAE sin el sector financiero. Con ese ajuste y según nuestras estimaciones, la actividad habría caído un 0,2% mensual s.e. en septiembre, similar al -0,3% que adelantamos con nuestro ILA. En ese contexto, acumularía caída en 4 de los últimos 5 meses, con una economía estancada desde marzo y con niveles de actividad inferiores en un 0,7% a los de diciembre pasado, a diferencia del índice completo, que se ubica un 1% por encima del cierre del año pasado.
3.Impacto en el empleo
El debate sobre el crecimiento se relaciona también con el impacto que genera sobre el bienestar de la población. Por caso, como se observa en el gráfico a continuación, el sector de intermediación financiera es de los sectores que más crece pero su demanda de mano de obra es baja.
Al comparar la actividad acumulada hasta septiembre de este año con igual período de 2023 se observa que la construcción se ubicó 14,2% por debajo, la industria 9,5% y el comercio 4,8%. Estos tres sectores explican 37,6% del empleo directo de la economía. En contraste, el agro, los hidrocarburos, la minería y la intermediación financiera representan en conjunto apenas 7,7% del empleo total.
En consecuencia, una proporción importante de los trabajadores puede no evidenciar el crecimiento de la economía en su día a día. Uno de los principales desafíos del gobierno consiste en ampliar más allá de la baja de la inflación los beneficios de su modelo económico.
El sector agropecuario emerge como una sorpresa positiva en este contexto. Inicialmente se proyectaba un crecimiento modesto para el agro, pero la estimación fue corregida significativamente al alza, pasando de un 0,6% a un robusto 5,6%. Este impulso se debe principalmente al crecimiento no anticipado en la producción de maíz, que se expandió en un notable 24,4%, junto con un buen desempeño del arroz. Lo más destacable es que este crecimiento ocurrió en un año que no fue el mejor para la soja, un pilar de la economía nacional, cuya producción si bien es menor a la del año pasado, muestra signos de recuperación.
Complementando este panorama, la ganadería paraguaya tuvo un año excepcional. El comportamiento del sector cárnico fue extraordinario, impulsado por una fuerte demanda externa y elevados precios internacionales. Este éxito no solo beneficia al sector primario, sino que su impacto se traslada directamente a la industria manufacturera, generando un círculo virtuoso en la economía. La carne se consolida así como un producto estrella de las exportaciones nacionales.
El economista Jorge Garicoche analizó este desempeño señalando que la economía viene creciendo de una manera muy interesante. “Uno ve que en la agricultura la soja no tuvo el mejor de sus años y aún así el sector primario tuvo un crecimiento importante”, comentó. Además, resaltó el año crucial para la producción ganadera, afirmando que “ese impacto se traslada al sector secundario con las carnes. Ese fue un aliciente muy importante”. Garicoche también destacó, en un reportaje con InfoNegocios, el aporte de otros cultivos como el trigo y el maíz, y la irrupción de un sector emergente: el forestal, que ahora crece en torno al 9%.
El impulso del agro y la ganadería tuvo un efecto cascada sobre la manufactura. Este sector registró un incremento tremendo, gracias en gran medida a las exportaciones de carne, que crecieron en torno al 36%. Los precios mejoraron y la cartera de clientes se expandió, consolidando este rubro. Asimismo, la industria de la maquila se hace cada vez más presente en la estructura productiva del país, creciendo año tras año y rompiendo récords de manera consistente, lo que diversifica las fuentes de crecimiento.
En el ámbito del comercio, el factor determinante fue el turismo. Según las observaciones, se registraron años con movimientos inéditos en la historia del país, lo que dinamizó significativamente este sector. Esta corrección se reflejó en las proyecciones, ajustando el crecimiento del comercio de un 5,3% a un 7%. El régimen de turismo y las reexportaciones fueron claves en este desempeño, beneficiándose también de los márgenes generados por la manufactura, cuya proyección también fue ligeramente ajustada al alza.
En cuanto a la inflación, se espera una convergencia gradual de la inflación total hacia la meta del 3,5% para el año 2026. En los últimos cuatro a cinco meses se registraron tasas moderadas en los precios de los productos no alimenticios, una tendencia que probablemente continuará. Este comportamiento está sustentado por la estabilidad del tipo de cambio y la evolución de los precios internacionales del petróleo, factores que actúan como anclas para las expectativas de precios.
