HIDRÓGENO VERDE

El gobierno contempla beneficios fiscales y financieros a inversiones en hidrógeno verde

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El Ministerio de Economía informó hoy los lineamientos del Proyecto de Ley sobre Hidrógeno de bajas emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, que enviará al Congreso en las próximas semanas.

La secretaria de Energía, Flavia Royon, anunció hoy que el proyecto “completó su circuito administrativo” y que “en los próximos días va a ser enviado a Presidencia” para su consideración y firma, por lo que anticipó que su sanción permitirá “dar el marco para que este sector se pueda desarrollar”.

Royon sostuvo que “esto lleva tiempo, discusión y lleva una construcción, porque lo que estamos discutiendo no es solo qué beneficios fiscales se pone dentro de la ley, sino de lo que estamos discutiendo es qué modelo de país queremos, qué modelo de desarrollo y que esta ley refleje eso”, enfatizó en un evento en el que la necesidad de contar con un marco jurídico adecuado fue un tema recurrente formulado por los expositores que formaron parte de los distintos paneles.

La iniciativa que distribuyó el Palacio de Hacienda contempla que para su clasificación “se utilizan definiciones y tipologías por colores (verde, azul y rosado), consistentes con las nomenclaturas conocidas internacionalmente respecto a la fuente de energía utilizada para su obtención”.

Los tipos de hidrógeno son definidos bajo un criterio tecnológico donde el verde y el rosa corresponden a su producción a partir de electrólisis de agua de fuente de energía renovable y nuclear, respectivamente, en tanto que el azul es a partir del reformado de gas natural incluyendo una etapa de captura de carbono”.

Para el caso de hidrógeno azul, el proyecto prevé que “la autoridad de aplicación defina, en la reglamentación, los estándares de máximos de emisiones de gases de efecto invernadero por unidad producida para ser considerado como tal” y que “involucren la utilización o transformación de combustibles fósiles y en cuyo proceso productivo se incluyen una o más etapas de captura, y el almacenamiento o utilización de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en su obtención de manera de reducir significativamente su liberación a la atmósfera”.

En la elaboración del proyecto se tuvieron en consideración los Lineamientos para la Transición Energética fijados por la Resolución de la Secretaría de Energía N° 1036/21, el Acuerdo de París, las metas establecidas en la NDC y el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático.

Es decir, que “se utiliza el gas natural sólo como transición, en un sendero de reducción de su uso, lo cual concuerda con los lineamientos para la transición energética trazados por la Secretaría de Energía. En este sentido, los beneficios y/o exenciones fiscales previstos para la producción de hidrógeno azul son menores que los correspondientes al hidrógeno verde”.

Más adelante, la iniciativa establece “la creación de instituciones para la certificación de origen de la producción, las cuales certificarán las características del proceso de producción del hidrógeno incluyendo la fuente de energía y nivel de emisiones asociados, así como establecerán estándares de seguridad para la producción. Las certificaciones locales estarán en línea con estándares reconocidos internacionalmente”.

El proyecto de ley contempla “exigencias orientadas al desarrollo de proveedores locales en la cadena de producción de hidrógeno y la consolidación de una matriz productiva nacional que contribuya a la generación de empleos vinculados al sector. Estas exigencias se van incrementando con los años, en función de la estimación de la curva de aprendizaje”.

También prevé mecanismos de certificación y auditoría que sanciona a aquel proyecto de producción de hidrógeno que, a lo largo de su duración, supere los niveles de emisión de gases de efecto invernadero declarados al momento de presentar la Declaración de Inclusión al régimen de promoción, o los máximos tolerables para su clasificación como hidrógeno azul. En este sentido, ningún potencial productor de hidrógeno gris podría ser beneficiado por la norma propiciada.

A los fines del mantenimiento de los beneficios previstos en la ley, se exige la realización de actividades de investigación y desarrollo en el territorio nacional que se vinculen, únicamente, con la producción de hidrógeno de bajas emisiones y sus vectores, ya sea que las lleven a cabo internamente o en vinculación con proveedoras de servicios intensivos en conocimiento nacionales, o en actuación con organismos nacionales de ciencia y tecnología.

