Retomar el rumbo hacia el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 1

Compartí esta noticia !

Escribe Luis Felipe López Calva – Hace casi 10 años, los países de todo el mundo adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), 17 metas que la comunidad mundial debe alcanzar de aquí a 2030 con el fin de garantizar la paz y la prosperidad para las generaciones actuales y futuras. En el primero de estos, el ODS 1, se insta a “poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todas partes”.

Aunque mucho se ha avanzado en la reducción de la pobreza mundial, la dura realidad es que no estamos bien encaminados para alcanzar este objetivo. Tras décadas de disminución de la pobreza en el mundo, el ritmo de reducción comenzó a disminuir alrededor de 2015, a lo que se sumó un crecimiento económico modesto. Durante 2020-22, se produjeron graves retrocesos en la reducción de la pobreza, mientras los países se tambaleaban debido a crisis simultáneas, como la pandemia de COVID-19, las conmociones climáticas, la elevada deuda, y la fragilidad y los conflictos.

En 2022, aproximadamente 712 millones de personas vivían en la pobreza extrema, con menos de USD 2,15 al día, la línea de pobreza de los países de ingreso bajo. La pobreza también continúa siendo un problema serio en muchos países de ingreso mediano. En 2022, 3600 millones de habitantes —casi la mitad de la población mundial— subsistían con menos de USD 6,85 al día, la línea de pobreza de los países de ingreso mediano alto.

Pero la pobreza no se trata solo de la falta de ingresos. Millones de personas se ven privadas diariamente de necesidades esenciales, como acceso a la atención de salud, la educación, la vivienda, el agua o la electricidad, con lo que también se les niega su dignidad.

De acuerdo con el ritmo de avances actual, casi 600 millones de personas —alrededor del 7 % de la población mundial— seguirán viviendo en la pobreza extrema para 2030, la mayoría de ellas en África subsahariana o en lugares frágiles y afectados por conflictos. A esta velocidad, podría llevar más de tres décadas erradicar la pobreza extrema.

No es demasiado tarde para cambiar el rumbo. Si bien el crecimiento económico es importante para retomar el curso, por sí solo no garantiza que las personas salgan de la pobreza. Este crecimiento también debe ser más inclusivo y sostenible. La base del crecimiento inclusivo radica en invertir en las personas, lo que significa garantizar que tengan más acceso a atención de salud, educación, servicios sociales, infraestructura básica, empleos de mejor calidad y oportunidades.

Los países deben ampliar las oportunidades para que las personas en situación de pobreza obtengan mayores ingresos y contribuyan de manera más proactiva a la economía, y eliminar las limitaciones que enfrentan los hogares pobres para acumular activos naturales, financieros y de otro tipo. Esto es especialmente cierto para aquellos que están ubicados en el extremo inferior de la distribución del ingreso.

Los países también necesitan políticas fiscales que resulten beneficiosas para todos. Las políticas fiscales se pueden reformar reorientando el gasto público de los subsidios ineficientes hacia normativas más específicas que apoyen a los hogares pobres y vulnerables. Los sistemas fiscales bien diseñados pueden proteger a los hogares de volver a caer en la pobreza durante una crisis o conmoción.

Sin embargo, la reducción de la pobreza solo será sostenible si se combina con una acción climática eficaz. Muchas personas que viven en la pobreza son muy vulnerables a los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, los ciclones o las sequías, que son cada vez más frecuentes e intensos. Sin embargo, ellas son las que menos han contribuido a las emisiones mundiales que están alimentando estos sucesos. Los países deberían centrarse en políticas que generen “beneficios dobles” o “beneficios triples”, que no solo mejoren los medios de subsistencia de las personas que viven en situación de pobreza, sino que también disminuyan su vulnerabilidad frente a los riesgos climáticos y ayuden a mitigar los futuros peligros causados por el clima. 

Aún estamos a tiempo de corregir el rumbo, pero los múltiples desafíos mundiales interrelacionados a los que nos enfrentamos exigen un enfoque diferente para avanzar. Se necesita que todos trabajemos juntos, incluidos los Gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, el sector privado y los ciudadanos. Se requieren políticas nacionales ambiciosas que prioricen la reducción de la pobreza, especialmente donde esta se encuentra más arraigada, y se combinen con el apoyo de la comunidad internacional para ayudar a hacer realidad estos objetivos.