Un crecimiento del 5,3% representaría el nivel más elevado para la economía paraguaya, lo que genera la pregunta sobre su sostenibilidad. Los analistas del BCP reconocen que estos niveles se encuentran por encima del crecimiento potencial sostenible del país a largo plazo. No obstante, existe un optimismo cauteloso de que en los próximos años se puedan mantener cifras de crecimiento sólidas, aunque con la conciencia de que existen probabilidades de que el desempeño pueda moderarse e indicarse por debajo de estos picos.
La actividad comercial de Posadas cerró agosto de 2025 con señales mixtas: el municipio registró 90 nuevos contribuyentes inscriptos, un 10,9% menos que en el mismo mes del año pasado, pero mantuvo un saldo neto positivo de 47 nuevos inscriptos, luego de que 43 dieran de baja su actividad en la ciudad.
Entre enero y agosto se contabilizaron 602 nuevos contribuyentes, cifra que implica una caída acumulada del 6,2% interanual. En paralelo, las bajas llegaron a 314, prácticamente en línea con las 317 del mismo período de 2024 (-0,9%). Esto refleja que, aunque el flujo de aperturas se desacelera, las bajas se mantienen estables, sosteniendo un saldo neto positivo.
El mes analizado mostró, además, que ventas al por menor continúa siendo el motor del ecosistema comercial posadeño: representó el 48,9% de las altas de agosto. Dentro de este rubro, las despensas concentraron el 24,4% de las habilitaciones, seguidas por minimercados y prendas de vestir (8,9% cada uno). Otros rubros con participación fueron kioscos, ferreterías y mueblerías.
Rubros dinámicos y sectores en expansión
Los restaurantes, bares, heladerías, cafés y pubs se ubicaron como el segundo rubro más elegido, con un 8,9% de las altas en agosto. Lo mismo sucedió con la venta al por mayor, mientras que los servicios inmobiliarios y de alquiler alcanzaron el 5,6%. Actividades como construcción, servicios comunitarios y personales, lavaderos y gomerías, transporte, salud e intermediación financiera se repartieron porcentajes menores, aunque todas mostraron dinamismo en el registro de nuevos inscriptos. La industria manufacturera tuvo escasa participación: apenas un 1,1% de las nuevas altas, con un solo contribuyente.
En agosto se tramitaron 158 certificados de habilitación comercial, de los cuales 61 fueron altas, 81 renovaciones y 16 correspondieron a otros trámites (cambios de rubro, domicilio o responsable). El volumen de altas fue 32,2% inferior al de agosto 2024, aunque mejoró 24,5% en comparación con julio 2025.
En cuanto a las renovaciones, los comercios minoristas también lideraron con un 65,4% del total, especialmente despensas y tiendas de indumentaria (28,3% cada una), seguidos por kioscos (16,2%). Cabe señalar que el 96,3% de los trámites de renovación correspondieron a negocios con local físico.
Si bien agosto fue el segundo mejor mes de 2025 en términos de nuevas inscripciones, también fue el peor agosto desde 2022, lo que revela un enfriamiento respecto de la tendencia de los últimos años.
El saldo neto positivo de 47 contribuyentes en agosto confirma que, pese a la desaceleración interanual, la base comercial de Posadas sigue en expansión. La predominancia del rubro minorista y gastronómico reafirma el perfil de la ciudad como centro de consumo y servicios, mientras que la baja participación de la industria y la manufactura muestra la necesidad de diversificar la matriz productiva local.
Durante los últimos días, tomó relevancia en la agenda pública provincial un informe que elaboró la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que analizó el desempeño de las 24 jurisdicciones del país entre los años 2011 y 2022 tomando la evolución del Valor Agregado Bruto (VAB) provincial como indicador clave para medir el tamaño (y los desempeños) de las economías provinciales.
En ese informe, resaltó, entre otras cosas, el buen desempeño misionero en ese período, mostrando un crecimiento de 17,1% la mayor expansión en el NEA.
