Avanza el mantenimiento programado en la Central Hidroeléctrica Yacyretá

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Continuando con las tareas de mantenimiento en la Central Hidroeléctrica Yacyretá, se llevó adelante la limpieza de rejas en la Unidad Generadora n° 2.

Los trabajos estuvieron a cargo del Sector de Coordinación y Logística, que depende del Departamento Técnico. Intervinieron también diversas áreas de apoyo: Logística con asistencia de grúa móviles y camiones, Obras con la pala cargadora, Mecánica con asistencia en el izaje y maniobras, Operaciones, Seguridad Industrial y Servicio Generales con la limpieza y asistencia de buzos. 

El trabajo realizado consiste en el desmontaje de las rejas a través de la grúa móvil, para luego posicionarlas al nivel de carretera sobre cota 86, en ese momento entra en acción el equipo de limpieza removiendo bivalvos, ramas, troncos, que puedan interferir el paso del agua. Cada unidad generadora cuenta con 3 vanos de ingreso de agua, y se realiza una limpieza de vano por día. Una vez concluido el proceso de limpieza se vuelve a realizar el montaje de la reja, dando por completa la tarea. 

Se destaca aquí que las tareas realizadas cumplen el mantenimiento programado (MAPRO) de cada unidad que tiene como objetivo principal evitar pérdida de rendimiento y carga en la generación de energía.

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Política, Justicia y la pregunta de siempre ¿El fin justifica los medios?

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Usualmente se le atribuye a Nicolás Maquiavelo haber afirmado que el fin justifica los medios. Sin embargo, el autor de “El Príncipe” no lo dijo de ese modo. Lo que Maquiavelo aseveró fue, que los actos de los hombres, en particular los de los príncipes, deben ser juzgados por sus resultados, fundamentalmente cuando no hacerlo condiciona el bienestar de toda la comunidad. De este modo, los métodos inmorales, incluso los ilícitos, pueden ser tolerados, siempre y cuando sean necesarios para alcanzar el bien general.

En tiempos de Maquiavelo, y no muy distante geográficamente de él, Leonardo Da Vinci revolucionaba la pintura, la botánica y la anatomía, además de darle un nuevo sentido a la ingeniería. Asimismo Copérnico daba a conocer su teoría heliocéntrica, fundando de ese modo la astronomía moderna y Cristóbal Colón por su parte “descubría” un nuevo continente. ¿Qué tenían todos estos hombres en común? Que su atrevimiento, desafiante del orden preestablecido, fue el motor de cambio.

Por estos días en nuestro país, la palabra cliché por antonomasia es precisamente esa, “cambio”. Luego de 12 años de gobierno del mismo partido político, el eslogan utilizado por la actual coalición gobernante fue justamente “Cambiemos”, simbolizando con ello la esperanza de un porvenir mejor.

Sin embargo lo que no cambia es la pregunta acerca de los medios y el fin. Personalmente considero que justificar los medios bajo la única condición de que sean beneficiosos para la sociedad es, como mínimo, preocupante. En primer lugar, porque sería muy difícil encontrar parámetros objetivos que señalen la oportunidad, pero fundamentalmente porque implicaría una excesiva concentración de poder en manos de quien se encuentre en posición dominante.

Lo señalado hasta el momento exige una reflexión acerca de si corresponde privar de su libertad a una persona presumiblemente culpable, aunque la forma no sea la adecuada.

Poniéndole nombre y apellido ¿Son legítimas las prisiones preventivas del ex Vicepresidente Amado Boudou y del ex Ministro de Planificación Julio De Vido?

Una respuesta intuitiva nos dice que sí. La inmensa mayoría de los argentinos está convencida de que, de alguna manera, los exfuncionarios abusaron de su poder y lograron de esa forma enriquecerse ilegítimamente. Consecuentemente, a esa inmensa mayoría, verlos presos, como a delincuentes comunes, les produce una satisfacción enorme, una sensación de justicia.

La pregunta que subyace ahora es, acaso esa sensación de justicia ¿justifica que el poder de turno se aparte del ordenamiento jurídico?