Esta acción conjunta también incluye el impulso al financiamiento a largo plazo. En medio de una deuda elevada y un espacio fiscal limitado, los países de ingreso bajo se enfrentan a graves restricciones de capacidad para invertir en áreas esenciales como la educación, la atención de la salud y la infraestructura, que son fundamentales para una reducción sostenida de la pobreza. La asistencia oficial para el desarrollo proporcionada por los países de ingreso alto es crítica para financiar los objetivos de desarrollo de los países de ingreso bajo, por lo que los donantes deben cumplir sus compromisos asumidos desde hace tiempo.

Las instituciones multilaterales y de desarrollo, incluido el Grupo Banco Mundial, pueden utilizar este financiamiento para conseguir aún más fondos. Uno de los mejores ejemplos de este poder catalizador es nuestra Asociación Internacional de Fomento, que este año trabaja para reponer sus recursos y poder seguir prestando un apoyo decisivo a los países de ingreso bajo para luchar contra la pobreza y otros desafíos de desarrollo urgentes.

Debemos mantener el optimismo y seguir centrados en el desarrollo de soluciones eficaces e innovadoras. Por eso, un grupo internacional de expertos en desarrollo se reunieron (i) hace unos meses con el fin de explorar formas prácticas de impulsar los avances hacia la erradicación de la pobreza. Sus recomendaciones se presentan en el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible, que se está llevando a cabo en la ciudad de Nueva York, donde ministros y representantes de países de todo el mundo debatirán maneras de reforzar la Agenda 2030. 

No tenemos tiempo que perder. Debemos intensificar la acción mundial para impulsar un crecimiento más sólido, inclusivo y sostenible que nos ayude a retomar el camino hacia un mundo sin pobreza en un planeta habitable.

LUIS FELIPE LÓPEZ-CALVA Director global, Práctica Global de Reducción de la Pobreza y Promoción de la Equidad

Compartí esta noticia !

Técnicos humildes, una alternativa anti-fósil

Compartí esta noticia !

El rasgo característico del capitalismo ha sido siempre el crecimiento indefinido, siendo este el motor por excelencia de un sistema basado en la acumulación de capital y la expansión de los mercados. Como bien sabemos, el planeta no es capaz de soportar este ciclo de manera indefinida, debido a la falta de condiciones materiales que lo respalden. Es frente a esta coyuntura que ninguna propuesta alternativa es sostenible si la misma tiene como meta sostener dicho sistema.

Por ejemplo; los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), buscaron establecer políticas y medidas prácticas eficientes destinadas a, como su nombre bien lo señala, “sostener” la vida que llevamos hoy. Claro, nunca se tomó en cuenta que la actual accesibilidad a recursos no locales, como lo es la importación de productos o el abaratamiento de mercancía y tecnología que permitió la barata y abundante energía fósil, no podría ser reemplazada. Pensar que el reciclaje y la energía “renovable” son capaces de suplir las demandas del mercado tal cual como lo hacía el petróleo peca de ingenuo, aun ignorando que la elaboración de técnicas para la obtención de energías renovables son altamente petrodependientes por lo que, sin energía fósil, no hay renovable.

Esta crisis tiende a ser atenuada por los medios de comunicación que intentan endulzar la noticia del colapso, por lo que la mayor parte de la población deposita su fe en que la tecnología creará una solución mágica para nuestros problemas. Esto provoca que, lejos de trabajar en la búsqueda de soluciones, se acepte dócilmente el progresivo encarecimiento de los bienes y servicios producto de la escasez de recursos y energía.

La realidad muestra que la demanda de energía sigue aumentando y el mundo ha constatado que las energías limpias no son suficientes para satisfacer este crecimiento. Por lo tanto, el consumo de combustibles fósiles no solo no disminuirá a corto plazo, sino que continuará incrementándose, impulsado en gran parte por los países en vías de desarrollo.