Entre los beneficios fiscales y financieros se incluye la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias, la acreditación y/o devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado, la extensión del plazo para computar los quebrantos, la deducción de la Carga Financiera del Pasivo Financiero, el pago a cuenta en el Impuesto a las Ganancias por un importe equivalente al 10% del monto del componente nacional que fuera incorporado de forma excedente a los mínimos establecidos, las exenciones por importación de bienes (solo por 10 años). debe tratarse de la importación de mercaderías nuevas, sin uso, previa acreditación que no existe producción nacional de las mismas o bien cuando existiendo, ésta última no cuenta con la cantidad suficiente para satisfacer la demanda o dichos bienes no posean las características mínimas requeridas, la estabilidad fiscal (Los plazos se van acotando en función del momento de adhesión al Régimen), el acceso al Mercado Único Libre de Cambios (MULC).

De la misma manera, se establecen alícuotas porcentuales máximas, medidas en términos del valor FOB por tonelada, que varían en función del tipo de hidrógeno y el momento en que se efectúan. La alícuota del 0% se aplica a las exportaciones realizadas durante los primeros 10 años de vigencia de la ley y para el tipo de hidrógeno verde o rosa, y sus vectores asociados.

En tanto, los proveedores de la cadena gozarán de la exención de aranceles respecto a la importación de bienes de capital, líneas de producción, partes y/o piezas – nuevas en todos los casos-, destinadas a aumentar la oferta nacional y a la integración nacional de conjuntos y subconjuntos de la cadena de valor del hidrógeno de bajas emisiones, en la medida que sean destinados a los proyectos promovidos en el marco del régimen promocional de la ley.

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Piatti: “Con el desarrollo del hidrógeno, Misiones a la vanguardia en el cuidado del medioambiente”

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Tras un año de intenso trabajo el Parque Industrial y de la Innovación se posiciona como referente de producción de hidrogeno verde. Este año el presidente del PIIP, Ing. Christina Piatti,  participó de la delegación de gobierno de Misiones en la 27 Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático de 2022 en Egipto, donde presentó el proyecto H2 Misiones.

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Argentina y Alemania profundizan la transición energética, el hidrógeno y la economía del conocimiento

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El canciller Santiago Cafiero recibió hoy al secretario de Estado del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, Tobias Lindner, en el marco de la visita que realiza a nuestro país, ocasión en la que ambos dialogaron sobre la actualidad regional y global y los hechos destacados en el marco de la amplia agenda bilateral.

Los funcionarios pusieron en valor los avances de la cooperación bilateral a partir del Foro Futuro, iniciado en junio de 2021, que reúne iniciativas y acciones para impulsar planes conjuntos en cuestiones como la industria 4.0, la economía digital y la transición energética.

Acordaron impulsar los proyectos de desarrollo de energías renovables como el hidrógeno verde, que contribuirán a la consecución de metas económicas y ambientales. Además pusieron de relieve la próxima edición de la Feria industrial de Hannover, que se efectuará por primera vez en Sudamérica en marzo próximo, en Tecnópolis.

En el ámbito global, reiteraron el fuerte compromiso de Alemania y Argentina con el multilateralismo, la promoción y protección de los derechos humanos, la protección del medioambiente y del impacto del cambio climático y en la biodiversidad. Coincidieron en que ambos gobiernos continuarán promoviendo el acercamiento entre regiones a través de la ampliación y fortalecimiento de los vínculos de la CELAC con la Unión Europea, y reactivar de este modo el diálogo político que nuestro país promueve desde la presidencia pro témpore del mayor mecanismo de integración de América Latina y el Caribe.

También mencionaron la visita del presidente Alberto Fernández a Alemania en mayo, en el contexto de su gira por Europa, donde fue recibido por el canciller Olaf Scholz, siendo de este modo el primer mandatario latinoamericano que mantuvo una reunión bilateral con el flamante canciller alemán, quien asumió en diciembre de 2021.