La indignación de las masas ante el desmesurado enriquecimiento de la clase dirigencial no es una cuestión que pretenda poner en tela de juicio. Hacer un análisis de los medios de comunicación y de su idílica objetividad es materia propia de especialistas, entre los que no me encuentro. Sin embargo, me atrevo a hacer un análisis jurídico de la cuestión y estoy convencido de que algo no encaja. Quizás sea el principio de igualdad, la presunción de inocencia o la tristemente célebre cadena de coincidencias que se desataron en los últimos tiempos, no lo sé, pero hay algo que no está claro. O quizás sí lo está y por eso es que me propongo exponerlo.

Hace pocos días los argentinos fuimos testigos del momento en el que uno de los hombres más poderosos del anterior gobierno, era privado de su libertad ante decenas de cámaras de televisión, que transmitían en vivo y en directo desde su domicilio particular la detención más estruendosa de la última década en nuestro país. Caía Julio De Vido.

Apenas nos acostumbramos a ello cuando otra figura descomunal como la del ex Vicepresidente seguía los mismos pasos, ésta vez con imágenes desde adentro de su departamento, para alegría de los morbosos. Ambos fueron trasladados al penal de Ezeiza; ambos con prisión preventiva.

Pero esta especie de Lava Jato argentino ¿es totalmente legítima o esconde una suerte de pantomima?

Lo primero que hay que remarcar es que se trata de una prisión preventiva. Ningún juez se ha expedido acerca de la culpabilidad de estos sujetos, por lo tanto ante la ley siguen siendo inocentes, ya que la Constitución Nacional prevé que nadie puede ser penado sin juicio previo,  mientras que los tratados internacionales de rango constitucional  establecen expresamente que toda persona acusada de haber cometido un delito debe ser presumida inocente hasta tanto y en cuanto no se establezca legalmente su culpabilidad.

Por otra parte, si bien todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, los códigos de procedimiento establecen causales que hacen procedentes las prisiones preventivas, habitualmente relacionadas con la posibilidad concreta de eludir la acción de la  justicia o con el entorpecimiento de las actuaciones.

Tanto De Vido como Boudou fueron detenidos porque los jueces entendieron que, dado el poder que supieron ostentar por haber sido funcionarios de muy alto rango, cuentan con los recursos necesarios como para alterar las pruebas que servirían para condenarlos. Jurisprudencia que sienta un precedente que promete darnos mucha tela para cortar.

Amado Boudou afronta una acusación de enriquecimiento ilícito, mientras que a Julio De Vido lo acusan de administración fraudulenta, sobreprecios y malversación de fondos. La causa del ex titular del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios es reciente, la denuncia fue presentada el año pasado y ahora, un año después, el juez Bonadío ordenó su prisión preventiva por cuestiones vinculadas a la administración de los Yacimientos de Río Turbio y por las importaciones de gas licuado, pero basándose en pericias unánimemente objetadas por los expertos en la materia. La situación del ex Vicepresidente también es llamativa ya que la causa data del año 2010 y recién ahora el cuestionado Juez Lijo ordenó su detención.

¿No llama la atención el momento en que estas figuras públicas son detenidas? Al momento de ser acusado Amado Boudou se encontraba a cargo del Ministro de Economía y luego asumió como Vicepresidente de la Nación. Sin embargo, recién ahora que no ostenta cargos públicos, el juez considera que puede entorpecer a investigación, tal como sucede con De Vido.

Me parece que no hace falta ser un erudito del derecho para darse cuenta que el argumento de los jueces es, al menos, endeble. Cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta que si pueden entorpecer la investigación ahora, mucho más hubieran podido hacerlo cuando eran figuras preponderantes de la política nacional.

Y si este razonamiento es correcto ¿acaso no hay funcionarios actuales imputados en causas penales? ¿No están ellos en mejores condiciones de ocultar pruebas? Y que quede claro que con esto no defiendo a los ex funcionarios ahora detenidos. Más bien todo lo contrario, me parece lógico que si el fundamento es la posibilidad concreta de entorpecer la investigación, debieron haber sido privados de su libertad varios años atrás. Suponiendo que dicho argumento fuera legítimo, claro está.

Considerando lo antes dicho, dos cosas deben ser analizadas en este momento. La primera es la independencia judicial; la segunda es qué esconde este alboroto, que a esta altura tiene tintes de novelas mexicanas.