Como ya se mencionó en artículos anteriores, la alternativa más razonable frente a este aprieto es el decrecentismo. Sin embargo, en raras ocasiones se ha llevado a cabo un debate constructivo sobre los métodos concretos mediante los cuales se podría implementar el decrecimiento. Los integrantes de Ecologistas en Acción, en cambio, supieron ser la excepción. Esta confederación de ambientalistas españoles se tomó el tiempo, no solamente de discutir el rumbo más sensato a seguir frente a este colapso, sino que crearon un manual bien elaborado de técnicas para el bienestar humano. Hace énfasis en que la agroecología es perfectamente capaz de suplir la demanda alimentaria de toda la población mundial, así como proponen alternativas eficientes a la movilidad impulsada por energía fósil.

En la introducción de su manual al que nombraron “Técnicas Humildes para el Decrecimiento”, se establecen las raíces del pensamiento decrecentista: “Es imprescindible cambiarlo casi todo y hacerlo de manera acelerada. Es el conjunto de nuestra forma de habitar la Tierra, desde el trabajo al ocio pasando por los marcos culturales y la relación con el resto de lo viviente, lo que tiene que cambiar. Y, por supuesto, no es posible pensar en profundidad esta transformación dejando al margen la tecnología”. También postulan que su manual de Técnicas Humildes no busca atribuirse el ser guía imperativa de una transición hacia una sociedad resiliente, sino que es más bien un punto de vista, uno cuyo fin es aportar algo y alentar a que todos despertemos a lo que se viene.

Entre otras de sus propuestas se destacan: Energía y Generación Eléctrica: Promueve formas de generación eléctrica y aprovechamiento mecánico directo que no dependen de combustibles fósiles. Construcción: Destaca la bioconstrucción y técnicas tradicionales como el tapial y el encalado. Regulación Térmica y Confort: Aboga por el bioclimatismo, estufas eficientes y el uso de pozos canadienses.

Producción y Conservación de Alimentos: Fomenta técnicas de procesado, conservación y producción de alimentos que son sostenibles y menos dependientes de insumos externos. Acceso y Gestión del Agua: Incluye prácticas como el aumento de materia orgánica en suelos y el uso de biofiltros. Movilidad y Transporte: Propone soluciones para la movilidad de corta, media y larga distancia que son más sostenibles. Industria Ligera: Menciona técnicas como el uso de vacío-aire comprimido y telares tradicionales.

La dimensión que tiene un aporte como el que realizó este grupo, trasciende mucho más allá del aporte teórico o estrictamente técnico que aparenta, porque es la respuesta consiente y responsable frente a un partido que vamos perdiendo. Las Técnicas Humildes deberían de ser un bastión de la humanidad misma, siendo la técnica aquello que aún conservamos de nuestra intoxicada humanidad.

En un mundo donde todos depositan su fe en que la Inteligencia Artificial va a arreglarlo todo, tenemos a una humanidad que se pone los pantalones y sale a afrontar las consecuencias de su avaricia. Serán los técnicos humildes los Superman del siglo XXI.

Pueden encontrar el manual de Técnicas Humildes en la página oficial de Ecologistas en acción: www.ecologistasenaccion.org

Compartí esta noticia !

Lanzan una herramienta para que los productores agropecuarios puedan medir su huella de carbono

Compartí esta noticia !

Una plataforma del campo argentino invita a cualquier actor del ecosistema agro a acceder a un programa registrándose en su web. En 2023 certificaron la emisión de gases de efecto invernadero de más de 500.000 hectáreas.

Una plataforma de negocios del campo argentino lanzó un programa gratuito y abierto para que cualquier actor del sector agropecuario pueda medir la huella de carbono de su campaña 2023-24 de soja y girasol.

Durante los últimos años la sustentabilidad se convirtió en un activo indispensable para la economía del mundo, impulsando a la agroindustria nacional a adaptarse a las nuevas demandas del mercado. 

Tras la incorporación de Viterra a Agrology en 2023, y en alianza con la plataforma Puma, las tres empresas impulsaron conjuntamente un programa de medición de huella de carbono que ya supera las 500.000 hectáreas. 

Esta herramienta permite a los productores lograr mejores condiciones de exportación en mercados internacionales que demandan trazabilidad y sustentabilidad. 