Alemania es el principal socio comercial de la Unión Europea. El comercio bilateral con Alemania superó los US$ 3.300 millones en 2021. En ese marco nuestro país busca ampliar y diversificar el intercambio comercial, dotándolo de mayor valor agregado en lo que refiere a las exportaciones argentinas, y teniendo en cuenta la alta complementariedad de las economías, especialmente en los sectores de agronegocios, manufacturas, energía, hidrocarburos e infraestructura.

El mercado alemán presenta grandes oportunidades para incrementar la participación argentina en productos tradicionales y de calidad (carne bovina, vinos, pescados y mariscos, productos orgánicos, marroquinería), así como en productos y servicios vinculados a la economía del conocimiento (químico-farmacéutico, biotecnológico, aeroespacial, nuclear para aplicación médica, nanotecnología).

La inversión alemana en Argentina tiene presencia en sectores clave para el desarrollo de nuestra economía, como la infraestructura, especialmente de energía, en la industria manufacturera y la extracción de petróleo crudo y gas natural.

Del encuentro participaron el vicecanciller argentino, Pablo Tettamanti, el embajador argentino designado en Alemania, Fernando Brun y el embajador de Alemania en Argentina, Ulrich Sante.

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¿Es el hidrógeno una tecnología madura?

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Las mismas publicaciones electrónicas que fogonean acentuadamente las “energías renovables”, están difundiendo masivamente supuestos grandes acuerdos de varios países de nuestra región, con otras naciones altamente industrializadas, para producir hidrógeno con destino a la exportación.

Lo mismo respecto a iniciativas de producciones a título experimental o en pequeñas escalas, en varias provincias nuestras; a lo que se agregó el anuncio de una mega inversión australiana en la provincia de Río Negro, del orden de 8.400 millones de dólares.

Por supuesto que de concretarse esa mega inversión, seria seguramente de efectos positivos para la realidad socio – económica de Argentina. Pero algunos aspectos centrales de la tecnología del hidrógeno, que no parece estar en un adecuado nivel de maduración, generan fundamentadas dudas técnicas muy serias, en varios especialistas energéticos.
Tres de esos especialistas, el Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Energías Renovables, el Contador Público y experto energético Claudio Molina; el Ingeniero Víctor Bronstein, catedrático y experto calificado en Energía; y el Ingeniero Francisco Carlos Rey, de dilatada trayectoria en la Comisión Nacional de Energía Atómica (de la cual fue vicepresidente) y hoy Consulto de la misma; expresaron dudas e incertidumbres técnicas que no parecen haber sido consideradas por varios opinantes que parecen no fundamentar técnicamente con la solidez necesaria, las supuestas ventajas y bondades del hidrógeno en el contexto energético mundial.

También se consultaron otros informes (*), pero la responsabilidad del presente artículo es de quien suscribe.
El hidrógeno es considerado un vector (transmisor) energético y no un combustible en sí mismo. Es una sustancia muy abundante en la naturaleza, pero siempre se presenta “asociado” (integrado) con otras diversas sustancias, como el agua y los hidrocarburos.

Por otra parte, es bien sabido que el proceso de separación del hidrógeno, insume más energía que la potencialmente extraíble o utilizable. Dicho en términos más simples, para separar cada molécula de hidrógeno, se utiliza más energía que la que luego se podrá extraer de la misma. O sea que, utilizar al hidrógeno como vector energético sería una ecuación energéticamente ruinosa.

Se argumenta que para obtener hidrógeno, se utilizarán energías “limpias”, lo que es una falacia total, pues ninguna fuente de energía es totalmente limpia, y mucho menos las muy promocionadas eólica y solar, presentadas casi como la gran panacea, siendo que en realidad son mucho más contaminantes que las energías hidroeléctrica y nuclear (lo cual esconden y/o tergiversan los promotores a ultranza de aquellas). Claro está que hay muy fuertes intereses económicos y geopolíticos, involucrados en esa promoción a ultranza de las “renovables amputadas” (renovables eólicas y solares), de las que caprichosamente se “amputaron” del concepto legal y de los beneficios consecuentes, de considerarse “renovables”, a las hidroeléctricas. Pero ese es otro tema, ya tratado antes.