La publicación de la BCR se basa en los datos que elabora la Cepal, que mide año a año el VAB de las provincias y difunde la información con un año de rezago: es decir, a finales de este 2025 tendremos los datos de 2024. Pero mientras el informe de la BCR toma como punta el año 2022, los datos de 2023 ya están disponibles. Ante ello, haremos una nueva evaluación de cómo varió y cómo evolucionó la economía misionera no entre 2011 y 2022, si no ya entre 2011 y 2023. Es decir, le agregamos un año más al análisis.
En primer lugar, cabe destacar un punto de inicio transcendental: ¿para qué medimos y analizamos el VAB? Esto es una de las formas más concretas de entender cómo cambia una economía, considerando por supuesto ciertos ciclos coyunturales (que se dan mucho en la Argentina) pero sobre todo para ver la foto de largo plazo.
A diferencia de los datos de empleo o de recaudación, que suelen mostrar solo los efectos más visibles de las crisis o expansiones, el VAB permite observar qué sectores realmente sostienen el crecimiento, cuáles se estancan y, sobre todo, cómo se transforma la estructura productiva de una provincia.
En este punto, Misiones exhibe resultados que muestran con claridad que tiene una economía que creció considerablemente en el período 2011–2023 y que tuvo razones de crecimiento en un perfil más urbano, de mayor valor de los servicios y con un rol estatal más fuerte en la generación de valor.
Empezamos por el dato global: el VAB misioneroentre 2011 y 2023 creció en un 15%, constituyendo así en la provincia con el mayor crecimiento de su economía de la región del NEA y la tercera en todo el país, únicamente superada por Neuquén (+72,3%) y Jujuy (28,6%).
Cabe recordar que en la publicación del BCR hasta el 2022, Misiones se posicionaba cuarta en el país, por lo que subió un escalón al medirlo hasta 2023 (superando a Santiago de Estero que cayó al séptimo lugar del ranking). Por ende, se observa de inicio que el rol de la economía misionera está entre las mejores de todo el país en el período analizado, no solo con distancia respecto a otras provincias de la región (como Corrientes y Chaco que crecen al 10,5% y 2,7% respectivamente) sino incluso con provincias con relativo grado de desarrollo mayor como Mendoza, Buenos Aires o Córdoba, e incluso la CABA, que presentaron caídas en este tramo de análisis.
¿Qué hay detrás de esta expansión? A priori, puede identificar una reconfiguración considerable del mapa productivo provincial. Algunos sectores tradicionales, que mantienen su importancia, contrajeron su participación en términos relativos pero otros irrumpieron con fuerza. Veamos los casos más resonantes.
La Industria Manufacturera se sostiene como el sector de mayor presencia en el VAB misionero: concentró en 2023 el 18,6% del total, aunque decreció en su participación respecto a 2011 cuando era del 21,8% y tuvo una evolución punta a punta de -1,8%. Aun con esa baja, lidera con amplitud el espectro económico provincial. Hacia dentro, la Fabricación de papel y de productos de papel explica el 41,5% del VAB industrial misionero y presentó un alza del 7,6% respecto a 2011; la Elaboración de productos alimenticios y bebidas se ubica en segundo lugar en el producto industrial explicando el 24,8% del total y también mostró un alza que fue del 19,6%. Es decir, las dos principales actividades industriales, ligadas fuertemente a las tres grandes fortalezas naturales de Misiones (madera, yerba y té), que explican el 66% del producto industrial,crecen en conjunto un 11,8% en el período analizado.
Por el contrario, hay sectores que contrajeron su actividad, explicado en parte por las crisis recurrentes del país que afectan esos rubros en particular como ser la fabricación de muebles, productos de madera y textiles, entre otros.
Pero por fuera de los sectores tradicionales de la industria misionera, hay otros que exhiben un grado de desarrollo muy relevante: pueden citarse, en otros, la fabricación de minerales no metálicos (+34,7%), la reparación de maquinaria (+33,4%) y la fabricación de sustancias químicas (+2,7%), entre otros.
En este punto, la diferencia que muestra Misiones respecto a otras provincias de la región es de gran importancia: por caso, en Corrientes la Industria representa apenas el 8,4% de su economía y tuvo una caída en los últimos años (-1,9%), aunque con menor fortaleza del sector por contar con una participación considerablemente menor.
Para comparar: medido a precios constantes de 2004 (método usado por Cepal), la Industria misionera es 123% mayor a la correntina.