“El próximo paso lógico fue abrir el acceso del programa a cualquier persona que quiera implementarlo en sus campañas de soja y girasol. Simplemente deben crear un usuario en nuestra web y seguir los pasos que se indican para compartir los datos productivos necesarios para la realización del cálculo . Uno de nuestros principales objetivos para el 2024 es superar el millón de hectáreas con medición de huella de carbono”, explicó Rafael Cavanagh, CEO de Agrology. 

La medición y reducción de la huella de carbono van en un camino acelerado a convertirse en un requisito y un elemento indispensable en todas las industrias. 

Por un lado, la Unión Europea aprobó una normativa (número 995/2010) que regula los productos libres de deforestación. 

Esta regulación entrará en vigencia a partir de 2025 y los países que no cumplan con el parámetro no podrán exportar sus cultivos. 

Pero también los consumidores son protagonistas: según datos del Bureau of Economic Analysis, el 45 por ciento de la población latinoamericana (principalmente Millennials e integrantes de la Generación Z) está dispuesta a pagar más por productos sustentables y responsables con el medio ambiente.

“En tiempo récord, junto a Viterra y Puma, implementamos un programa sustentable que es de vanguardia en todo el mundo. Creemos que Argentina puede ser líder a la hora de ofrecer alimentos con impacto verde”, precisó Rafael. 

Y detalló: “Para los usuarios medir la huella de carbono de su producción no tiene que implicar más trabajo, se trata simplemente de aprovechar los datos que ya están disponibles y convertirlos en información certificable”.

“Esto se trata de agregarle competitividad a los productos nacionales de forma sencilla por medio de las buenas prácticas agrícolas que el productor nacional ya realiza”, concluyó.

Compartí esta noticia !

Accesorios para el verano: la apuesta de emprendedores para mitigar el impacto ambiental

Compartí esta noticia !

Por Julieta Pilatti en OtraEconomía – Son argentinos y lograron contribuir al medio ambiente y sostenerse económicamente en el tiempo. Bico, Momuel, Re Accionar y Bagual tienen el propósito de dejar un impacto ambiental positivo.

El Banco Mundial calcula que, para 2025, los desechos de plásticos alcanzarán 3.400 millones de toneladas en todo el mundo. Frente a este problema, no da lo mismo qué compramos y a quién le compramos. Diversos proyectos buscan contribuir a un cambio de consumo y ofrecen productos para el verano.

En Argentina, cada vez hay más emprendimientos sustentables que permiten mitigar el impacto ambiental. Cada producto cuenta una historia que alza la bandera del consumo responsable, el comercio justo y la protección del medio ambiente. Bico, Momuel, Re Accionar y Bagual son emprendimientos que basan su propuesta de valor en el reciclaje y el biodiseño. Los cuatro proyectos se suman a brindar accesorios sustentables, reduciendo la contaminación y el uso desmedido de recursos naturales. Al reutilizar materiales en desuso, reducen la necesidad de fabricar nuevos productos, que, cuando terminan su vida útil culminan en los vertederos.

Bico es un emprendimiento de accesorios y fundas 100% sustentables y biodegradables. El CEO, Felipe Litmanovich cuenta: “El impulso para iniciar Bico surgió a partir de la preocupación por los problemas ambientales actuales. Nuestra motivación principal se origina al identificar problemas urgentes, como son la contaminación plástica y la obsolescencia programada en productos electrónicos. Nos encontramos con la alarmante cantidad de fundas de teléfonos que son descartadas tras cada cambio de modelo y vimos una oportunidad para marcar la diferencia. Nos entusiasmó la idea de ofrecer una solución sostenible a esta problemática”.

La ciencia afirma que las fundas de plástico tardan al menos 450 años en degradarse. Tal es así que se van desintegrando poco a poco y luego, los microplásticos culminan vertiéndose en el océano y en toda la cadena trófica, incluido el ser humano. Litmanovich dice: “Nos moviliza la idea de que las personas puedan elegir accesorios que protejan tanto sus dispositivos como el planeta, una elección que antes no estaba tan disponible en el mercado”.