Por otra parte, las energías eólica y/o solar, no se pueden utilizar solas, por sus intermitencias, que necesitan ser estabilizadas con energía generada por alguna Central de Base, por lo general termoeléctrica, que para funcionar quema carbón, derivados del petróleo o gas. Y esas centrales, en distintas proporciones, contaminan. O sea son insumos sucios para separar el hidrógeno.

Y si se argumentara que para estabilizar las energías eólica y solar, se las va a acumular en baterías o similares, debe recordarse que acumular la energía es un proceso caro y muy contaminante.

Claramente, la separación del hidrógeno no es un proceso neutro ni “limpio”, tiene su cuota de contaminación…pero de eso no se habla, por ser un dato “inconveniente” y “políticamente incorrecto” para el Acuerdo de París, los Atlantistas y sus intereses creados.

Una vez separado y listo para usar (lo que requiere una logística bastante compleja), el único “residuo” es agua, u oxígeno, pero para llegar a eso, hay una larga y nada neutra huella de carbono.

Parece que los europeos que quieren llevarse el hidrógeno, pretenden dejar todo el proceso de separación y casi toda la logística (con sus contaminaciones) en nuestros países de Íbero América), mientras que ellos, los desarrollados, exhibirán un insumo energético ya limpio, con el cual disminuirán sus índices muy altos de contaminaciones. ¡Pero casi toda la contaminación del procesamiento del hidrógeno, se contabilizará en los países subdesarrollados que los abastezcan!

El hidrogeno se puede separar de los hidrocarburos (carbón, petróleo, gas), o del agua, designándolos con distintos colores, según la fuente de la que se extrae.

A mayor densidad del elemento del cual se extraerá, mayor contaminación en el proceso de separación del hidrógeno. Los menos complejos (según informes previos) y menos contaminantes, son el “azul” (extraído del gas natural) y el “verde” (del agua).

Una vez que se tienen las moléculas de hidrógeno separadas, se debe realizar todo el proceso de logística para ponerlo a disposición de los usuarios.

Esa logística es muy compleja, seguramente muy costosa, y muy poco o nada desarrollada. Y este no es un dato menor.

La mega inversión que se radicaría en Río Negro, posiblemente esté cerca del mar, lo que simplificaría el proceso de carga en buques tanques especiales, pues posiblemente podrían recibir el hidrógeno vía ductos especiales.

En el destino de desembarque, el proceso sería inverso, hasta la planta de almacenaje. Desde allí se deberá establecer el transporte, hasta los sitios de carga del vector energético, el cual según se dijo, se utilizará exclusivamente para abastecer el transporte pesado, o sea barcos cargueros, trenes y camiones pesados de carga.

Por supuesto, todo el proceso, desde la separación a escala industrial, pasando por toda la compleja logística y la distribución final al consumo específico, cabe suponer que requerirá un manejo muy cuidadoso, para evitar accidentes o fugas. Todo eso implica costos económicos y costos ambientales asociados.

Parece altamente improbable o al menos muy lejano, que el hidrógeno pueda ser utilizado masivamente, por lo que la absurda idea de reemplazar gasoductos convencionales de gas natural, con la provisión de hidrógeno, parece ser uno de los tantos disparates que con tanta liviandad instalan algunos opinantes poco informados, o improvisados, o peor aun, algunos personajes interesados en sembrar confusión, o con fines inconfesables.

Lamentablemente, esos dislates indefendibles, pueden llegar a ser creídos por personas bien intencionadas pero muy mal informadas, perdiéndose tiempo y dinero en teorizaciones que solo aportan confusiones.

(*) Informes consultados:
– Hacia la Economía del Hidrógeno – Ministerio de Desarrollo Productivo – Consejo Para el Cambio Estructural – Argentina.
– Estudios Sobre la Producción de Hidrógeno Verde en la Provincia de Río Negro – Argentina.
– Evaluación Técnica y Económica del Uso del Hidrógeno Verde en Aplicaciones para la Industria y Desplazamiento de Combustible Fósil – Universidad de Chile – Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas.

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