Lo de Lijo y Bonadío parece clarísimo, Sus Señorías no se atreven a ir contra los popes del Gobierno de turno. No se atrevieron con Boudou, no se atrevieron con De Vido, y por supuesto tampoco se atrevieron con la primera mandataria CFK. Pero tampoco se atreven a tocar al actual Presidente Macri, o a sus ministros Hernán Lombardi, Juan José Aranguren o Guillermo Dietrich, entre otros, todos ellos con causas abiertas en la justicia. ¿O acaso estos últimos no pueden entorpecer la investigación sustrayendo o alterando pruebas que se encuentran bajo su órbita de actuación?

¿Es necesario armar este circo de prisiones preventivas? Probablemente si se avanzara con la investigación y se dictara una sentencia acerca del fondo de la cuestión, más de un político nombrado en el párrafo anterior iría preso. Sin embargo no, a gran parte de la justicia argentina las cosas bien hechas parece no agradarle mucho. O tal vez esconde intereses que no pueden ser expuestos, pero que al analizar minuciosamente la cuestión indefectiblemente salen a la luz.

Por otra parte, no es menos importante destacar el momento en el que cada uno de los procedimientos ya enunciados fueron llevados a cabo. Las prisiones de los máximos exponentes kirchneristas se ordenan y consecuentemente ejecutan justo después de las elecciones. Es decir, recién cuando Cambiemos afianza su poder, los magistrados federales se animan a avanzar con las respectivas causas.

Pero mucho más que eso, sendas decisiones fueron tomadas pocos días antes y pocos días después, respectivamente, de que el Gobierno anuncie una de las reformas laborales más violentas de la historia argentina, una reforma que entre otras cosas reduce la indemnización por despido, elimina multas a empresas que incumplen sus obligaciones y obliga a los trabajadores a aportar a un “fondo de cese laboral”, abonando con sus propios haberes su eventual indemnización.

Si bien estos cambios radicales  aún no fueron aprobados, su tratamiento cuenta, además del maquillaje con el que fueron presentados, con la bomba de humo que representa la detención de los exfuncionarios. Mientras tanto, el común de los argentinos no dimensiona el alcance de la reforma. Sin embargo, incentivado por los medios de comunicación que actualmente transitan en sintonía con el poder político, el argentino promedio festeja las detenciones como un triunfo popular.

A modo de cierre, no puedo aseverar que el fin haya sido apaciguar el hambre de justicia de los  argentinos; mucho menos que el fin haya sido camuflar los efectos negativos de la incipiente reforma laboral; sin embargo, las prisiones preventivas antes señaladas no terminan de cuadrar y los motivos han sido expuestos.

Necesitamos jueces honestos e idóneos, que despejen el manto de duda que actualmente cubre a la justicia argentina; que actúen de forma independiente, sin esperar que cambie el gobierno de turno para proceder y que por sobre todas las cosas resuelvan los casos planteados conforme a los preceptos de la Constitución Nacional y no de acuerdo a sus intereses, o los intereses de los gobernantes de turno.

No podemos permitir que el fin justifique los medios, por más idílico que parezca ese fin, será siempre el ordenamiento jurídico y los principios éticos los que nos marcarán el camino a seguir. Los atajos, las excepciones y las ambigüedades morales son muy peligrosos, porque están siempre predispuestos a favorecer al más poderoso y sus consecuencias son muy difíciles de prever.

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Desafuero a De Vido: el bloque misionerista ratificó la coherencia a la hora del voto

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El bloque misionerista en el Congreso nacional fue uno de los que votó a favor del desafuero del diputado Julio De Vido, ya detenido por presuntos hechos de corrupción. A diferencia del primer intento por quitarle los fueros, esta vez los misioneros votaron a favor en una muestra de coherencia que no se vio en otros sectores.

En la primera oportunidad, el bloque misionerista prefirió la abstención, ya que no había ningún juez que pidiera el desafuero que se estaba votando en base a suposiciones. En esta segunda oportunidad, efectivamente la Justicia pidió el desafuero y por lo tanto, los misioneros acompañaron.