Felipe Litmanovich señala que las fundas Bico son el accesorio imprescindible para este verano. “Ofrecen protección para tu teléfono mientras disfrutas de tus vacaciones y, al mismo tiempo, contribuís a la reducción de residuos plásticos. Este verano, queremos destacar que nuestras fundas biodegradables son más que un accesorio; son una declaración de compromiso con el ambiente. Imagina tener tu celular siempre con vos, protegido por una funda que no solo es elegante y funcional, sino que también te recuerda la importancia de mantener limpios los lugares que visitamos durante nuestras vacaciones. Es la combinación perfecta de estilo y sostenibilidad para quienes buscan cuidar del planeta incluso durante sus viajes”, puntualiza.

Damián Arauna es el fundador de Momuel, un emprendimiento de anteojos sustentables. Comenta: “Consideramos a la madera como un recurso noble y significativo a través de la historia de la humanidad. En Momuel, combinamos el diseño y el reciclado de este material. En la actualidad comercializamos nuestros anteojos a todo el país, teniendo como impronta la conciencia ambiental”. 

De acuerdo con el fundador, los anteojos de sol son ideales para el verano. “De hecho, nuestros productos cuentan con cristales orgánicos con filtro UV 400, lo cual protege la salud visual ante los efectos de la exposición a los rayos solares”, agrega. 

Foto: Momuel

También está el caso de Leonardo Rothpflug, diseñador industrial, fundador y director general en Re Accionar, una cooperativa de diseño para la Sustentabilidad, especializados en el reciclaje de residuos plásticos. El emprendedor cuenta: “Transformamos residuos en nuevos objetos, que brinden a empresas y personas, la posibilidad de consumir responsablemente. Desde Re Accionar, buscamos transformar la decepción de la sociedad en nuevas ganas de involucrarse en la economía circular”.

Este proyecto ofrece desde cuencos, macetas, llaveros hasta packaging personalizado. La cooperativa nació en 2018 con el objetivo de transformar los residuos en materia prima.  El fundador de esta iniciativa, afirma que, desde sus inicios, han transformado más de 18.500 kilogramos en productos útiles y, hoy en día, elaboran mensualmente 150 placas, lo que implica al menos 750 kg de plástico reciclado.  desde perchas de un local de ropa hasta los productos desechables de un laboratorio. 

Foto: Re Accionar

Bagual fue creado por dos amigos que tenían el deseo de emprender juntos, Agustín Guerra y Leandro Lorenzati. Ellos ofrecen una gran variedad de productos: riñoneras, bolsos de viaje, gorras, materas, hamacas y hasta buzos. 

El fundador de la marca, Agustín Guerra destaca: “En nuestro compromiso por reducir nuestra huella ambiental y contribuir a una economía circular, nos enorgullece ofrecer una selección de productos que han sido reacondicionados, reparados, recirculados o rescatados para prolongar su vida útil. Cada artículo fue cuidadosamente revisado y restaurado por nuestro equipo para garantizar su calidad y funcionalidad”, sostiene.

Además, en Bagual creen en la importancia de proteger y preservar el entorno natural. Por cada compra que se realiza en la tienda online, plantan un árbol. 

“Cada compra que haces no solo te brinda productos de alta calidad para tus aventuras al aire libre, sino que también contribuye activamente a la conservación de nuestro planeta”, Sobre el impacto, Leandro Lorenzati agrega: “Queríamos devolverle algo a la naturaleza, entonces, decidimos poner en marcha  «Fundación Las Raíces», donde desarrollamos un plan de reforestación. También, junto al Centro de Actividades Expresivas e Inclusivas para adultos y jóvenes con discapacidad intelectual  (APADIM) armamos invernaderos y sombráculos”.

Compartí esta noticia !

Coatí Lodge, naturaleza, calma y una inédita apuesta a las tarifas en pesos

Compartí esta noticia !

A la vera del majestuoso Río Uruguay, en la localidad de El Soberbio, se encuentra Coatí Lodge, un refugio natural fundado por Fernando Lagos y su esposa Aisea Quinterno. Este emprendimiento, arraigado en 28 hectáreas de selva, arroyos y senderos, ofrece a los visitantes una experiencia única de conexión con la naturaleza y total tranquilidad.

En una entrevista exclusiva con Economis, Fernando Lagos compartió la esencia de Coatí Lodge, destacando que el establecimiento es atendido personalmente por los dueños, quienes trabajan arduamente para garantizar la mejor atención a sus visitantes. A pesar de la inestabilidad económica del país, Lagos anunció que los precios se mantendrán sin cambios hasta diciembre, demostrando su compromiso con ofrecer accesibilidad a todos los amantes de la naturaleza.

