Por motivo de los hechos recientes en el Centro de Posadas- Encarnación, trabajadores de la Dirección Nacional de Migraciones y de los distintos organismos operativos en el mismo, reforzaron el estado de alerta ente el potencial peligro para los operarios.

Ante los reiterados pedidos, comunicados, presentaciones y reuniones, integrantes de las dos organizaciones gremiales que comprenden el cuerpo de trabajadores del sector (CTA y ATE), solicitan que se efectivice el distanciamiento vehicular propicio para realizar los controles migratorios en las casillas, controlando el flujo mínimo cercano a los puestos de trabajo.

También que se realice un control previo de los estados de los vehículos, en cuanto derrame de combustibles, la existencia de combustibles egresados en forma prohibida, realizados por organismos de seguridad y/o control fiscal, de entes provinciales o nacionales.

Por otra parte, exigen a presencia de más personal de seguridad en el sector de salida de la República Argentina, tanto para la seguridad del personal, como para coordinar y frenar el ingreso del flujo automotor ante los cuellos de botella que puedan suscitarse en el sector salida y posterior al control migratorio y anterior al aduanero, la urgente, postergada y reiterada necesidad de contar con matafuegos y otros elementos de disipación de fuego encada uno de los puestos de control y la participación de las representaciones sindicales de los trabajadores en las reuniones de coordinación de Frontera para aportar la visión colectiva de trabajadores para solucionar la problemática de los pasos Fronterizos.

“Estando en espera de soluciones de raíz ante esta problemática, sabiendo la existencia de reuniones a tales fines, seguimos en estado de alerta y en reserva de acciones gremiales para preservar la salud e integridad de cada uno de los trabajadores de Frontera”, concluye el comunicado de los trabajadores del sector.

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Damian Zena

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