“Se  votó con mucha coherencia, como lo hicieron la mayoría de los espacios provinciales que argumentaron en julio que hacía falta la orden judicial, ahora con orden mediante, votaron el desafuero. Así fue la actitud de los santiagueños misioneros y puntanos”, explicaron en el bloque renovador.

 Los medios porteños destacaron justamente que los santiagueños del Frente Cívico conducido por Gerardo Zamora, los puntanos liderados por los hermanos Adolfo Rodríguez Saá, los cordobeses referenciados en Juan Schiaretti y los misioneros conducidos por Maurice Closs también votaron con el oficialismo, al igual que el triunviro de la CGT Héctor Daer.

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Uno por uno, quiénes fueron los diputados que votaron por el desafuero a De Vido

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La Cámara de Diputados aprobó el desafuero del diputado nacional del Frente para la Victoria Julio De Vido, quien quedó sin inmunidad y ya se entregó en los tribunales de Comodoro Py en el barrio porteño de Retiro. La votación resultó en 176 votos afirmativos, ninguno negativo y hubo una abstención. De esta forma, De Vido fue suspendido en su cargo de diputado nacional.

El desafuero fue aprobado por el oficialismo, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto.

Para llegar a los 176 votos, cuatro más que los 172 que marcaban los dos tercios en caso de asistencia perfecta, Cambiemos reunió 84 diputados propios; 3 aliados; 35 del Frente Renovador-UNA; 15 del Justicialista; 8 del Frente Amplio Progresista; 4 de la Izquierda; 3 del Frente misionero; 3 de Juntos por Argentina; el salteño Alfredo Olmedo y Alcira Argumedo, de Proyecto Sur.

Completaron los 176 los ocho respaldos sorpresivos mencionados anteriormente, además del exmassista Héctor Daer y los exkirchenristas Graciela Caselles, Sandro Guzmán, Andrés Guzmán y Ramón Bernabey. Por su parte, el cordobés Juan Pereyra, excobista hoy cercano al Gobierno provincial de Juan Schiaretti fue el único que se abstuvo al momento de la definición.

En cuanto a las ausencias, de las 79 totales, 66 pertenecieron al Frente para la Victoria-PJ; cinco al Movimiento Evita; dos a los riojanos del bloque Justicialista; dos al Frente Renovador; una al peronismo puntano; una al sindicalista Omar Plaini y la restante al bonaerense Eduardo Fabiani, además de la de Alfonsín.

El Bloque misionerista voto por la afirmativa, mientras que el Diputado Di Stefano está de licencia y la Diputada Cristina Britez acompaño la postura del Frente Para la Victoria y no bajo al recinto.

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Diputados le quitó los fueros a Julio De Vido y el exministro se entregó en Comodoro Py

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La decisión se tomó por 176 votos afirmativos, una abstención y sin votos negativos. La votación fue sin la participación del bloque kirchnerista. Efectivos uniformados se acercaron a la casa del exlegislador para notificarlo del desafuero pero el exministro fue por sus propios medios a Comodoro Py.

Diputados le quitó los fueros a Julio De Vido y Gendarmería fue a su domicilio a notificarlo y llevarlo a Comodoro Py. Sin embargo, el exministro de Planificación llegó a los tribunales federales por sus propios medios. La decisión en la Cámara Baja se tomó por 176 votos afirmativos, una abstención y sin votos negativos. Además, la votación fue sin la participación del bloque kirchnerista que decidió no bajar al recinto.

Los efectivos arribaron esta tarde a la vivienda del exministro de Planificación, en el barrio de Palermo, para proceder a su detención. Instantes después de que la Cámara baja votara la quita de sus fueros, personal de la fuerza llegó e ingresó a la casa de De Vido, ubicada en avenida Libertador y Coronel Díaz.

Días atrás, el juez Rodríguez había solicitado el desafuero de De Vido de la Cámara de Diputados para su posterior arresto en la causa en que se lo acusa por presuntos sobreprecios pagados en relación a Yacimiento Carbonífero Río Turbio (YCRT).

El 19 de octubre, en tanto, De Vido sumó otro pedido judicial de desafuero y detención por sobreprecios pagados en la compra de gas licuado entre 2008 y 2015, mientras su ex mano derecha, Roberto Baratta, fue detenido cuando fue a despedirse de su familia para entregarse.