La tarifa por noche en Coatí Lodge es de 10,000 pesos por persona. Sin embargo, se aplican descuentos para estancias más prolongadas: 8,000 pesos por persona para dos noches y 6,000 pesos por persona para tres noches. Además, los misioneros nativos disfrutan de un descuento adicional del 10%, aceptándose todos los medios de pago. Lagos expresó su deseo de fomentar la visita a El Soberbio, invitando a los huéspedes a descubrir la belleza del lugar.

Las cabañas de madera, totalmente equipadas, ofrecen un entorno encantador. Cada una cuenta con su propia parrilla, y dos de ellas disponen de aire frío-calor. Equipadas con cocina, heladera, vajilla, sábanas, toallas, baño privado, balcón, hamaca paraguaya y reposera, las cabañas se complementan con Wi-Fi y una cuidadosa selección de libros de autores misioneros.

Aunque actualmente no ofrecen servicios gastronómicos, los propietarios aspiran a inaugurar una cocina única en el Lodge en el futuro cercano. Lagos subrayó que el objetivo es proporcionar a los visitantes una experiencia completa, desde el hospedaje hasta la posibilidad de disfrutar de una deliciosa comida en el propio establecimiento.

El acceso al predio es posible en automóvil, con un trayecto de 2000 metros de camino de tierra, situado a 5 kilómetros de El Soberbio.

Historia de Coatí Lodge: un sueño hecho realidad

Fernando Lagos, originario de Córdoba y graduado en Comunicación, llegó a Misiones en 2009 para trabajar en el Ministerio de Agricultura. En ese tiempo, conoció a Aisea Quinterno, una española que se convertiría en su esposa y compañera de vida. El amor los llevó a establecerse en El Soberbio, donde adquirieron una chacra que eventualmente se transformaría en Coatí Lodge.

Lo lindo era eso, venir a Misiones, encontrarse con amigos de diferentes lugares, y poder compartir momentos agradables”. recuerda Fernando.

Aisea nació en España en el año 1983, pero su madre es argentina nativa, y en ese entonces volvió a vivir al país después de permanecer 30 años fuera, por lo que su hija aquel 10 de noviembre del 2010 decidió visitarla.

“Casualmente mis amigos eran amigos de la familia de Aisea, una noche hubo una de esas reuniones en las coincidimos, nos conocimos, compartimos largas charlas, también interés con los amigos y gente de afuera. Después de un hermoso amanecer nos fuimos caminando al Río Uruguay hasta la costanera, entre charla y charla nos enamoramos”.

Cuenta Fernando que en ese momento comenzaron una relación la cual él sabía seria para siempre, ella viajó a España en marzo para resolver todos los pendientes que tenía allá y volvió a Misiones en mayo del 2011, porque cupido había flechado los corazones y ya no había espacio para la distancia. Vivieron unos meses en Aristóbulo del Valle y después se mudaron a El Soberbio, donde con ayuda de la familia compraron una chacra que hoy es el Coatí Lodge, siendo los primeros años un lugar de campo, en ese entonces compartían el espacio con la suegra de Fernando, pero esta viajaba mucho mientras que ellos se quedaban más tiempo en el pueblo contemplando y creando ideas para el lugar.

“Una de las razones por la cual vivimos y apostamos por El Soberbio es la posibilidad de ver una y otra vez ese precioso amanecer a orillas del Río Uruguay, el mismo que pudimos observar hace 13 años atrás cuando nos enamoramos, fuimos familia, tuvimos hijos, plantamos y cosechamos”.

Los años transcurrieron y en el 2013 junto a unos amigos compraron otra chacra cerca de Coatí un poco más chica, en donde construyeron unas casas. En el 2015 el objetivo ya tomó más forma y empezaron a trabajar con el turismo, ya que ambos aparte de sus profesiones, tenían experiencia en el rubro porque trabajaron en algún momento en gastronomía, como así también les encanta vacacionar, y cada vez que lo hacen buscan descansar en todo sentido, por lo que les pareció un buen negocio invertir en un espacio de desconexión para el turista, y vieron en el Coati esa posibilidad que con un par de cabañas podría ser el lugar perfecto para descansar aparte de darles la posibilidad de seguir creciendo.

