Inflación alimentaria y sensibilidad del consumidor. El tomate lideró los aumentos en el Mercado Central con un salto del 58%, mientras que en las góndolas los precios se dispararon hasta un 84,9%. El CEPA proyecta un alza de 0,1% en el IPC de agosto por el rubro alimentos frescos.
El último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela que en agosto 2025 los precios de frutas y hortalizas volvieron a tensionar la canasta básica. Según el relevamiento en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), el segmento de Verduras, Tubérculos y Legumbres (VTL) registró una suba ponderada de 4,1% intermensual, lo que impactará con un aumento proyectado de 4,4% en el IPC del rubro.
En paralelo, el segmento frutas subió en promedio 5,1%, lo que se traduce en un alza esperada de 5,5% en el IPC Frutas, con un efecto neto de 0,1% adicional en la división Alimentos y Bebidas no alcohólicas2025.09.09_Observatorio_Frutas_….
La presión inflacionaria se explica tanto por factores de oferta –clima adverso, cortes logísticos y sobrecostos en insumos dolarizados– como por dinámicas específicas en la cadena productiva, que van desde la crisis del sector papero hasta la recuperación parcial de exportaciones de limón.
Ganadores y perdedores en la variación de precios
En el Mercado Central, el tomate redondo fue el gran protagonista, con un salto del 58% en un solo mes, acumulando 183,3% en lo que va del año. La batata también mostró un incremento del 19,5%, mientras que el zapallo apenas subió 0,4%. En contraste, la lechuga se desplomó 35,3% y la papa cayó 19,2%, golpeada por la sobreoferta y los costos productivos.
El panorama interanual refleja una contracción del 38,8% en el segmento VTL, aunque con grandes disparidades: mientras la batata se encareció un 15,4%, la cebolla se abarató un 71,5%.
En el caso de las frutas, la única baja fue la naranja (-0,4%), mientras que el limón (+13,5%), la banana (+7,4%) y la manzana (+4,1%) marcaron subas. El limón lideró la variación interanual con un 61% de aumento, aunque en el acumulado del año arrastra una caída del 66,9%, reflejo de la inestabilidad del sector2025.09.09_Observatorio_Frutas_….
Supermercados: dispersión de precios y brechas crecientes
En las grandes cadenas relevadas (Coto, Carrefour, Jumbo y MasOnLine), los precios de hortalizas subieron en promedio 3,6% en agosto, pero con fuertes disparidades. El tomate fue nuevamente el motor de la inflación, con un alza del 84,9%, seguido por el zapallo (+11,7%). En cambio, la lechuga (-22,6%), la batata (-14,3%), la papa (-0,3%) y la cebolla (-2,0%) registraron caídas.
La brecha entre el Mercado Central y los supermercados se disparó a 159,1%, un salto de 36,3 puntos porcentuales respecto de julio, con la lechuga mostrando la mayor diferencia: 300,1% entre ambos canales. Además, la dispersión entre cadenas fue notoria: la batata registró una diferencia de 84,8% entre el precio más caro (MasOnLine) y el más barato (Carrefour)2025.09.09_Observatorio_Frutas_….
Crisis papera y tensiones exportadoras
El sector papero atraviesa un cuadro crítico. La Federación Nacional de Productores de Papa (FENAPP) alertó que la sobreoferta, los insumos dolarizados y la presión impositiva vuelven inviable la actividad. “Hay productores que van a perder el 100% de la inversión”, advirtió el vicepresidente de la entidad, al señalar que en el primer semestre las pérdidas alcanzaron hasta el 50% de lo invertido.
Por su parte, el sector citrícola encontró un respiro en la reactivación de exportaciones a Chile y Brasil, pero esa salida externa podría reducir la oferta interna y presionar aún más los precios locales del limón. En el caso de la banana, el corte prolongado del Paso Cristo Redentor por las nevadas en la cordillera impactó en la oferta e impulsó un fuerte aumento en la demanda doméstica.
Con la correlación estrecha entre los precios mayoristas del Mercado Central y el IPC (R² = 0,98 según CEPA), se prevé que las subas registradas en agosto se reflejen con fuerza en el índice oficial de inflación alimentaria. La suba conjunta de frutas y verduras aportará alrededor de 0,2% al IPC de agosto, un dato sensible en un contexto de alta inflación generalizada.
En este escenario, la evolución de los costos logísticos, la dinámica de exportaciones y la volatilidad climática serán factores decisivos en la trayectoria de los precios de alimentos frescos hacia fin de año.