El Comercio se posiciona como el segundo sector de mayor incidencia en el VAB de Misiones: concentra el 13,6% del total, aunque decreció respecto a 2011 cuando era del 14,7%. Esta baja en su nivel de participación se da pese a que, entre 2011 y 2023, el sector creció 6,4%. La baja se explica, entonces, porque otros sectores crecieron con mayor dinamismo, pero no por ello se desmerece el importante avance comercial de los últimos años; por el contrario, esa evolución refleja tanto la expansión del consumo interno y del empleo urbano con una dinámica comercial propia de una economía de alta circulación de bienes y servicios.
El sector de la Enseñanza se posiciona en tercer lugar: explica el 10,6% del VAB misionero en 2023, cuando en 2011 era del 7,7%. Este salto en su nivel de participación se apoya en un incremento fenomenal del 59,5%, que se explica principalmente por la expansión de la enseñanza privada (+115,7%), que evidencia la fuerte ampliación de la oferta educativa de diferentes niveles: no solo escolar, también complementarios como idiomas, gimnasia, etc., que fortalece la posición misionera como polo educativo en la región.
El sector de Transporte y Comunicaciones es otro que mostró desempeños muy positivos: creció 22,7% y pasó de representar el 8,5% del VAB misionero en 2011 al 9,0% en 2023, apoyado sobre todo en el rubro de las comunicaciones ante mayor demanda de servicios.
En contraste, sectores productivos clásicos como la agricultura y la construcción muestran retrocesos. El agro (incluyendo agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca) tuvo una caída del 18,9% en su VAB respecto de 2011, reduciendo su participación del 7,7% al 5,4%.
La construcción, por su parte, sufrió un descenso del 28,2%, con una pérdida de más de tres puntos porcentuales en su peso relativo (de 7,3% a 4,5%). Ambos casos reflejan la dificultad de sostener un ritmo de expansión en actividades fuertemente afectadas por la volatilidad macroeconómica, los costos internos y la pérdida de competitividad frente a otros sectores.
En cambio, algunos rubros asociados a la modernización de la estructura urbana tuvieron un fuerte impulso.
El sector energético y de agua se expandió en 71,3% (y +2,1 puntos en participación sobre el total) lo que puede vincularse a la inversión pública en infraestructura y a la mejora en redes y servicios esenciales, mientras que los restaurantes y hoteles crecieron en 35,6% (y +0,5 puntos de participación) mostrando el avance sostenido de la actividad turística y si bien su peso total dentro del PBG sigue siendo modesto (3%) es un indicador de diversificación económica en marcha.
Estas cifras ponen de manifiesto un rasgo clave: buena parte del crecimiento económico misionero en los últimos doce años se explica, principalmente, por actividades de servicios mientras que los sectores productivos tradicionales como el agro, la industria y construcción mostraron estancamiento o retroceso.
Un punto central que no debe dejar de analizarse es el rol del Estado dentro de esta transformación.
El sector “Administración Pública” creció 49% entre 2011 y 2023, con un aumento de su participación de 6,1% a 7,9% del total del VAB provincial.
Esta expansión del Estado como generador de valor refleja un papel activo del sector público como garante de estabilidad económica y social, especialmente en contextos de crisis o recesión. Al mismo tiempo, la ampliación de servicios públicos en materia de salud y educación representa una inversión en capital humano e integración territorial fundamentales. Se trata, en definitiva, de un Estado activo dentro de la economía, no como freno al desarrollo, sino como componente estructural del modelo de crecimiento misionero.
En definitiva, los datos del VAB muestran que Misiones consolidó un proceso de crecimiento sostenido en los últimos doce años, apoyado más en la expansión de los servicios que en los sectores tradicionales, aunque estos aún son fundamentales (e imprescindibles, en algunos casos) en la economía misionera. Esta transformación refleja una economía que se urbaniza, diversifica y apuesta por el capital humano como eje de desarrollo, con una fuerte impronta estatal y un dinamismo privado adaptado a las nuevas demandas. El desafío hacia adelante será mantener ese sendero de crecimiento equilibrando la expansión de los servicios con un impulso más vigoroso al sector productivo, garantizando que la estructura económica misionera combine inclusión, innovación y sostenibilidad.