La familia creció con la llegada de tres hijos misioneros: Orion en 2013, Jazmin en 2015, y Ciro en 2018. La pareja decidió dedicarse por completo al turismo en 2015, construyendo su primera cabaña y marcando el inicio de Coatí Lodge como un refugio para aquellos que buscan un contacto auténtico con la naturaleza.

Fernando recuerda que “en el 2015 el país pasó por una situación bastante confusa, venía Mauricio Macri, y no sabíamos muy bien cómo iba a seguir la economía, yo trabajaba en el estado pero estaba bastante difícil necesitaba buscarme una opción comercial, optamos y comenzamos con la primer cabaña que fue sin duda fue la mejor inversión”.

Coatí Lodge, además de ser un destino turístico, tiene una historia arraigada en la producción agroecológica. Con 28 hectáreas de selva que se reforestaron hace 40 años y cuatro circuitos de senderos, el Lodge ofrece a los visitantes una experiencia inmersiva en la biodiversidad de la región.

En sus inicios en el alojamiento explicó Fernando trabajaban con dólares, a 100 dólares por noche, “en ese momento era otro cambio”, hacían excursiones con los guaraníes, eran paseos por distintos saltos no exclusivamente el salto del Moconá como hoy día. “En el 2018 las cosas fueron cambiando, construimos otra cabaña y fuimos avanzando bastante. En ese momento dejé mi trabajo en el estado y me dediqué por completo al emprendimiento”.

“Tenemos 4 circuitos de senderos, uno que va por el arroyo Tararira, es un sendero húmedo y desarrollado dónde se ven distintos animales e insectos, después hay una pequeña cascada, que caminando por el sendero se puede pasar por la parte de arriba de la misma y llegar a otra cascada un poco mas grande, seria como un circuito cascada, un tercer circuito que pasa por la zona de la producción de citronela y por último un monte que si bien hay un arroyito es más seco donde se ven especies de bromelia, soyta, distintos tipos de árboles e insectos”.

La familia Lagos, comprometida con la sostenibilidad, cultiva alimentos para consumo propio y de los animales residentes. Forman parte de un grupo ecológico bajo una certificación participativa, cumpliendo con la ley provincial agroecológica. Fernando destaca la importancia de plantar árboles y proteger el entorno natural.

Es una chacra de 28 hectáreas la cuál para poder cuidarla necesitan ayuda, por lo que cuentan con la colaboración de compañeros como Don Rogelio, que es un vecino que siempre está trabajando en conjunto

“Rogelio y su familia, nos ayuda en lo que es mantener el lugar, abrir senderos y demás porque tiene más conocimiento del monte. Nosotros también trabajamos. Yo corto el pasto de todo el lugar, decoramos, no construimos nosotros, pero intentamos que más o menos se haga lo que pensamos, en este momento hay tres cabañas, las mismas están ubicadas más o menos a cincuenta metros una de la otra, tiene un arroyo que se llama la ruta que pasa veinte metros de donde hay una olla que es todo con un piso de piedra en alhaja en la cual te podes bañar”.

Fernando resaltó la importancia para el mundo de plantar árboles por su parte en el alojamiento van plantando árboles nativos, también frutales, la producción agroecológica es de gran relevancia en la familia de Feranando, por lo que en Coatí hacen cultivos anuales en poroto, mandioca, sandía, batata. “Estamos dentro de un sistema único de certificación participativa que es parte de una ley provincial agroecológica, formamos parte de un grupo ecológico. Desde que se compró la chacra nunca usamos veneno o algún tipo de agrotóxico”.

“Tratamos de cuidar y limpiar lo máximo posible el lugar donde estamos, cultivamos la comida que consumimos, por lo menos gran parte de ella. También lo comen los animales, esa comida es como que está protegida justo entre el monte, por lo que es un gran lugar para cultivar. Hacemos lo que podemos, porque tenemos también varias ocupaciones aparte e intentamos hacer lo mejor posible”.