La votación resultó en 176 votos afirmativos, ninguno negativo y hubo una abstención, y de esta forma De Vido fue suspendido en su cargo de diputado nacional. El desafuero fue aprobado por el oficialismo, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros, luego de dos horas y 20 minutos de debate en el recinto.

El Frente para la Victoria-PJ decidió hoy de manera orgánica no bajar al recinto para discutir el desafuero de Julio De Vido, pero la situación generó diferencias internas y cuatro diputados ocuparon sus bancas en la sesión especial.

Se trató de Miriam Gallardo (Tucumán), Ana Llanos (Chubut), Alberto Tovares (San Juan) y María Emilia Soria (Río Negro), quienes no dieron quórum en el debate, pero se sentaron en sus bancas tras iniciarse la sesión. También la diputada del Frente para la Victoria María Eugenia Soria acompañó la quita de fueros al exministro de Planificación Federal y votó de manera afirmativa.

El bloque que lidera Hector Recalde se había reunido ayer para intentar alcanzar una postura común sobre el desafuero, pero el encuentro fracasó porque algunos legisladores reclamaron “libertad de acción”.

Soria fue este miércoles (25/10) la portavoz de los cinco legisladores del Frente para la Victoria-PJ que alzaron la mano para avalar el desafuero de Julio De Vido. Última oradora de la sesión, la rionegrina comenzó: “Esta diputada viene a sentarse a su banca a acompañar el pedido de desafuero conforme manda la Constitución y la ley”.

“Vengo a cumplir con lo que sostuve el pasado 26 de julio”, recordó Soria, al referirse que el día que se trató sin éxito la expulsión del ex ministro, “el oficialismo intentó torcer la interpretación de la Ley de Fueros, tratando de avanzar con un pedido a pesar de no tener el pedido formal del juez”. Entonces, reconoció que “hoy es otra la situación, desde el punto de vist a formal y jurídico”.

Sin embargo, sostuvo que “ninguno desconoce que el diputado Julio De Vido ya fue perseguido y condenado por un conglomerado de medios que obedecen al poder real detrás de este gobierno”. “A nadie sorprende la precisión quirúrgica con que tres días antes de las elecciones se montó el pedido de desafuero que tratamos”, agregó.

A pesar de su voto, la legisladora cargó contra el oficialismo ya que “hay quienes añoran que votemos en contra así se les alarga la novela que montaron, así les rinde un poco más la construcción mediática de su condena anticipada. Así pueden seguir distrayendo al pueblo argentino de los problemas que realmente aquejan”.

“Si no se hablara de De Vido, hablaríamos de los precios, de la inflación, de la falta de empleo, de la deuda descontrolada, de la desaparición forzada de Santiago Maldonado”, enfatizó y consideró que “esta maniobra tiene p or finalidad distraer a la opinión pública del tremendo ajuste que se viene”.

Hacia final, dijo que debía “reconocer que el pedido se ajusta a las previsiones de ley”, por eso “voy a votar afirmativamente el pedido de desafuero”. Agradeció a sus compañeros de bancada “que entendieron por qué hoy debía estar acá”.

“Yo nací en una casa peronista y aprendí dos cosas: a no renunciar a mis principios y a dar siempre la cara”, remató.

El pedido de De Vido

Poco antes de que comenzara la sesión en la Cámara de Diputados para tratar su desafuero, el diputado nacional Julio de Vido presentó un nuevo recurso para solicitar la eximición de prisión ante la Cámara Federal, en la previa de la sesión especial en la que se definir si se le quitan los fueros y es detenido y trasladado a la Alcaldía de Comodoro Py.

A través de su abogado Gabriel Palmeiro, el exministro de Planificación Federal insistió en el pedido de eximición de prisión, ya que anteriormente esos recursos habían sido rechazados por los jueces federales Luis Rodríguez y Claudio Bonadio, quienes solicitaron su detención.

La presentación fue hecha escasos minutos antes de que en la Cámara de Diputados comience la sesión especial en la que se tratará el pedido de desafuero de De Vido.

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