Aunque Coatí Lodge ha enfrentado desafíos, como la incertidumbre económica y la pandemia, el emprendimiento ha prosperado. Con una explosión de trabajo después de la reapertura tras la pandemia, Coatí Lodge sigue siendo un destino apreciado por aquellos que buscan una experiencia única, sostenible y tranquila.

Aparte de las cabañas, si los visitantes quieren realizar alguna actividad especial, combinan la misma acompañando a veces a los guaraníes en las recorridas a algún salto que quieran conocer y esté abierto al público. Este servicio tiene un costo aparte. También está la opción de ligar a los huéspedes directamente con aquellos que ofrecen estos servicios locales, como por ejemplo la actividad de kayak de los cuales tienen tres contactos y ofrecen distintas propuestas, son los guiados, libres y caminatas con kayak en paraíso. Así diferentes propuestas para que los huéspedes puedan vivir una linda experiencia. Después de la pandemia, fue una explosión de trabajo en el lugar, en verano la ocupación fue sorprendente, algo que se sigue manteniendo.

“Creo que todo estaba escrito desde ese momento que nos conocimos con Aisea, todo partió desde ese momento que nos conocimos en este mismo lugar, vimos el imponente amanecer frente al Río, Misiones nos unió, nuestros hijos van a la escuela rural y tienen muchos amigos, es muy lindo, son chicos de Selva, pero les encanta jugar a la play tienen sus luchas con las imágenes y las tablets como todo el mundo con las pantallas, miran netflix pero juegan mucho afuera, andan en bici, juegan con los trompos, van al río, acostumbrados a tener árboles, también cosechan, una vida bastante única modernos pero selváticos a la vez”.

Aunque no tiene problema en acompañar en los senderos, Lagos expresó que les gusta mas cuando los visitantes se enfrentan a la selva solos, como lo hicieron ellos y cuando logra conectar con todo lo que es eso sus aromas, sus texturas, sus colores, sus sonidos y cuando conectan con eso el día de la noche las fiestas cambia todo el tiempo si uno está atento a eso como que también empieza a estar atento a otras cosas personales digamos y se va trabajando digamos y conectando con ese todo que es la naturaleza la madre tierra.

“La localidad tiene esa particularidad, mucha gente que viene de afuera, un micromundo que llega al mundo del Soberbio, un lugar privilegiado para vivir, desarrollar, nos sentimos dichosos porque conocemos gente de otra parte del mundo que nos visita. Nosotros vivimos en otros lugares, yo en Córdoba y mi esposa en Europa y solo El Soberbio es el lugar que puedo recomendar para vivir con total seguridad, tranquilidad y la unión que hay entre las culturas, tiene mucha riqueza y conocimiento, saber potenciar eso genera resultados muy buenos. El lugar en sí es increíble”.

Para Fernando El Soberbio tiene una cultura particular, que para entender la relación de frontera hay que entenderla más socioculturalmente y no solo comprender como el lado de Brasil o Argentina, sino como un territorio cultural en el que ambos son protagonistas, desde ese punto apreciar y valorar más lo que hay para mostrar localmente.

“Culturalmente lo que se puede potenciar es mucho más, va por ese camino, también incentivando a nivel estatal y privado lo que es la zona. Ahora llegaron unos postes de luz esto significa la creación de hoteles grandes y está bueno porque cuanto más desarrollo haya más capacidad de oferta tenemos y si tenemos más ofertas tenemos también ese nicho de demanda que busca este tipo de emprendimiento que son de relajación, comer sano, tranquilo, escuchar pájaros, ríos, caminar en la tierra colorada. Y esto lo digo porque ha sido una experiencia en primera persona. Me parece que esa es la clave”.

Fernando Lagos, además de su rol en Coatí Lodge, trabaja actualmente en Agricultura Familiar, contribuyendo al desarrollo sostenible de la región. Su amor por El Soberbio, expresado en la conexión con la naturaleza y la cultura local, lo ha convertido en un defensor apasionado de este rincón único de Misiones.

Coatí Lodge es más que un lugar para alojarse; es un testimonio de amor por la naturaleza, la conexión cultural y la determinación de construir un sueño que crece en armonía con la tierra colorada.

Informe por Paola Czerevin

Compartí esta noticia !

Categorías

Solverwp- WordPress Theme and Plugin